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¿Te parece que a veces el día no tiene suficientes horas o no tienes suficiente dinero en el banco? ¿El tanque de gasolina de tu auto siempre está por debajo de la mitad y tu basurero siempre está lleno? Entonces, padeces la enfermedad de estar “ocupado”; no tienes tiempo para hacer otras cosas ni para relajarte. La buena noticia es que hay una cura: ¡la organización! Sigue los siguientes pasos y disfrutarás de sesiones regulares de relajación.

Método 1
Método 1 de 3:

Organízate mentalmente

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  1. ¿Por qué te sientes ahogado? Para algunos, los horarios ajetreados hacen que organizarse sea difícil. Para otros, es simplemente una falta de motivación o de saber cómo hacerlo. Para empezar a organizar tu vida, necesitas saber la causa y tomar una decisión para cambiarla.
  2. Si bien es fácil decir “todo”, lo más probable es que haya áreas específicas en tu vida que estén más agobiadas que otras. ¿Dónde eres más desorganizado? Considera tus habilidades para hacer planes, limpiar la casa o hacer recados. ¿Cuál es la que te resulta más estresante de hacer? Recuerda considerar tu vida laboral, amistades, etc.
    • Si crees que todo en tu vida debe estar organizado, elige una cosa en la que enfocarte y luego pasa a otra.
  3. Si tienes un horario ajetreado (o aunque no lo tengas), compra o haz un calendario y ponlo en algún lugar donde lo veas de forma regular. Puede estar cerca de tus llaves, en el refrigerador o en tu oficina. Tómate unos minutos para rellenar el calendario con fechas importantes y eventos.
    • No lo llenes con actividades comunes que lo abarrotarían, sino con las cosas que en verdad tienes planeado hacer. Puede incluir clases, tu horario laboral, citas con el médico y eventos importantes como bodas y funerales.
    • Revisa tu calendario y mira el horario de una semana normal. ¿Cuándo descansas? ¿Tienes periodos cortos de tiempo entre eventos que puedas aprovechar? ¿Cuándo estás más ocupado?
  4. El refuerzo del calendario es una agenda que puedas llevar, una lista de actividades diarias ultra organizada. Aunque la idea de una agenda puede parecer tonta, la gente organizada la usa constantemente. Cada vez que hagas planes para un evento, ya sea que te asignen a un proyecto en el trabajo o clase, o necesites registrar las tareas y recados, márcalos en tu agenda.
    • Intenta tener un código de colores para organizarla todavía más. Usa un color para marcar los eventos de la misma categoría (como las tareas o las veces que vas a comprar) y otros colores para marcar eventos importantes (como usar rojo para algo que tiene que hacerse a tiempo).
    • Llévate la agenda a todos lados. No vale de nada tener una agenda si la dejas en casa o está debajo de un montón de papeles. Para ser organizado, guárdala en tu cartera, en el auto, en tu escritorio, en fin, en algún sitio donde te acuerdes de tomarla.
  5. Sí, una lista de tareas suena muy parecido a usar una agenda para programar los días. Sin embargo, piensa en tu lista de tareas como una manera de descomponer tu día en trozos más pequeños y manejables. No pongas en la lista proyectos generales o vagos como limpiar la casa o hacer más ejercicio. Fíjate una dirección clara con tareas fáciles y cortas tales como limpiar la cocina, el baño y correr 1 kilómetro.
    • Añade casillas para cada tarea, aunque parezca tonto. Marcar las casillas a medida que vayas haciendo cosas durante el día te proporcionará un recordatorio visual de tu duro trabajo, y te dejará satisfecho y orgulloso de él.
    • Mantén tu lista de tareas en algún sitio que veas a menudo para recordar las tareas que tienes que hacer. Puedes ponerla en la agenda.
