¿Qué amigo/a soy?

Sin importar qué tipo de amigo/a seas, ¡eres invaluable para tu grupo de amigos! Consulta estos consejos sobre ser un/ buen/a amigo/a sin importar tu niche especial entre tus amistades.

Los buenos amigos se apoyan los unos a los otros. La amistad consiste en echar una mano cuando sea necesario, ¿verdad? Cuando estés en aprietos y necesites un favor, ¡un buen amigo estará allí! No podrá solucionar todos tus problemas, pero intentará ofrecerte ayuda y apoyo lo más que pueda. Ya sea que necesites palabras de aliento antes de una gran presentación o que te lleve a tu cita con el médico, un buen amigo te lo dará.

Se hacen sentir bien mutuamente. Después de todo, solo es natural sentirse bien cuando estás cerca de un amigo, cierto? Los verdaderos amigos dicen y hacen cosas para hacerse mutuamente felices, ya sea que eso signifique halagarse, felicitarse por sus logros o simplemente mostrar gratitud por los demás y por la amistad. Por ejemplo, un buen amigo diría rápidamente “Guau, ¡me encanta tu atuendo hoy!” o “Guau, ¡tienes mucho talento! Me encanta ese dibujo” y halagarte. Por lo general, ¡los amigos no tienen miedo de decirse lo geniales que son!

Los amigos se aceptan tal y como son. En los grupos de amigos, ¡existen muchas personalidades distintas! Todos tienen sus propios gustos, aversiones e intereses, y no siempre les gustan las mismas cosas. Por supuesto, probablemente tus amigos y tú tengan al menos algunas cosas en común, pero quizás también haya algunas cosas de tu interés exclusivo mas no de ellos.

No obstante, los verdaderos amigos aceptan esas diferencias. No ignoran, se burlan o te juzgan por querer cosas distintas. Más bien, te alentarán a contarles las cosas que te agradan porque saben que son importantes para ti y, cuando necesites salir y hacer lo tuyo por un momento, ¡te comprenderán y te apoyarán! ¡Los buenos amigos disfrutan de sus similitudes y celebran sus diferencias!

Se escuchan mutuamente. ¿Tuviste un mal día y necesitas desahogarte? Un buen amigo te escuchará activamente y te ofrecerá un hombro sobre el cual llorar si lo necesitas. De cualquier forma, no te ignoran ni se distraen cuando hablas; están genuinamente interesados en escuchar lo que tienes que decir y, por lo general, les encantará ser una caja de resonancia cuando quieras hablar de algo.

Son confiables. Cuando le dices algo en privado a un buen amigo y le pides que no lo comparta, ¡no lo hará! Los verdaderos amigos son confiables, leales y no te juzgarán; te escucharán cuando tengas algo que decir y sabrán como guardar tus secretos en lugar de contárselos a los demás. En otras palabras, no traicionarán tu confianza.

Respetan los límites. Los desacuerdos pueden producirse en las amistades; solo es natural. Podrías decir o hacer algo para molestar a tu amigo, o viceversa. No obstante, un buen amigo te dirá si haces algo para herir sus sentimientos en lugar de reprimirlo, y si te ha lastimado, se disculpará y se asegurará de mantener ese límite en el futuro. Por ejemplo, si le dices a un buen amigo “En verdad, no quiero hablar sobre mi última relación, me molesta”, te respetará y evitará tocar el tema en el futuro.

¡También es importante recordar que cada aspecto de la amistad es bidireccional! No debe suceder que uno de ustedes siempre es respetuoso, confiable, comprensivo, etc.; depende de ambos ser los mejores amigos posibles.