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Dibujar es algo que puedes practicar de manera continua y aun así seguir mejorando. Si quieres perfeccionar tus habilidades de dibujante, existen tres áreas en las que deberás enfocarte. La primera es la estructura o el desarrollo del tema; hacer bocetos de estructura ligeramente sobre la página es un hábito básico que ahorra tiempo y produce consistencia al dibujar el mismo objeto en diferentes posturas. Otra área es la simplificación o la descomposición en sus elementos más básicos. Por último, enfócate en expresar el volumen y el peso a través de luces y sombras. Desde luego, mejorar tus habilidades de dibujo requerirá tiempo y trabajo duro, ¡pero estos consejos te ayudarán a alcanzar tus objetivos!

Método 1
Método 1 de 3:

Usar la estructura

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  1. Aplica muy poca presión con el lápiz y luego borra las líneas cuando termines el dibujo. De esta manera, podrás dibujar muchas líneas de prueba hasta que encuentres la correcta sin arruinar el papel.
    • También puedes usar un lápiz azul que no aparezca en los escaneos o las copias.
    • Muchos artistas utilizan lápices azules de la marca Col-Erase.
  2. Una hoja modelo tiene múltiples bocetos de un solo personaje animado en varias poses y expresiones. Se utiliza para estandarizar la apariencia del personaje cuando múltiples animadores trabajan en un mismo proyecto. Observarlas puede ayudarte a comprender cómo cada figura tiene una estructura particular que sirve a modo de base.
    • Puedes encontrar muchas hojas modelo disponibles en Internet.
  3. Por ejemplo, Anatomía de Gray es un clásico que puede ayudarte a aprender más acerca de la estructura de un cuerpo humano. Luego, puedes aplicar este conocimiento en tus dibujos de varias poses.
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Método 2
Método 2 de 3:

Simplificar y reducir

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  1. Tómate un tiempo para analizar las cosas, descomponiéndolas en sus partes básicas. Aprende a ver a través del desorden, así como a reducir y dibujar solo lo esencial. Una vez que hayas aprendido a hacer esto, podrás dibujar cualquier cosa.
  2. Dibujar al revés te ayudará a desaprender a dibujar lo que “crees” que ves. Más bien, dibujas lo que “realmente” ves. La forma más sencilla de dibujar de esta manera es si lo haces a partir de una foto: simplemente inviértela y empieza.
    • Asimismo, si vas a dibujar a partir de un boceto de referencia, puedes invertirlo. [1]
  3. Este método te será de ayuda porque no tendrás tiempo para enfocarte en los detalles. Haz tantos bocetos como sea posible.
    • Realiza varios bocetos rápidos a modo de práctica cuando estés fuera de casa (en el zoológico, en el bus, en el parque, etc.). Esto puede ayudarte a obtener los elementos más básicos del objeto, así como a tener material de referencia útil que puedas desarrollar más adelante. [2]
  4. Acostúmbrate a analizar visualmente tu entorno, aun cuando no tengas un lápiz y papel. Imagina que descompones las cosas en sus formas más esenciales. Podrías terminar observando al mundo de una manera completamente nueva.
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Método 3
Método 3 de 3:

Perfeccionar el volumen

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  1. El objeto que vayas a dibujar debe tener volumen y peso, el cual, cuando sea iluminado, producirá sombras y reflejos. En lugar de dibujar el contorno del objeto, comienza haciendo un boceto de una separación equilibrada de áreas claras y oscuras.
    • Dibuja las sombras como lo harías con formas planas y gráficas. Algunas pueden ser más oscuras que otras, pero en el interior de las sombras individuales debe haber un mínimo de contraste y textura. Utiliza el lado del lápiz de carbón para crear estas formas de sombra en lugar de trazar muchas líneas.
    • Realiza la transición de sombras a reflejos utilizando tonos medios. En este punto, crea gradaciones de contraste con sombras a partir del lado oscuro y las luces de los reflejos.
    • Los reflejos pueden tener algunas texturas, dependiendo del material. También puede haber áreas sin ninguna textura en particular. [3]
  2. Sostén un lápiz de carbón como lo harías con un pincel. Usa el largo de este para hacer líneas delgadas, y la parte lateral para las líneas más suaves y gruesas. También puedes hacer la transición de una línea gruesa a una delgada para producir un estrechamiento (excelente para las líneas que se desplazan entre sombras y reflejos). [4]
  3. Si vas a dibujar un objeto vivo, camina alrededor de este y obsérvalo desde todos los ángulos.
  4. Si tienes problemas para transmitir la luz y la sombra adecuadamente, haz un molde básico del objeto usando arcilla. No es necesario que sea perfecto; el objetivo es ayudarte a ver cómo la luz rebota sobre la forma, creando reflejos y sombras. [5]
  5. El espacio negativo es aquel espacio ubicado entre objetos. Observar este espacio puede ser de mucha utilidad para comprender el volumen, así como para medir las distancias entre las cosas.
    • A modo de ejercicio, puedes dibujar únicamente el espacio negativo (en lugar del objeto en sí). Esto es particularmente efectivo cuando trabajas con un material más pesado como el carbón. [6]
  6. Este es un truco que puedes usar para destacar la imagen, ya que resalta considerablemente el contraste y las sombras, lo cual suele dar la ilusión de realidad.
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