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¿Alguna vez te has encontrado queriendo empezar a escribir un libro, pero no estabas seguro por dónde empezar? ¿Has comenzado un libro, pero te has sentido perdido o fuera de lugar? Leer la información a continuación te dará buenas ideas para organizar, desarrollar y escribir tu nuevo libro.
Pasos
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Desarrolla una idea. Antes de empezar a escribir tu libro, necesitarás tener una idea. Es la semilla de la que nace tu libro. Desarrollar un concepto puede en cualquier caso ser difícil. Las ideas vienen cuando te abres a vivir más experiencias, así que la mejor manera de tener una idea para un libro es salir y hacer distintas cosas.
- La creación de conceptos puede hacerse de muchas formas. Puedes tener una idea para un argumento general, la imagen de un ambiente, un resumen para un protagonista o incluso ideas más pequeñas y menos desarrolladas. No importa lo duro que sea, cualquier idea puede convertirse en un libro magnífico.
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Averigua más sobre tu concepto. Cuando ya tengas un concepto vago, deberás averiguar más para obtener más ideas. Por ejemplo, si quieres escribir un libro sobre niños jugando un videojuego futurista, infórmate yendo a salas recreativas, leyendo acerca de las últimas novedades en videojuegos y jugando algunos tú mismo. Al realizar estas actividades podrás ver o experimentar cosas sobre las que la historia puede girar en torno o incluirlas en ella.
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Desarrolla tu concepto. Con algunas ideas sobre qué puede incluirse en la historia, deberás desarrollar tu concepto. Hazlo más complejo siguiéndolo hacia su conclusión lógica, pensando qué podría resultar de un conjunto de circunstancias o qué elemento puede hacer que la idea sea más compleja. Un concepto más desarrollado te ayudará a elaborar tu argumento.
- Para nuestra historia de videojuegos, por ejemplo, podríamos desarrollar un concepto preguntándonos quién creó el videojuego futurista. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué les pasa a aquellos que lo juegan?
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Ten en cuenta a tu público lector. Una vez que crees y desarrolles un concepto, deberás tener en cuenta a tu público lector. ¿Para quiénes escribes este libro? Cada público tiene diferentes gustos y podría haber experiencias y conocimientos previos propios de cada sector demográfico. Necesitarás tenerlo en cuenta para entender cómo continuar con el argumento, los personajes y cómo debe escribirse el libro.
- Trata de crear una publicidad falsa para tu libro. Incluye un resumen, una idea para la cubierta y el título. Esto te ayudará a pensar en ideas para que el libro sea más llamativo.
- No te sientas limitado: no hay razón para que un libro sobre niños jugando videojuegos no pueda ser leído y disfrutado por adultos que nunca los hayan jugado. En todo caso, si pretendes escribir un libro dirigido a personas que nunca han experimentado aquello de lo que escribes, necesitarás realizar un gran trabajo a la hora de describir las experiencias de los personajes y procurar que el tema sea accesible para todos.
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Elige una estructura. En las primeras etapas para escribir un libro, tienes que organizar tu argumento. Está bien dejar espacio libre al movimiento cuando empiezas a escribir, pero escribir una historia sin un rumbo marcado rara vez funciona. El mejor lugar para empezar es elegir la estructura que te conviene. Las teorías de escritura enseñan que hay varias estructuras clásicas en las cuales cae la mayoría, pero que no son exclusivas entre sí y que pueden combinarse. Las dos mayores estructuras son:
- Estructura en actos: la estructura en actos, comúnmente asociada con el teatro y películas, también pueden aplicarse a las novelas. Según esta teoría, las historias mejoran cuando se separan en secciones claramente identificables. El número normal de secciones es tres, aunque dos y cuatro también son comunes. En la estructura clásica de tres actos, el primer acto presenta a los personajes principales y secundarios, el marco, el problema que se debe superar y normalmente parte de la información de trasfondo (este acto suele comprender aproximadamente el 25 % de la historia). El segundo acto avanza y desarrolla el conflicto de la historia, pero normalmente contiene un punto del argumento donde el protagonista se enfrenta a un gran contratiempo. Esta es la parte principal de la historia y normalmente comprende aproximadamente el 50 % del contenido. El tercer acto es la conclusión, donde el héroe se enfrenta al villano y la historia alcanza el punto cumbre, seguido de la recompensa o al menos una escena o serie de escenas finales menos emocionantes. Cada uno de estos actos puede reducirse con frecuencia en tres subsecciones, cada una con su propia mini historia.
