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Una rutina de higiene bucal eficaz será vital para mantener una buena salud dental. Será vital que te cepilles y uses hilo dental con eficacia, y esto debe ser la base de tu rutina. Puedes adoptar pasos adicionales para mejorar el estado de tu salud bucal si sufres de manchas en los dientes o mal aliento.

Método 1
Método 1 de 4:

Cepillarte los dientes de forma adecuada

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  1. Deberás comprar un cepillo nuevo si tienes dificultades para lograr que tu cepillo llegue a las esquinas superiores de la boca, o si este es muy grande como para caber detrás de tus dientes y limpiar esas zonas. El cepillo debe contar con cerdas suaves, las cuales encajarán con más facilidad en los espacios entre los dientes e irritarán menos las encías. [1]
    • Si las cerdas de tu cepillo se han aplastado debido al uso, deberás comprar uno nuevo. Las cerdas dobladas no limpiarán entre los dientes, lo que permitirá que la placa se acumule con el tiempo. Asimismo, pueden raspar las encías, lo que las volverá propensas a la acumulación de bacterias y las infecciones.
    • Las cerdas aplastadas podrían indicar que presionas el cepillo con demasiada fuerza.
    • Los cepillos dentales deben reemplazarse de forma rutinaria cada 3 o 4 meses.
  2. El flúor es un nutriente que fortalece los dientes ralentizando y curando el deterioro dental. Si escoges una pasta dental con flúor, esto garantizará que aproveches al máximo cada cepillado.
    • Si vives en los Estados Unidos, busca pastas dentales con el sello de aprobación de la ADA. La American Dental Association habrá sometido a evaluación a estas pastas, las cuales contendrán flúor.
  3. Muchas personas usan enjuague bucal luego del cepillado, pero esto se debe evitar, ya que se ha demostrado que elimina el valioso flúor que permanece en tus dientes luego del cepillado. Si usas un enjuague bucal antes del cepillado, esto garantizará que retengas el flúor en tus dientes. Además, el enjuague “aflojará” toda placa o partícula de comida en tus dientes, lo que hará que sea más sencillo eliminarlas con un cepillo dental. [2]
    • Por otro lado, puedes usar un enjuague bucal con flúor luego del cepillado, o puedes esperar unas horas y luego usar un enjuague común que no tenga flúor.
  4. Los dientes acumulan partículas de comida y placa (una substancia pegajosa que porta bacterias) durante el día. El cepillado frecuente evita la acumulación de estas substancias y reduce el mal aliento y el deterioro dental. [3]
    • Es una buena idea cepillarte luego de una comida, pero evita hacerlo justo después de comer un alimento ácido, o consumir una bebida ácida como el café o el jugo de fruta. Los alimentos ácidos debilitan el esmalte dental de forma temporal, lo que permitirá que el cepillo lo elimine durante el cepillado. Con el tiempo, esto hará que tus dientes se vuelvan sensibles.
  5. Es común sostener el cepillo en sentido paralelo a las encías, pero no debes hacerlo, ya que puede hacer que sea más difícil penetrar los espacios entre los dientes. Asimismo, un ángulo recto evitará que cubras toda la superficie de cada diente a medida que cepilles. [4]
  6. Si te cepillas con demasiada fuerza, puedes irritar tus encías y evitar que las puntas de las cerdas del cepillo penetren los espacios entre los dientes. Mueve el cepillo de atrás hacia adelante y enfócate en 2 dientes a la vez, hasta que hayas cepillado la superficie exterior de cada diente. [5]
  7. Emplea movimientos suaves de arriba a abajo para limpiar los lados posteriores de cada diente. No podrás sostener el cepillo en sentido vertical al cepillar la parte interior de los dientes posteriores, pero intenta mantener el mismo movimiento de arriba a abajo.
    • El movimiento de atrás hacia adelante solo se emplea para aflojar las partículas de comida remanentes en los dientes. En cambio, el cepillado vertical ayuda a las encías a permanecer adheridas a tus dientes.
  8. Con frecuencia, las superficies de los dientes con las que se mastica pueden acumular comida que se haya masticado durante el día. Emplea el mismo movimiento suave de lado a lado que hayas empleado para las superficies delanteras. [6]
  9. La lengua puede portar partículas pequeñas de comida, placa y bacterias que provocan mal olor. Pasa el cepillo con cuidado por toda la superficie superior de la lengua y procura no introducirlo demasiado hacia la garganta, lo que puede provocarte arcadas. [7]
  10. Si usas demasiada agua, podrías eliminar el flúor de los dientes, lo que disminuirá los beneficios del uso de una pasta dental con flúor. En lugar de hacer gárgaras con la boca llena de agua, tan solo toma una cantidad pequeña para crear una mezcla de pasta dental en tu boca. Enjuágate la boca con esta mezcla por un minuto, luego escúpela. [8]
    • No te enjuagues más de una vez luego del cepillado, ya que esto brinda los mejores resultados.
    • Ingerir pasta dental con flúor en cantidades abundantes puede ser peligroso para los adultos; sin embargo, ingerir un poco de vez en cuando no pone en riesgo tu salud.
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Método 2
Método 2 de 4:

Emplear una técnica adecuada para usar el hilo dental

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  1. Los hilos dentales denominados “cinta” cubren un área de la superficie más ancha que la que cubren los hilos dentales más estrechos, lo que te permite eliminar más material con cada pasada. Debes usar hilo dental encerado en lugar del no encerado, ya que el primero pasa entre los dientes con más facilidad y es menos probable que se desarme o se rompa durante su uso. [9]
  2. Las cerdas de tu cepillo eliminarán parte de la comida y la placa entre tus dientes, pero solo el hilo dental podrá eliminar los materiales que estén a mayor profundidad. Los materiales de alimento y la placa que permanezcan entre los dientes por más tiempo podrán acelerar el deterioro dental y causar una acumulación de sarro, una substancia dura que es mucho más difícil de eliminar. El sarro también provoca mal aliento y la recesión de las encías. Usar hilo dental a diario es tan importante como el cepillado para mantener una buena higiene bucal. [10]
  3. Envuelve aproximadamente 1/3 de esta longitud en cada uno de tus dedos medios, y deja alrededor de 15 cm (6 pulgadas) de hilo entre ellos. Esto permitirá contar con un ajuste firme en el hilo, lo que te ayudará a controlarlo con más facilidad. [11]
  4. No emplees movimientos bruscos y repentinos, ya que esto puede causar irritación y dolor en las encías. Cuando el hilo se encuentre entre tus dientes, dóblalo alrededor de un diente para formar una C. Para ello, pásalo con cuidado por el espacio entre la encía y el diente. Por último, emplea movimientos cuidadosos, y aleja el hilo dental de la encía sosteniéndolo con firmeza contra el lado del diente. Vuelve a realizar este movimiento en cada uno de tus dientes y asegúrate de limpiar el lado posterior de tus dientes traseros. [12]
    • Desecha todo el hilo dental que hayas usado. Si vuelves a usar el mismo segmento de hilo dental, esto puede hacer que las bacterias regresen a los dientes que hayas limpiado anteriormente.
  5. Es normal tener un poco de irritación o sangre, en particular si no has estado usando hilo dental con frecuencia. El dolor y la hemorragia deberán detenerse luego de unos días. Si esto no ocurre, podría ser un signo de gingivitis, una enfermedad de las encías. Conversa con un doctor sobre los tratamientos para la gingivitis, pero sigue cepillándote y usando hilo dental a diario. [13]
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Método 3
Método 3 de 4:

Eliminar y evitar las manchas en los dientes

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  1. El bicarbonato de sodio funciona como un blanqueador y una solución de limpieza natural, lo que puede ser de utilidad para eliminar las manchas en los dientes. Empieza con 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio, mezclándolo con una cantidad de agua suficiente como para formar una pasta (o mézclalo con tu pasta dental común). Cepilla la superficie de tus dientes con la pasta de bicarbonato de sodio una vez a la semana. Luego de unas semanas, deberás notar que tus dientes se han vuelto más blancos y que las manchas han disminuido. [14]
    • Puedes preparar la pasta de bicarbonato de sodio con zumo de limón, una solución de peróxido de hidrógeno o vinagre blanco; en lugar de usar agua. Estos líquidos mejorarán la potencia de limpieza y blanqueado de la pasta, pero también pueden darle un sabor desagradable. Úsalos con cuidado y deja de usarlos si sufres algún tipo de sensibilidad en los dientes
  2. Existen muchas opciones de venta libre. Las pastas dentales y los enjuagues bucales blanqueadores contienen elementos de blanqueado que serán de utilidad durante el cepillado para aflojar y eliminar las substancias que produzcan manchas y se encuentren en tus dientes. Sigue todas las instrucciones del envase del producto y ten en cuenta que deberás esperar unas semanas antes de notar algún resultado. [15]
    • También existen kits caseros para el blanqueado de dientes. Estos kits emplean un agente blanqueador como el peróxido de carbamida para cambiar el color natural de tus dientes, lo que los hace lucir más blancos y al mismo tiempo elimina las manchas relacionadas con la comida. Puede ser muy difícil usar estos kits y además hacen que tu rutina de salud bucal diaria consuma más tiempo. Sin embargo, estos son los productos de venta libre más fuertes que podrás conseguir para blanquearte los dientes y disminuir las manchas.
  3. Los dientes pueden mancharse con los alimentos y las bebidas ácidos, y aquellos con colores fuertes, en particular si se consumen con frecuencia. Si te preocupa manchar tus dientes, tendrás que evitar los alimentos o las bebidas que podrían manchar una prenda de algodón blanca, ya que es probable que también manchen tus dientes con el tiempo. Si consumes estos alimentos, deberás dar tu mejor esfuerzo para mantenerlos fuera de tus dientes en la medida de lo posible. Una manera grandiosa de lograrlo es consumir las bebidas que causen manchas usando una pajilla. [16]
    • Las salsas con un color fuerte (como la salsa para pasta o la de curry) y las frutas con colores brillantes (como muchas bayas) son alimentos que pueden manchar los dientes si se consumen con demasiada frecuencia.
    • Las bebidas oscuras y ácidas como el café, el té, el vino, el jugo de fruta, o las bebidas deportivas pueden manchar los dientes con el tiempo. Al ser líquidos, estos pueden ingresar en los espacios entre los dientes y manchar incluso más que los alimentos sólidos.
  4. Las manchas en los dientes ocurren cuando la comida o las bebidas penetran la superficie de tus dientes, y permanecen allí. Cepillarse los dientes y usar hilo dental con frecuencia es vital para tu salud y tu higiene bucal en general, y son las primeras medidas a adoptar para evitar que la materia de alimentos permanezca en tus dientes lo suficiente como para mancharlos.
    • Es una buena idea cepillarte justo después de consumir una comida, pero no te cepilles de inmediato luego de comer un alimento ácido o beber una bebida ácida como el café o el jugo de fruta. Los alimentos ácidos debilitan el esmalte dental de forma temporal y tu cepillo podría eliminarlo al cepillarte.
  5. Es difícil evitar los alimentos y las bebidas con colores fuertes, y desde luego es probable que no quieras hacerlo, ya que las frutas y los vegetales de colores brillantes pueden tener beneficios para la salud. Si vas a consumir dichos alimentos, tan solo enjuágate la boca con agua justo después de hacerlo. Esto será de utilidad para eliminar toda materia de alimento que cause manchas y que se encuentre en los dientes, lo que evitará que se establezcan en ellos. [17]
    • Si comes apio, una manzana, una pera o una zanahoria luego de una comida, esto fomentará la producción de saliva en la boca, lo que ayudará a eliminar de forma natural los alimentos que puedan causar manchas y que se encuentren en los dientes. Otra buena opción consiste en consumir goma de mascar sin azúcar.
  6. Fumar tabaco puede ser muy perjudicial para la salud por diversos motivos, y también puede manchar los dientes. El alquitrán en el humo del tabaco puede adherirse con facilidad a toda ranura o agujero que se encuentre en la superficie de tus dientes, lo que puede provocar manchas duraderas que son difíciles de eliminar. [18]
  7. El dentista podrá recomendarte y explicarte productos y prácticas que sean adecuados para tus necesidades específicas. Si acudes a un profesional dental con frecuencia para que te limpie los dientes, esto también será de utilidad para eliminar las partículas de comida que se encuentren en las áreas profundas y que tu régimen diario de cepillado y uso de hilo dental no podría eliminar. En el caso de las manchas graves o difíciles de eliminar, es probable que el dentista te recomiende un blanqueado de dientes profesional. [19]
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Método 4
Método 4 de 4:

Controlar el mal aliento

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  1. El mal alimento puede tener muchas causas, pero suele surgir debido a las bacterias que pueden desarrollarse en la boca cuando las partículas de comida permanecen en ella por demasiado tiempo. La placa es una substancia pegajosa que se forma en los dientes entre cada limpieza. Esta es un producto derivado de estas bacterias junto con toda partícula de comida remanente. Para evitar el desarrollo de bacterias, es vital que cuides tus dientes cepillándolos al menos 2 veces al día y usando hilo como mínimo 1 vez al día. [20]
  2. Con frecuencia, las partículas de comida y las bacterias que se alimentan de ellas pueden quedar retenidas en los espacios estrechos que hay entre los dientes. Si te enjuagas con un enjuague bucal antibacteriano, esto te permitirá limpiar estas áreas de acceso más difícil, lo que podría reducir el mal aliento. Existen muchas variedades, pero debes escoger un enjuague cuya etiqueta diga “antiséptico” o “antibacteriano”. Estos enjuagues serán de utilidad para eliminar las bacterias de tu boca que podrían provocar el mal aliento. Debes seguir todas las instrucciones brindadas en la etiqueta.
    • Al hacer gárgaras con un enjuague bucal, cerciórate de enjuagarte con él por toda la boca, sobre los dientes y en ambas mejillas. Luego inclina la cabeza hacia atrás y haz gárgaras con el enjuague en la parte posterior de la boca por un tiempo breve antes de escupirlo.
    • Algunos enjuagues bucales cuentan con un porcentaje elevado de alcohol. Si el alcohol te irrita la boca, deberás usar un enjuague sin alcohol.
  3. Si estás deshidratado, tus glándulas producirán menos saliva. Si tu boca está seca, esta puede acumular células muertas, partículas de comida y otros residuos; lo que fomentará el desarrollo de bacterias que pueden ser la causa del mal aliento. Si te mantienes hidratado, esto será de utilidad para garantizar que tus glándulas produzcan suficiente saliva como para mantener tu boca húmeda. [21]
    • En el caso de un adulto con una salud normal, se recomienda beber aproximadamente 2 L (ocho tazas de 8 oz) de agua al día.
    • Podrás estimular las glándulas salivales y fomentar una boca más limpia y húmeda si comes una manzana o un apio crudo, si consumes goma de mascar sin azúcar o si chupas caramelos sin azúcar.
  4. No todo el mal aliento se debe a la presencia de bacterias. Si comes un alimento con olor fuerte (como el ajo o las cebollas crudas), algunos de los químicos que causen el olor del alimento podrían liberarse en tus pulmones como parte del proceso natural de la digestión. Asimismo, el café y el alcohol pueden causar mal aliento al consumirlos, ya que suelen fomentar la sequedad bucal y pueden cubrir la lengua. [22]
  5. Las frutas y los vegetales crudos son abrasivos por naturaleza, lo que ayuda a eliminar la placa y los residuos de los dientes conforme los mastiques. Las frutas y los vegetales con mucha vitamina C (como las naranjas, el brócoli y el pimentón) también pueden ayudar a disminuir la presencia de bacterias en la boca. [23]
  6. Los químicos fuertes del tabaco pueden dejar un olor desagradable en la boca. Asimismo, fumar y mascar tabaco se han relacionado con el cáncer de boca, así como con muchas otras enfermedades que afectan a diferentes partes del cuerpo. Es difícil dejar de consumir tabaco, pero esto brinda muchos beneficios para la salud, incluida una boca más limpia y con menos mal aliento. [24]
    • Consulta con un dentista o doctor para obtener ideas y sugerencias para dejar de fumar.
  7. Si las prácticas de higiene bucal constantes no han sido eficaces, deberás indicarle tus problemas de mal aliento al dentista en tu próxima cita. El dentista te ayudará a determinar si el mal olor se origina en tu boca o si se debe a otro factor. Podría ser de utilidad que lleves un registro de los alimentos que hayas consumido en la semana anterior a la consulta, ya que esto puede ayudar al dentista a determinar si el mal olor se debe a problemas en tu dieta.
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