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Si al acariciarte la barba te parece como si estuvieras pasando la mano sobre un papel de lija, tal vez sea hora de tomar medidas para suavizarla. Mantener la barba suave es principalmente una cuestión de cuidarla de forma adecuada. Lávate la barba a menudo y recórtatela regularmente para evitar que las puntas abiertas se te vayan de las manos. Para acondicionar tu barba, empieza a utilizar un aceite o un bálsamo específico que te ayude a suavizar el pelo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Lavarte la barba adecuadamente

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  1. Tu barba necesita los mismos lavados (o incluso más) que el pelo de la cabeza. La barba tiende a acumular más restos de comida y líquidos, lo cual puede hacer que adquiera una textura más áspera. Por lo tanto, es aconsejable lavarse la barba 3 veces a la semana como mínimo para eliminar la suciedad y las partículas de comida. [1]
  2. Puedes utilizar el mismo champú para la cabeza y la barba. Sin embargo, ten en cuenta que cuanto más suave sea, mejor; ya que la piel de la cara es más sensible a los jabones agresivos que el cuero cabelludo. Enjabónate la barba cuando te laves el pelo y, después, enjuágatela con agua abundante. [2]
    • Busca un champú suave apto para pieles sensibles. También puedes encontrar champús específicos para barbas si lo prefieres. Otra opción es usar un jabón natural, como el jabón de Castilla.
    • En lugar de lavar solo la superficie de la barba, debes extender el champú por las raíces del pelo mediante un masaje. Desliza los dedos entre los bordes externos y, después, ve trabajando hacia abajo hasta llegar a las puntas de la barba.
  3. Para obtener más suavidad, considera la posibilidad de utilizar un producto para barbas que contenga acondicionador. También puedes usar un acondicionador por separado, pero asegúrate de que sea suave, ya que de lo contrario podría irritarte la piel. [3]
  4. Cuando salgas de la ducha, sécate la barba dándote toques suaves con una toalla. Utiliza un peine o un cepillo específico para desenredarte la barba y darle forma antes de dejar que se seque. [4]
    • Prueba a usar un cepillo de cerdas de jabalí, que puede ayudar a que el flujo sanguíneo llegue a los folículos y a distribuir la grasa uniformemente. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Recortarse la barba regularmente

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  1. Recortarse la barba una vez a la semana reduce la posibilidad de que aparezcan puntas abiertas, lo cual puede crear una textura áspera. Si tienes una barba muy detallada, tal vez tengas que recortártela con más frecuencia para mantener su forma o diseño. [6]
  2. Antes de recortarte la barba, asegúrate de que esté limpia. Sin embargo, no debes recortártela si aún está mojada. Después de lavarte la barba, deja que se seque antes de empezar a recortártela. [7]
  3. La maquinilla puede parecer la opción más sencilla, pero a la hora de recortar la barba es mejor usar unas tijeras. Las maquinillas son excesivas para recortar la barba, sobre todo porque normalmente la idea es redondear los bordes externos. Tira de las partes más rebeldes que veas y recórtalas con unas tijeras afiladas. Recorta un poco los bordes si quieres controlar el crecimiento y las puntas abiertas. [8]
  4. Aunque no debes usar la maquinilla para recortar la barba, puedes utilizarla para definir los bordes. Aféitate el cuello y las mejillas utilizando una maquinilla pequeña con cuchillas en forma de T, especialmente diseñada para perfilar la barba. Esta herramienta te permitirá crear bordes limpios y es más adecuada para definir detalles que las maquinillas comunes. [9]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Utilizar aceite para la barba

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  1. Puedes comprar mezclas de aceites especialmente formuladas para barbas, pero no es necesario en absoluto. También puedes comprar un aceite común, como el de jojoba, y utilizarlo sin mezclar con nada más. Sin embargo, las mezclas aportan distintos nutrientes, así que para conseguir un resultado óptimo, prueba a usar una mezcla de aceites para barbas.
    • Busca mezclas que incluyan aceite de jojoba, aceite de semillas de cáñamo, aceite de semillas de uva, aceite de coco y aceite de romero.
  2. Mójate la barba con agua templada y utiliza la humedad para eliminar la suciedad mediante un suave masaje. Échate un poco más de agua para enjuagarte. [10]
    • El agua templada es importante porque ayuda a abrir los poros.
  3. Échate una o dos gotas de aceite para barbas en la mano. Frótate las manos suavemente para extender el producto y, después, aplícatelo sobre la barba mediante un masaje. Trabaja el aceite con los dedos, asegurándote de extenderlo por todo el pelo hasta llegar a la piel. [11]
  4. Si quieres moldear tu barba de alguna forma particular, prueba a utilizar un bálsamo específico para peinártela. Estos bálsamos suelen contener los mismos aceites que las mezclas de aceites para barbas, pero además incluyen cera de abejas en su composición, sustancia que hidrata la barba además de fijar la forma deseada. [12]
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Consejos

  • Evita jugar con el pelo de la barba retorciéndolo o tirando de él. La tensión, así como la grasa de los dedos, puede irritar los folículos capilares, produciendo inflamación o pérdida de pelo.
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