- Monomito, o periplo del héroe: esta teoría de estructura se hizo famosa tras proponerla Joseph Campbell. Según esta, casi todas las historias con un héroe pueden reducirse a una serie de arquetipos principales. Empezando por un héroe llamado a la aventura, aunque inicialmente rehúse llevar la carga. El héroe recibe ayuda antes de lanzarse al mundo, siempre ha conocido la aventura (en la cual el héroe se siente perdido y solo en un primer momento). El héroe entonces se somete a una serie de pruebas, durante las cuales encontrará ayudantes con frecuencia, al final de las cuales vivirá un importante cambio personal. El héroe entonces se enfrenta al antagonista principal de la historia y vuelve a casa, enriquecido con conocimiento y tesoro.
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Elige tu tipo de conflicto. Ahora te recomendamos pensar sobre el tipo de conflicto que quieres para tu historia. Este puede ayudarte a desarrollar el argumento, además de llevarte a otras historias similares para inspirarte. Hay muchas teorías sobre los tipos de conflicto en las historias, pero las fuentes principales son:
- El hombre contra la naturaleza: es una historia donde el protagonista se enfrenta a algún fenómeno natural. Un ejemplo serían las historias donde el protagonista se pierde en la jungla o su antagonista es un animal. Un ejemplo de este tipo de historia sería la novela 127 horas .
- El hombre contra lo sobrenatural: es una historia donde el protagonista se enfrenta a criaturas como fantasmas y demonios, el mismo Dios u otros entes que no son de este mundo. El resplandor es un buen ejemplo de este tipo de conflicto.
- El hombre contra el hombre: es el conflicto de historia más básico, donde el protagonista se enfrenta a otra persona. El mago de Oz es un ejemplo clásico.
- El hombre contra la naturaleza: en este tipo, el protagonista se enfrenta a las reglas de una sociedad o normal sociales. Un ejemplo sería la novela Fahrenheit 451 .
- El hombre contra sí mismo: es una historia donde el protagonista se enfrenta a sus demonios internos o su propio conflicto interno. Un ejemplo sería El retrato de Dorian Gray .
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Toma en cuenta tus temas. Tanto si es intencionado o no, tu historia acabará teniendo un tema, de qué va la historia. Mientras escribes sobre este, acabarás haciendo alguna declaración acerca de lo que piensas al respecto. Piensa sobre los temas en tu libro o que podrías incluir y lo que quieres decir acerca de ellos. Puede ayudarte a desarrollar el argumento a través de la creación de situaciones que representen tus ideas.
- Por ejemplo, Dune de Frank Herbert no trata sobre un chico que intenta vengarse de su familia. Trata sobre los peligros del imperialismo y Herbert deja claro que cree que los poderes de Occidente se han enredado totalmente en una situación a la que no pertenecen y que no esperan controlar.
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Planifica tus giros del argumento. Los giros del argumento son puntos de cambio en la historia, acontecimientos importantes que cambian el camino que el personaje debe seguir. Necesitarás planificar qué serán e intentar separarlos uniformemente. Hay cierto giro de argumento que sirve para convencer al personaje de embarcarse en su aventura. Es un punto en el que el protagonista tira por la borda todos sus planes para enfrentarse a su problema y se produce una especie de punto álgido que provoca a la batalla final.
