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Cuidar a una oruga hasta que se trasforme en mariposa puede ser una experiencia gratificante tanto para los adultos como para los niños. Estas serán excelentes por un corto plazo, y puede ser hermoso contemplar el periodo en el que se transformen en mariposas. Las orugas requerirán pocos cuidados para mantenerse felices y saludables en esta transición, siempre y cuando tengan comida y una casa segura.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Buscar una oruga

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  1. Existen 20 000 especies de mariposas en el planeta, y podrás encontrar más de 725 en Norteamérica. Antes de buscar orugas, podrías tener que investigar un poco sobre las que sean oriundas del área en donde vivas. [1]
    • Por lo general, podrás encontrar una lista de especies de orugas o mariposas oriundas de tu región a través de su página web oficial.
    • Puedes pedirle al bibliotecario de la biblioteca local que te ayude a buscar libros y publicaciones periódicas que te permitan identificar a estas especies.
    • Si vives en los EE.UU., podrás encontrar estos insectos con esta lista de páginas web de cada estado sobre la vida silvestre: https://www.fws.gov/offices/statelinks.html
  2. Luego de identificar los tipos de orugas presentes en tu región, podrás delimitar la búsqueda teniendo en cuenta la especie que te gustaría tener como mascota. Cada una se convertirá en un tipo de polilla o mariposa diferente; por lo tanto, podrías escoger una según su estado como oruga o el tipo de mariposa que te gustaría ver salir del capullo. [2]
    • Puede ser peligroso tocar algunas de estas especies. Deberás tenerlo en cuenta al escoger la especie que empezarás a buscar.
    • Quizás debas elegir una para la cual ya tengas una fuente de alimento disponible. Las orugas prefieren las hojas de la “planta huésped”.
  3. Cada tipo de oruga (y por lo tanto, mariposa) preferirá habitar una planta diferente, por lo que será vital que elijas la que desees tener, para así saber en dónde buscar. La planta que la especie de mariposa prefiera se denomina “planta huésped”. Estas son algunas plantas huésped para determinadas especies de orugas: [3]
    • Las orugas de mariposa monarca prefieren los algodoncillos.
    • Las orugas de papilio troilus suelen habitar las pimientas salvajes.
    • El mejor lugar para encontrar orugas de papilio cebra es cerca de los bananos de montaña.
    • Las orugas de papilio negro suelen encontrarse en las plantas de cebada, el eneldo o el hinojo.
    • Las orugas de actias luna pueden encontrarse en el nogal y el liquidámbar.
    • Las orugas de la polilla de cecropia, la mariposa virrey o la púrpura de manchas rojas pueden encontrarse en los cerezos.
  4. Cada oruga estará más activa en un momento diferente del año, pero podrás encontrar a casi todas en los meses de primavera y verano. Es probable que no puedas encontrarlas luego de las etapas iniciales del otoño. [4]
    • Algunas adoptarán un estado similar a la hibernación durante los meses más fríos.
    • Otras pondrán huevos que se mantendrán inactivos hasta la primavera.
  5. Quizás tengas dificultades para identificar a una oruga de inmediato. Estas suelen mimetizarse con su entorno como mecanismo de defensa contra los depredadores. Una manera de encontrar una planta que podría tener orugas es buscar los signos de que recientemente se hayan alimentado de ella. [5]
  6. Esta se adherirá con firmeza a las hojas y las ramas en las que se pose; por ello, si la jalas, podrías lesionarla o incluso arrancarle las patas. En lugar de ello, coloca la mano, una hoja o una ramita en su trayecto para así dejar que se mueva hacia ellas y poder transportarla. [6]
    • No toques a las que tengan una apariencia vellosa o espinosa, ya que estas púas pueden ser un mecanismo de defensa que podría provocar irritación en la piel.
    • Siempre lávate las manos después de manipular orugas.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Prepararle un hábitat

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  1. Estos insectos no requieren casas complejas para mantenerse seguros y saludables. Un frasco de 4L (1 galón), un acuario o una jaula para reptiles serán de utilidad. El recipiente deberá tener una tapa y permitir el ingreso y la salida del aire. Cubre el fondo con papel toalla para poder limpiarlo con facilidad. [7]
    • Podrás colocar una estameña en la parte superior de las jaulas que no tengan tapa. Las orugas no podrán roer estas telas, y estas permitirán que el aire ingrese y salga.
    • Si vas a hacer agujeros en la tapa o la casa para fomentar el flujo de aire, estos tendrán que ser muy pequeños; de lo contrario, la oruga podría escaparse por ellos.
  2. Las orugas los necesitarán para arrastrase por ellos y, luego de un tiempo, colgarse de ellos al entrar a la fase de pupa. Estos elementos también harán que el insecto se sienta más cómodo y en casa. [8]
    • Tendrás que colocar algunos de los palos parados y apoyados contra la pared o la parte superior de la casa, así podrá treparlos.
    • Asimismo, deberás dejar algunos palos de costado sobre el fondo.
  3. Luego de prepararla, deberás echarle un vistazo para así garantizar que sea segura para tu nueva amiga. Estos insectos pueden lesionarse con facilidad o quedarse atrapados si no armas el hábitat de forma segura. [9]
    • Las orugas pueden cortarse con facilidad al entrar en contacto con los bordes afilados de la casa. Las áreas cercanas a los agujeros perforados deberán estar dobladas o alisadas, así evitarás que lastimen al insecto.
    • Revisa la posición de los palos a fin de garantizar que la oruga no pueda quedarse atrapada con facilidad debajo o entre ellos.
  4. Será vital que cada una de ellas tenga un espacio suficiente como para desarrollarse. Cada oruga deberá tener un espacio en el hábitat que sea como mínimo tres veces mayor al tamaño de su cuerpo. [10]
    • Si planeas usar la misma casa hasta que se conviertan en mariposas, tendrás que proporcionarles espacio suficiente como para que puedan estirar las alas al salir del capullo.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Cuidar a la oruga

