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Cuando llegas a la década de los 40, es probable que notes algunos cambios en la apariencia de tu piel. Algunos de los cambios típicos son la pérdida de tonificación, los poros más abiertos y una apariencia más pronunciada de las líneas de expresión. La producción de aceite disminuye a medida que envejeces, por lo que la resequedad es uno de los problemas principales de la piel que está en proceso de maduración. Los resultados del daño solar también empiezan a presentarse en la década de los 40. Puede ser un poco frustrante ver tu piel cambiar de esta manera. Sin embargo, hay muchas cosas que puedes hacer para desacelerar el proceso, como actualizar tu régimen del cuidado de la piel, escoger productos para la piel en proceso de maduración y modificar algunos de tus hábitos cotidianos.

Método 1
Método 1 de 3:

Actualizar tu régimen del cuidado de la piel

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  1. [1] A medida que la piel envejece, se vuelve más sensible y pierde elasticidad. Por eso, debes seguir tu régimen del cuidado de la piel con más cuidado. Lávate el rostro con agua tibia una vez en la mañana y una vez en la noche antes de ir a dormir. Usa un limpiador ligero y suave con una consistencia cremosa, que no le quite a tu piel su humectación natural.
    • Antes de limpiarte, siempre lávate las manos por completo para evitar transferirte bacterias al rostro.
    • Después de limpiarte, sécate el rostro con cuidado, con palmaditas y con una toallita suave. Nunca te frotes la piel para secártela.
    • Si tu piel es grasosa o propensa al acné, usa limpiadores con ácido salicílico o azufre. [2] A menos que tengas lesiones visibles causadas por el acné, evita los productos con peróxido de benzoilo. Este químico es muy fuerte para la piel madura.
  2. [3] Al lavarte el rostro, alteras los niveles de pH natural de la piel. El tónico restaura el equilibrio del pH. Cuando se restaura el equilibrio del pH, tendrás menos inflamación y tu piel será más resiliente a las bacterias. Espera unos minutos después de limpiarte y luego pasa suavemente un disco de algodón remojado en tónico en todo el rostro. No te enjuagues el tónico.
    • Evita aplicarte tónico en la piel sensible alrededor de los ojos.
    • Usa un tónico sin alcohol para conseguir mejores resultados.
  3. [4] La humectación frecuente es fundamental para la piel en proceso de envejecimiento. Después de limpiarte y tonificarte la piel, aplícate una capa delgada de un humectante muy hidratante en la piel. Esto la rellenará y disminuirá la apariencia de las líneas de expresión y arrugas. Asegúrate de que el que escojas tenga un filtro solar con FPS 30 como mínimo si planeas salir al aire libre. El uso del filtro solar es una de las maneras más fáciles y eficaces de prevenir el envejecimiento prematuro, el daño solar y las arrugas. [5]
    • Si tienes problemas con la piel grasosa, escoge un humectante sin aceite. Las fórmulas en gel suelen ser los humectantes más ligeros.
    • Si tu pie les seca o sensible, usa una fórmula en crema. Suelen ser más espesas.
  4. Es tentador maquillarte más para corregir las imperfecciones de la piel que vienen con el envejecimiento, pero por desgracia esto normalmente le agrega más años al rostro. El maquillaje se mete en las líneas de expresión y las arrugas, llamando atención indeseada hacia ellas. Para la piel madura, menos es más. Busca fórmulas hidratantes y con brillo. Los humectantes de color que brindan una cobertura ligera también son una excelente opción.
    • Cuando compres maquillaje, busca fórmulas minerales. Protegen la piel y actúan como un filtro solar natural. [6]
    • El maquillaje natural no se mete tanto en las líneas de expresión y las arrugas como algunas de las otras fórmulas. Tampoco cierra los poros.
    • Siempre desmaquíllate antes de ir a dormir. Dormir con maquillaje puede causar una inflamación crónica, irritación y daños en la piel en proceso de envejecimiento.
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Método 2
Método 2 de 3:

Escoger los productos correctos

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  1. [7] Es importante que compres productos que combinen con tu tipo de piel. Si no lo haces, puedes cuidarte mal la piel e incluso podrías empeorar los problemas cutáneos. Estos son los cinco tipos de piel principales que generalmente se reconocen: normal, seca, grasosa, mixta y sensible. Cuando compres productos, revisa sus etiquetas para averiguar los tipos de piel para los que son más adecuados. Además, debes abordar problemas como el acné, la rosácea y la inflamación cuando escojas productos para la piel.
    • La piel normal de vez en cuando presenta imperfecciones, pero la mayor parte del tiempo es suave, elástica y firme. No hay áreas que sean evidentemente grasosas o secas y escamosa. Parece que los poros son pequeños o medianos.
    • La piel se siente tensa e incómoda. Algunas áreas se verán visiblemente enrojecidas y escamosas o desiguales.
    • La piel grasosa luce con manchas y grasosa. Si la tocas, se sentirá húmeda. Por lo general, los poros son más grandes y el acné aparece con más frecuencia.
    • La piel mixta presenta aceite alrededor de la nariz, el mentón y la frente. El área de las mejillas suele ser seca y escamosa. Otras áreas son normales.
    • La piel sensible muestra inflamación e irritación cuando entra en contacto con químicos de los cosméticos y otros productos. La sensación a menudo es urente y la piel se enrojece. La piel sensible puede reaccionar a los cambios en el clima e incluso a diferentes alimentos, dependiendo de la persona.
  2. [8] Evita productos con químicos fuertes y perfumes adicionales. Opta por limpiadores y tónicos sin alcohol. Revisa las etiquetas de los productos para encontrar términos como “suave” o “sin perfume”. Si eres propenso al acné, busca productos para la piel que no cierren los poros, con etiquetas como “no comedogénico” y “sin aceite”.
    • A medida que la piel envejece, se vuelve más sensible. Puedes disminuir la irritación cutánea innecesaria escogiendo productos para el cuidado de la piel suaves.
    • Como la piel pierde su elasticidad con el paso del tiempo, también asegúrate de aplicarte los productos para el cuidado de la piel con cuidado. Evita frotarte fuerte, jalándote y estirándote la piel, pues podrías dañarla. [9]
  3. [10] Los ácidos alfa hidróxidos (AHA) y retinoides pueden reducir los signos del envejecimiento de la piel fomentando la regeneración celular rápida. [11] Ambos elemento pueden ser ligeramente irritantes para la piel, así que empieza despacio. Aplícate un producto de retinoides cada tercer día por dos semanas hasta que tu piel se acostumbre a él. Al final, aplícatelo cada noche. Los productos de retinoides pueden obtenerse con la receta médica de un dermatólogo y también sin receta médica.
    • Los productos de venta libre contienen menos retinol. Busca uno que contenga 1 %, que es la cantidad más alta en los productos de venta libre.
    • Una vez que tu piel se haya adecuado al hecho de aplicarte los retinoides cada noche, cambia un producto de AHA dos veces por semana, lo cual aumentará sus beneficios antienvejecimiento. [12]
  4. Los productos exfoliantes ayudan a eliminar las áreas secas y la piel escamosa, que suele enfatizar la apariencia de las arrugas y los poros. Escoge una fórmula suave, pues tu piel no debe estar enrojecida ni adolorida al tacto después de la exfoliación. Debes exfoliarte después de limpiarte o usar un limpiador con propiedades exfoliante. Debes aplicarte un tónico y humectante después de la exfoliación.
    • La exfoliación también le ayuda a la piel a absorber mejor el producto.
    • Exfóliate como máximo una vez por semana. La exfoliación excesiva puede dañar la piel madura.
    • Si tu piel es sensible, consulta con un dermatólogo antes de empezar un régimen de exfoliación.
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Método 3
Método 3 de 3:

Establecer hábitos saludables

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  1. La piel lidia con el trauma, las toxinas y los daños medioambientales todos los días. Mientras duermes, la piel repara ese daño. Por eso, las horas que duermas tienen un efecto directo y visible en la apariencia de la piel. Se recomienda que los adultos sanos duerman entre siete y nueve horas cada noche. Procura dormir siete horas diarias como mínimo. [13]
    • Dormir lo suficiente puede ayudarte a desacelerar la apariencia de la piel en proceso de envejecimiento.
    • También reduce los niveles de estrés, que pueden empeorar el envejecimiento prematuro de la piel.
    • La privación del sueño puede hacer que la piel madura luzca apagada y sin vida. También puede empeorar otros problemas cutáneos, como el acné y la rosácea. [14]
  2. [15] Al tocarte el rostro, transferirás bacterias y residuos de aceite a tu piel, lo cual puede ocasionar acné y otros problemas que cierran los poros. Cuando debas tocarte el rostro, como cuando te laves o cuando te apliques productos para el cuidado de la piel, hazlo luego de lavarte las manos por completo con agua y jabón.
    • Nunca te revientes o toques los granos y evita tocarte la piel.
    • Por desgracia, ambos hábitos pueden causar cicatrices permanentes, en especial en la piel madura.
  3. A medida que la piel envejece, la producción de aceite disminuye. [16] Esto puede dejarla con una apariencia seca y apagada. Combate esto manteniéndote bien hidratado a diario. La cantidad diaria recomendada de líquidos para los adultos sanos es aproximadamente 13 tazas (3 litros) para los hombres y 9 tazas (2,2 litros) para las mujeres. Trata de que la mayor parte de tu consumo de líquidos provenga del agua, pero los jugos de frutas, las bebidas deportivas, el té y los alimentos con agua (como la sandía) también pueden ayudar a mantenerte hidratado.
  4. [18] La protección solar es fundamental para la piel madura. Se ha demostrado que los rayos ultravioleta (UV) aceleran el envejecimiento de la piel y una gran cantidad del envejecimiento visible es causado directamente por el daño solar. Usa un filtro solar de amplio espectro con un mínimo de FPS 30 en el rostro y cuello todos los días, ya sea que llueva o el día esté soleado. Si planeas exponerte al sol, aplícate un filtro solar en todo el cuerpo y vuelve a aplicártelo cada dos horas.
    • Siempre que sea posible, usa ropa que te proteja del sol, un sombrero de ala ancha y gafas de sol para una protección adicional.
    • Trata de mantenerte alejado de la luz directa del sol por largos periodos de tiempo. Busca las áreas con sombra.
  5. [19] El humo del cigarro contiene químicos dañinos y toxinas que pueden dañar la piel, sea cual sea tu edad. Sin embargo, estos daños se vuelven más graves con el paso del tiempo. Fumar te resecará la piel y hará que luzca apagada. Contribuye al envejecimiento prematuro, principalmente alrededor de la boca, y le quita elasticidad a la piel.
    • Si fumas, habla con tu médico sobre opciones para dejar de hacerlo.
    • Si no fumas, haz todo lo posible por evitar ser un fumador pasivo.
  6. [20] Si te preocupa tu piel o si buscas otras soluciones, saca una cita para ver a un dermatólogo. La piel de cada persona es diferente, y un dermatólogo puede evaluarte la tuya y brindarte sugerencias y soluciones personalizadas. Si has usado productos de retinoides de venta libre y no te sientes satisfecho con los resultados, un dermatólogo puede recomendarte diferentes productos o recetarte fórmulas de retinol más fuertes.
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