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Resume. Una vez que sepas adónde vas y cómo llegarás, escríbelo. Será tu guía y es necesario para que el proceso de escritura sea fluido. Escribe lo básico de cada escena, su objetivo, los personajes que intervienen en la escena, dónde están, qué piensan y sienten, etc. También deberás escribir cada minúsculo detalle de la secuencia de acontecimientos para cada escena. Esta es la mejor manera de prevenir el bloqueo que puede incapacitar al escritor, ya que podrás cubrir lo básico de una escena incluso si crees que no es perfecta.Anuncio
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Elige el número de personajes. Mientras planificas tu libro, piensa en cuántos personajes quieres incluir. ¿Quieres que sea el mínimo posible para crear un sentimiento minimalista, solitario? ¿O quieres incluir una amplia cantidad de personajes que sirvan para crear un mundo dentro de tu libro? Esto es importante, ya que necesitarás crear bien tus personajes entre sí para lograr un equilibrio.
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Equilibra tus personajes. Nadie es bueno, perfecto en todo y sin defectos (en el mundo de la crítica literaria se le denomina un “Mary Sue” y créenos: nadie la quiere sino tú). Darles a tus personajes auténticas pruebas y defectos los hará más realistas y ayudará a los lectores a identificarse con el personaje. Recuerda: tus lectores tienen defectos, así que tus personajes también deberán tenerlos.
- Los defectos de tus personajes te darán el espacio necesario para mejorarlos a lo largo de la historia. Es lo que hace que una historia sea buena: que tu personaje pase por desafíos que le hagan mejor persona al final. Eso es lo que quieren leer tus lectores, ya que les ayuda a creer que también pueden ser mejores personas una vez superada su lucha.
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Conoce a tus personajes. Una vez que tengas un personaje equilibrado, conócelo. Piensa cómo reaccionaría en diferentes situaciones (aunque esas situaciones nunca aparezcan en tu libro). Piensa qué le hace alcanzar los diferentes estados emocionales, cuáles son sus esperanzas y sueños, qué le hace llorar, quién es la persona más importante para él o ella y por qué. Conocer estos detalles de tus personajes te permitirá entender mejor cómo reaccionarán ante las situaciones que les pongas, haciéndolos más constantes y realistas.
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Evalúa a tus personajes. Una vez que hayas avanzado lo suficiente en el progreso de desarrollo del personaje, te recomendamos alejarte y evaluar a tus personajes. Asegúrate de que sean realmente importantes para el argumento y si no lo son, quizá debas considerar suprimirlos. Tener demasiados personajes, especialmente personajes que se distinguen entre sí, puede confundir a los lectores y perjudicar tu obra.Anuncio
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Visualiza tu ambiente. Piensa en dónde tendrá lugar tu libro, el estilo arquitectónico, la disposición de las ciudades, el aspecto de su naturaleza, etc. Luego, escríbelo todo. Esto te permitirá antes que todo ser coherente en tus descripciones y también crear ambientes más detallados, ricos y realistas.
- Puedes decirle a alguien que el cielo es verde, solo tienes que hacerle creer diciéndole cómo el atardecer cambió del verde pálido de una hoja a un verde más rico que hace que todo parezca gris antes de que la oscuridad lo convierta en un color casi iridiscente como el de las plumas de los cuervos. Haz que lo vea explicándoselo lo mejor que puedas.
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Ten en cuenta la logística. Digamos que vas a escribir sobre un grupo de aventureros que intenta llegar a una ciudad legendaria al otro lado de una montaña. Está muy bien. El problema es que requiere mucho tiempo atravesar una montaña. Es obligatorio que ocurran cosas durante la travesía y no deberás hacerlos cruzar en dos días como si no fuera nada. Si tienen que cruzar un continente a pie, tendrás que distribuir el tiempo en tu argumento para ello.
