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Determinar la sexualidad puede ser difícil, confuso y emocionante o, a veces, una mezcla de los tres. Sentirse atraída a otras mujeres no cambia la esencia de quién eres, pero puede constituir una parte importante de tu identidad y es normal que quieras explorar esa área, incluso si al principio se siente intimidante. Explorar tu sexualidad podría implicar buscar apoyo de amigos y familiares o hacer una búsqueda interna por tu cuenta antes de estar lista para crear nuevas conexiones. Sin importar lo que pase, ser amable, compasiva y curiosa te ayudará a aceptarte y amarte como eres.

Método 1
Método 1 de 3:

Reconocer y aceptar tu sexualidad

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  1. Cuando estés explorando tu identidad sexual, será importante recordar que la sexualidad es un espectro. Esto quiere decir que quizás tengas sentimientos tanto por hombres como por mujeres, solo por mujeres o por muy pocas personas. Es posible que tu sexualidad incluso cambie con el tiempo. Tal vez te confunda o te dé temor, pero es completamente normal. Donde fuera que se ubique tu sexualidad, ese es el lugar donde tiene que estar.
    • Recuerda que no hay una forma “correcta” de ser lesbiana, heterosexual, bisexual o de cualquier otra orientación sexual. La identidad se define por quién eres y no por algún estereotipo o expectativa.
  2. Analizar tu sexualidad con mayor detenimiento podría sentirse intimidante, en especial si es algo que has evitado por un tiempo. Recuérdate que no hay peligro, solo porque reflexiones sobre tus sentimientos no quiere decir que tengas que hacer algo al respecto o contárselos a alguien si aún no estás preparada. Simplemente empieza a pensar en lo que sientes por otras chicas y las relaciones románticas, y reconoce y acepta tus sentimientos con honestidad y receptividad. [1]
    • Prueba replantear el proceso en tu cabeza. Explorar la sexualidad es algo bueno e incluso podría sentirse emocionante.

    Consejo: Haz tu mayor esfuerzo por evaluarte a ti misma. Tómate un tiempo para analizar bien cómo te sientes y sé receptiva y abierta a cualquier sentimiento que surja.

  3. Si te sientes incómoda, asustada o incluso niegas tus sentimientos, empieza a pensar en la razón. Reconocer y aceptar o incluso enfrentar los sentimientos negativos que tuvieras sobre tu sexualidad te enseñará mucho sobre ti mismo. En lugar de luchar contra esas emociones negativas, acéptalas como parte de este camino y recuérdate que no tienen poder sobre ti. [2]
    • Por ejemplo, si te sientes avergonzada, reflexiona sobre la procedencia de esos sentimientos, por ejemplo, ideas que tienes hace tiempo sobre el romance y que provienen de tu familia o los medios de comunicación.
    • Empieza a fragmentar el razonamiento detrás de los sentimientos negativos poco a poco. Por ejemplo, quizás te des cuenta de que solo porque te criaron creyendo que algo está bien o normal, no quiere decir que esas ideas tienen control sobre ti en este momento.
  4. Ten confianza en quien eres, incluso si fuera difícil. Tu sexualidad se sentirá como una parte esencial de ti y explorarla o cuestionarla podría hacer que sientas temor o incertitud sobre quién eres y en dónde encajas. Tal vez en este momento será difícil aceptar quién eres, pero es lo mejor que puedes hacer. Amarte y tener confianza en tu persona hará que sea más fácil aceptar tu sexualidad e incluso compartirla con otros cuando estés lista.
  5. La sexualidad es importante, pero no es lo único que eres. Ser lesbiana no quiere decir que eres una persona diferente y no hay reglas sobre lo que puedes hacer o pensar debido a tu sexualidad. Sigue haciendo lo que te hace más feliz, como la escuela, los pasatiempos, el trabajo o pasar tiempo con la familia y los amigos.
    • Si sientes algún conflicto, confusión o temor, apóyate en lo que te hace más feliz. Acuérdate de quién eres y qué te gusta, y recuerda que ser lesbiana no cambiará esos aspectos.
  6. Un terapeuta, en especial uno que se especialice en asuntos LGBT, podría ser una fuente excelente de consejo si tienes problemas para aceptar tu sexualidad. Los terapeutas tienen la obligación legal de mantener la información del paciente en confidencialidad, lo que quiere decir que puedes hablar con el profesional sobre tu sexualidad sin temor a que le diga a alguien más.
    • A los terapeutas se les exige informar sobre los abusos y aspectos que podrían lastimarte a ti u a otras personas, como los pensamientos de suicidio.
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Método 2
Método 2 de 3:

