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Si es tiempo de pintarte las uñas pero el frasco de tu esmalte favorito no se abre de ningún modo, no desesperes. Antes de que saques la sierra eléctrica o lo botes, aprende algunos métodos sencillos para abrir frascos de esmalte atascados. Es muy fácil abrir incluso los más resistentes, si sabes cómo hacerlo.
Pasos
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Enjuaga rápidamente con agua caliente. Este es un buen primer paso cuando tengas que abrir un frasco de esmalte atascado. Es posible que no abra todos los frascos, pero es fácil y rápido, así que si no funciona puedes probar otro método. Haz lo siguiente:
- Haz correr agua caliente del caño, lo ideal es que sea lo más caliente posible.
- Pon la tapa del frasco atascado bajo el agua por 30 segundos y gíralo lentamente. Trata de que no le caiga mucha agua al frasco.
- Seca la tapa con una toalla y trata de girarla. El calor del agua hará que la tapa se expanda y suavizará el esmalte seco, por lo que será más fácil retirarla.
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Remoja en agua caliente por más tiempo. Si remojar en agua caliente por poco tiempo no funciona, trata de hacerlo por un periodo más largo. Llena una taza de agua caliente, ponla en algún lugar donde no se vaya a derramar y usa un cronómetro. Sigue estos pasos: [1] X Fuente de investigación
- Coloca el frasco de cabeza de modo que la tapa (pero no el resto del frasco) quede sumergido en el agua. De ser necesario, puedes hacer que el frasco mantenga el equilibrio con la ayuda de dos palos de helado que atraviesen los bordes del vaso.
- Deja que el frasco remoje por cinco minutos.
- Retíralo, sécalo con una toalla y trata de girar la tapa para que salga.
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Utiliza gomas elásticas para poder agarrar mejor el frasco. A veces el problema no es que no giras la tapa con la fuerza suficiente, sino que no puedes agarrarla bien. Una manera para solucionar este problema es enroscar una goma elástica o dos alrededor de la tapa. Haz que las gomas queden lo más ajustadas que puedas. Para conseguirlo, podrías girarlas cada vez que las envuelvas alrededor de la tapa. La textura de goma creará más tracción entre tus manos y la tapa.
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Utiliza un quitaesmalte para ablandar la pintura seca. Si hay esmalte seco acumulado en la base de la tapa, puedes utilizar quitaesmalte para disolverlo y ablandarla. Haz lo siguiente:
- Remoja un hisopo en quitaesmalte (si no tienes, usa acetona pura).
- Voltea el frasco de cabeza. Con el hisopo, aplica el quitaesmalte en la ranura entre la tapa y el frasco.
- Dale un minuto o dos al quitaesmalte para disolver el esmalte, después trata de retirar la tapa. Repite el proceso cuantas veces sea necesario.
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En el caso de las botellas más atascadas, usa otras herramientas. Si aún tienes problemas para sacar la tapa, quizás tengas que utilizar algunos instrumentos para ayudarte a conseguir un agarre firme. Toma las precauciones necesarias en este paso, pues las herramientas de metal pesadas pueden romper el frasco fácilmente y hacer que se derrame si se utilizan con mucha fuerza. Hay muchas posibilidades, pero a continuación te mostramos algunas ideas:
- Usa un cascanueces para sostener la tapa y hazla girar.
- Aprieta la tapa entre las tenazas de una llave ajustable, después úsala como una palanca para hacer girar la tapa.
- Sostén la botella de cabeza y agarra la tapa con un tornillo de banco. Voltea la botella misma, pero asegúrate de retirarla tan pronto como sientas que la resistencia ceda para evitar que se derrame.
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Utiliza el quitaesmalte para que no se atasque en el futuro. Una vez que llegues a quitar la tapa, este truco puede evitarte problemas más adelante. Sigue los siguientes pasos: [2] X Fuente de investigación
- Pon la botella abierta frente a ti.
- Moja un pedazo de tisú con un poco de quitaesmalte. Frota con él la parte exterior del cuello del frasco delicadamente. Cuida de que no entre quitaesmalte en la botella.
- Frota con una parte seca del tisú para limpiar el esmalte disuelto. Repite el proceso hasta que las tiras que están en el cuello de la botella desaparezcan.
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No golpees la tapa contra una mesa. Esta es una táctica frecuente para abrir tapas grandes de metal atascadas en frascos de vidrio (como las de los frascos de encurtidos), pero es una mala idea en este caso. Por lo general, los esmaltes tienen tapas de plástico, así que no se deformarán del mismo modo que las de metal si las golpeas en una superficie dura. Si en realidad las golpeas lo suficientemente fuerte como para que cambie la forma de la tapa, cabe la posibilidad de que se rompa, lo que provocará que el esmalte se derrame.
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No fuerces la tapa para abrirla. Puede ser muy molesto encontrarse con un frasco que parece imposible de abrir, pero es una mala idea perder la paciencia. Por ejemplo, arrancar la tapa con pinzas es un desastre seguro, pues probablemente la romperás y harás que el líquido se derrame. Forzar la tapa para sacarla con un desarmador o cortarla con una herramienta afilada por lo general tendrá los mismos resultados. La regla general es que sacar la tapa de cualquier manera que no sea girarla como se debe hacer es muy arriesgado. [3] X Fuente de investigación
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No dejes abiertas tus botellas. Una vez que hayas sacado la tapa, sentirás la tentación de dejarla afuera (o un poco suelta) a fin de que no se atasque en el futuro. Esta es una mala idea. La tapa es crucial para que el esmalte no tenga contacto con el aire, pues si dejas que entre en el frasco, el líquido podría secarse y no servirá. Más bien, para evitar que se peguen, limpia el cuello del frasco con quitaesmalte y ciérralo con cierta fuerza.Anuncio
Consejos
- Si las gomas no son suficientes, agarra la tapa con un paño seco o una toalla para sostenerla mejor.
- Recuerda que para ajustar debes girar a la derecha y para soltar, a la izquierda. Esto es cierto incluso si estás girando el frasco de cabeza y tienes agarrada la tapa.
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Referencias
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