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Entiende los sentidos. Necesitarás apelar a todos los sentidos de tus lectores si quieres que se sumerjan plenamente en el texto. No les digas simplemente lo que comen tus personajes. Diles cómo la salsa de la carne emerge al morderla, el sabor de la mezcla de grasa y humo del fuego. No les digas simplemente que una campana situada sobre la cabeza de tu personaje estaba sonando. Diles que el sonido era tan alto que perforaba cada pensamiento solo hasta que se percataba de que el sonido persistía.Anuncio
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Elige tu método de escritura. Piensa cómo quieres escribir tu libro. Con el desarrollo de la tecnología, el número de opciones es cada vez mayor. Necesitarás elegir el método que más te convenga teniendo en cuenta que puede afectarte a la hora de publicar tu trabajo.
- Puedes escribir un texto con bolígrafo y papel, escribir en una máquina de escribir, en una computadora o usar un programa informático que grabe tu voz mientras hablas y que lo convierta en texto escrito. Cada método funciona de una forma para cada persona.
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Busca un lugar de escritura. Necesitarás un espacio amplio que te permita trabajar sin interrupciones. Deberá alojar el medio de escritura que hayas elegido, ser cómodo y sin distracciones. Las opciones más comunes suelen incluir la sala de estar, el despacho o la biblioteca. Resulta útil tener acceso a herramientas tales como diccionarios, tesauros, artículos relacionados al tema, etc.
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Cubre tus comodidades. Para estar seguro de no distraerte mientras escribes, deberás tener todo lo que puedes necesitar. Mucha gente desarrolla algo específico imprescindible para escribir, por ejemplo, una comida en particular o sentarse en una silla concreta. Asegúrate de cubrir estas necesidades antes de continuar.Anuncio
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Comprende tus hábitos de escritura. Conócete a ti mismo y cómo escribes. ¿Escribes mejor a una hora específica del día o en un sitio específico? Tal vez escribas mejor después de leer el libro de otra persona. Saber cómo escribes puede decirte cómo proceder y qué evitar. Podrás elaborar tu horario de escritura dependiendo de los hábitos que sabes que tienes.
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Escribe a la misma hora. Una vez que decidas qué momento del día es el mejor para ti y tengas una especie de horario de escritura, mantén fijo ese horario. Fija una hora solo para escribir y escribe siempre durante esa hora. Puedes usarlo para escribir libremente o planificar tu novela, pero siempre deberás usar esa hora para escribir. Esto te ayudará a acostumbrarte y ser más productivo.
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Supera el bloqueo del escritor. A veces puede resultar difícil escribir, pero no debes parar e ignorar el problema, porque suele conducir a libros inacabados. Haz cosas que te inspiren y sigue trabajando, aunque sea más lento y mucho más difícil. Siempre tendrás la opción de volver a una parte más adelante, cuando te sientas más inspirado.Anuncio
Consejos
- No tengas miedo de pedir ayuda a otras personas. Siempre es bueno contar con alguien que te diga qué opina de tu obra, porque a veces es difícil decirse a uno mismo que no es lo suficientemente bueno.
- No le pongas título a tu libro antes de terminarlo, porque los buenos títulos suelen venir cuando se lee todo el libro para comprobar cómo es.
- Asegúrate de tener siempre un bolígrafo o lápiz y un cuaderno o computadora lista en el caso de que tengas que apuntar tus ideas. Las ideas vienen en los momentos y lugares más insospechados, ¡así que estate siempre preparado!
- Será más fácil que tu libro se venda si tiene alrededor de 200 a 250 páginas.
- Pídele a alguien que lea tu libro (un capítulo por vez podría ser más fácil) y aunque sus opiniones sean distintas a las tuyas, tenlas en cuenta.
- Dales a tus personajes personalidades distintas. Recuerda ser creativo y siempre lleva un diario contigo en caso de que te surja alguna idea nueva en un momento en que no puedas escribir.
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