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Enfrentemos la verdad: el tamaño sí importa. Por ello, si te encuentras en un altercado con un oponente más grande, será útil saber cómo emplear las estrategias ofensivas y defensivas correctas para superar su estatura y obtener una ventaja. Si no tienes otra opción más que pararte y luchar, tendrás que lograr cansarlo con un movimiento superior y unos ataques bien dados. Este tipo de situación puede ser muy intimidante, pero si mantienes una mente fría y ejecutas los movimientos correctos, de seguro serás el ganador.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Protegerte

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  1. Cuando te enfrentas a un oponente más grande, te encuentras en desventaja desde el principio. A menos que de verdad no haya otra opción, trata de calmar las cosas o evitar la violencia física a toda costa. Esfuérzate por hacer las paces o simplemente márchate si puedes. No es vergonzoso que evites una pelea, en especial si no sabes cómo terminará. Es posible que tu oponente lleve un arma escondida o tenga unos amigos esperando para golpearte en grupo. Tu meta principal debe ser librarte de la circunstancia en la que podrías salir lastimado. [1]
    • Alejarte de una situación violenta antes de que inicie debe considerarse como una victoria.
    • Mantén la calma si no puedes evitar que suceda una pelea. Cuando entras en pánico, se deshabilitan tu habilidad de evaluar tus alrededores y emplear las estrategias efectivas.
  2. Mantén las manos arriba para protegerte la cabeza en todo momento. Tus antebrazos se deben mantener de manera vertical y paralela, con las palmas de la mano hacia las mejillas. Cierra ligeramente los puños hasta que estés listo para lanzar un contragolpe. Encórvate un poco para acercar más los codos a la parte media del cuerpo a fin de protegerte las costillas y el abdomen de los golpes fuertes. [2]
    • No bajes la guardia ni te descuides, incluso cuando sientas cansancio. Bajar la guardia permite que sea posible recibir un buen golpe, lo que podría significar el fin de la pelea.
    • Asegúrate de asumir una guardia que te permita dar rápida y cómodamente puñetazos o golpes con el codo.
  3. Un agresor que es más grande que tú podría ser más fuerte también, así que no se recomienda que trates de detener sus ataques de manera directamente. En lugar de ello, mantente en movimiento para escapar velozmente del rango que tiene para golpearte. Hacer que te persiga lo agotará, y a cada ataque que falle, perderá un poco más de energía. Si no hay oportunidad de llegar a una distancia segura, aparta tu cabeza del puñetazo para que te pase por un lado sin dañarte, luego apresúrate de inmediato y golpea a tu oponente. [3]
    • Siempre es preferible evitar los golpes que bloquearlos, porque esta opción no requiere que soportes fuerza con alguna parte de tu cuerpo.
    • Esquivar un puñetazo moviendo solo la cabeza se conoce como “deslizamiento” en el boxeo. Esquivar los puñetazos es una manera excelente de evitar recibir un golpe mientras gastas lo mínimo de energía. [4]
  4. La persona que es más grande y fuerte siempre tiene la ventaja en una lucha cuerpo a cuerpo. No te pongas en un peligro innecesario al permitir que tu oponente te agarre. Mantente fuera de su alcance hasta que llegue el momento de contraatacar y luego aprovecha la oportunidad para volver a apartarte. Si la pelea llega al suelo, te verás en la situación en la que tendrás menor control, ya que perderás tu velocidad, precisión y habilidad para evadirlo. [5]
    • Si uno de ustedes derriba al otro, o si te tropiezas, vuelve a pararte tan pronto como puedas. Tendrás una mejor oportunidad de vencer a un oponente grande si estás parado. [6]
  5. Es poco probable que puedas marcharte ileso de una pelea con un oponente más grande. Es posible que tengas que soportar algunos puñetazos si te atrapa desprevenido o mientras tratas de encontrar una manera de pegarle. Tenlo en mente y prepárate mentalmente. Recibir un golpe no es divertido, pero esto podría empeorar si dejas que te tome por sorpresa. [7]
    • Si tienes que recibir un golpe, trata de hacerlo con el hombro o la frente, que son superficies más fuertes y menos vulnerables que la mandíbula o el resto de la cara. Deja que tu cuerpo se mueva hacia la dirección del puñetazo para disminuir el impacto. [8]
    • Durante un altercado físico, tu cuerpo estará lleno de adrenalina, lo que puede evitar que sientas tanto dolor.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Superar la diferencia en tamaño

