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La física es una materia difícil y causa problemas a muchos estudiantes. No obstante, puedes usar algunas buenas técnicas de estudio si tienes un examen de física en el futuro. Para empezar, es buena idea revisar el material de clase e identificar los conceptos que se van a evaluar. Luego, puedes resolver algunos problemas de práctica y ver más en detalle los temas que te resultan difíciles. Finalmente, crea un horario de estudio bien planeado para que no tengas que estudiar a última hora. Usa estas estrategias y no tendrás problemas para aprobar.

Método 1
Método 1 de 3:

Organizar el material para el examen

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  1. Si estás al día con el trabajo realizado en clases, será más sencillo identificar el material de cada unidad que se incluirá en el examen. Relee el contenido de las unidades que se van a evaluar. Presta atención a los conceptos que hayas resaltado, subrayado o desarrollado por bastante tiempo en clases. Generalmente, estos son buenos indicadores de lo que vendrá en una prueba. [1]
    • Por ejemplo, si la evaluación será de los capítulos 3 al 5, revisa el trabajo realizado en esos capítulos. Lee los apuntes que tomaste de las lecturas y las clases para identificar lo que debes saber de cada sección.
    • Si el profesor hizo que subrayen o marquen conceptos con un círculo en los apuntes, entonces es probable que estos se incluyan en la prueba. Presta atención a los elementos resaltados.
  2. De esta manera, crearás una lista completa de lo que debes saber para el examen. Conforme lees los apuntes, anota las ecuaciones, conceptos, vocabulario y fórmulas que necesitarás. Luego, usa la información para crear un plan de estudios. [2]
    • No te preocupes por organizar los conceptos o colocarlos en un orden específico todavía. Solo colócalos en una lista para poder ordenarlos más adelante.
    • Asimismo, escribe una descripción básica de cada concepto. Por ejemplo, no solo copies la fórmula de la velocidad; escribe cuándo se utiliza.
  3. Crea una guía de estudio con todos los conceptos clave. Una vez que identifiques todos los conceptos, organiza la información en una guía de estudio para la prueba. La idea es crear una lista completa pero concisa sobre todo lo que necesitas saber. Escribe cada concepto y algunos puntos clave sobre lo que debes estudiar para la evaluación. El formato de la guía depende del material para la prueba. [3]
    • Divide el material por temas para poder revisar la guía y saber lo que tienes que estudiar. Por ejemplo, dividir la hoja en fórmulas, símbolos y palabras clave es una buena distribución para un examen de física.
    • No trates de colocar todos los detalles de los conceptos en la guía. Solo coloca la palabra o frase y la información clave. Si necesitas más detalles, puedes hacer una búsqueda más específica mientras estudias.
    • Anota en qué parte del libro de texto o los apuntes se encuentra la información en caso de que necesites más detalles.
  4. Esta es una buena manera de hacerte una idea del tipo de pruebas que crea el profesor. Si has dado otras evaluaciones antes, revísalas para ver si hay un énfasis en conceptos específicos. Por ejemplo, tal vez tengan mucho énfasis en la resolución de problemas y menos en la teoría y el origen. Utiliza esta información para ajustar tu técnica de estudio al estilo de evaluación del profesor. [4]
    • Esto es muy importante si la prueba que vas a dar es un examen final acumulativo. En este caso, tendrás que saber el material pasado para aprobar la prueba.
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Método 2
Método 2 de 3:

Practicar el material

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  1. El trabajo en clase y las tareas son las mejores guías para encontrar el tipo de ejercicios que verás en el examen. Resuelve algunos problemas de práctica para cada categoría. Si no tienes dificultad con alguno de los temas, entonces no será necesario pasar mucho tiempo estudiándolo. Por otro lado, si alguna de las áreas te trae problemas, puedes concentrarte más en esta. [5]
    • Si hay muchos tipos de problemas, resuelve varios de cada categoría. No resuelvas solo uno, porque podría ser uno fácil.
    • Asegúrate de comprender cómo has obtenido la respuesta correcta. Si adivinas la respuesta correcta por casualidad, ten en cuenta que es muy probable que esto no funcione en la prueba. Cerciórate de entender los conceptos empleados para hallar la respuesta.
  2. Es posible que mientras resuelves problemas de práctica encuentres algunos que son más difíciles que otros. Esto te servirá como indicador de las áreas que requieren más atención. Por lo tanto, es buena idea revisar los conceptos tratados en estos problemas en particular. Averigua por qué te equivocas y cómo hallar la respuesta correcta. De esta manera, podrás trabajar en las áreas problemáticas poco a poco. [6]
    • Luego de revisar las dificultades de una categoría específica, intenta resolver más problemas de práctica. Si te parece más fácil esta vez, entonces tu esfuerzo valió la pena.
    • Si te atoras en un problema, intenta pedirle ayuda a tu profesor después de clases.
  3. La física, como las matemáticas, tiene una gran variedad de ecuaciones y fórmulas que se necesitan para resolver problemas. Es probable que la unidad que se va a evaluar tenga algunas nuevas, o situaciones nuevas donde debes emplear las ecuaciones aprendidas anteriormente. Estudia cada una de las fórmulas para el examen. Procura entender cuándo y cómo se aplican, y cómo reemplazar las variables con valores correctamente. Si aprendes bien cada fórmula, podrás usarlas para resolver problemas. [7]
    • Los profesores de física suelen sugerir no simplemente memorizar las fórmulas, porque así no se aprende nada. Es mejor tratar de entender los conceptos de cada una. Así será más sencillo resolver los problemas más difíciles.
  4. En la física se emplean muchas palabras clave que te ayudan a identificar qué fórmula debes usar y qué hay que hallar. Asegúrate de incluir estas palabras importantes en tu plan de estudios y de anotar su definición. Asimismo, incluye las palabras específicas de cada sección, así como las palabras más empleadas de las unidades pasadas, como “masa”. [8]
    • Algunas palabras clave pueden parecer similares, así que asegúrate de poder reconocer cada una. Por ejemplo, el peso no es lo mismo que la masa. Comprende las diferencias entre ambas para no cometer un error en la prueba.
    • Memoriza las situaciones que cada palabra clave representa. Por ejemplo, la flotabilidad se refiere a la capacidad de flotar de un objeto, así que puedes concluir que eso es lo que vas a calcular al ver esta palabra.
  5. La física emplea símbolos que representan cantidades y unidades. Si no sabes lo que significa cada símbolo, no podrás resolver la mayoría de los problemas del examen. Revisa las fórmulas de cada tema y fíjate qué símbolos debes conocer. Añádelos a la guía de estudios y aprende lo que significan para no confundirte. [9]
    • Por ejemplo, una Q se refiere al calor medido en julios o joules (J). Si no estudias los símbolos, no sabrás cómo resolver la ecuación.
    • Dependiendo de cuántos símbolos debes conocer, tal vez sea buena idea tener una lista separada solo con los símbolos. De esta manera, evitarás llenar demasiado la guía.
    • Presta mucha atención a las letras griegas y otros símbolos no latinos. Aprende a escribirlos correctamente para no confundirlos con otras letras.
  6. Si bien no debes apresurarte, los exámenes sí tienen un límite de tiempo, así que es bueno hacerte a la idea de cómo es resolver problemas bajo presión. Luego de estudiar un poco, usa un cronómetro mientras resuelves algunos problemas de práctica. Calcula cuánto tardas en promedio. Si eres un poco lento, practica hacerlo un poco más rápido para no quedarte sin tiempo el día de la evaluación. [10]
    • Pregúntale a tu profesor cuántos ejercicios habrá en el examen. De esta manera, podrás calcular cuánto tiempo tienes para resolver cada uno. Si el profesor dice que habrá 20 preguntas y tienes 1 hora de clase, entonces tienes 3 minutos para cada pregunta.
    • El día de la prueba, si te atoras en algún problema, es buena idea saltarlos y completar el resto del examen. Luego, puedes regresar a estos problemas iniciales para tratar de resolverlos.
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Método 3
Método 3 de 3:

Crear un horario de estudio

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  1. Es importante tener un buen ambiente para estudiar de manera efectiva. Elige un lugar donde no haya un televisor o radio ruidosos, o personas que te distraigan. Asegúrate de tener buena iluminación para evitar el cansancio visual. Una vez que encuentres un lugar adecuado para estudiar, conviértelo en tu área de estudio normal para que tu cerebro se acostumbre a que es momento de concentrarse. [11]
    • Si tu casa suele ser ruidosa y no tienes mucho espacio solo para ti, intenta estudiar en una biblioteca de tu localidad.
    • Algunas personas estudian mejor con un poco de ruido de fondo. Si es tu caso, puedes encender la radio en volumen bajo para que no te interrumpa.
  2. La mejor manera de estudiar efectivamente es hacer todo el trabajo requerido antes de que el profesor anuncie el examen. De esa forma, el tiempo de estudio será más un repaso que un momento para aprender cosas nuevas. Además, evitarás estresarte demasiado justo antes de la evaluación. [12]
    • Una buena estrategia es revisar todo el material de la lección por alrededor de una hora luego de la clase para repasar lo aprendido. De esta manera, podrás comprender mejor el material y no tendrás que estudiar tanto más adelante.
    • Si tienes dificultades con el trabajo de clase o las tareas a lo largo del semestre, pídele ayuda al profesor. Resolver los problemas con prontitud evitará que te estreses o entres en pánico justo antes de la prueba.
  3. Evita aglomerar demasiada información en pocas sesiones. Este método causa estrés y, además, hace que sea más difícil comprender la información. De ser posible, es mejor empezar a prepararte una semana antes de la evaluación. Crea un horario con el material dividido en partes pequeñas para cada día, y así evitarás abrumarte. [13]
    • Usa el primer día para revisar todo el material y crear la guía de estudio. Luego, divide el material en varias secciones que puedas estudiar cada día.
    • Si la prueba será un viernes, un buen horario de estudio sería empezar con la guía el lunes, revisar problemas el martes, memorizar los símbolos y el vocabulario el miércoles, y repasar toda la guía el jueves.
  4. Si estudias un poco cada día, no será necesario aprender todo justo el día antes de la evaluación. Solo tendrás que revisar el contenido de la guía de estudio. Intenta definir todos los conceptos clave y las fórmulas importantes para refrescar tu conocimiento. Si todo sale bien, recuerda que estudiaste lo mejor posible. Si todavía tienes dificultades en algún tema, vuelve a revisarlo para refrescar tu memoria. [14]
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Tips

  • Evita distraerte mientras estudias. Apaga la TV y encuentra un lugar tranquilo donde no te puedan interrumpir.

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