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Hablar con un adolescente acerca de la masturbación puede resultar incómodo y es probable que te dé algo de miedo. Lo más probable es que el adolescente tampoco esté muy emocionado de hablar de ello. Aunque no será fácil, hablar con tu hijo adolescente sobre la masturbación te asegurará que este tenga toda la información necesaria y le demostrará que estás dispuesto a hablar sobre los temas difíciles. Durante la conversación, hazle saber a tu hijo que está pasando por algo normal y que no hay nada de lo que tenga que avergonzarse.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Comenzar la conversación

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  1. Es probable que tanto a ti como al adolescente les resulte incómodo hablar acerca de la masturbación. Tener la conversación en la sala de estar después de la cena o durante una caminata nocturna podría tranquilizarlos a ambos. Hazle saber a tu hijo que quieres tener una conversación importante con él, pero que no está en problemas. [1]
    • Dile algo como "Ambos estaremos en casa el sábado por la tarde, así que quiero que nos sentemos para una charla especial. No hay nada que esté mal y no estás en problemas, así que no te preocupes".
  2. Mantén el cuerpo relajado y evita cruzar los brazos, ya que esto podría transmitir el mensaje de que estás molesto. Además, utiliza un tono de voz amable y comprensivo. Esto le hará saber que lo que hace es normal. [2]
    • Intenta que la conversación sea sencilla e informal.

    Consejo: si sientes que te pones tenso o molesto, toma unas cuantas respiraciones profundas para que te ayuden a calmarte. También puedes contar hasta 10.

  3. Explícale que quieres hablar acerca de la masturbación para que sepa que no es un tema vergonzoso. Si te sientes incómodo o crees que el adolescente podría estarlo, está bien usar eufemismos como "tocarte a ti mismo" o "explorar tu cuerpo". [3]
    • Puedes decir: "Estás creciendo, así que tal vez te interese empezar a explorar tu cuerpo. Quiero hablarte acerca de eso para que sepas que lo que sientes es normal".
  4. Es probable que los adolescentes se sientan avergonzados si se han estado masturbando. Si tu hijo siente que lo estás avergonzando, puede aprender a ocultar su sexualidad o puede creer que esos impulsos naturales son incorrectos. Explícale que solo hablas del tema para que tenga una información adecuada al respecto. [4]
    • Dile: "No estás haciendo nada malo. Es totalmente normal que quieras tocarte y quiero que tengas toda la información al respecto".
Parte 2
Parte 2 de 3:

Aclarar los hechos y las expectativas

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  1. Es posible que tu hijo haya escuchado rumores acerca de los peligros que conlleva la masturbación. Cuéntale que la masturbación no perjudica la salud ni causa ningún daño al cuerpo. Hazle saber que en realidad puede ayudarle a reducir los niveles de estrés. Finalmente, pregúntale acerca de los rumores que haya escuchado para que puedas desmitificarlos. [5]
    • Dile algo como "Masturbarse es un comportamiento natural que no hace daño al cuerpo. ¿Qué has oído hablar de ello?".
  2. Mientras que algunos adolescentes ocultan lo que hacen, otros pueden mostrarse abiertos al respecto. De cualquier manera, enséñale a tu hijo que la masturbación es algo que se hace en privado. Esto implica usar los cerrojos de las puertas cuando se está en casa y no hacerlo en lugares públicos. [6]
    • Hazle saber que no tiene por qué avergonzarse. La privacidad se trata de respetarse a sí mismo y a los demás, no de ocultar su comportamiento.
  3. Explícale lo que piensas sobre la masturbación y la sexualidad. Luego, dile qué decisiones te gustaría que tome. Sin embargo, hazle saber que se trata de su cuerpo, de modo que respetarás sus decisiones. [7]
    • Podrías decirle: "Creo que la masturbación es una forma segura de satisfacer los impulsos sexuales. Me gustaría que esperes para tener sexo hasta que seas un adulto y sepas lo que quieres. Sin embargo, sé que eres una persona inteligente y respetaré las decisiones que sientas que son correctas para ti."

    Advertencia: puedes tener creencias religiosas o espirituales que entran en conflicto con la masturbación, pero es importante dejar que sea el adolescente quien decida qué es lo mejor para él. Dile lo que piensas, pero no lo avergüences para que cumpla con las expectativas que tienes. De lo contrario, podría desarrollar hábitos sexuales poco saludables. [8]

