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En primer lugar, debemos dejar en claro que puedes saltarte el primer paso y no tener que esperar hasta que se haga de noche. Simplemente puedes esperar hasta que todos hayan salido de tu casa, que estén durmiendo, o que se estén ocupando de otra cosa. Antes de empezar a fumar, asegúrate de que no haya ni la más mínima posibilidad de que alguien se dé cuenta. Continúa leyendo para encontrar más consejos útiles.

  1. ¿Por qué? Porque si actúas como si fueras a acostarte, hay menos probabilidades de que tus padres te molesten, y no van a entrar a tu cuarto por el resto de la noche.
  2. Colócala en el espacio entre la puerta y el piso. Así el humo no escapará de la habitación hacia el resto de la casa. ADEMÁS, asegúrate de que la manta no sobresalga del lado de afuera de la puerta, ya que quedará demasiado obvio que estás intentando ocultar algo. ¡NO OLVIDES CERRAR TU PUERTA CON LLAVE!
  3. Esto permitirá que el humo salga y que la habitación se ventile con aire nuevo. Observa que el aire no escape inmediatamente, por lo que tomará entre 15 minutos y una hora que se despeje, dependiendo de cuánto abras la ventana.
  4. Aquí es donde tomas un desodorante de ambientes y rocías la habitación. Estarás más seguro enmascarando el humo con el desodorante, y hará el humo en la habitación sea más difícil de detectar.
  5. Siéntate en el piso. Asegúrate de que la manta sea lo suficientemente grande como para cubrirte a ti con un velador y que llegue hasta el piso. Antes de hacerlo, apaga las luces (así será más divertido).
  6. Algo que haga ruido.
  7. Es para que cuando fumes puedas exhalar el humo en la tela para que lo absorba (la tela puede ser una camisa, una toalla, o un peluche).
  8. No las guardes en tu armario ni en el escritorio, es demasiado obvio. Si tus padres sospechan que fumas, esos serán los primeros lugares que buscarán. En vez de eso, corta un tajo en algún animal de peluche y guárdalas allí, o puedes ponerlas sobre la parrilla de la cama.
  9. Rocía la manta sobre la que te sentaste. Desodoriza el lugar donde guardaste las cosas para fumar. Desodoriza todos los rincones de la habitación. Desodorízate tú mismo. Desodoriza el centro de la habitación. Desodoriza la puerta. Desodoriza la tela sobre la que exhalaste.
  10. Esto ayudará a enmascarar el olor y además, el humo del incienso se mezclará con el humo que exhalaste; en el caso de que tus padres quieran entrar, pensarán que es el humo y el olor del incienso.

Consejos

  • Si tus padres te preguntan por qué cerraste la puerta con llave, diles que te estabas cambiando.
  • No olvides cerrar la puerta con llave. Si la puerta no tiene una cerradura, trábala con una silla o con algo pesado. Si no es de noche y te preguntan por qué está bloqueada la puerta, diles que estás reacomodando los muebles.

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