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Si quieres que tu cabello rizado y grueso sea liso, pero no deseas dañarlo, tienes varias opciones. Lo primero que puedes probar es alisarlo con un secado cuidadoso después de lavarlo. El método más popular y eficaz es el uso de la plancha alisadora tomando ciertas precauciones. Por último, si tienes rizos sueltos o medianos, puedes optar por algunos métodos naturales.

Método 1
Método 1 de 3:

Lavar, acondicionar y secar tu cabello con la secadora

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  1. Aunque el champú y el acondicionador por sí solos no alisarán tu cabello, existen algunos tipos que ayudan a mantener sano el cabello alisado. Los productos “suavizantes” aportan mucha humedad al cabello y lo preparan para el alisado. Después de lavarte el cabello, aplica el acondicionador pasándole un cepillo plano y enjuágalo con agua tibia. [1]
    • El cabello debe estar desenredado antes del cepillado. De lo contrario, primero pásate los dedos o un peine de dientes anchos.
    • Evita utilizar productos con sulfatos, ya que se les conoce por quitarle humedad al cabello durante el lavado y dejarlo seco, lo que produce más frizz.
    • Enjuagar el acondicionador con agua caliente contribuye a secar el cabello y aumenta el frizz debido a que abre la cutícula. En vez de eso, utiliza agua fría para cerrar la cutícula.
  2. Secarse con una toalla de forma brusca tiende a resaltar los rizos. Para secar tu cabello, envuélvelo por partes en la toalla y seca cada parte dando toquecitos con un movimiento hacia abajo. Así reducirás el frizz más que cuando frotas la toalla en un movimiento de arriba hacia abajo por todo el cabello. [2]
    • En vez de utilizar la típica toalla de felpa, prueba una de microfibra para promover un cabello liso y brillante.
  3. Al terminar de ducharte, aplica una crema hidratante o un acondicionador sin enjuague en el cabello. Debe ser un producto sin sulfatos y suavizante. Distribúyelo con suavidad por todo el cabello, desde la raíz hasta las puntas. Luego, desenrédate suavemente con un peine de dientes anchos. [3]
    • Si encuentras más nudos mientras te peinas, aplica de nuevo el acondicionador sin enjuague en esa zona para evitar romper tu cabello al salir de los nudos.
  4. Sepáralo con un peine en 4 secciones: frontal izquierda, frontal derecha, posterior izquierda y posterior derecha. Hazte 1 raya en el medio desde la frente hasta la nuca y 1 raya desde una oreja hasta la otra. Dentro de dichas secciones, puedes dividir aún más tu cabello si es muy grueso. [4]
    • Utiliza horquillas para el cabello para sujetar momentáneamente las secciones con las que no estás trabajando mientras te centras en una sección a la vez con la secadora.
  5. Busca un cepillo redondo con cerdas de jabalí y nailon en vez de uno de plástico, ya que este es conocido por causar rompimiento. A la combinación de cerdas de jabalí y nailon a veces se le llama cepillo “blowout”. Sostén el cepillo debajo de cada sección pequeña de cabello y desplázalo hacia abajo mientras mueves la secadora caliente a lo largo de cada sección desde arriba hacia abajo. [5]
    • Aleja la secadora del cabello cada vez que necesites volver a colocarla en la parte superior. Evita hacer movimientos ascendentes con la secadora porque esto promueve los rizos y el frizz.
    • Si tu cabello se alisa con facilidad, tal vez no necesites poner la secadora a la temperatura caliente. Mientras menos calor utilices, mucho mejor. Experimenta con las temperaturas frías y tibias para ver si tu cabello se alisa antes de utilizar calor.
    • Si tienes el cabello grueso o muy rizado, es mejor utilizar un cepillo Denman junto con la secadora.
  6. Si tu cabello se alisa con cierta facilidad y el secado con secadora es tu último paso, aplica un suero de acabado para fijar los mechones lisos en su sitio. Echa una cantidad pequeña de suero en la mano y frota un poco en la otra mano. Aplícalo en el cabello con los dedos, utilizando movimientos hacia abajo. Céntrate sobre todo en la capa superior y las puntas del cabello. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar la plancha alisadora

