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Si ves a alguien que sufre hostigamiento, acoso o discriminación, seguramente sepas que está mal, pero no sepas cómo intervenir y apoyar a la víctima. Defender a alguien puede parecer atemorizante, y muchas personas son reacias a intervenir, pero comprende que una voz puede hacer la diferencia. Puedes intervenir en una situación si le hablas a la víctima y difundes la confrontación, y la apoyas después del incidente. También puedes tomar medidas para prevenir el acoso y hostigamiento en tu escuela o comunidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Evitar el acoso y el hostigamiento

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  1. Pon un fin a todas las conversaciones que humillen a las personas o los cotilleos. No es necesario que seas amigo de la persona de la cual se dice cosas desagradables, pero es importante que le digas a la persona que habla mal de otros que no lo haga, por más que no sientas agrado por quien es blanco de sus palabras.
    • Puedes defender a la persona de la que se habla mal. Por ejemplo, si alguien dice "Odio a Laura. Es muy fea", puedes responder "Eso es cruel. No hables así de las personas. Creo que Laura es bonita".
    • Dile a la persona que deje de hablar de los demás de esa forma. Puedes decir "No creo que sea correcto burlarte de él de esa forma. Por favor, detente". Si continúa, aléjate de la conversación.
    • Quizás ocurra algo en la vida del acosador que haga que se comporte así con los demás. En ocasiones, las personas actúan mal porque sufren estrés o experimentan otros problemas en casa. También podrían haber sido víctimas de acoso o abuso. Estas personas podrían necesitar apoyo adicional para abordar estos problemas, como consejería de salud mental. Esfuérzate por consultar sutilmente por estas posibilidades. Ofrece orientación de apoyo para animar a la persona a buscar ayuda a través de un profesional calificado.
  2. Enséñales a los demás a defenderse de los bravucones o acosadores, y defender lo que es correcto. Busca recursos antiacoso o antidiscriminación apropiados para tu audiencia, infórmate y comparte lo aprendido.
    • Busca recursos que apoyen una causa en la que creas y que sea valiosa para tu audiencia. Por ejemplo, quizás quieras aprender acerca del acoso para crear consciencia en tu escuela secundaria o desees aprender sobre los crímenes de odio contra una población minoritaria para crear consciencia en tu comunidad. Las personas serán más receptivas a tu campaña si se trata de algo con lo que puedan conectarse.
    • Asiste a la comunidad local, el lugar de trabajo o las escuelas con el establecimiento de un sistema de denuncias para que a las víctimas les resulte más fácil buscar ayuda. Las comunidades, los lugares de trabajo y las escuelas pueden utilizar estos procedimientos para identificar formas fáciles y prácticas para que las víctimas denuncien el acoso u hostigamiento. También pueden utilizar estas denuncias para llevar un registro de las tendencias de acoso u hostigamiento con el paso del tiempo para poder desarrollar mejores procedimientos de prevención.
    • Si estás en la escuela, puedes crear un grupo antiacoso o hablar con el líder de la escuela sobre las cosas que se podrían hacer para prevenir el acoso en la institución educativa. [1]
  3. Si estás en línea y ves que algunas personas hablan mal de alguien o le envían mensajes ofensivos, denuncia sus cuentas. Las redes sociales generalmente ofrecen la posibilidad de denunciar a las personas por comportamiento abusivo, y el ciberacoso se considera un comportamiento abusivo por la mayoría de los términos de servicios de todas las páginas web.
    • Recuérdales a las personas que piensen antes de publicar. Una vez que publicas algo, estará fuera de tus manos y en internet por siempre. Si tu amigo quiere publicar algo cruel sobre un compañero de clases, puedes decir "¿Realmente quieres publicar eso? Podría enterarse fácilmente, y te hará quedar muy mal". [2]
    • Trata a las personas en internet de la misma forma en que las tratarías en la vida real. Si no tienes nada lindo para decir, no digas nada, o comparte una opinión distinta con respeto.
    • Evita el uso de las páginas web que te permitan ser anónimo. Las personas a menudo se aprovechan de las características de anonimato en una página web para hostigar a los demás.