    • Termina los proyectos grandes en tu lista de tareas antes de hacer los pequeños. Por ejemplo, termina de “limpiar el refrigerador” antes de “recoger el correo” para darte un impulso y ser más productivo.
  6. Deja de postergar todo. Posiblemente el punto más difícil de la lista, la procrastinación es un agravio para la organización de tu vida. En vez de posponer las cosas, hazlas inmediatamente. Oblígate a hacer las cosas sin tener que esperar a acabarlas. Si pueden hacerse en 2 minutos o menos, hazlas enseguida mientras descompones tareas más grandes en partes más pequeñas para que sean manejables.
    • Pon un cronómetro de 15 minutos y trabaja como loco durante ese tiempo. No te distraigas, descanses ni pares por ninguna razón que no sea una emergencia durante ese tiempo. Luego, date un descanso cuando el tiempo haya cuminado. Probablemente continúes trabajando porque estarás encaminado en el proyecto que habías estado evitando.
    • Evita las distracciones, sean las que sean. Normalmente son Internet, el teléfono, dormir o incluso un buen libro. No importa lo que te distraiga, fija un periodo de tiempo en que trabajes sin ellos.
  7. Cuando te levantes, toma un buen desayuno, dúchate o lávate la cara, vístete y ponte los zapatos. Hazlo todas las cosas que harías a diario, tal como si fueras a trabajar. Esto cambiará tu perspectiva: si te preparas y te pones presentable para el mundo, te predispondrás para el éxito. Tendrás más confianza, porque sabrás que estarás preparado para cualquier cosa y serás más directo a la hora de terminar el trabajo y ser organizado. [1]
  8. Cada vez que tengas un pensamiento importante, recuerdes algo que no quieras olvidar o que te recuerden que tienes algo que hacer, escríbelo. Puedes hacerlo en tu agenda o en otra libreta que tengas contigo. Escribir los recados que piensas no solo los sacará de tu mente (y por tanto librará tu consciencia), sino que además los pondrás en un sitio que puedas revisar luego sin olvidarte.
  9. Si crees que no tienes tiempo y tu horario está lleno, podrías hacer cosas menos importantes a diario. ¿De verdad necesitas tomarte ese café con tu amigo hoy? ¿Qué hay de los planes de trabajar en tu tarea fuera de las horas laborales? Si haces demasiadas cosas a la vez, te sentirás desorganizado y es posible que te dé ansiedad. Cancela los planes cuando sea necesario a fin de darle a tu mente un poco más de espacio para pensar.
    • Aprende a delegar proyectos a otros. Si sabes que tienes que hacer las compras pero estás demasiado ocupado, reconsidera la idea y pídele a un miembro de la familia o a un amigo cercano que haga el recado por ti. Siempre que no pospongas tareas mayores o delegues cosas importantes para otros, delegar puede ser sano.
    • No accedas a todo lo que te pidan si sabes que no tienes tiempo para hacerlo. Tus amigos no te odiarán, tu jefe no pensará que eres perezoso y tu pareja entenderá que necesitas tu tiempo libre para hacer algún trabajo personal y organizarte. [2]
  10. Si recién sientes que has acabado una tarea cuando está “perfecta”, dejarás muchas tareas sin acabar que abarrotarán tu vida. De la misma manera, si esperas a empezar tareas hasta que estés en el estado de ánimo “perfecto”, estarás esperando durante mucho tiempo.
    • No pospongas más proyectos y sé consciente de cuándo un proyecto está terminado y puede dejarse. Cuando llegues al punto en el que es aceptable, confórmate y ve a la siguiente tarea.
    • Si tienes ciertos proyectos que no puedes perfeccionar, tómate un respiro y retómalos después de hacer otras tareas menores. Harás más en el mismo tiempo en vez de aburrirte y gastar el tiempo en esa tarea sin perfeccionar.
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Método 2
Método 2 de 3:

Organiza tu vida en casa y en el trabajo

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  1. Si tu casa no está organizada, probablemente no has destinado un lugar para tus cosas. En vez de abandonar las cosas en una habitación o zona, destina un sitio específico para todo en tu casa.
    • No dejes nada en tu mesilla, créale un espacio. Haz lo mismo para todo en tu casa para que así las cosas no estén por ahí sin un lugar específico.
    • Pon algo como una cesta o un estante pequeño cerca de la puerta donde puedas colocar las cosas que debas organizar cuando tengas más tiempo. Podría ser tu correo, las compras o cosas de casa y del trabajo.
  2. Elige un día a la semana en que tengas la mayor parte (o todo) del día libre. Luego, elige un área en tu vida que esté desorganizada y necesite arreglarse. Podrían ser las habitaciones en tu casa, tu coche o tu oficina. Luego tira lo innecesario que ocupe sitio en ese lugar.
    • Compra contenedores de almacenamiento, carpetas y cajas a fin de ayudar a mantener ese lugar organizado. Puedes comprar artículos diseñados para el almacenamiento en muchos centros comerciales o incluso puedes hacerlos tú mismo con vasos, cajas de zapatos y platos. Hazlos más atractivos con una capa de pintura o con tela.
    • Piensa en la última vez que usaste los artículos que vas a poner dentro. Si hace meses o años que no los usas, considera la posibilidad de tirarlos.
  3. Aunque creas necesitar todo, una casa desorganizada probablemente tenga cosas que no necesites. Ordena lo que normalmente está desordenado y pregúntate si te es útil. Si no lo has usado en mucho tiempo, no lo usas frecuentemente, no te gusta o no lo necesitas, deshazte de ello.
    • Separa tus emociones de las cosas que pongas ahí. Sí, tu tía te regaló ese adorno de porcelana, pero ¿lo quieres o lo necesitas de verdad? Elabora pasos para deshacerte de estas cosas y no te sientas como una mala persona por hacerlo.
    • Separa las cosas de las que te vas a deshacer en pilas como basura, donaciones, cosas para vender. Luego, procesa esa pila según sea necesario.
    • Organiza una venta de garaje para ganar algún dinero con las cosas que vas a tirar. Los artículos grandes como muebles o electrodomésticos pueden venderse en Internet en páginas como eBay o Craigslist, así que no tendrás que organizar un gran evento para ganar dinero. [3]
  4. No arruines el proceso de organizar tu vida adquiriendo cosas nuevas que no necesites. Lo que sí podrías hacer es comprar en ofertas. Evita las grandes ofertas, porque te harán comprar cosas que no necesitas o deseas simplemente porque no quieres dejar pasar la ganga.
    • Cuando compres algo, pregúntate dónde lo vas a poner: ¿tienes un sitio determinado donde puedas colocarlo permanentemente?
    • Cuando vayas a la tienda, ten una lista de las cosas que buscas. Luego, cuando busques las cosas, no te salgas de la lista. Volverás a casa solo con lo que necesitas en vez de lo que pensabas que necesitabas.
    • Considera el dinero que te ahorras evitando la oferta. Aunque sea una oferta, estarás gastando dinero en algo que quizá no necesites.
  5. Todo el mundo lo hace: toma un bolígrafo del cajón, escribe una nota y lo deja en la encimera. En vez de dejar las cosas donde te venga mejor, tómate un momento para ponerlas de nuevo en su sitio.
    • Si lo que vas a hacer dura menos de 2 minutos, hazlo enseguida. Hacerlo te permitirá tener la casa organizada y te dará menos que hacer luego.
    • Si hay varias cosas fuera de su sitio en la misma zona, tómate un momento para ponerlas en su lugar. Esto evitará que la lista de tareas se haga más grande y más difícil de cumplir.
  6. ¿Cuántas veces tu casa ha estado desordenada porque has pospuesto la limpieza? Aunque esto está relacionado con la procrastinación, puedes hacer una lista de tareas para limpiar y organizar que sea más manejable poniendo tareas más pequeñas. Elige solo una cosa (por ejemplo, limpiar el polvo) y fija una hora y un día en concreto para hacerlo. Si lo haces con todas tus tareas, tu espacio estará siempre listo sin tener que estar limpiándolo durante varias horas seguidas. [4]
  7. ¿Tienes cajas o cajones llenos de artículos misteriosos y perdidos de tu memoria? Saca tu rotuladora (o usa un rotulador) y etiqueta todo lo que tienes. Junta los artículos similares para que el proceso de etiquetado sea un poco más fácil.
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Método 3
Método 3 de 3:

Organiza tus días

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  1. Piensa en 5 aspectos que quieras que sean prioritarios en tu vida, tales como estudiar, hacer ejercicio, comer sano, relajarte, trabajar, dormir, etc.
  2. Enumera verticalmente todos los próximos días del mes en una página. En la parte superior, pon las 5 cosas en las que quieras que tus días se dividan.
  3. Ya sea que quieras hacer 30 minutos o 1 hora completa de ejercicio todos los días. Ponlo sobre cada uno.
  4. Prémiate con el placer de tachar algo cuando hayas logrado tu objetivo.
  5. Por ejemplo, si marcas 100 casillas, entonces di: "Iré al cine con todos mis amigos".
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Consejos

  • Permite que las ideas fluyan. No te obsesiones con ellas, ya que pueden volver en cualquier momento.
  • Escucha música, la que sea, para relajarte y permitirte crear un estado mental que te permita centrarte en lo que importa.
  • Separar las tareas en grupos similares puede ayudar. Todas las tareas de trabajo en una lista, todas las cosas de tu pasatiempo en otra.
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Advertencias

  • No intentes hacer varias tareas a la vez. Elige una, hazla hasta que termines y elimínala de la lista. Si no, seguirás teniendo muchísimas tareas pendientes y solo verás progresos pequeños, pero que no las completarás y te desanimarás: es un círculo vicioso.
  • Pensar en hacer las tareas de la lista no es lo mismo que hacer las tareas de la lista. Si te pones a pensar qué hay que hacer, no lo harás y estarás cansado de pensar. Prueba nuestro consejo de los 15 minutos que hemos mencionado anteriormente.
  • ¡No seas demasiado organizado! ¡La vida no debe estar perfectamente planeada! ¡Deja algunas cosas a la suerte! Por ejemplo, si vas a cenar con tus padres, no planifiques lo que comerás o a dónde irán. Si planificas todo, tus buenos momentos familiares serán algo totalmente mecánico. Sin embargo, esta no es una excusa para no ser organizado. Organízate pero deja que algunas cosas sigan su curso.
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