  4. Cuando un adolescente comienza a masturbarse por primera vez, es posible que no se dé cuenta de la importancia de lavarse las manos o el artefacto, si es que usa uno. Explícale la importancia de mantener el área genital limpia para evitar infecciones. Enfatiza que siempre debe lavarse las manos antes de hacerlo. [9]
    • En el caso de una chica, es importante lavarse las manos antes y después de masturbarse y lavar también los juguetes que vaya a usar. Explícale que el uso de las manos o juguetes sucios puede causar una infección del tracto urinario (ITU).
    • En el caso de un chico, enséñale que debe usar las manos limpias y que debe lavarse después.
  5. Es posible que tu hijo te pregunte si te has masturbado. Dependerá de ti si quieres responder. No te sientas presionado a hablar de ello si no te sientes cómodo. [10]
    • Podrías decirle: "Empecé a masturbarme en la escuela secundaria, pero ya no lo hago tan a menudo" o "A mucha gente le gusta masturbarse, pero algunos prefieren no hacerlo. Sin embargo, no es algo sobre lo que se debe preguntar".
  6. Es posible que tu hijo tenga muchas preguntas, pero también es posible que no quiera hablar de eso. Déjalo hablar libremente si así lo decide. Si se queda callado, hazle saber que estás interesado en escuchar sus pensamientos pero que respetarás su decisión si no quiere hablar de ello. [11]
    • Si se abre o hace preguntas, puedes decir: "Estoy muy orgulloso de ti por haber hablado. Espero que siempre vengas a hablar conmigo."
    • Si no dice nada, dile: "Quiero que sepas que puedes decirme todo lo que necesites decirme y siempre estaré dispuesto a responder a las preguntas que tengas. Al mismo tiempo, no tienes que hablar si no quieres".
Parte 3
Parte 3 de 3:

Terminar la conversación

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  1. Pregúntale a tu hijo si tiene alguna duda. Dale las respuestas que creas convenientes. Si no sabes la respuesta, dile que lo averiguarás y que pueden volver a hablar más tarde ese mismo día. [12]
    • Por ejemplo, puede que te pregunte cosas como: "¿Me hará daño masturbarme todos los días?", o "¿La masturbación me volverá infértil?". La respuesta a ambas preguntas es "no".
    • Del mismo modo, podría tener preguntas acerca de los sueños húmedos.
    • Es probable que puedas encontrar las respuestas a las preguntas en línea. Puede que prefieras hacerlo por tu cuenta en caso de que surja algún material inapropiado.

    Consejo: recuerda que si esperas demasiado tiempo para darle seguimiento a una respuesta, es probable que el adolescente la busque por su cuenta. También le podría preguntar a un amigo, pero es mejor que consiga las respuestas de ti.

  2. Antes de terminar la conversación, refuerza el hecho de que la masturbación es algo normal y saludable. Dile que a mucha gente le gusta hacerlo, así que no tiene nada de lo que avergonzarse. [13]
    • Puedes decirle: "Sé que lo que estás pasando puede ser confuso, pero necesitas saber que esto es algo normal y saludable, así que no necesitas sentirte culpable por ello".
  3. Este es un buen momento para enseñarle a tu hijo que puede acudir a ti cuando necesite ayuda para tomar una decisión con respecto al sexo seguro. Trata de mantener una mente abierta y ayúdale a conseguir lo que necesita para mantenerse protegido. En estos momentos, eso podría significar una caja de pañuelos o una cerradura en la puerta de su habitación. [14]
    • Pregúntale: "¿Hay algo que necesites de mí?".
    • Esto ayudará a que tu hijo se sienta cómodo al preguntar sobre los condones o las píldoras anticonceptivas más adelante. Aunque esperas que no los necesite, es mejor que esté preparado.

    Consejo: no es necesario que facilites el comportamiento sexual del adolescente. Sin embargo, es importante que tenga las cosas que necesita para mantenerse protegido. De lo contrario, podría incurrir en comportamientos riesgosos.

  4. Es posible que tu hijo necesite pensar las cosas durante unos días antes de que tenga alguna pregunta, sin embargo, puede que se sienta incómodo a la hora de volver a plantear el tema. Háblale en privado unos días después de la gran conversación para ver si tiene más preguntas al respecto. [15]
    • Podrías decir: "Estoy seguro de que has estado pensando en lo que hablamos el sábado. ¿Tienes alguna otra pregunta?".
  5. Es importante que los adolescentes tengan privacidad y puedan tomar decisiones con respecto a sus cuerpos. Solo quieres lo mejor para tu hijo, pero esto a veces significa respetar los límites. Dale espacio para que decida qué es lo mejor para él. [16]
    • No revises sus cosas ni llames a la puerta cuando sospeches que se masturba.

Consejos

  • Es probable que tu hijo adolescente tenga acceso a Internet, por lo que podría comenzar a buscar información acerca de la masturbación por su cuenta.
  • Intenta hablar con tu hijo antes de notar signos de que se masturba. De esta manera, tendrá mejor información sobre cómo masturbarse de forma segura antes de hacerlo.

Advertencias

  • Avergonzar a un adolescente por masturbarse puede tener efectos negativos para toda la vida. Hazle saber a tu hijo que su deseo de masturbarse es algo normal.

[17]

  • No te lleves de los mitos de la masturbación para desalentarlo.
  • Lo peor que puedes hacer es decirle "deja ese mal hábito" basándote en prejuicios religiosos.

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