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  1. Muévete constantemente para evitar que tu oponente más grande te agarre o golpee. Mantén la ligereza y el equilibrio en las plantas de tus pies de modo que puedas cambiar de dirección rápidamente y lo mantengas con incertidumbre. Debido a que su alcance es más largo que el tuyo, mantente fuera de su rango para estar a salvo hasta que estés listo para regresar y contraatacar con un golpe o un derribo. [9]
    • Un método que podrías emplear es “bailar” o moverte alrededor de tu oponente mientras te mantienes fuera de su rango. Cuando sientas que se aproxima un puñetazo, agáchate rápido, esquívalo y asegúrate de estar lejos de su alcance. [10]
    • Debido a que las piernas son más largas que los brazos, tener la habilidad de patear puede ser útil para superar la ventaja de alcance que tiene tu oponente.
    • No dejes que te ponga las manos encima, sin importar lo que hagas. Una maniobra equivocada de tu parte podría otorgarle la victoria.
  2. Cuando tu oponente esté menos preparado, acorta la distancia entre ambos y acércate a él. Esto neutralizará su tamaño superior y alcance, y lo pondrá en el rango apropiado para recibir unos buenos golpes que le propines. Encontrar el momento apropiado y la manera para acercarte es primordial para salir victorioso. No puedes ganar una pelea contra un gran atacante si favoreces sus fortalezas. [11]
    • Cuando negocies el rango con un oponente más grande, lo más importante que debes recordar es permanecer fuera de la “zona de peligro”. Este es el rango en el que puede golpearte, pero no puedes devolverle el golpe debido al alcance adicional que tiene.
    • Acércate a él de repente después de esquivar un golpe duro o hacer una finta, o sigue el brazo con el que golpea a medida que lo retrae.
  3. Uno de los aspectos negativos de ser una persona más alta y pesada es que se requiere de más esfuerzo para moverse. Como consecuencia, la energía se acaba más rápido. Utiliza esto a tu favor. Sigue deslizándote, esquivando y moviéndote constantemente hasta que tu oponente comience a disminuir su velocidad. En este punto, puedes utilizar tu velocidad para acercarte más y emitir una ofensa castigadora. [12]
    • Ejercitarte para mejorar tu condición cardiovascular puede prepararte en el caso de que tengas que sobrevivir a la embestida de tu oponente durante una pelea.
    • La estrategia de permitir que tu adversario se canse antes de terminarlo se ha vuelto conocida como el principio de “marear contra las cuerdas”. Muhammad Ali utilizó este plan para ganar un encuentro de campeonato contra el peso pesado George Foreman en La pelea en la selva en el año 1974. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Causar daño

