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Las rosas son plantas perennes valoradas por sus bellas flores compuestas de capas de pétalos delicados. La mejor forma de propagar rosas nuevas es sacar un esqueje de una planta establecida y cultivarlo para obtener un nuevo rosal. Cuando cultivas rosas a partir de un esqueje, cortas el tallo de una planta saludable y lo enraízas en un sustrato, de modo que se convierta en una planta independiente. Sin embargo, también es posible propagar las rosas mediante la división de una planta existente, pero es un poco más trabajoso que el uso de esquejes. Para realizar la propagación por división, debes desenterrar por completo un rosal, cortar el sistema radicular por la mitad y volver a plantar las mitades como rosales separados.

Método 1
Método 1 de 3:

Cultivar rosas a partir de esquejes

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  1. Plantar esquejes de tallo es la forma más popular de propagar las rosas. El momento perfecto para sacar y plantar esquejes es cuando el clima exterior es cálido pero no muy caliente. La época del año ideal para este procedimiento es a finales de la primavera o a inicios del verano.
    • También puedes cultivar rosas a partir de esquejes cuando hace frío, pero te tardarás más y las probabilidades de éxito serán menores. [1]
    • Si no tienes tu propio rosal para obtener un esqueje, pregúntale a un amigo o vecino si tienen uno que puedas usar.
    • También podrías encontrar rosales silvestres para propagar.
    • Otra alternativa es preguntar en el vivero o centro de jardinería de tu localidad si permiten que las personas tomen esquejes de sus plantas.
  2. Para propagar rosas con este método, debes escoger una planta de rosas saludable y cortar un tallo. Este proyecto requiere algunas herramientas de jardinería, corte y cultivo en macetas, como las siguientes:
    • una maceta limpia de 5 cm (2 pulgadas)
    • tierra para macetas
    • una herramienta de cortar esterilizada y afilada
    • hormona de enraizamiento
    • una bolsa de plástico transparente o un frasco de conserva
  3. Llena la maceta pequeña con tierra para macetas. Para obtener mejores resultados, sustituye un cuarto de la tierra con perlita, turba o vermiculita o una combinación de estos materiales. Esto mejorará la circulación de aire y el drenaje, lo que le dará al esqueje mayores probabilidades de echar raíces. [2] Si la tierra está seca, riégala y deja que se drene el exceso de agua para que la tierra esté uniformemente húmeda.
    • En vez de una maceta, también es posible usar un frasco de conserva pequeño o la mitad inferior de una bolsa de plástico grande (corta la parte superior).
  4. Elige una planta saludable y establecida para sacar un esqueje. El tallo debe provenir de la parte superior y lateral de la planta y debe tener al menos tres hojas. Lo ideal es un tallo que recién haya florecido. Busca uno joven, pero establecido y resistente, además de tener 15 cm (6 pulgadas) de largo.
