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La empatía es una de las habilidades sociales más importantes que puedes tener. Comprender y mostrar preocupación por los demás sirve para construir puentes, solucionar conflictos y profundizar tus relaciones interpersonales. Es posible que se te pida que enseñes empatía a los adultos en seminarios de capacitación, sesiones de resolución de conflictos o talleres espirituales o religiosos. Si esto pasa, empieza por hacer juegos de roles de habilidades de escucha activa con los adultos y que les muestre cómo sintonizar mejor con las personas que los rodean. Además, puedes enseñar a los demás a ser empático al practicar la empatía, por lo tanto, tómate el tiempo para estar atento y mostrar compasión por los demás.

Método 1
Método 1 de 3:

Hacer juego de roles

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  1. Practica escuchar sin interrumpir. Si una persona se apura en responder o compartir sus propias opiniones, se interpondrá en el camino de la empatía. Mantén conversaciones simuladas en las que una persona hable mientras la otra persona la escuche por completo. [1]
    • Alienta al oyente a voltear la cara al hablante y a hacer contacto visual.
    • El oyente debe hacer todo lo posible para comprender lo que diga la otra persona, no simplemente escuchar para responder.
  2. Aquellos que aprenden empatía necesitan comentarios a fin de determinar si comprenden los mensajes de la otra persona durante la comunicación. Repetir de una forma diferente lo que dijo la persona servirá para verificar que haya recibido el mensaje correcto. [2]
    • Parafrasear podría ser como “A partir de lo que escucho, pareces estar muy conmocionado y molesto por los resultados de tu examen médico. ¿Es correcto?”.
    • Si el mensaje no se recibió de forma correcta, el hablante puede tratar de transmitirlo de nuevo para que el oyente lo comprenda.
    • También puedes enseñar a parafrasear en situaciones de práctica a fin de ayudar a los adultos a sentirse seguros al hacerlo en conversaciones de la vida real.
  3. Identificar lo que alguien siente puede ser desafiante en el momento. A fin de desarrollar la habilidad, empieza por el final, es decir, con la emoción que piensas que sintió la persona. Después reflexiona y analiza otros detalles, por ejemplo, las expresiones faciales, el lenguaje corporal, el tono de voz y las palabras reales que se dijeron. [3]
    • Por ejemplo, si una esposa supuso que su esposo estaba molesto, podría empezar por el final y recordar que él tenía los brazos cruzados, que caminaba de un lado a otro, que tenía una mirada desdeñosa y que su discurso era muy sarcástico.
    • Tener en cuenta estos detalles puede ayudar a leer señales futuras verbales y no verbales con más facilidad.
  4. Ayuda a los adultos a aprender la empatía al analizar los distintos escenarios y al reflexionar sobre las experiencias de las personas implicadas. Esto podría servir mejor si utilizas escenas de películas o programas de televisión populares. [4]
    • Por ejemplo, la escena de una película podría presentar a dos amigos que se pelean. Haz que dos personas representen la escena, que hablen sobre lo que cada personaje pudo haber pensado y sentido y sobre las pistas que te ayudan a determinarlo.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Klare Heston, LCSW

    Trabajadora social clínica
    Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR).
    Klare Heston, LCSW
    Trabajadora social clínica

    La empatía es en parte un rasgo innato, pero también puede aprenderse o enseñarse. De acuerdo con Klare Heston, trabajadora social licenciada, "La empatía puede enseñarse, pero también podría ser lenta si no surge naturalmente. Llevar un diario puede ser de utilidad, al igual que colaborar con un amigo que esté pendiente de los cambios que planeas hacer".

  5. Practica la meditación con la bondad amorosa. Haz que todos empiecen por dedicar 5 o 10 minutos a respirar profundamente y a generar buenos deseos para sí mismos. Esto podría incluir afirmaciones repetidas silenciosas, como “Soy digno”, o simplemente imaginar que se dan a sí mismos un abrazo cálido. [5]
    • En las sesiones de meditación posteriores, pueden empezar a enfocarse en un amigo o familiar. Transmite pensamientos positivos hacia esa persona para hacer el ejercicio completo, solo durante unos 10 minutos.
    • Una vez que se enfoquen en sus seres queridos durante algunas pocas sesiones, pueden progresar a fin de irradiar buenos deseos a un extraño virtual, por ejemplo, el simpático barista de Starbucks o alguien de quien escucharon en las noticias.
    • La bondad amorosa sirve para conectarse con el lado humano más profundo de uno mismo y de los demás, de tal forma que aumenta la capacidad de una persona para sentir empatía.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer conexiones

