La jardinería es una actividad muy divertida que te permite producir deliciosos vegetales orgánicos en tu propio patio trasero. La fuente más común de materia orgánica es la composta, pero hay ocasiones en las que no tienes tiempo para hacer tu propia composta, o no cuentas con suficiente materia orgánica para fertilizar todo tu jardín. En las tiendas de artículos para jardinería puedes encontrar líquidos fertilizantes orgánicos, que puede ser un buen sustituto del uso regular de composta, aunque su costo resulta algo elevado, sobre todo si tienes muchas plantas que necesitas fertilizar.
¡Pero no hay razón para preocuparse! Puedes hacer tu propio líquido fertilizante sin gastar mucho dinero, fabricando uno con métodos caseros: tu propio “jugo” o líquido fertilizante de plantas fermentadas. Contiene nutrientes que pueden beneficiar a todas las plantas de tu jardín, así que deja de gastar en los productos disponibles en el mercado y diviértete produciendo tu propio fertilizante.
Pasos
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Combina tu materia prima (para comprar todo revisa más abajo la sección Cosas que necesitarás) en un radio de 1:1:1. Por ejemplo: 1 kg de partes de plantas, 1 kg de azúcar moreno, 1 galón (3.75 litros) de agua. Las cantidades pueden ser menores, sólo recuerda la proporción que deben mantener entre sí.
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Coloca todos tus materiales en un recipiente grande que no tenga fugas. Revuelve tu mezcla hasta que el azúcar se haya disuelto en el agua.
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Cubre el recipiente con un pedazo grande de tela y fíjalo en el borde para que tu líquido esté bien cubierto en todo momento (puedes usar una liga de hule grande).
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Lleva tu recipiente a un lugar tranquilo, fresco y sin luz del sol (una cochera puede ser ideal). Asegúrate de que nadie moverá el recipiente de su lugar y el líquido podrá reposar sin interrupciones.
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Durante una semana evita mover o interrumpir el proceso de fermentación del recipiente.
- Una semana después, descubrirás que ya hay moho en la superficie del líquido, y éste tendrá un olor agridulce. Puede ser un poco molesto pero vale la pena por tus plantas. El olor penetrante es una señal de que ya hay bacterias benéficas viviendo en el líquido.
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Mezcla muy bien usando un palo largo.
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Usa un colador para traspasar el líquido a una botella de plástico; no la llenes por completo para que las bacterias tengan espacio para respirar. Los residuos sólidos que hayas colado pueden ser añadidos a tu reserva de composta, si tienes una, o bien simplemente descartados.
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Coloca la tapa de la botella sin cubrir por completo la entrada para que pueda entrar el aire.
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Coloca tu botella de fertilizante en un lugar oscuro y protegido de la intemperie (de nuevo la cochera te puede funcionar).
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Forma de uso: Mezcla una taza de tu líquido fertilizante con un galón de agua limpia y libre de químicos. Usa el agua con el líquido diluido en ella para regar tus plantas; los mejores resultados se dan si riegas tus plantas muy temprano en la mañana o cerca del atardecer.
- Para la mayoría de las plantas, se recomienda usar una vez a la semana agua con fertilizante para regarlas.
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Consejos
- Tu líquido de plantas fermentadas también puede usarse para acelerar la descomposición de la materia orgánica en tu composta. Si tienes una, puedes rociar tu líquido fermentado sin diluir sobre toda la composta, con lo que también mejorarás su contenido de nutrientes.
- Si quieres asegurarte de que tus plantas cuentan con una fuente constante de nutrientes, puedes aplicar un poco de tu fertilizante cada día pero en una proporción menor (1/4 de taza diluida por cada galón de agua).
- Agita tu líquido fertilizante en su botella una vez a la semana para airear las bacterias e impedir que la materia orgánica se estanque.
Advertencias
- El olor del líquido puede ser muy molesto, en especial cuando lo manipulas para colarlo y separar los residuos sólidos.
Cosas que necesitarás
Materia prima:
- Partes de plantas de rápido crecimiento (las leguminosas tienen bastante nitrógeno)
- Azúcar mascabado, moreno o melaza.
- Agua libre de químicos.
Otros materiales:
- Un recipiente grande de plástico, que pueda contener unos cuatro litros de agua (una cubeta, por ejemplo)
- Un trozo de tela grande
- Liga de hule
- Botellas de plástico con tapa
- Colador
- Embudo
- Taza de medición (opcional)