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El papel de arroz es un papel fino y absorbente semiopaco. De por sí, no es el mejor fondo para un medio fresco como la acuarela porque, si está fresca, es muy delicada. Pegándola a una cartulina se convertirá en una superficie fuerte para la acuarela con la ventaja adicional de que, en el pegado, se crean muchas arrugas finas. Parece complicada esta excepcional pintura sobre papel de arroz, pero siguiendo algunos pasos sencillos, es fácil de hacer.

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    Consigue un trozo de cartulina. La cartulina blanca mate o ilustración es un peso ideal. Córtala al tamaño que quieres que sea la pieza de arte. 22,8 x 30,4 cm (9 x 12 pulgadas) o 27,9 x 35,5 cm (11 x 14 pulgadas) son buenos tamaños ya que caben en un marco de tamaño normal.
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    Compra una hoja lisa y blanca de papel de arroz en la tienda de artesanías. Corta un trozo que sea algo más grande que la tabla de soporte. No hay una cara correcta ni incorrecta del papel.
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    Aprieta pegamento blanco sobre la tabla. Usa un pedacito de cartulina para distribuirla por igual sobre toda la superficie de la tabla.
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    Rellena el papel de arroz en una pelota. Ábrelo y púlelo con los dedos.
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    Pega el papel a la tabla. Asegúrate de que lo hayas pegado bien, especialmente en los bordes.
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    Quita el exceso de papel y pégalo. O, si quieres, corta lo que sobresalga.
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    Sécalo con un secador de pelo.
  8. Una ensaladera o un plato llano van muy bien de plantilla.
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    Bosqueja suavemente la cantidad de espacio que ocupa la flor. Debe estar a punto de tocar el arco en lo alto y de extenderse hasta los bordes de la tabla en los costados.
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    Traza dos líneas para el tallo y, en lo alto, haz que se extienda en la flor.
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    Dibuja, a lo largo del tallo, dos o más hojas a ambos lados del tallo.
    • Empieza la hoja haciendo una vena de crecimiento central que sea una línea curva y, luego, encima y debajo de esta vena, dibuja la parte superior y la inferior de la hoja, manteniéndola curva y elegante.
    • Haz que el tallo se extienda un poco en el fondo para aguantar el peso de las flores grandes y, si lo deseas, dibuja una serie de raíces que se parezcan a unas ramas pequeñas que entran en la tierra.
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    Vuelve a la flor y, como la hortensia es una borla grande compuesta de flores diminutas, llena toda la zona que destinaste a la flor de formas pequeñas y redondas para representar las flores.
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    Haz un círculo pequeño en el centro de cada florcita y divide el círculo en cinco o seis pétalos diminutos.
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    Mantén los lados de la hortensia algo irregulares, metiéndolos dentro y fuera como una flor de verdad.
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    Pinta el dibujo colocando una paleta con pequeñas cantidades de acuarelas de tubo en rosa (carmesí alizarina o granza rosa), verde, azul, amarillo y marrón.
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    Elige pinceles redondos medianos y pequeños que tengan una punta afilada.
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    Pinta la pieza en el orden que quieras, pero aplica primero un color más claro y, gradualmente, añade tonos más oscuros. Si la pintura se extiende demasiado, úsala menos diluida.
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    Añade detalles como centros amarillos diminutos a cada florcita dentro del ramo de flores grandes. Traza líneas finas realzadas para el tallo, las venas de la hoja, las raíces y las ramas del tallo en la flor. Intenta mantener las líneas trazadas al mínimo, y hazlas con un pincel fino y pintura oscura. Esfuérzate por mantener las líneas libres y alegres.
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    Si lo deseas, adorna el interior del arco con florituras y píntalo con acuarela amarilla pardusca. Para dar el toque final, si quieres aplica pintura acrílica metálica dorada sobre el arco.
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