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Los muebles de mimbre natural deben ser cuidados y limpiados regularmente para mantener su forma y calidad. Al lavarse, el mimbre puede resistir la humedad solo hasta cierto punto antes de aflojarse o deformarse y favorecer la aparición de moho. Es importante lavar el mimbre correctamente para evitar este daño y mantener los muebles como nuevos.

Método 1
Método 1 de 3:

Lavar los muebles de mimbre

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  1. Usa un paño delicado y agua para limpiar suavemente todas las superficies de mimbre para eliminar el sucio y conservar el brillo.
    • Prueba a usar un jabón suave en el paño o la esponja para eliminar el sucio y las manchas más difíciles en el mimbre, pero después límpialo con agua.
    • También puedes añadir sal al agua como una forma no abrasiva de remover suavemente el sucio y las manchas. [1]
    • Añade una mezcla de una parte de vinagre blanco a tres partes de agua en el paño si necesitas eliminar el moho acumulado en el mimbre. [2]
  2. Retira cualquier cojín u otro material que no sea de mimbre y límpialo por separado.
    • Revisa si los cojines tienen una etiqueta con instrucciones de cuidado. Es posible que puedas meter todo el cojín, o una funda extraíble, en una lavadora.
    • En caso de dudas, opta por frotar suavemente la tela del cojín con un paño húmedo y una pequeña cantidad de jabón suave o un quitamanchas.
  3. Limpia los muebles de exterior con un paño o una esponja húmeda y jabón y luego enjuágalos con una manguera.
    • Nunca laves con manguera el mimbre de fibra de papel, ya que se dañará fácilmente con una gran cantidad de agua. El lavado debe hacerse principalmente en la caña natural o el mimbre sintético y siempre con cuidado. [3]
    • Si es posible, inclina el mueble dejando arriba cualquier área con un tejido de mimbre más apretado. De esta manera, el agua correrá hacia abajo hasta el tejido más suelto, donde podrá ser secado con mayor facilidad sin que la humedad quede atrapada dentro del entramado del mismo. [4]
    • Limpia a vapor los muebles de mimbre de exterior utilizando un vaporizador de mano si están muy sucios. Asegúrate de secar el mimbre inmediatamente con un secador de cabello o a pleno sol para evitar que el mimbre se deforme o se doble. [5]
  4. Asegúrate de que el mimbre esté completamente seco después de lavarlo y antes de volver a colocar los cojines o usar los muebles de nuevo.
    • Mantén los muebles en un lugar seco en el interior, en el exterior al sol en condiciones secas o utiliza un ventilador o un secador de cabello a una distancia prudente del mimbre para acelerar el proceso.
    • Mantén la forma del mimbre lo mejor posible. Evita sentarte o colocar cualquier objeto sobre el mueble antes de que esté completamente seco, ya que el mimbre puede adquirir una nueva forma cuando está mojado.
    • Espera varios días para que el mimbre se seque completamente.
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Método 2
Método 2 de 3:

Desempolvar y cepillar los muebles de mimbre

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  1. Utiliza un plumero de microfibra, un paño delicado o un plumero de plumas para eliminar el polvo o la suciedad que se haya acumulado en la superficie.
    • Prueba un plumero con pequeñas protuberancias, plumas o textura que te ayude a adentrarte en las pequeñas grietas del tejido de mimbre.
  2. Usa una aspiradora con un accesorio de cepillo en la manguera para eliminar cuidadosamente el polvo de encima y dentro del tejido del mimbre.
    • Asegúrate de que la aspiradora esté en un nivel de succión bajo para evitar daños y cepilla suavemente la superficie del mimbre.
    • Usa un par de pinzas o unos alicates de punta para eliminar trozos grandes de sucio u otros objetos atascados en el mimbre.
  3. Elimina el polvo y la suciedad existente entre el tejido del mimbre barriendo con un cepillo suavemente la superficie.
    • Prueba con una brocha o incluso un cepillo de dientes para llegar a las zonas más pequeñas y difíciles de alcanzar. [6]
    • Asegúrate de que cualquiera que sea el cepillo que uses, lo hagas suavemente para no dañar o desprender el mimbre.
    • Evita los estropajos o cualquier cepillo con cerdas duras, ya que pueden dañar el mimbre natural o eliminarle la laca, la pintura o la impermeabilidad del mimbre tratado.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuidar y mantener los muebles de mimbre

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  1. Aplícale agua a los muebles solo cuando sea estrictamente necesario, limitándote a desempolvar y aspirar con regularidad cuando haya presencia de polvo y suciedad.
    • Una limpieza más profunda con manguera solo deberá ser necesaria una vez al año, como mucho. [7]
    • Limpia los derrames y las manchas tan pronto como sea posible con un paño húmedo y jabón suave, ya que el mimbre absorberá cualquier líquido derramado. [8]
    • Usa la menor cantidad de agua posible cuando necesites usarla, ya que una mayor humedad solo dañará más el mimbre con el tiempo.
  2. Protege los muebles de los daños usando un barniz, laca o cera diseñada para el mimbre. Aplícala en una capa fina con una brocha o un paño o si es posible en forma de aerosol.
    • Prueba con aceite de linaza o aceite de limón como método natural para ayudar en la protección del mimbre y aumentar su brillo.
    • Utiliza una laca específicamente destinada a la impermeabilización si tienes la intención de empezar o continuar usando los muebles de mimbre en el exterior.
  3. Aplica una pequeña cantidad de pegamento para madera a cualquier lámina de mimbre que se vea rota o deshilachada.
    • También puedes recortar los trozos de mimbre que estén deshilachados, rotos o sobresaliendo con un par de tijeras para hacerlo lo más limpiamente posible. Evita jalar las piezas errantes.
    • Si el daño es más extenso, es posible que tengas que llevar los muebles a un profesional o reemplazarlos por completo.
  4. Evita la luz solar directa, la lluvia, la nieve o el viento fuerte en los muebles de mimbre de exterior siempre que sea posible.
    • Cubre o coloca los muebles de mimbre bajo un techo, una cubierta o una marquesina mientras no los usas. También puedes meter los muebles de mimbre al interior, si es posible, para ayudar a preservar su vida útil.
    • El mantenimiento de los muebles de interior también debe hacerse controlando la humedad lo mejor posible. Usa un humidificador en climas secos para evitar que el mimbre se reseque y se agriete y usa un deshumidificador o coloca los muebles en una habitación con buena circulación de aire si están en un ambiente muy húmedo. [9]
  5. Has terminado.
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