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  1. Existen muchas planchas alisadoras para elegir en el mercado. En ocasiones, las más económicas no distribuyen el calor de manera homogénea y debes dar varias pasadas por el mismo mechón para alisarlo. Busca una plancha que utilice la nanotecnología o el calor infrarrojo para retener el máximo de humedad en el cabello mientras lo alisas. [7]
    • Busca una con placas de titanio o cerámica.
    • También es bueno invertir en una plancha con indicador de temperatura digital. Puedes experimentar con la temperatura más baja para alisar tu tipo de cabello específico.
  2. Dado que el cabello de textura afro tiene mayor tendencia a secarse y romperse, es recomendable acondicionarlo a profundidad una vez por semana, durante 2 o 3 semanas antes de plancharlo. Además de este régimen de acondicionamiento profundo, realiza un tratamiento con proteínas 1 semana antes del planchado. [8]
    • Busca un acondicionador profundo y un tratamiento con proteínas que estén formulados especialmente para el cabello de textura afro para lograr resultados óptimos.
    • El cabello también puede beneficiarse del acondicionamiento profundo semanal, aunque no sea de textura afro, sobre todo si lo planchas con frecuencia y empieza a verse seco.
  3. El cabello debe estar seco por completo (ya sea con la secadora o al natural) antes de utilizar la plancha alisadora. Utiliza un espray protector térmico sin alcohol en cada mechón de cabello antes de alisarlo para evitar dañarlo. El mejor producto es el que tiene un alto contenido de la proteína llamada queratina. [9]
    • Algunas personas prefieren utilizar el protector térmico al mismo tiempo que el acondicionador sin enjuague antes de secarse con la secadora. Puedes hacerlo si lo deseas.
  4. Las distintas texturas de cabello reaccionan de forma distinta a distintas temperaturas. Muchas personas prefieren utilizar la plancha alisadora a 150 °C (350 °F), pero tu cabello podría requerir una temperatura más alta o más baja. [10]
    • Si la parte de cabello que has probado responde a la temperatura con facilidad, puedes reducirla un poco. Trata de utilizar la temperatura más baja necesaria. Si tu cabello no se alisa fácilmente con la temperatura de prueba, será necesario subirla.
  5. Evita dejarla en una sección de cabello por más tiempo de lo necesario. En especial para las planchas alisadoras de temperatura alta, podrás lograr un mechón liso fijando la plancha en la parte superior del cabello y desplazándola rápido hacia abajo. [11]
    • Si tu cabello no se alisa a la primera pasada, deberás aumentar la temperatura o disminuir la cantidad de cabello en la sección que tratas de alisar.
  6. Mientras vas alisando secciones pequeñas de cabello con la plancha, observa si alguna zona necesita hidratación. Si esta se ve con frizz y no se alisa con facilidad, añade un aceite ligero como el aceite de oliva con los dedos u rocía un poco más de protector térmico. [12]
  7. Las mantecas, los sueros y los aceites capilares hidratan el cabello grueso y lo mantienen liso, así que es bueno utilizarlos después del planchado. Evita utilizarlos antes de eso o el cabello chisporroteará y se romperá en la plancha. Busca mantecas, sueros o aceites específicos para la textura de tu cabello para lograr resultados óptimos. [13]
  8. Para que el cabello alisado no se seque mientras duermes, envuélvelo en una bufanda de seda o satén. Así también evitarás que vuelva a rizarse si sudas durante la noche. [14]
  9. Los residuos secos de productos que quedan en la plancha pueden pegarse al cabello y dañarlo. Por eso, límpiala cuando esté fría con un trapo limpio y jabón para platos o con un trapo limpio empapado de alcohol isopropílico. [15]
    • Frota con suavidad los restos de producto difíciles de quitar de la plancha alisadora utilizando el lado áspero de la esponja para platos durante la limpieza.
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Método 3
Método 3 de 3:

Probar métodos alisadores naturales y libres de calor

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  1. Este método es eficaz para el cabello con rizos sueltos o medianos. Peina tu cabello húmedo y divídelo por el medio. Peina el lado izquierdo alrededor de la cabeza, de atrás hacia adelante, y asegúralo a lo largo con broches. [16]
    • Haz lo mismo con el lado derecho del cabello. Deja que el cabello se seque al natural y duerme con la cabeza envuelta en una bufanda para mayor protección.
  2. Con el cabello húmedo y peinado, hazte 1 o 2 colas de caballo sueltas y bajas. Coloca más coleteros sin ajustarlos (para no crear marcasen el cabello) cada 2,5 cm (1 pulgada) de cada cola de caballo. Duerme con los coleteros puestos y quítatelos en la mañana. [17]
  3. Existen diversas recetas de mascarillas capilares caseras que resultan eficaces para algunas personas. Todas se hacen con ingredientes de cocina básicos y necesitan dejarlas actuar por 30 a 60 minutos antes de enjuagarlas. [18]
    • Mezcla 250 ml (8 onzas) de leche entera o de coco con 1 cucharada de miel. Deja reposar la mezcla en el cabello por 1 hora antes de enjuagarla.
    • Mezcla 500 ml (16 onzas) de leche con 1 huevo y remoja tu cabello en la preparación por 10 minutos. Escurre el exceso y cúbrete con un gorro de plástico por 30 minutos adicionales. Luego, enjuágate y cepilla tu cabello.
    • Mezcla 250 ml (8 onzas) de leche de coco, 5 cucharadas de jugo de limón, 2 cucharadas de aceite de oliva y 3 cucharadas de maicena. Calienta la preparación a una temperatura baja hasta que esté suave y homogénea y aplícala en el cabello por 30 minutos. Hazlo dos veces a la semana por 2 meses, como un relajante natural.
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Consejos

  • Pregúntale a tu peluquero qué métodos de alisado serán más eficaces para tu tipo de cabello y le causarán menos daños.
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Cosas que necesitarás

  • champús y acondicionadores sin sulfatos
  • un peine de dientes anchos
  • una secadora
  • un cepillo de cerdas de jabalí y nailon
  • un suero suavizante
  • una plancha alisadora digital
  • un acondicionador profundo
  • una bufanda
  • horquillas para el cabello
  • coleteros
  • ingredientes para las mascarillas capilares: leche de coco, huevos, miel, aceite de oliva, jugo de limón, maicena

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