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Si alguna vez has tenido un perro que se haya cortado la punta de la oreja, entonces sabrás lo difícil que es detener el sangrado en la oreja de un perro. Incluso aunque ejerzas presión con una toalla para detener el sangrado, una vez que retires la toalla de la oreja, el perro tendrá una sensación de hormigueo y se sacudirá la cabeza, lo que hará que la hemorragia vuela a empezar. Con un poco de información, podrás aprender a detener el sangrado y evitar que el perro se vuelva a abrir la herida.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Detener el sangrado de la oreja de un perro

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  1. Las orejas sangran mucho debido a la abundancia de vasos sanguíneos en esa zona. En muchos casos, la oreja tiene un gran flujo de sangre. Pero no hay de qué preocuparse. Es muy probable que el perro no sangre tan profusamente. Además, los perros pueden percibir toda la energía emocional de sus dueños. Si te alteras o entras en pánico, tu perro se pondrá muy nervioso. El nerviosismo aumentará la presión sanguínea, lo que hará que el sangrado sea mayor.
  2. Debes apartar al perro de otras cosas que lo ponga nervioso como el contacto con otros perros o el bullicio de la gente. Dale unos cuantos premios y haz que se siente o se acueste para que puedas atender y curar la lesión.
  3. Utiliza una toalla de papel, un paño de cocina, pedazos de gaza esterilizada o cualquier otro paño limpio y seco para aplicar presión directamente sobre el corte. Ejerce una presión firme en el corte por un máximo de cinco minutos. [1]
    • A los dos minutos, puedes levantar suavemente la toalla o el paño para ver si el sangrado está parando.
    • Después de cinco minutos de presión, la mayoría de sangrados habrán disminuido considerablemente o se habrán detenido por completo.
  4. Si tienes un coagulante comercial (los tipos de productos que pueden comprarse en una tienda), vierte una gran cantidad de coagulante en polvo en la palma de la mano. Con un dedo limpio, aplica el polvo coagulante sobre la herida ejerciendo una ligera presión. [2] Repítelo hasta que el sangrado se haya detenido por completo.
    • Si no tienes un polvo coagulante comercial, puedes utilizar maicena, harina o talco para bebés que también funcionarán.
    • No utilices bicarbonato de sodio o polvo de hornear, ya que pueden ocasionar una infección en el corte.
  5. Puedes utilizar peróxido de hidrógeno diluido para retirar cualquier resto de sangre seca en el perro. Sin embargo, no apliques eso o cualquier otra cosa directamente sobre la herida. Eso podría impedir la coagulación y hacer que vuelva a producirse el sangrado.
  6. Aunque la mayoría de los cortes pequeños en la oreja se puedan manejar en casa, hay algunas situaciones en que debes permitir que un veterinario atienda al perro. En ese tipo de situaciones, debes seguir ejerciendo presión en la herida mientras estés llevando el perro al veterinario. Tal vez la oreja necesite algunas suturas u otras medidas para detener la hemorragia y asegurar una adecuada curación. Busca la atención de un veterinario si: [3]
    • Hay un sangrado profuso
    • La herida traspasa la oreja
    • El sangrado no se detiene después de 30 minutos de haberlo tratado en casa
    • El sangrado es persistente
    • La herida es más grande que un simple corte
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Evitar que el perro vuelva a abrirse la herida

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  1. Coloca al perro en un lugar silencioso para que pueda descansar y lo mantengas bajo observación. Asegúrate de que el perro no realice ninguna actividad física como correr o jugar.
  2. [4] Si el perro se sacude la cabeza o se rasca debido a las sensaciones que le produce la herida, podría abrírsela nuevamente y causar un sangrado mayor.
    • Otra posible complicación por sacudirse mucho la cabeza o rascarse es la formación de un hematoma auricular, que consiste en un coágulo de sangre entre las capas de la oreja. Esto sucede cuando un vaso sanguíneo por debajo de la piel y del cartílago se rompe y sangra dentro del cartílago de la oreja. La oreja se hinchará como si fuera una almohada. Esto tendrá que tratarlo un veterinario. [5]
  3. Para reducir las complicaciones, podrías utilizar un collar isabelino por dos o tres días. [6] Esto evitará que el perro se rasque la oreja con la pata.
  4. Puedes evitar que el perro quiera sacudirse la cabeza limpiándole cuidadosamente la oreja y el canal auditivo. Retira cualquier resto de sangre o desecho en el canal auditivo o en el interior de la oreja.
  5. Otra opción es colocarle al perro un vendaje en la cabeza. Esto es especialmente útil si el perro se sacude las orejas constantemente. Tendrás que utilizar un calcetín para esta opción. Corta la parte de los dedos del calcetín para formar un tubo. Dóblale las orejas hacia atrás por encima de la cabeza y colócale un trozo de gasa sobre la herida. Pásale con cuidado el calcetín por la cabeza. La nariz y los ojos deben quedar expuestos con el calcetín colocado justo por encima de los ojos.
    • Asegúrate de que el calcetín le apriete un poco, pero que no le quede demasiado ajustado. Deberás ser capaz de introducir fácilmente un dedo por debajo del calcetín, tanto por el lado de la cabeza como por el cuello.
    • Déjale el vendaje por un día, luego retíralo y revisa la herida. Si es necesario, puedes volver a colocarle el vendaje por un día más, siempre y cuando el calcetín permanezca limpio y seco.
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Consejos

  • Este proceso puede durar dos o tres días para confirmar que el sangrado haya parado por completo.
  • Cuando el perro sienta el sangrado, tendrá ganas de sacudirse la cabeza, haciendo que la sangre salpique por todas las paredes, los muebles, etc. Mantenlo lejos de cualquier mueble costoso hasta que estés seguro que el sangrado haya parado.
  • No trates de envolver la oreja del perro con una toalla. Se moverá para quitársela y provocará nuevamente el sangrado.
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Referencias

  1. Kirk and Bistner’s Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Eighth Edition. Ford and Mazzaferro. Saunders. 2006
  2. Kirk and Bistner’s Handbook of Veterinary Procedures and Emergency Treatment. Eighth Edition. Ford and Mazzaferro. Saunders. 2006
  3. The First Aid Companion for Dogs & Cats. Amy D. Shoja. Rodale, Inc. 2001
  4. The Merck Veterinary Manual, 10th Edition. Kahn and Line, editors. Wiley. 2010
  5. The Merck Veterinary Manual, 10th Edition. Kahn and Line, editors. Wiley. 2010
  6. The Merck Veterinary Manual, 10th Edition. Kahn and Line, editors. Wiley. 2010

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