Encontrar un apoyo

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  1. Si no crees que tus amigos o familiares te apoyarán o simplemente no estás lista para contarles aún, no hay ningún problema en buscar comunidad y apoyo en otros lugares. Fíjate si hay algún grupo de apoyo LGBT en tu área o busca foros y comunidades en Internet. Encontrar personas que estén pasando lo mismo que tú te ayudará a sentirte menos sola y más parte de una comunidad. [3]
    • Busca grupos por Internet y en persona que parezcan legítimos, con conexiones a organizaciones LGBT o terapeutas. Si hablar aún no te resulta cómodo, simplemente conéctate o ve a una sesión para escuchar. Cuando se trata de compartir tu historia, no hay problema en tomarte tu tiempo.
  2. Abrirte a un amigo o un familiar podría sentirse como un paso enorme y atemorizante, y no es necesario a menos que te sientas lista. No obstante, si hay alguien en tu vida en el que puedas confiar, contarle sobre tu sexualidad podría hacer que te sientas más fuerte y menos sola. Esa persona te brindará apoyo cuando necesites y quizás también consejos. [4]
    • Préstales atención a tus amigos y familiares que parecen tolerantes y de mente abierta. Tal vez mencionan que tienen un amigo LGBT o incluso hablan de su propia orientación sexual.
    • Empieza la conversación cuando estés sola y di: “No estoy lista para decírselo a nadie más aún, pero creo que soy lesbiana”.
  3. No hay problema si no tienes ganas de contarle a las personas sobre este tema, sean amigos o un grupo de apoyo. Ver contenido en favor de la comunidad LGBT, como un programa de televisión, una película o un libro, es una forma fácil y sin riesgos de empezar a encontrar una comunidad y un lugar al que perteneces. Ver a personas como tú en los medios de comunicación contribuirá a que te sientas más segura de ti misma. [5]
    • Prueba mirar programas de televisión que tengan representantes lesbianas, como “Glee” o “Naranja es el nuevo negro” y películas como “Imagínanos juntas” y “Carol”. En el caso de los libros, prueba “Annie en mi mente” de Nancy Garden o “El triángulo de las Bermudas” por Maureen Johnson.
  4. Declara tu orientación en tus propios términos, cuando te sientas lista. Declarar tu orientación sexual es un paso importante y solo tú podrás decidir si quieres hacerlo y cuándo será el momento adecuado. Vivir de manera abierta y honesta podría ser un gran alivio, pero no hay problema en reservar tu sexualidad para ti misma si te preocupa que te hagan bullying, te acosen o te traten de manera diferente. Tómate el tiempo para reflexionar realmente sobre esta decisión y determinar si es algo que quieras hacer. [6]

    Consejos para declarar tu orientación sexual

    Para empezar, habla con las personas que sabes que te apoyarán . Así tendrás un sistema de apoyo para cuando te abras a otras.

    Si no sabes bien cómo responderá alguien , menciona películas o programas sobre lesbianas o habla sobre temas LGBT en general, como la decisión de la Corte Suprema de permitir el matrimonio gay. Fíjate si la persona respeta esta idea o está en contra de ella.

    Explica cómo te sientes diciendo algo así: “He estado pensando en esto por un tiempo y me he dado cuenta de que me atraen otras chicas”.

    Deja que hagan preguntas después.

