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Los colores de las heces pueden revelar la presencia de diversas enfermedades, lo que indicará que puede haber problemas específicos que podrían requerir atención. Ya no te confundas con las heces de colores amorfos generadas por los movimientos intestinales. Si aprendes la forma de examinar los indicadores específicos de los colores, podrás leer los colores de las heces y así quizás evites los problemas leves. Asimismo, puedes aprender a determinar el momento en el cual acudir al doctor por problemas de digestión.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Aprender lo que los diferentes colores en las heces podrían indicar

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  1. Estas podrían ser un signo de que algo anda mal en tu sistema digestivo. Las deposiciones negras y de color rojo brillante podrían indicar la presencia de una hemorragia en algún punto de los intestinos, o una generada por algo más leve como las hemorroides. [1]
    • Por lo general, el sangrado del intestino delgado produce melena o, mejor dicho, heces negras y alquitranadas. El sangrado que se origina en el tracto gastrointestinal inferior (tales como el sangrado a causa de las hemorroides) generalmente produce sangre roja brillante.
    • Existen otros factores menores (como la dieta y los medicamentos) que podrían darles un color negro o rojo a las deposiciones; no obstante, si estás preocupado, siempre es mejor conversar con tu proveedor de atención médica.
  2. La bilis contribuye con el color de las deposiciones, por lo que esta falta de color podría indicar la ausencia de bilis. Esto podría significar que algo obstruye un conducto biliar, lo que podría revelar la presencia de un problema de salud grave. Debes conversar con el doctor de inmediato si alguna vez notas que las heces tienen color blanco o claro. [2]
    • Las deposiciones blancas generalmente son resultado de la esteatorrea (excreciones de grasa), lo que puede indicar problemas pancreáticos.
  3. Los colores de las heces pueden variar de tono de marrón a amarillo o verde; pero aun así se considerarán “normales” y saludables. El color marrón medio es el más común en las deposiciones saludables. Estas deben tener un color muy parecido al de una barra de chocolate. [3]
    • Las heces se vuelven marrones mediante un complejo proceso que ocurre en el tracto digestivo. Básicamente, el color surge cuando la proteína hemoglobina se descompone para crear la bilirrubina en el hígado.
  4. Los colorantes alimenticios, los vegetales de hoja e incluso la betarraga pueden pintar las heces de colores diferentes. Esto es algo normal. Por ejemplo, si comes vegetales de hoja verde (como la col rizada o la espinaca), esto podría darles un color verde a tus deposiciones. Si comes beterraga, esto podría darles un color rojizo a tus heces. No debes alarmarte por ello, en particular si has comido estos alimentos hace poco. [4]
    • El color rojo en las deposiciones es, en muy raras ocasiones, un indicador grave de un problema en el intestino. Incluso el color rojo brillante en las deposiciones podría deberse tan solo a hemorragias generadas por condiciones leves y comunes, como las hemorroides.
  5. Si notas que las tuyas tienen un color amarillo, esto podría indicar la falta de absorción de grasa en tu tracto digestivo. Existen muchas cosas que podrían generar problemas de absorción de grasa, por lo que tendrás que comunicarte con el doctor si el color amarillo persiste en tus heces por más de 2 días. [5]
    • Si las deposiciones amarillas también tienen mal olor y son grasosas, esto podría indicar la presencia de un problema con el gluten o una alergia a este. El doctor podrá confirmar si esta es la causa. [6]
  6. Los cambios en el color de las deposiciones pueden ocurrir a causa de muchos medicamentos, desde los suplementos vitamínicos y los medicamentos contra la diarrea hasta los medicamentos de venta con receta. Estos cambios en el color son normales si guardan relación con el consumo de dichos medicamentos; por ello, debes leer la etiqueta de advertencias o efectos secundarios de todo producto que consumas con frecuencia. [7]
    • Los suplementos de hierro podrían darles un color verde o negro a tus heces, mientras que el salicilato de bismuto (antidiarreico que se encuentra en Pepto Bismol) también puede darles un color negro.
  7. En los primeros días posteriores al nacimiento, es totalmente normal que el pañal de tu bebé tenga un poco de deposiciones negras. Esto pasará dentro de 2 a 4 días, luego de que el bebé haya expulsado todo el meconio de su cuerpo. Luego de ello, es probable que cambie a un color verde tierra, y conservará su consistencia blanda. [8]
    • Durante la lactancia, es probable que las heces de tu bebé sean blandas y de color verde o amarillo. Esto es algo normal.
    • Los bebés que consumen leche en fórmula podrían producir heces blandas más marrones que las de los bebés alimentados con leche materna; no obstante, esto también es totalmente normal.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Conocer el momento en el que debas acudir a un doctor

