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Eructar ruidosamente puede ser una manera de anunciar tu presencia. Puedes impresionar a tus amigos y molestar a tus enemigos al dejar salir un eructo largo y estruendoso. Ya sea que uses una gaseosa o que tragues aire intencionalmente, puedes crear una gran burbuja en tu estómago para luego dejarla salir a manera de eructo ruidoso.

Método 1
Método 1 de 2:

Beber una gaseosa

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  1. Una lata de gaseosa abierta recientemente proveerá la mayor efervescencia. Para eructar ruidosamente tendrás que tomar la bebida lo más rápido posible. Escoge una bebida que te agrade, así no tendrás problemas para tomarla rápidamente. Ten cuidado de que no sea demasiado dulce, de lo contrario te puede provocar algún malestar estomacal.
    • Escoge una bebida que esté fría, pero no tanto que pueda lastimarte al beberla rápidamente.
    • Evita las bebidas que han perdido el gas y han estado abiertas por mucho tiempo.
  2. Mientras más efervescencia seas capaz de ingerir, más prolongado será el eructo que dejes salir. Toma sorbos grandes y consecutivos de la bebida y trata de terminarla en un solo intento.
    • No necesitas tomar grandes bocanadas, los sorbos más pequeños permitirán que entre más aire a medida que tragas.
    • Resiste la necesidad de dejar salir pequeños eructos a medida que bebes.
  3. Asegúrate de que toda la bebida esté en el fondo de tu estómago y de que hayan podido surgir las burbujas de gas. [1]
  4. Permite que haya un camino recto de tu estómago a tu boca extendiendo tus hombros hacia arriba y estirando la espalda. Debes permitir que el gas viaje lo más fluidamente posible desde tu estómago para producir un eructo más ruidoso.
  5. Deja salir todo el gas acumulado al mismo tiempo. El sonido del eructo reflejará la cantidad de aire que estás expulsando de tu estómago.
    • Abre la boca.
    • Aprieta los músculos de tu estómago como cuando sientes ganas de vomitar.
    • Deja salir el aire de tu estómago.
  6. Amplifica el eructo empujando el aire más rápido hacia afuera. Usa los músculos abdominales y estomacales para apretar tu estómago a fin de expulsar un volumen mayor de aire.
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Método 2
Método 2 de 2:

Tragar aire

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  1. Para tragar aire, debes reproducir los movimientos que te permiten tragar, pero sin comida. Piensa en la sensación que experimentas cuando tienes la boca llena.
  2. Reproduce los movimientos que haces al tragar, aunque no tengas comida en la boca. Cada vez que tragues atraerás más aire a tu boca. [2]
    • Lleva el aire que tienes en la boca a la parte posterior de la garganta.
    • Traga una bocanada de aire.
  3. Repite el proceso de tragar aire varias veces para hacer una burbuja en tu estómago. Mientras más aire seas capaz de llevar a tu estómago, más largo y más ruidoso será el eructo. [3]
  4. Aprieta los músculos abdominales para expulsar todo el aire reunido en tu estómago.
    • Prepárate para eructar metiendo todo el aire en una burbuja.
    • Aguanta el eructo por un momento para acumular la presión.
  5. Dale al aire una forma de escapar de tu estómago abriendo la boca. Una boca abierta permite que el aire resuene y cree un sonido más potente.
  6. Contrae los músculos del estómago y del diafragma para expulsar el aire de tu estómago y hacer que el eructo emerja. Mantén la garganta y la boca abierta para permitir que salga todo el aire posible.
    • Un eructo más prolongado generará sonidos más potentes.
    • Contrae los músculos del diafragma hacia el final del eructo para expulsar cualquier aire restante.
    • Mantén la boca abierta durante el eructo para que el sonido no se ahogue.
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Consejos

  • Saltar de arriba abajo después de beber gaseosa puede ayudar a agitar la bebida en tu estómago y hacer que se libere más gas. Ten cuidado de no sacudir demasiado el estómago lleno o quizás eructes más que gas.
  • Evita eructar intencionalmente cuando hayas comido una gran comida, puedes vomitar la comida junto con el eructo.
  • Inclina la cabeza hacia atrás al eructar para dejar salir el aire más fluidamente de tu estómago.
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Advertencias

  • Acumular intencionalmente el gas en el tracto digestivo puede conducir a un serio malestar abdominal o al reflujo gástrico. Sé cauto cuando eructes intencionalmente para evitar interrumpir las funciones naturales de tu cuerpo. [4]
  • Los eructos crónicos causado por tragar aire (intencional o no intencionalmente) pueden convertirse en una condición médica involuntaria llamada aerofagia. Limita tus eructos intencionales para no hacer un hábito de tragar aire. [5]
  • Esto puede a la larga ir debilitando el esfínter esofágico inferior causando pirosis o "acidez" (sucede cuando el ácido del estómago sube hacia el esófago causando una sensación de ardor característica). Si se cronifica, podría haber un importante riesgo de desarrollar hernia hiatal.
  • Procura evitar hacerlo en lugares muy concurridos, recuerda que eructar ruidosamente en muchas culturas está considerado como un acto de mala educación.
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