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Los conejos son mascotas muy populares y excelentes compañeros. Puedes encontrar conejos de diversos colores y tamaños; además, disfrutan de la interacción con el ser humano. Cuidar de ellos implica levantarlos y sostenerlos. Sin embargo, muchos conejos necesitan ayuda para sentirse a gusto en brazos de los humanos.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Levantar a un conejo

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  1. Antes de cargar a un conejo por primera vez es mejor que dejes que se acostumbre a ti. [1]
    • Ponte cómodo. Si su jaula o conejera está en el suelo, siéntate junto a ella. La estatura, a menudo, suele ser intimidante para los animales más pequeños, así que si te sientas y disminuyes la altura quizá le parezcas menos amenazante.
    • Evita apresurarte. Coloca tu mano junto a la jaula o conejera y anímalo a que te olfatee. Mantén tu mano allí por unos minutos, háblale en un tono cariñoso y reconfortante, tal como lo harías con una persona que pudiera estar asustada o incómoda.
    • Ofrécele un premio. Si el conejo no se muestra agresivo, toma un premio, como un trozo de lechuga o zanahoria e introduce tu mano en la jaula o conejera. No se lo impongas, sino que acerca tu mano lo suficiente como para que pueda olerlo. Un conejo amigable no tendrá problema en tomarlo de tu mano.
    • Comprende lo que es la timidez. Al igual que algunas personas, los conejos pueden ser extrovertidos o introvertidos. Si es un conejo tímido, eso no significa que sea agresivo o que no le agrades; solo que posiblemente tarde más tiempo en llegar a conocerte.
  2. Si le diste un premio a tu conejo y no se mostró agresivo ni temeroso, acarícialo. Hazlo con movimientos largos y lentos desde la parte más alta de la cabeza, a lo largo de la columna, hasta la parte superior de la cadera. Si el conejo se muestra amistoso, pero no se ha acercado hacia ti, enrosca tus dedos bajo tu mano para que parezca más pequeña y menos intimidatoria. Acaricia suavemente la parte superior de la cabeza del conejo y sus orejas con el dorso de tus manos o dedos.
    • Si el conejo parece amistoso, pero se ha acercado a ti, curva los dedos por debajo de tu mano para que parezca más pequeña y menos amenazadora. Con el dorso de la mano o con los dedos, acaricia ligeramente la parte superior de su lobo o el costado.
  3. Debes levantar al conejo de tal forma, que sostengas el peso de su cuerpo en todo momento. El primer paso es deslizar tu mano dominante, con la palma hacia arriba, debajo de sus axilas, colocando tu mano ligeramente en forma de cuna. Tu mano debe estar apoyada detrás de sus codos, pero pegada a la parte posterior de sus patas delanteras.
  4. En un solo movimiento, levanta a tu conejo con tu mano dominante, mientras que con la otra mano lo alzas por debajo de la parte trasera y de las patas posteriores. Si la primera vez no funciona, no te preocupes. Quizá tu conejo sea asustadizo o no lo hiciste como es debido. Ten paciencia, acarícialo y ofrécele premios hasta que se muestre tranquilo nuevamente. Recuerda que la clave está en levantarlo y sostenerlo de las patas traseras y delanteras al mismo tiempo.
    • En todo momento debes estar listo para colocarlo cuidadosamente en el suelo o de regreso a la jaula. Esto es en el caso de que el conejo se resista o trate de saltar de tus brazos, lo que podría ocasionarle una lesión.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Sostener al conejo