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  1. Si sospechas que las cosas se pondrán desagradables, sé el primero en dar el primer paso. Termina un empate tenso con un golpe duro repentino y bien dado a la mandíbula o al plexo (el borde externo suave y carnoso del diafragma debajo del esternón). Pon toda tu fuerza en el golpe, trata de detener la pelea con una sola maniobra. Si lo logras, tu oponente quedará incapacitado y el altercado se acabará. De lo contrario, al menos estarás listo para seguir con la pelea. [14]
    • Evalúa la situación tanto como puedas antes de recurrir al ataque sorpresa. En muchos de los casos, el agresor podría estar solo furioso y no tener la intención de tener un altercado físico. Asegúrate de haber agotado primero todas las otras opciones.
    • Ten cuidado cuando trates de dar un golpe bajo. Si este falla o no surte efecto, no habrá una manera de evitar toda una pelea.
  2. Vale la pena repetir que no debes tratar de quedarte y pelear con una persona más grande, ya que su alcance o poder será demasiado como para manejar. Tómate tu tiempo para alejarte de sus golpes, espera por una oportunidad y luego acorta la distancia y da un buen golpe. Al alternar entre posturas defensivas y ataques ofensivos rápidos, lograrás en algún momento cansarlo. [15]
    • No te impacientes. Comenzarás a cometer errores si pierdes la paciencia, lo que podría terminar costándote mucho.
    • Ataca el cuerpo del oponente cuando no tengas una oportunidad para golpearle a la cabeza. El plexo solar es un punto tan vulnerable que cuando se golpea puede sacar todo el aire de los pulmones del oponente y dejarlo jadeando. Asimismo, las costillas son muy frágiles y se pueden romper con solo algunas libras por pulgada cuadrada.
  3. A diferencia del boxeo, que cuenta con reglas para las zonas permitidas para golpear, todo es posible en una pelea de verdad. Apunta a las áreas más delicadas del cuerpo del atacante para hacer que cada golpe cuente. Un golpe duro bien dado es todo lo que necesitas para vencer a tu oponente. La mayoría de las personas no esperarán este tipo de ataques, así que tu oponente se quedará sin una defensa preparada. [16]
    • Todas las personas tienen la misma debilidad anatómica, a pesar de las diferencias en tamaño.
    • Los golpes que apuntan a los órganos sensoriales del oponente lo dejarán anonadado de manera temporal, lo que te permitirá huir o continuar con un golpe fuerte.
    • Una bofetada con la mano abierta al oído es igual de efectivo que un gancho de izquierda para desequilibrar al oponente, si no mejor. Golpear la nariz puede cegarlo de manera momentánea al causar que le broten lágrimas de los ojos, lo que te da una oportunidad para tirarle un puñetazo para terminar la pelea. Una patada a la ingle afectará su movilidad y arrebatará de inmediato su voluntad de pelear.
  4. Imagínate que caes al suelo con tu oponente encima de ti y que no puedes pararte. En esta situación, opta por una técnica de sumisión, una inmovilización o un bloqueo que incapacite al atacante al neutralizar una sola parte del cuerpo. Al aplicar un bloqueo de articulaciones, un armbar (palanca) o una estrangulación, es posible que puedas causar suficiente daño como para ponerle un fin a la pelea. Tu atacante no podrá lastimarte si está inconsciente o si tiene un brazo fracturado, sin importar cuán grande o rudo sea. [17]
    • Aplica una estrangulación de triángulo o una estrangulación desnuda, según tu posición. Los estrangulamientos interrumpen la circulación respiratoria de tu oponente o su habilidad para respirar, lo que ocasiona que pierda el conocimiento. Solo se requiere de un agarre firme y unos minutos para poner al oponente a dormir. [18] [19]
    • Los armbar (palancas) son agarres que aplican presión en el codo o el hombro. Son efectivos contra los atacantes que dejan sus brazos extendidos de manera momentánea después de dar un puñetazo. Además, deshabilitar un brazo significa que tu oponente ya no podrá golpearte. [20]
  5. Olvida el honor o la justicia, ya que las reglas no existen en la calle. No sabes cuán lastimado podrías salir si terminas perdiendo la pelea, así que no debes desalentarte por actuar peligroso. Muerde, saca un ojo, jala del cabello, golpea a la garganta, tuerce los dedos, da un rodillazo a la ingle y haz todo lo que tengas que hacer para sobrevivir. [21]
    • Convierte en armas improvisadas los objetos a tu alrededor, como las botellas, las sillas, las rocas, los lapiceros o incluso tu teléfono celular. En el mejor de los casos, la imagen que das al sujetar un arma podría ser suficiente como para hacer que tu atacante retroceda. [22]
    • Para evitar que la violencia aumente, huye de ella tan pronto como tu oponente titubee.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Adrian Tandez

    Experto en autodefensa
    Adrian Tandez es el fundador e instructor principal de la Academia Tandez, un centro de entrenamiento de defensa personal de renombre mundial. Es un instructor certificado en Jeet Kune Do de Bruce Lee, artes marciales filipinas y silat con el legendario artista de artes marciales Dan Inosanto. Ha estado entrenando en estas artes por más de 25 años.
    Adrian Tandez
    Experto en autodefensa

    Esto podría parecer extremo, pero puede ser la diferencia entre la vida y la muerte si eres víctima de un ataque. En una pelea real, debes terminar la pelea lo antes posible. De hecho, la regla establecida es tratar de terminar la pelea en 9 segundos o menos. Las probabilidades de sobrevivir empeoran cada segundo que pasa después de este tiempo.

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Consejos

  • Mantén la mirada sobre tu oponente en todo momento. Esto te permitirá elegir tus golpes mientras evitas los de tu oponente.
  • Siempre opta por dar los golpes correctos para un rango apropiado. Cíñete a dar unas patadas a la rodilla, a la ingle o al abdomen para cuando estés fuera del rango, unos puñetazos a la cabeza y al cuerpo para un rango medio, y unos cabezazos, unos golpes con el codo y la rodilla para un rango cercano.
  • Pelearte con alguien más grande que tú puede brindarte la oportunidad para practicar atacar a un oponente más grande y de defenderte de él, así que aprovéchala.
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Advertencias

  • Las peleas son impredecibles por naturaleza. No se puede garantizar que ganarás, incluso al contar con el entrenamiento y la preparación mental.
  • Si sufres de lesiones durante una pelea, busca de inmediato una atención médica.
  • Siempre se debe evitar los encuentros violentos cuando sea posible. Solo pelea si sientes que un ataque es inminente y si no tienes otra opción. Y procura que sea en defensa propia.
  • Ten cuidado si peleas con alguien por causa de una chica, más si quien es más alto que tú es el novio de ella.
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