    • Si eres un niño o adolescente, permite que tus padres accedan a tus contraseñas y cuentas en las redes sociales. Pueden ayudarte si tienes algún problema en línea. [3]
  4. Esfuérzate por aprender más de personas de distintas razas, culturas, religiones u orientaciones sexuales que las tuyas. Cuanto más aprendas de la vida de alguien, mayores serán las probabilidades de que sientas empatía por él y su situación. Promueve una cultura de empatía entre las personas de tu vida. Saber más sobre la historia de otra persona puede ayudarte a prevenir el acoso y ayudar a los demás a defenderse del hostigamiento. [4]
    • Puedes hacerte amigo de compañeros de clase o de trabajo que tengan diferentes antecedentes. Una vez que los conozcas mejor, quizás descubras que tienen muchas cosas en común.
    • Ofrécete como voluntario en una causa que apoye a personas que se encuentren en circunstancias diferentes a las tuyas. Puedes ser voluntario en un refugio para indigentes, preparar un apartamento para una familia de refugiados o trabajar con tu comunidad de fe para crear una hermandad con otros grupos de fe.
    • Lee libros sobre personas o escritos por personas que tengan antecedentes distintos a los tuyos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hablar por alguien más

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  1. No esperes hasta que la víctima del acoso hable y te pida ayuda. Quizás se sienta amenazada para poder decir algo. Asume el control de la situación y habla por ella en primer lugar. Quizás se sienta aliviada por no tener que hacerlo.
    • Comprende que las víctimas en una situación de confrontación pueden estancarse en una respuesta al trauma psicológico y "congelarse", una reacción común al estrés extremo. Pueden sentirse paralizadas por el miedo e incapaces de responder de forma efectiva, por lo que es importante que un transeúnte intervenga. [5]
    • Si sientes que hablar puede ser difícil, no eres el único. Esto puede ser complicado para muchas personas. Pero a veces, cuando una persona habla, más personas comienzan a intervenir. [6]
    • Ten en cuenta que puedes ayudar a distender algunas situaciones por la relación real o percibida con el acosador. Si compartes la raza, el sexo o la cultura con el acosador, este último podría estar más dispuesto a escucharte porque sentirá que tiene algo en común contigo. Si conoces al acosador, es probable que puedas intervenir con más éxito debido a tu capacidad de hacer que se haga responsable.
  2. Cuando notes que un acosador hostiga a su víctima, interrúmpelo al ignorarlo y dirigirte directamente a la víctima. Evalúa la situación por completo por cuestiones de seguridad antes de intervenir. Si sientes que es seguro, puedes ponerte físicamente entre la víctima y el acosador para hablar con la víctima. Esfuérzate por alejarla del acosador lo más rápido posible. De lo contrario, acércate a la víctima tanto como puedas. Comenzar una conversación con ella le dará el poder de decidir si quiere que intervengas o no. [7]
    • Al evaluar la situación, busca posibles armas. Determina si el perpetrador lanza amenazas físicas, si la víctima está herida o si hay un posible hostigamiento o acoso sexual. En cualquiera de estos casos, llama a la policía y al servicio de emergencias médicas de inmediato.
    • Puedes hacerlo ya sea que conozcas a la persona o no. La víctima posiblemente esté dispuesta a seguirte la corriente. Puedes decir "Oye, ¡te he buscado por todos lados!" u "Oh, mi Dios, ¿cómo estás? No te he visto en años".
  3. En muchos casos, enfrentarlo de forma directa quizás no sea la mejor idea, en especial si te preocupa que pueda agredirte físicamente. Podrías terminar siendo su próximo objetivo. Sin embargo, manteniendo una distancia segura, es recomendable hacer contacto directo con el acosador. Sé firme en tus acciones. Puedes hacerlo sin hablarle. Esto te ayudará a ganar el control sobre la situación a medida que te acercas cuidadosamente a la víctima. Usar este enfoque también te permitirá tener una descripción detallada del acosador si tienes que denunciar el incidente ante la policía más tarde. [8]
    • Sin embargo, si te sientes seguro de que la situación no empeorará y que no serás su objetivo, puedes abordarlo directamente si te sientes cómodo. Los acosadores a menudo se preocupan por ser populares y poderosos, y llamarles la atención podría quitarles su poder. [9]
    • Puedes intervenir y decir "¡Déjalo en paz! ¡Aléjate de inmediato!". Sé firme, habla fuerte y defiende tu posición. Quizás no te sientas valiente, pero puedes fingir que lo eres. [10]
  4. Encuentra a alguien de autoridad que pueda ayudarte a lidiar con el problema. Puede ser tu supervisor, la policía o alguien que tenga más poder que ti y que sea capaz de resolver el problema. [11]
    • Llama al servicio de emergencias de inmediato si sientes que la situación es peligrosa.
