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Usar un vaporizador de ropa portátil o independiente es una manera fantástica de eliminar las arrugas y los pliegues en las camisas con cuidado. No conseguirás la firmeza que brinda una plancha, pero no correrás el riesgo de chamuscar la tela. Llena el vaporizador con agua destilada y cuelga la camisa. Empieza con los elementos más estructurales y rígidos, incluida la tapeta, el cuello y los puños. Luego procede con el cuerpo y las mangas, soltando las fibras con el vaporizador y una presión suave contra la tela. Con algunas técnicas simples, podrás renovar las camisas de algodón y eliminar las arrugas en las blusas de chifón de seda delicadas como un profesional.

Método 1
Método 1 de 4:

Preparar la camisa y el vaporizador

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    Coloca la camisa en un gancho de ropa. Puedes usar un gacho acolchado con interior sólido para evitar que la camisa se resbale, pero uno de plástico también servirá. Cierra el botón superior de la camisa para evitar que se caiga del gancho. [1]
    • Si vas a usar el vaporizador en una blusa o una camisa sin botones, tan solo coloca la prenda en un gancho.
    • Si hay algún cierre en la prenda, como un botón en la parte posterior central del escote de una blusa, ciérralo para mantener la prenda en su lugar.
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    Cuelga la camisa en una percha. Si vas a usar un vaporizador independiente, cuelga la prenda en el soporte integrado. Si no tienes un soporte, puedes colgar el gancho en una percha en la puerta, un colgador de ropa con ruedas o un aro para cortina de ducha. El objetivo es mantener la camisa recta y por encima del suelo. [2]
    • Ten en cuenta que el vapor podría afectar la superficie detrás de ella. Solo cuélgala en superficies que puedan soportar el calor fuerte y la humedad. [3]
    • Por ejemplo, si no quieres exponer una puerta de madera a la humedad y el calor, elige otro lugar (como la puerta de vidrio de una ducha).
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    Llena el vaporizador con agua destilada o purificada hasta la línea de llenado. El agua de grifo contiene minerales que obstruirán el vaporizador y se acumularán en la ropa. [4] En su lugar, hierve una olla con agua de grifo y deja que se enfríe antes de agregarla al vaporizador. También puedes llenarlo con agua destilada preembotellada. Vierte el agua en la base de un vaporizador independiente o el recipiente de agua de uno portátil.
    • No llenes el vaporizador más allá de la línea de llenado, ya que podrías causar una explosión de agua caliente con vapor. [5]
    • Puedes agregar más agua una vez que uses el suministro.
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    Conecta y enciende el vaporizador para calentarlo por completo. Algunos empezarán a calentarse de inmediato, pero otros tendrán que encenderse luego de conectarlos. [6] Asegúrate de que el cabezal de vapor esté erguido cuando lo enciendas, para que la humedad no escape. En el caso de un vaporizador vertical, puedes colocar el cabezal en el soporte para la prenda mientras se calienta. Si vas a usar un vaporizador portátil, asegúrate de que esté erguido en su base.
    • Si vas a usar un accesorio de gancho o un cepillo, colócalo en la unión del cabezal antes de encenderlo.
    • Deja que el vaporizador se caliente por completo antes de usarlo. Espera hasta que veas que sale vapor. Por otro lado, si el aparato tiene un gatillo, podrías observar si hay una luz que te indique que está listo para usar.
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Método 2
Método 2 de 4:

Usar el vaporizador en la tapeta, el cuello y los puños

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    Sostén la base de la tapeta y tensa la tela. Para conseguir los mejores resultados, debes empezar con las partes estructurales rígidas. Primero céntrate en la tapeta (el lado izquierdo y el derecho en donde se encuentran los botones y los ojales). La camisa debe estar mayormente desabotonada y asegurada en un gancho, y debes jalar la parte inferior o el dobladillo de un lado de la tapeta para tensarla. [7]
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    Coloca el cabezal de vapor dentro de la tapeta con los botones. Con los agujeros de vapor apuntando hacia ti, haz que el cabezal entre en contacto con la tela en un lado de la tapeta. Sigue manteniendo tensa la parte inferior de la misma. [8]
    • Si vas a usar un accesorio de gancho, úsalo para mantener la tapeta plana sobre el cabezal.
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    Pasa el vaporizador por el interior de la tapeta con movimientos ascendentes y descendentes. Mantenla firme, presiona el cabezal del vaporizador con suavidad contra el interior de la tela y presiona el gatillo para liberar el vapor (si el vaporizador tiene este tipo de control). Mueve el cabezal con lentitud hacia arriba y hacia abajo en toda la longitud de la tapeta hasta eliminar los pliegues. [9]
    • Según la tela y lo arrugada que esté, es probable que tengas que pasar el vaporizador hacia arriba y hacia abajo en cada parte de la prenda de 2 a 8 veces para alisar la tela por completo.
    • Repite este proceso para el otro lado de la tapeta.
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    Desabotona los puños y mantenlos abiertos en sentido vertical para aplicarles el vapor. Dado que el vapor se mueve directamente hacia arriba, tendrás que colocar los puños en posición vertical, para que atrapen la mayor cantidad posible del mismo. Abre los botones de los puños y aplana estos últimos. Sostén cada uno en sentido vertical desde la parte superior. Mueve el cabezal hacia arriba y hacia abajo sobre los puños, de la parte delantera a la posterior, hasta que la tela se alise. [10]
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    Sostén la camisa desde uno de los puntos del cuello para aplicarle vapor. Retira la camisa del gancho para realizar este paso. Aplana el cuello y aprieta uno de sus puntos. Sostén la camisa de esta manera, dejando que la gravedad mantenga el cuello vertical. Ahora, tal como lo has hecho con la tapeta con los botones y los puños, pasa el vaporizador hacia arriba y hacia abajo por la tela del cuello un par de veces para así eliminar las arrugas. [11]
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Método 3
Método 3 de 4:

