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¿Dices tanto "no sé" hasta que llega un punto en el que sientes que la gente piensa que eres aburrido y vacío? Muchas veces la gente cae en este hábito debido a la pereza o la apatía. ¿Cómo superar este hábito? ¡Este artículo te dará un poco de inspiración!

  1. Mantén un diario o registro de cuán frecuentemente usas esta frase. No tiene que ser un estudio elaborado.
    • La idea es no sentirte mal: se trata de saber cuántas veces lo dices para que puedas adquirir una mayor conciencia de tus palabras, así como de mantener un seguimiento para que puedas ver cuánto has progresado con el paso del tiempo.
    • Concéntrate en identificar este hábito. No tienes que castigarte a ti mismo para romper ese patrón.
    • Puede ser de utilidad hacer una nota de cuándo, dónde y por qué dijiste “No lo sé”. Eso te ayudará a ver los patrones. Por ejemplo:
      • A una persona en particular más que a otras.
      • Cuando tienes prisa o estrés.
      • Cuando estás en una clase de matemáticas.
      • Cuando tienes que elegir algo para almorzar.
  2. Prométete que no vas a decir "no sé" – a menos que en realidad no sepas algo. Busca otra muletilla.
    • Es útil tener varias palabras de respaldo para evitar que las muletillas de reemplazo se conviertan en un hábito. Algunos ejemplos incluyen "Hmmm", "No estoy seguro.", "Tal vez.", "¿Qué piensa tú?" o “Me gustaría escuchar más de eso antes de dar una respuesta”. En este último caso, hacer una pregunta a esa persona pueda hacerla pensar un poco más sobre lo que dijo, lo cual también te comprará más tiempo para pensar.
  3. La persona con la que estás hablando sabrá inmediatamente que simplemente no quieres pensar en lo que te han dicho, o que ni siquiera estás interesado en hablar con ellos. Una vez que dices "no sé” matas la conversación. Es un hábito grosero.
    • Si realmente no tienes ganas de hablar, trata diciendo "Ahora no tengo ganas de hablar de eso. ¿Podemos hablar en otro momento?"
  4. En lugar de pensar en otras cosas, con la mirada perdida en el espacio, trata de escuchar realmente a tu interlocutor. Hazle preguntas. Prueba, "¿Es eso cierto?" cuando observas que la otra persona parece estar esperando una respuesta de tu parte. Además, haz preguntas que te ayuden a aprender cosas. Por ejemplo:
    • "Entonces, ¿qué piensas de la trama de la película?" "No entiendo totalmente por qué X decidió hacer Y. ¿Captaste eso?"
    • "¿Qué sabes acerca de esa chica linda en la clase de Cálculo?"
    • "¿Por qué Tamara estaba tan molesta anoche?"
    • "¿Qué pusiste en la pregunta 3? Tuve problemas con la maestra Sanchez. No entendí bien qué quiso decir Hamlet aquí..."
  5. Si no tienes una respuesta inmediata, en lugar de decir "no sé", haz una pausa. Piensa. Si estás realmente desconcertado, dile algo a tu interlocutor como, "¿Sabes qué? - Yo creo que nunca había pensado sobre eso hasta ahora" Al menos esto le permite saber a tu pareja que la has escuchado.
  6. No hay nada mejor en una conversación que dejarle claro a la otra persona que es muy importante para ti lo que te está diciendo.
  7. No seas demasiado duro contigo mismo si se te sale de vez en cuando.
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Consejos

  • Date un tiempo para lograr esto.
  • No seas duro contigo mismo si se te escapa una que otra vez. Esa es una parte normal del proceso de deshacer el hábito.
  • Si realmente no sabes algo, no tengas miedo de decir “no sé”, pero no recurras a esa muletilla para cada ocasión.
  • Si eres una persona joven es natural que tengas menos conocimientos que una persona madura. Eso está bien – la experiencia y la sabiduría son cosas que todo el mundo puede llegar a obtener. ¡Pero no sigas diciendo "no sé" todo el tiempo porque tú no eres ni estúpido ni despistado!
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Advertencias

  • No caigas en el hábito de pretender que sabes todo. La moderación y el conocimiento son la clave.
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