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  1. Estos insectos comen las hojas de las plantas huésped en las que se les suele encontrar. Toma algunas hojas de la especie que tu oruga prefiera y colócalas en su casa como una fuente de comida. [11]
    • Ellas comerán a su propio ritmo, así que no te preocupes si la tuya no empieza a comer tan pronto como coloques las hojas.
    • Si una oruga tiene más de una planta huésped preferida, tendrás que agregar hojas de cada una de ellas para que así pueda elegir.
    • Si no sabes con certeza cuál es su planta huésped, coloca algunos tipos diferentes de hojas y observa cuál come. Usa dichas hojas como comida a partir de este punto.
  2. Las orugas necesitan que les brinden agua a diario. No coloques un tazón con agua en su hábitat, ya que podrían caerse dentro de él y ahogarse. En lugar de ello, tan solo rocía un poco de agua en las hojas todos los días, así beberán de las gotas. [12]
    • En lugar de rociar las hojas, puedes enjuagarlas antes de dejarlas en el hábitat, así les brindarás agua suficiente.
    • Si la oruga empieza a lucir muy reseca, podrás rociar más agua en su hábitat.
  3. Tendrás que retirar las hojas que no haya comido de forma constante. Según la planta, las hojas podrían durar hasta una semana, o podrían empezar a secarse luego de unos días. Tal vez tengas que cambiar el papel toalla que hayas colocado en el fondo como material de cama. [13]
    • Al cambiar este material, retirarás las heces y los desechos del insecto que podrían enfermarlo.
    • Retira las hojas viejas siempre que coloques nuevas.
  4. Si el recipiente no le brinda un espacio suficiente como para que pueda salir del capullo y extender las alas, tendrás que llevarlo a uno más grande cuando ingrese al mismo. [14]
    • Cerciórate de que su nueva casa tenga espacio suficiente como para que una mariposa pueda salir del capullo y extender las alas.
    • Ten mucho cuidado cuando retires el capullo. Podrás hacerlo con las manos siempre y cuando tengas mucho cuidado.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Cuidar una pupa de mariposa

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  1. Si vas a cambiar la ubicación del capullo de mariposa, quizás solo tengas que tomar la ramita de la que cuelgue y llevarla a un espacio más grande. Si no podrás hacerlo, habrá otras maneras en las que podrás colgar el capullo en su nuevo hábitat. [15]
    • Podrás pegar el extremo puntiagudo del mismo a una ramita usando una pistola de pegamento caliente (un poco frío para que esté pegajoso).
    • Puedes perforar el extremo puntiagudo del capullo usando una aguja con hilo para así colgarlo en la jaula, pero esto puede ser peligroso, ya que podrías lastimar al insecto en el interior.
  2. La mayoría de las orugas emergerán del capullo como mariposas en 10 a 14 días, pero algunas podrían no salir en lo absoluto durante los meses de invierno. [16]
    • En los meses de primavera y verano, las orugas emergerán como mariposas a una mayor velocidad.
    • En el otoño, algunas razas se quedarán en su interior por periodos prolongados.
  3. Este signo te indicará que la mariposa saldrá dentro de poco. Algunos se volverán más oscuros, mientras que otros serán transparentes, lo que dependerá de la especie de polilla o mariposa. [17]
    • Si el color del capullo cambia, es probable que la mariposa salga dentro de 1 o 2 días.
    • Si el color se vuelve demasiado oscuro, la oruga podría haber muerto.
  4. Muchas mariposas y polillas no tendrán tracto digestivo al salir del capullo. Por lo general, ellas solo tendrán un periodo de vida de unos días. Sin embargo, otras sí podrán comer y lo harán. Tendrás que darles algunas hojas de la planta huésped preferida por su especie, en caso de que quieran comer. [18]
    • Quizás tengas que liberarlas en este punto para que puedan buscar una pareja.
    • Para liberarlas, tan solo abre el recipiente al aire libre y deja que se alejen volando.
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