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  1. Estos colores podrían deberse a los cambios dietéticos o los medicamentos; sin embargo, también podrían indicar la presencia de sangre en el tracto intestinal. Solicita atención médica de inmediato si hay sangre en tus heces o si sangras de forma activa al tener un movimiento intestinal. [9]
    • Si tus heces tienen un color rojo brillante o negro, y acabas de ingerir medicamentos contra la diarrea o alimentos con colorante rojo, o si has empezado a consumir un nuevo medicamento, reserva una cita con el doctor para cerciorarte de que el cambio de color en tus heces no sea un indicador de algo más grave.
  2. Por lo general, los cambios en el color de las deposiciones pueden deberse a condiciones curables o tan solo causas dietéticas. Es poco probable que un cambio en el color de tus deposiciones te lleve a la sala de emergencias, ni siquiera deberías entrar en pánico. [10]
    • Siempre identifica todo cambio reciente en tu dieta o los efectos secundarios de los medicamentos si el color de tus heces cambia de forma repentina.
  3. Sin importar la causa, si estás preocupado por tus deposiciones o los cambios en tu digestión, el método de tratamiento más seguro y eficaz será consultar con un doctor. Él podrá identificar con certeza si hay algún motivo por el cual preocuparse o si lo que padeces es algo normal. [11]
    • Si estas preocupado, es importante conversar con un doctor, incluso si pudieras avergonzarte o sentir ansiedad al hablar sobre tus movimientos intestinales. Siempre es mejor ir por lo seguro y obtener la opinión de un doctor.
  4. Por ejemplo, si el cambio de color guarda relación con un dolor abdominal o una diarrea repentina, esto podría ser un signo de algo más grave que tan solo un cambio dietético. Acude a un doctor si el cambio en el color de tus heces guarda relación con algún otro síntoma repentino.
    • Por ejemplo, la diarrea negra o roja podría ser un signo de una condición grave que deberá abordarse de inmediato. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantener una digestión saludable

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  1. Mantente hidratado . Si te mantienes bien hidratado, podrás hacer que el proceso de digestión ocurra de forma fácil y sin problemas. El agua puede ser de utilidad para ablandar las heces y así evitar los problemas como el estreñimiento. Asimismo, puede ayudarte a absorber con más eficacia determinados nutrientes de la comida que consumas. [13]
    • Procura tener a la mano una botella de agua en todo momento. Vuelve a llenarla cuando la termines, e intenta beber alrededor de 1 o 2 litros de líquido todos los días. [14]
  2. Una dieta saludable no solo se define a través de lo que comes, sino también por la frecuencia y la rapidez con las que comes. Intenta comer lento, así te cerciorarás de que la digestión ocurra con la mayor fluidez posible. No te apresures y comas demasiado rápido, ya que esto puede provocarte malestar estomacal. Intenta comer comidas más pequeñas en el transcurso del día en lugar de comer en exceso de una sola vez. [15]
    • Desde luego, ¡tus opciones alimenticias son importantes! Prueba alimentos con un alto contenido de fibra, como las frutas y los vegetales. Además, haz tu mejor esfuerzo para disminuir o limitar tu consumo de productos como los alimentos procesados y el alcohol. [16]
  3. Si mantienes una rutina de ejercicio frecuente, esto puede fomentar la salud en general. En el caso de tu salud digestiva en particular, el ejercicio puede ayudarte a fortalecer los músculos del abdomen y así generar el proceso digestivo. Intenta dar una caminata rápida o trotar un poco al menos un par de veces a la semana. [17]
    • Asimismo, puedes incluir al ejercicio en tu rutina diaria. Para ello, adopta medidas sencillas como subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, o escoger el estacionamiento más lejano y no el que esté cerca de la puerta.
    • Procura realizar ejercicios de intensidad moderada durante al menos 30 minutos cinco días a la semana, o durante un total de 150 minutos.
  4. Presta atención a tus niveles de estrés . El estrés puede causar estragos en tu cuerpo, y genera muchos en tu proceso digestivo. El estrés puede provocar estreñimiento, diarrea, dolor abdominal e incluso la pérdida del apetito. Si tienes niveles elevados de estrés, encuentra un método desestresante que te dé resultados, como meditar todos los días o eliminar los desencadenantes innecesarios del estrés. [18]
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Advertencias

  • Acude a un doctor para recibir orientación médica si los colores de tus deposiciones te preocupan.
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