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  1. Planifica una salida en la que cada adulto se siente en una cafetería, cafetín o banco de un parque y simplemente observe a los transeúntes. Pídeles que creen historias en sus cabezas sobre lo que la gente podría estar haciendo, pensando o sintiendo. [6]
    • Cuando una persona está realmente atrapada en su propio mundo pequeño, su capacidad para mostrar empatía es limitada. Una vez que los adultos amplíen su enfoque al mundo en general (incluyendo a los extraños), se volverán más capaces de sentir en gran medida por los demás.
    • Si los adultos crean historias simples que no parecen naturales sobre la vida de un extraño, aliéntalos a utilizar el lenguaje corporal, el estilo de vestimenta o las acciones a fin de ayudar a desarrollar las historias. También pueden recurrir a historias que conozcan, como películas o libros, como base de lo que creen que hacen los extraños.
  2. Las diferencias separan, mientras que las similitudes unen a la gente. Habla con los adultos sobre las distintas personas que conocen en sus vidas, desde los maestros de sus hijos hasta el cartero. Haz una lista de cosas que podrían tener en común con esas personas. [7]
    • Si tienen problemas para encontrar aspectos en común, sugiéreles que empiecen con las cosas más grandes y más obvias que pueden forjar conexiones. Por ejemplo, a una mamá le podría gustar el mismo color que al maestro de su hijo. Un vecino podría ser hincha del mismo equipo deportivo que el cartero.
    • A medida que practiques la posibilidad de conectarte más mediante cosas más grandes, al final podrás avanzar hacia cosas más pequeñas y personales.
  3. Alienta a las personas a quienes enseñas a que tengan conciencia plena de todo lo que hacen durante un día, en particular respecto a cómo los demás pueden participar en sus actividades diarias. Ponerse en contacto con el lado humano de las actividades básicas puede ayudarlos a establecer conexiones más sólidas con los demás. [8]
    • Por ejemplo, mientras tomen el té de la mañana, podrían pensar en los granjeros y trabajadores que cosecharon las hojas. Mientras conduzcan, podrían pensar en el mecánico que le hizo unos ajustes al auto o en la persona que lo lavó.
  4. Se ha demostrado que sumergirse en historias de ficción aumenta la capacidad de uno para comprender y relacionarse con las experiencias de los demás. Desafía a todos a perderse en una historia de ficción y a conectarse realmente con las vidas de los personajes. [9]
  5. Inspira a aquellas personas a quienes enseñas a tomar medidas positivas en sus comunidades locales. Sugiere algunas de las siguientes oportunidades de voluntariado a los adultos con quienes trabajas, por ejemplo, pueden servir en un comedor comunitario, dedicar tiempo a una organización benéfica importante o leer a niños en situación de riesgo en la biblioteca. [10]
    • Trabajar y ayudar a los demás que son de diversos orígenes puede ayudar a la gente a ver la humanidad compartida en otros que parecen ser diferentes en la superficie. Como resultado, así cultivarán una empatía más sólida por las personas en general.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar la empatía en tu propia vida

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  1. Las distracciones representan uno de los obstáculos más comunes para la empatía efectiva, por lo tanto, elimínalas siempre que sea posible. Silencia tu teléfono, apaga el televisor, deja la revista a un lado e interactúa realmente con la persona con la que hablas. [11]
    • No obstante, las distracciones no son solo los teléfonos celulares y la televisión. También puedes distraerte a nivel mental o físico, por ejemplo, cuando estás preocupado o hambriento. Atiende tus necesidades antes de empezar una conversación para que así puedas estar completamente presente con los demás.
  2. Ser vulnerable con tus propios pensamientos y sentimientos es un llamado que permite a los demás mostrar empatía. Cuando hables con otras personas, esfuérzate por utilizar palabras sentimentales. Esto servirá para darles pistas sobre tu estado emocional. [12]
    • Por ejemplo, podrías decir algo como “Estaba estupefacto por la noticia del accidente” o “Estoy enojado porque no me consultaste primero”.
  3. ¿Hay alguien a tu alrededor que necesita empatía? Si es así, utiliza un lenguaje corporal abierto que aliente la conexión, haz contacto visual ocasional y suaviza tu voz. [13]
    • Si tienes una relación profunda con la persona, podrías tomar su mano, acariciar su espalda o abrazarla. Solo asegúrate de conocer las necesidades de límites personales de la otra persona antes de tratar de establecer un contacto físico.
    • Algunas veces podrías recibir el llamado para expresar empatía hacia los demás, pero no saber cómo hacerlo de forma correcta. Si esto pasa, simplemente mantente presente con la persona, es decir, mantente a su lado.
  4. Puedes inspirar a los demás a ser empáticos al tomar medidas cuando otros lo necesiten. En vez de simplemente mantenerte al margen de las cosas (o esperar que la persona te pida ayuda), piensa en formas factibles en las que puedes ofrecer ayuda. [14]
    • Por ejemplo, si un amigo está desconcertado por una ruptura, trata de sacarlo de su casa para ver una película o para ir al spa. Si un familiar tiene problemas de salud mental, ofrécete a acompañarlo a sesiones de terapia o a reuniones de grupos de apoyo.
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