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Las cerezas son exquisitas. Ya sea para adornar un trago o para comerla, la cereza, dulce o ácida, es una fruta que puede usarse de muchas formas. ¡Escoger cerezas no es difícil! Solo es necesario revisarlas detenidamente para detectar imperfecciones, color inadecuado y para verificar que estén firmes. Una vez que las hayas escogido, deberás optar por la forma correcta de almacenarlas.

Método 1
Método 1 de 3:

Escoger las cerezas

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  1. Es necesario que definas el lugar a donde irás a comprar tus cerezas. Generalmente, las más frescas, se encuentran en los huertos de cerezas. Asimismo, puedes visitar el mercado agrícola de tu localidad. Si no es temporada, entonces no será posible conseguirlas de esta forma. De ser este el caso, deberás acudir al supermercado de la ciudad, donde normalmente encontrarás cerezas disponibles.
    • Si finalmente decides ir a un huerto de cerezas, recoge las que están en los árboles. Es fácil de hacer, solo sujeta la cereza con tu pulgar y tu dedo índice y arráncala del árbol con cuidado. [1] Luego, colócala en un envase.
  2. Generalmente, el estado de la cáscara refleja la frescura de una cereza. Busca aquellas de cáscara firme y brillante. Observa bien cada lote y asegúrate de que la fruta no tenga manchas. Tócalas para saber que tan blandas están. Deben estar firmes al tacto. [2]
    • Evita las cerezas demasiado blandas. Generalmente, esas cerezas no están frescas. Además, si presentan rugosidades cerca al tallo, a menudo es una señal de que no están tan frescas como deberían.
    • Esto también depende del tipo de cereza. Por ejemplo, las cerezas rainier no son tan firmes como las demás. Toma esto en cuenta cuando las revises.
  3. En primer lugar, debes fijarte si los tallos aún están unidos a las cerezas. Por lo general, las cerezas que conservan el tallo están más frescas que las que no lo tienen. Si ves que tienen tallo, revisa el color. Los tallos verdes y brillantes indican que las cerezas están frescas y en buen estado. [3]
  4. No será necesario que busques un tono de rojo en especial; deberás fijarte en la concentración total del rojo. Las cerezas de color más intenso serán más frescas que las de tono más claro.
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Método 2
Método 2 de 3:

Conservar las cerezas

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  1. A menos que las vayas a dejar secar, las cerezas tienen que estar en un sitio frío y oscuro. En ningún momento, debes dejarlas en un lugar expuestas directamente a la luz del sol. Esto hará que se encojan y se arruguen, lo que causará que pierdan su sabor.
  2. Las cerezas se conservan frescas a bajas temperaturas. Puedes mantenerlas a temperatura ambiente por lapsos de tiempo muy cortos. Para que se conserven frescas, debes refrigerarlas. Solo tienes que colocarlas en una bolsa de plástico con cierre hermético y ponerlas en el refrigerador. Se mantendrán frescas de 3 a 5 días o incluso hasta dos semanas.
    • Si guardas las cerezas a temperatura ambiente, entonces debes estar listo para consumirlas de inmediato. Solo se mantendrán en buen estado por 2 días. Asegúrate de lavarlas y secarlas antes de comerlas.
  3. Las cerezas pueden tomar el sabor de los otros productos que hay en tu refrigerador. Por lo tanto, si no quieres que tengan gusto a guiso o a ajo, entonces, ponlas en un sitio donde no hayan productos que tengan olor.
    • Para evitar esto, asegúrate de guardarlas en envases o bolsas herméticamente sellados. De esta manera, será más difícil que el olor de los demás productos de tu refrigerador penetre en las cerezas.
  4. Al congelarlas, podrás estar seguro de que mantendrán su sabor y frescura. Elige si quieres descarozarlas o no. No es necesario hacerlo, pero algunas personas así lo prefieren. Una vez que lo hayas decidido, solo deberás preparar todas las cosas que necesitarás. Saca una bandeja para horno, acomoda las cerezas en fila y en una sola capa, luego, colócalas en el congelador. Espera una hora, sácalas y ponlas en un par de bolsas. Antes de hacerlo, asegúrate de que estén totalmente firmes.
    • Cuando las coloques en bolsas, deberás asegurarte de sacar todo el aire que sea posible para evitar una quemadura por hielo. Las cerezas congeladas pueden almacenarse hasta por un año. [4]
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Método 3
Método 3 de 3:

Secar las cerezas

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  1. Fija la temperatura de tu horno en 70º C (160º F). Mientras preparas todo para secar las cerezas, el horno estará calentando. Esto tomará una hora aproximadamente.
  2. Lávalas minuciosamente con agua a temperatura ambiente. Una vez que estén completamente limpias, sécalas con papel toalla. [5]
  3. Luego, colócalas en una bandeja para horno. Asegúrate de dejar un pequeño espacio entre las cerezas. Debe haber una separación de alrededor de 1 cm (1/2 pulgada) entre cada una de ellas.
  4. Disminuye la temperatura del horno a 50º C (130º F). Es momento de ponerlas en el horno. Deja que se horneen durante 6 horas. Cuando estén listas tendrán aspecto de pasas. Entonces, colócalas en envases y ponlas en el congelador. [6]
    • También puedes dejarlas secar bajo el sol. Lo primero que debes hacer es sencillamente lavarlas, descarozarlas y secarlas, luego, ponlas en bandejas. Es el momento de colocarlas en un lugar bastante soleado de dos a cinco días. Posteriormente, quizá debas ponerlas al horno durante 30 minutos para eliminar cualquier bacteria. [7]
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Consejos

  • Si vas a recoger las cerezas del árbol, busca las de color caoba. Pruébalas para determinar si están maduras; saca una cereza directamente del árbol y fíjate si está lo suficientemente dulce. Las dulces tendrán el mismo tono y aspecto que aquella que te gustó al probarla. Después de un tiempo, reconocerás cuáles están maduras y listas para recolectar solo con verlas.
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Cosas que necesitarás

  • bolsa de plástico
  • refrigerador
  • bandeja o placa para horno
  • papel para hornear o papel manteca

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