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  1. Sostenlo con mucho cuidado y acógelo junto a tu pecho. Para el conejo, tu cuerpo representa la fuerza estabilizadora que lo hace sentir más seguro. Algunas veces, incluso, se apoyará sobre tu pecho mientras lo cargas. Asimismo, puedes volver a acomodarlo un poco, de tal forma que su abdomen toque tu torso, asegurándote de no forzar su lomo, ya que esto lo podría asustar.
  2. Con la mano aún sosteniéndolo por la parte trasera, acarícialo suavemente. Masajea sus orejas y sus hombros con la mano que está bajo su torso. Si el conejo se muestra relajado, reemplaza la mano con la que sostienes su torso por el antebrazo de la mano con la que lo sujetas por la parte trasera. Utiliza la mano de ese mismo brazo para contener su pecho entre sus patas delanteras. De esta manera, el conejo se encuentra en una posición segura para que puedas acariciarlo con la otra mano. [2]
  3. Al cabo de un rato, sería buena idea que te sientes y dejes que el conejo se apoye sobre tu pecho o regazo.
    • Ubica un sillón donde puedas sentarte o apóyate en una pared y poco a poco deslízate hasta que logres sentarte en el suelo. En este punto, puedes dejar que el conejo circule libremente a tu alrededor y en tu regazo.
    • Asegúrate de acariciarlo y elogiarlo. Al igual que cargarlo y sostenerlo, las caricias y los elogios ayudan a crear una asociación positiva con la interacción con el ser humano. Asimismo, contribuyen al fortalecimiento de la confianza en el caso de conejos tímidos.
    • Juega con él. Si el conejo logra relacionar el hecho de que lo carguen con la hora de jugar, quizá se sienta más cómodo con el proceso. Constrúyele una casa de cartón para que entre a jugar o deja que explore tu propia casa. Coloca objetos, como en un boliche, para que tu conejo los derribe. Conforme lo vayas conociendo, su personalidad empezará a manifestarse y descubrirás qué tipo de juegos le gustan más. [3]
  4. Una vez que hayas acariciado y dejado explorar a tu conejo, deberás volverlo a levantar cuidadosamente y colocarlo otra vez en su jaula o conejera. Probablemente sospeche que lo vas a bajar y empiece a forcejear. No lo dejes caer, pero tampoco lo aprietes con mucha firmeza, ya que podrías causarle algún daño.
    • Puedes enseñarle al conejo a no luchar al llevarlo con rapidez, pero con delicadeza hacia tu cuerpo. Ten paciencia y repite este procedimiento hasta que se siente tranquilamente en tus manos hasta que lo sueltes
    • La primera vez, solo espera a que se quede quieto por un momento breve para luego dejarlo ir. Tan pronto como deje de luchar, bájalo rápidamente para que entienda que debe estar tranquilo cuando lo bajes.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Adecuarte a un conejo con necesidades especiales

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  1. A algunos conejos les encanta que los carguen y que los acaricien. A otros nunca les llega a convencer la idea. En ciertos casos, solo se dejan cargar por las personas en quienes confían. Si eres una persona nueva para el conejo, sería conveniente pedirle a su dueño que te brinde información sobre su carácter antes de intentar levantarlo.
  2. A un conejito bebé pequeño puedes levantarlo y sostenerlo con facilidad, pero ¿qué tal un conejo de 7 o 9 kg (15 o 20 lb)? Ten en cuenta que para cargar estos conejos se requiere mayor fuerza en la parte superior del cuerpo, puesto que estabilizar su peso corporal puede ser más complicado. Cuando se trata de cargar conejos más grandes es mejor hacerlo con la parte lateral de su cuerpo apoyada sobre el tuyo, dejando que ponga sus patas delanteras sobre el antebrazo de la mano con la que sujetas su torso. [4]
  3. Los conejos tienen huesos frágiles en comparación con el tamaño de sus cuerpos, además, se vuelven más quebradizos con el paso de los años. Si tu conejo es de edad avanzada, ten en cuenta que quizá debas tratarlo con más delicadeza o, por un tema de salud, evitar cargarlo completamente con mucha frecuencia. [5]
  4. Algunos conejos probablemente hayan sufrido una mala experiencia anteriormente cuando los han levantado o cargado. Si tu conejo es asustadizo y no le gusta que lo carguen, acostúmbralo a la idea de desplazarse junto a ti en un transportador de mascotas. [6]
    • Coloca algo mullido dentro del transportador, como una toalla o una cama para conejo.
    • Preséntaselo poco a poco, dejando que juegue con él o que se acostumbre al olor.
    • Coloca adentro algo de comer y premios para que lo asocie con cosas buenas. Con el tiempo, probablemente el conejo salte dentro del transportador cuando se percate de que tienes que moverlo.
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Advertencias

  • Descarta la idea de levantar al conejo de las orejas, cola o patas. Estas son partes muy delicadas y se puede crear una asociación negativa en la mente del conejo entre su relación con el ser humano y el dolor.
  • Evita cargarlo durante mucho tiempo o tratarlo con brusquedad. Los conejos tienen una columna frágil por lo que es necesario manipularla con precaución. Si se ven obligados a forcejear demasiado podrían lastimarse.
  • Trata de no realizar movimientos repentinos cerca a tu conejo. Los conejos son animales de presa en la vida silvestre y, por instinto, les temen a los movimientos rápidos. En lugar de eso, acércate a él, levántalo y ponlo nuevamente en su jaula lentamente.
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