    • Dile a un adulto. Si eres un niño o adolescente, busca a un adulto de confianza para lidiar con la situación en que una persona es acosada o maltratada. Los adultos a menudo pueden usar su poder de lidiar con el asunto sin que el acosador sepa lo que ha ocurrido. [12]
    • Si no encuentras a una persona en una posición de poder que te ayude, reúne a otros testigos que te ayuden a intervenir y detener el acoso. La unión hace la fuerza.
  5. Si notas una situación de acoso, hostigamiento o discriminación, no te quedes callado. Dile a alguien y concientiza, por más que no te afecte directamente a ti o no hayas estado cerca del hecho cuando haya ocurrido. No decir nada solo empeora las cosas para todos. [13]
    • Dile a alguien en una posición de autoridad cuando notes que ocurre el hostigamiento o acoso. Por ejemplo, si eres estudiante en una escuela, puedes hacerle saber a un profesor que un niño suele ser acosado en un área de la escuela donde no hay mucha supervisión del personal. Si eres testigo de una situación de acoso en la sala de descanso en el trabajo, puedes hablar con tu supervisor o representante del Departamento de Recursos Humanos para que otros testigos estén allí.
    • Si sientes muchos nervios para hablar en persona, puedes hacerlo de forma anónima. Algunas compañías tienen medios para denunciar anónimamente las irregularidades de los empleados (denuncia de irregularidades), las escuelas podrían tener medios para denunciar problemas de forma anónima y muchas comunidades tienen líneas donde puedes comunicarte con la policía de forma anónima para denunciar el problema.
    • Si sientes que hablar puede ser difícil, no eres el único. Esto puede ser complicado para muchas personas. Pero a menudo, cuando una persona habla, más y más personas se unen. En ocasiones, solo se necesita una persona para combatir la injusticia, y luego más personas se sentirán valientes para dar un paso al frente. [14]
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Método 3
Método 3 de 3:

Apoyar a la víctima

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  1. En ocasiones, las víctimas del acoso quieren defenderse del acosador, pero no saben cómo o tienen miedo de hacerlo por cuenta propia. Ofrece tu apoyo y pregunta si quiere que la ayudes a defenderse.
    • Pregúntale cómo puedes ayudarla a defenderse del acoso. Por ejemplo, puedes decir "¿Quieres que nos veamos después de clases para enfrentarla juntos antes del almuerzo?" o "Puedo acompañarte a hablar con el supervisor si lo deseas. Te apoyaré y seré tu testigo":
    • No te sorprendas si rechaza tu ofrecimiento. A algunas personas no les gusta recibir ayuda de los demás para detener el acoso. Si te dice que no, puedes decir "Está bien, pero, si cambias de opinión, te ayudaré", y cumple tu palabra. [15]
  2. Si la víctima se acerca a ti para que la apoyes, créele y escucha su historia. Averigua cómo puedes ayudarla si lo necesita.
    • Es importante creerle a la víctima por más que no hayas presenciado el hecho. No la critiques y apóyala cuando hable. Poner en duda su historia podría hacer que se sienta más victimizada y se cierre.
    • Escúchala con empatía mientras comparte su historia. Por ejemplo, puedes decir "Lo que te ha ocurrido suena horrible. Suenas muy disgustado. ¿Qué puedo hacer para ayudarte?".
  3. La víctima podría estar demasiado perturbada como para buscar recursos útiles por cuenta propia, así que toma la iniciativa y ofrécele algunos. Ofrécele tu ayuda de cualquier forma que puedas y te resulte cómoda. [16]
    • Si ves que alguien molesta a una persona en la calle, puedes ayudar a esta última a llegar a su casa a salvo.
    • Puedes llamar a la policía en nombre de la víctima y quedarte con ella mientras completa la denuncia policial. Dales a la víctima y a la policía tu información de contacto para poder ser testigo en cualquier procedimiento legal.
    • Puedes ayudarla a ponerse en contacto con apoyo legal y recursos antiacoso que pueda necesitar.
  4. Es posible que quiera desquitar sus sentimientos sobre ti después del incidente. No lo tomes personal. Quizás sienta que eres una persona "segura" para expresar su ira.
    • Podría decirte algo así como "Desearía que no hubieses intervenido. ¡Puedo cuidarme a mí mismo!". Puedes responder: "Lo siento. Desde mi perspectiva, la situación parecía un acoso. No volveré a intervenir a menos que me lo pidas".
    • La víctima podría llorar, expresar ira o estar conmocionada. Está bien que te sientes con ella y simplemente estés presente; no es necesario que encuentres palabras mágicas para decirle.
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