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Cocinar a la parrilla al aire libre es uno de los grandes placeres de la vida moderna. Es simple, es sabroso y es saludable. Para obtener los mejores resultados de tus parrillas y quemadores de hierro fundido para barbacoas te recomendamos cuidarla. Si sigues los consejos de este artículo te compensará con un bajo mantenimiento, superficies prácticamente antiadherentes y años de barbacoas celestiales.

Método 1
Método 1 de 3:

Curar tu parrilla de hierro fundido

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  1. Lava y seca la parrilla con jabón para vajilla para quitar todo residuo de fabricación, para que no se cocine dentro del estante de la parrilla. Si tu parrilla es más vieja, asegúrate de quitar todos los residuos y pequeñas costras. Comienza con una rasqueta de metal y termina con un cepillo de alambre.
  2. Cubre la parrilla con papel de aluminio.
  3. Pon una asadera cubierta de papel debajo de lo parrilla para que caigan el aceite o la mantequilla que gotean. Déjala en el horno por al menos 30 minutos para darle tiempo al aceite a que cure el hierro fundido.
  4. Repite este proceso por lo menos 2 veces más hasta que obtengas un acabado oscuro. Cada repetición ahonda el curado, protege el metal y ayuda a desarrollar la superficie virtualmente antiadherente.
  5. Ahora está listo para las más dulces sensaciones de asar.
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener el curado todo del año

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  1. Nunca la enfríes con agua porque podrías quebrar la rejilla.
  2. Lleva el estante de la parrilla a la cocina y lávala con jabón muy suave y agua. Demasiado jabón quitará el curado, pero debes quitar la grasa para que no se ponga rancia.
    • Evita sumergir el estante de parrilla en agua jabonosa o quitarás el curado. Enjuágalo minuciosamente.
    • Seca el estante de parrilla con una toalla de papel o colócala en el horno tibio por unos pocos minutos. De este modo se secará completamente entre todas las uniones.
  3. Vuelve a cubrir el estante de parrilla con un poco de grasa derretida o mantequilla después de haberlo limpiado y apagado los quemadores.
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Método 3
Método 3 de 3:

Curar parrillas más viejas

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  1. Si tu parrilla se ha oxidado o ensuciado, y hay comida quemada como si fuese pegamento, cocinar no será para nada agradable. ¿La solución? Es tiempo de volverla a curar. Comienza por darle una buena refregada con agua jabonosa y un cepillo de cerda dura.
  2. Te recomendamos asegurarte que quitar todo residuo jabonoso, y también controlar para asegurarte que limpiaste todas las pequeñas costras, repite el paso 1.
  3. Colócala en el horno por unos momentos hasta que esté bien seca.
  4. Sigue los pasos indicados en la sección inicial de curado, y pronto estarás disfrutando de tu asado a la parrilla nuevamente.
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Consejos

  • Deberías curar la parrilla al principio y al final de la temporada de barbacoas o una vez al mes si las haces de todo el año.
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Advertencias

  • Algunas personas sugieren limpiar la parrilla poniéndola a alta temperatura para quemar los desperdicios. Ten en cuenta que al hacerlo así también puedes quemar el curado y provocar el óxido.
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Cosas que necesitarás

  • Horno de cocina
  • Jabón para vajilla y agua
  • Cepillo de alambre
  • Cepillo de cerda dura.
  • Grasa derretida, mantequilla o aceite vegetal
  • Papel metalizado
  • Asadera cubierta de papel metalizado
  • Toallas de papel.


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