  5. No tienes que hablar con todas las personas de tu vida sobre tu sexualidad y hay algunos casos en los que es mejor no hacerlo. Sigue tu instinto y no sientas presión de decirle a alguien, sin importar cuán cercano sea. Al final, se trata de tu comodidad y seguridad. No le digas a las siguientes personas: [7]
    • Las que parecen homofóbicas, es decir, que hacen comentarios negativos sobre las personas o los asuntos LGBT que salen en las noticias o llaman insultos a las manifestaciones homofóbicas.
    • Las que amenazan con lastimarte si se enteran de que eres lesbiana.
    • Las que te mantienen física o económicamente. Por ejemplo, si vives con tus padres y piensas que podrían reaccionar mal, sería mejor que no les digas hasta que puedas mudarte.
    • Las que podrían afectarte de gran manera. Piensa en cómo te sentirías si esta persona respondiera negativamente. Si no crees que puedas lidiar con ello en lo emocional, mejor no se lo digas por ahora.
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Método 3
Método 3 de 3:

Explorar relaciones

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  1. Si recién empiezas a aceptar tu sexualidad, es posible que no estés lista para una relación y, no hay problema. Esfuérzate por aceptar primero tu identidad, luego relaciónate con otros. Estarás más segura de ti misma y lista para conectarte con otros, lo que podría hacer que esas relaciones sean incluso más gratificantes.

    Consejos: No sientas presión por las experiencias y relaciones de los demás. Solo tú sabrás en qué momento estarás lista para empezar a salir con alguien.

  2. Las aplicaciones de citas y páginas web son recursos excelentes si no sabes bien cómo empezar a conocer a otras chicas. Empieza por las que están dirigidas a los usuarios LGBT o son populares entre ellos. Si te sientes cómoda con esta opción, también podrías preguntarles a las personas que conozcas que te ayuden a encontrar citas o personas con las que podrías conectar. [8]
    • Hablar con los amigos y la familia podría ser incómodo, ¡pero ellos te conocen mejor que nadie! Ellos sabrán si una posible pareja es compatible contigo o no, incluso mejor que una aplicación o una página web.
    • Prueba aplicaciones de citas y páginas como Lesly, Plenty of Fish y Fem. [9]
  3. Tómate tu tiempo antes de quedar una cita con alguien que te guste. Asegúrate de que esté interesada en las mujeres, pero más allá de ello, fíjate de que tengas una conexión genuina con ella. Habla sobre actividades que le apasionen, sus sueños y aspiraciones, además de lo que le gusta hacer en su tiempo libre. [10]
    • Fíjate si sientes una chispa o simplemente disfrutas estar con ella. Cuando te sientas lista, pregúntale si quiere ir a cenar, ver una película o hacer algo divertido contigo.
  4. Las mujeres que te encuentres y con las que salgas estarán en diferentes etapas de su vida que tú, en especial con respecto a aceptar su sexualidad y vivirla de manera abierta. Podrás darte cuenta de esta posición por medio de indicios no verbales, por ejemplo, si te agarra la mano en público, o conversa con ella sobre esto. Sé paciente y acepta la etapa en la que se encuentra.
    • Podrías decir una frase así: “Me preguntaba si ya les has dicho a tu familia y amigos que eres homosexual. Yo sí, pero no hay problema si no es tu caso”.
  5. Es posible que tengas prisa por crear intimidad con otra mujer, que le tengas miedo o ¡una mezcla de los dos! Trata de ser paciente y tranquila cuando pases al contacto físico con tu pareja, es posible que tú o ella no estén listas o quizás ninguna de las dos esté segura. Dile en qué fase estás y lo que estás dispuesta a hacer, y hagan lo que les parezca natural a las dos.
    • Si deciden pasar a la intimidad, sé honesta sobre lo que te hace sentir bien y pregúntale también lo que le gusta a ella.
    • Recuerda practicar el sexo de forma segura, como con condones femeninos o barreras bucales de látex.
  6. La esencia de salir con alguien no cambia en función a la orientación sexual. Salir con una persona se trata de conocerla personalmente, coquetear con ella y divertirse sin importar con quién estén. Si no olvidas la cortesía, aprendes a escuchar en lugar de hablar y te diviertes, la cita será excelente para ti y tu pareja.
    • No tienes que cambiar quién eres o lo que haces cuando ya te hayas identificado como lesbiana. Sé tú misma, sea que estés una cita o no
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Consejos

  • Sé buena contigo misma. Mereces amor y felicidad, sin importar cuál sea tu orientación sexual.
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