    • Es mejor extraer esquejes de la parte superior y lateral de la planta debido a que se enraízan mejor que los esquejes provenientes de la parte del medio o inferior. [3]
    • No hay problema si el tallo elegido ya tiene brotes y flores, pero busca uno con flores que empiecen a marchitarse. Esto indica que el tallo recién ha florecido.
  5. La mejor herramienta para extraer el esqueje es un par de tijeras de podar afiladas o una navaja de afeitar. Corta el tallo de la planta en un ángulo de 45 grados, justo por debajo de uno de los nodos de hoja inferiores (donde la hoja se une con el tallo). [4]
    • La herramienta de cortar debe estar esterilizada para evitar propagar enfermedades.
    • Para esterilizar la herramienta de cortar, caliéntala con fuego hasta quedar al rojo vivo o hiérvela en agua por 30 minutos.
  6. Con la ayuda de la misma herramienta de cortar, corta las flores marchitas y los brotes recientes donde se unen con el tallo. Si han empezado a formarse escaramujos (frutos), también debes cortarlos. [5]
    • Corta las hojas que se encuentran en la mitad inferior del tallo. Deja dos o tres hojas de la parte de arriba para contribuir a la fotosíntesis.
  7. Herir el esqueje implica hacer aberturas en la base del tallo para estimular el crecimiento de raíces. Con la misma herramienta de cortar, haz aberturas de 2,5 cm (1 pulgada) en la corteza de la base del tallo.
    • Haz tres o cuatro aberturas en la corteza para darles a las raíces más lugares de dónde crecer. [6]
  8. Inserta 5 cm (2 pulgadas) de la parte inferior del esqueje de modo que las aberturas y la base del tallo estén cubiertas de la hormona. [7]
    • No es necesario aplicar la hormona de enraizamiento durante el corte y propagación del esqueje, pero esto aumenta las probabilidades de que el esqueje se desarrolle con éxito.
  9. Con la punta de tu dedo o un lápiz, haz un agujero de 5 cm (2 pulgadas) en la tierra para macetas en el centro de la maceta. Mete el extremo cortado del tallo en el agujero. Compacta la tierra que rodea el tallo con las manos para fijar la tierra en su lugar.
    • Riega la tierra de modo que quede bien húmeda. [8]
  10. Para esto, inserta dos palitos o alambres de 20 cm (8 pulgadas) en la tierra a cada lado del tallo para sostener el plástico. Cubre la maceta y el tallo con una bolsa de plástico transparente y fija la bolsa a la maceta con un elástico o una cuerda. Si usas un frasco de conserva, colócalo por encima del tallo.
    • Cubrir el tallo con plástico o vidrio te permitirá crear un invernadero en miniatura y la cubierta ayudará a atrapar el calor, la humedad y los rayos ultravioleta que necesita el tallo para echar raíces y crecer. [9]
  11. La planta necesitará mucha luz solar intensa todos los días. Pero para evitar que se sobrecaliente, colócala en un lugar iluminado que reciba abundante luz indirecta del sol, sobre todo al mediodía. [10]
    • El frasco de conserva o la bolsa de plástico permitirán mantener la tierra y el esqueje húmedos, pero no olvides agregar más agua cada vez que el esqueje o la tierra empiecen a secarse.
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Método 2
Método 2 de 3:

Dividir las plantas de rosas

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  1. La época ideal para dividir las plantas perennes es a inicios de la primavera o a finales del otoño. Estos son periodos en que las plantas se encuentran inactivas, De este modo, minimizarás el impacto que estas sufrirán y mejorarás el crecimiento de las raíces. [11]
    • También es importante dividir las plantas perennes durante los periodos de inactividad porque así te asegurarás de que no florezcan. Evita dividir los rosales durante su florecimiento.
    • La división de las rosas es un método menos popular que la propagación por esquejes debido a que es más difícil y requiere más tiempo. Dicha división implica arrancar de raíz una planta establecida, cortarla por la mitad y volver a plantar las mitades por separado.
  2. Para propagar las raíces por división, necesitas una planta de rosas saludable y establecida, además de ciertas herramientas y equipos de jardinería, como los siguientes:
    • un cuchillo esterilizado y afilado o una navaja de afeitar
    • una pala
    • un par de guantes de jardinero
    • dos baldes grandes
    • periódico mojado
    • una parcela de jardín preparada
    • tierra fértil
  3. Para asegurarte de que tus rosales divididos se desarrollen y produzcan flores saludables, elige una planta saludable y establecida que debe: [12]
    • tener muchas hojas;
    • tener hojas distribuidas de manera uniforme alrededor de la planta;
    • producir muchas flores.
  4. Para minimizar el impacto que sufrirá la planta antes de arrancarla y dividirla, riégala abundantemente. De este modo también soltarás la tierra que rodea las raíces para facilitar la extracción de la planta de la tierra sin dañar las raíces.
  5. Con la ayuda de la pala, empieza a cavar la tierra que rodea el rosal. Es necesario desenterrar la planta, pero debes evitar cavar en las raíces y dañarlas. Una vez que hayas despejado la zona que rodea la planta, quítale la tierra con tus manos y expón las raíces.
    • Una vez que las raíces queden expuestas y la zona que rodea la planta haya sido desenterrada, tira de la planta con cuidado para sacarla de la tierra.
  6. Coloca el rosal en el suelo o ponlo en una carretilla. Con la ayuda de un cuchillo o una sierra de podar esterilizada, divide la planta en dos mitades iguales cortando las raíces justo por el medio de la planta.
    • Para esterilizar tu herramienta de cortar, calienta el metal con fuego hasta quedar al rojo vivo o hiérvelo por 30 minutos en agua.
  7. Una vez dividida la planta, mete cada mitad en un balde y traslada los baldes a un lugar con sombra para protegerlos mientras preparas la parcela del jardín. Cubre las plantas con papel periódico mojado para mantenerlas húmedas.
    • Lo ideal es mantener un 50 % de humedad para conservar húmedas las plantas sin saturarlas. [13]
  8. En la zona donde sacaste el rosal original, sustituye la tierra que desenterraste con tierra fértil o materia orgánica para asegurarte de que haya muchos nutrientes en el arriate para las plantas nuevas. Mezcla la tierra nueva y espárcela alrededor del arriate usando las manos o una pala.
    • Una buena materia orgánica para añadir a la tierra es el compost maduro o estiércol.
  9. Cava dos agujeros en el arriate que has preparado a la misma profundidad de la planta original. Los agujeros deben estar a 60 cm (24 pulgadas) de distancia. Planta por separado los rosales en los agujeros y cubre las raíces con tierra. Compacta la tierra que rodea las raíces usando las manos.
    • Riega las plantas abundantemente.
    • Mantén los rosales húmedos durante el primer año que están estableciéndose. [14]
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantener tus rosas saludables

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  1. Las rosas necesitan de 6 a 8 horas de luz solar al día. Cuando busques un lugar para tus rosas, elige uno que reciba mucha luz directa del sol.
    • Si el clima es muy cálido, escoge un lugar que reciba luz indirecta del sol cuando está más fuerte, entre las 10 a. m. y las 4 p. m. Por ejemplo, puede ser cerca de un árbol que proporcione algo de sombra durante este periodo del día.
    • Si el clima es más frío, planta las rosas delante de una pared o cerca orientada hacia el sur o al oeste para darles a las rosas cierta protección adicional y calor reflejado. [15]
  2. Estas necesitan que las riegues a profundidad, sobre todo durante el primer año y durante los meses más calurosos. Dales riegos profundos dos veces por semana en verano para mantener la tierra constantemente húmeda.
    • La mejor forma de regar las rosas es con un sistema de irrigación por goteo o una manguera de irrigación que concentre el agua en la base y las raíces de la planta. Si mojas las flores o el follaje, esto puede generar problemas de hongos, pudrición y enfermedades. [16]
  3. Además de abundante agua y luz solar, las rosas necesitan recibir nutrientes de forma regular, sobre todo antes y durante los periodos de florecimiento. En primavera y verano (entre abril y julio), aplica los siguientes nutrientes una vez al mes:
    • fertilizante granulado 5-10-5 o 5-10-10 [17]
    • emulsiones de pescado
    • extracto de algas
    • estiércol o compost maduro
    • harina de alfalfa
  4. Las rosas crecerán bien si las podas de forma regular, puesto que la poda elimina los tallos, las flores y las hojas enfermas y aumenta la circulación por toda la planta. En primavera, usa tijeras podadoras para eliminar las flores marchitas, los tallos enfermos y las hojas viejas. [18]
    • Durante la primavera y el verano, sigue eliminando las hojas y las hojas muertas según lo necesario.
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