Eliminar los pliegues del cuerpo y las mangas de la camisa

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    Abotona la camisa por completo y colócala en el gancho. Luego de pasar el vaporizador por los elementos más rígidos, puedes continuar con el cuerpo. Vuelve a colocarla en el gancho y cierra todos los botones. Vuelve a colocarla en la percha con la parte delantera de la camisa apuntando hacia ti. [12]
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    Coloca el cabezal dentro de la prenda con los agujeros para el vapor apuntando hacia ti. Una vez que lo coloques en su interior, la gravedad mantendrá la camisa en su lugar y el vaporizador permanecerá en contacto con la tela a medida que lo muevas. Haz que el cabezal toque el interior de la parte delantera de la camisa, ya que primero vas a alisar dicha parte.
    • Si vas a aplicar el vapor desde el exterior, a veces la fuerza del mismo empujará la prenda, incluso si tratas de mantenerla tensa. Este es un truco que los profesionales usan para aplicarles vapor a las prendas con rapidez y eficacia. [13]
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    Pasa el cabezal hacia arriba y hacia abajo por el interior de la camisa. Mantén el cabezal en contacto con la tela y mueve el vaporizador hacia arriba y hacia abajo con movimientos verticales lentos y firmes en el interior de los paneles de la camisa. Sostén el dobladillo de la camisa para mantener la tela tensa y cambia la posición de la mano a medida que avances por el ancho de la prenda. [14]
    • Presiona el gatillo para liberar el vapor si el vaporizador portátil tiene uno.
    • Puedes volver a pasar por ciertas partes si no has eliminado todos los pliegues con las primeras pasadas. Podrías requerir de 2 a 8 pasadas para alisar la tela.
    • Incluso si tratas de aplicarle vapor a un punto determinado de la camisa, sigue moviendo el cabezal por encima y por debajo de dicha área a fin de que el vapor pueda penetrar la tela.
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    Dale la vuelta a la prenda en la percha para aplicarle vapor en la parte posterior. Debes seguir el mismo proceso que has usado para la parte delantera. Coloca el cabezal dentro de la camisa con los agujeros apuntando hacia ti y presionando suavemente contra la parte posterior de la prenda. Luego pásalo por la tela con movimientos verticales, yendo poco a poco de un lado a otro.
    • Para alisar el canesú (el panel superior que se extiende por la parte posterior de la camisa), primero aplica el vapor desde el interior. Si aún quedan algunas arrugas, guía el cabezal por el exterior del canesú con movimientos cortos hacia arriba y hacia abajo, pasando por todo el ancho del mismo, para así eliminar los pliegues de las áreas cosidas. [15]
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    Tensa cada una de las mangas para aplicarles vapor desde el exterior. Sujeta la manga desde el puño para evitar que se mueva mientras le aplicas vapor. [16] Primero mueve el vaporizador de arriba a abajo con lentitud por todo el lado posterior de la manga, con los agujeros para el vapor tocando la tela y apuntando hacia ti. Luego acerca el vaporizador a la parte delantera con los agujeros apuntado en dirección opuesta a la tuya a medida que avanzas por el lado delantero de la manga. [17]
    • Sostén la manga en un ángulo descendente de 45°, en lugar de mantenerla recta.
    • Asegúrate de que no haya arrugas en el área de la sisa, ya que podrías correr el riesgo de fijarlas en la manga. [18]
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    Deja que la camisa se enfríe y se seque por completo en el gancho. Antes de colocarte la camisa o regresarla al armario, deja que se enfríe y se seque por un mínimo de 5 minutos. Asegúrate de que se sienta fría y seca al tacto. Si está húmeda o caliente cuando te la pones o la guardas, podrías correr el riesgo de fijar las arrugas en la tela. [19]
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Método 4
Método 4 de 4:

Elegir un vaporizador de ropa

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    Elige uno portátil para usarlo en casa de vez en cuando. Algunos vaporizadores portátiles tienen un asa (como una tetera), mientras que otros se sostienen en el centro. Muchos tienen un gatillo para controlar la liberación del vapor. Uno bueno costará entre 30 y 60 dólares. [20] Como una plancha común, un vaporizador de ropa portátil puede guardarse de forma ordenada cuando no lo usen.
    • Busca uno con un cable eléctrico muy largo (o uno inalámbrico), para poder usarlo alrededor de la casa con facilidad.
    • La desventaja es que pueden ser muy voluminosos y pesados, en especial cuando los llenas con agua. Tu brazo podría cansarse si lo usas de forma seguida en muchas camisas.
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    Elige un vaporizador portátil transportable para usarlo en tu ropa durante los viajes. Estos vaporizadores son más pequeños y no tienen muchas campanas y silbatos (como los portátiles más grandes), pero ayudan a realizar el trabajo sobre la marcha. Consigue uno que se caliente con rapidez y contenga agua suficiente como para planchar a vapor una sola camisa por completo. [21]
    • Un cable eléctrico muy largo es una ventaja en estos vaporizadores. De esta forma, no tendrás que preocuparte por no poder conectarlo junto al lugar en el que has colgado la camisa en la habitación de un hotel.
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    Elige un vaporizador vertical para aplicar vapor a un volumen alto. Esta es la opción más profesional y conveniente si vas a planchar a vapor muchas prendas. Uno bueno puede costar $100 o más, e incluirá una varilla y un gancho para colgar la prenda. Asimismo, tendrá un cabezal de vapor de metal resistente y ligero. [22]
    • A diferencia de un vaporizador portátil, uno vertical contendrá más agua en un recipiente en la base. Esto significa que no tendrás que cargar el peso del agua a medida que le aplicas el vapor a la prenda.
    • Los vaporizadores verticales no suelen tener gatillos para controlar la proporción de vapor. Sin embargo, esto es muy útil para la aplicación de vapor de alto volumen, ya que no tendrás que mantener el dedo en el gatillo mientras lo usas.
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    Considera conseguir un accesorio de gancho para que la camisa quede firme. Si vas a usar un vaporizador vertical, agrega un accesorio de gancho especial que esté diseñado para las camisas de vestir. Puedes usar este tipo de gancho para mantener tensas las partes de la camisa frente al vaporizador, de modo que puedas alisar la tela con más rapidez y exactitud. [23]
    • Al igual que una pinza de ropa o un clip para bolsas, puedes usar el accesorio para apretar la camisa entre el gancho y el cabezal del vaporizador.
    • Los vaporizadores portátiles y verticales pueden incluir una variedad de accesorios para el cabezal, como cepillos que ayudarán a sujetar la tela mientras le aplicas el vapor. [24]
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Consejos

  • El planchado a vapor funciona con las prendas hechas de fibras y mezclas naturales. Puedes aplicarlo a la seda, la lana, el lino, el algodón y toda tela hecha con una mezcla de fibras naturales. Por ejemplo, una camisa hecha con una mezcla de poliéster y algodón responderá bien al planchado a vapor. [25]
  • No les apliques vapor a las prendas hechas de telas que pueden derretirse, como el plástico o el vinilo. Si no estás seguro, haz una prueba aplicando vapor en un área pequeña oculta para ver cómo responde la tela. [26]
  • Algunas telas intensificarán su color luego de aplicarles vapor, o podrías notar puntos húmedos pequeños luego de terminar. ¡No entres en pánico! Esto solo suele significar que las fibras están calientes o húmedas. Estas regresarán a su color original en unos minutos.
  • Algunas telas empezarán a alisarse luego de solo 1 o 2 pasadas del cabezal, mientras que otras telas y prendas requerirán más paciencia. Podrías tener que pasar el vaporizador sobre ciertas partes de 10 a 12 veces si están muy arrugadas. Dado que liberará calor y humedad, no correrás el riesgo de quemar la tela, tal como ocurriría con la placa metálica caliente de una plancha.
  • Si aplicas vapor desde el exterior de la camisa, haz que el cabezal la toque en un ángulo descendente de 45°. Esto evitará que el vapor escape y garantizará que la mayor parte toque la tela. [27]
  • Luego usa una plancha para presionar los pliegues marcados en los plisados de la camisa. [28]
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Advertencias

  • Cuando sostengas partes de la prenda para mantenerlas tensas, procura no pasar el cabezal más allá de tus dedos o manos, ya que podrías quemarte por accidente. Asimismo, ten en cuenta que algunos cabezales de metal pueden calentarse, así que procura no tocar esta parte.
  • Nunca le apliques vapor a la ropa mientras la tengas puesta. Además de ser poco eficaz, correrás el riesgo de sufrir quemaduras graves. [29]
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