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Aunque el castigo es solo una parte de infundir disciplina en un niño en crecimiento, es un aspecto importante. Saber cómo castigar a un niño que se comporta mal de manera efectiva es crucial para criar a un adulto maduro y productivo. Un niño que nunca aprendió la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto posiblemente tenga dificultades académicas, profesionales e incluso psicológicas en el futuro. Por lo tanto, nunca es demasiado temprano para pensar en una estrategia de castigo justa pero efectiva para tu hijo. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Aprende estrategias de disciplina inteligentes

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  1. Quizá este aspecto sea el más importante que debas recordar al momento de disciplinar a un niño. Tu hijo no podrá aprender las reglas si estas siempre cambian. Ser consecuente es crucial para lograr que tu hijo se comporte de manera adecuada y aprenda qué tipos de comportamiento son aceptables y cuáles no. Castigar a un niño de manera poco consecuente o dejar que eluda los castigos le enseñará que a veces (o siempre) está bien que se comporte de manera inadecuada. A continuación encontrarás algunos consejos que debes tener en cuenta para castigar a tu hijo de manera consecuente:
  2. No cambies las reglas arbitrariamente ni modifiques los castigos para ciertos comportamientos sin una razón clara para hacerlo.
  3. No ignores el mal comportamiento cuando te resulte incómodo lidiar con él.
  4. No elijas un castigo y luego permitas que tu hijo lo eluda o lo cambie por uno más sencillo. No dejes que tu hijo se libre del castigo mostrándote sus lágrimas o su mirada de cachorro.
  5. Tu hijo tendrá dificultades para evitar comportarse mal si no entiende lo que es el mal comportamiento. Debes darle a tu hijo una idea básica de lo que está bien y lo que está mal desde una edad temprana, ya que él o ella será capaz de comprender esta diferencia desde ese momento. La forma de hacerlo es estableciendo límites claros. Esto significa que debes aclararle a tu hijo por qué y de qué forma cierto mal comportamiento es incorrecto y luego castigarlo cuando el comportamiento se repita. Además, debes ser consecuente con respecto a estos límites.
    • Obviamente, la habilidad de tus hijos para comprender la razón detrás de tus límites cambiará mucho a medida que crezcan. Por ejemplo, un niño pequeño que acaba de aprender a hablar no comprenderá que no debe dibujar en las paredes con un marcador si le das un sermón sobre por qué es irrespetuoso dañar la propiedad ajena. En lugar de eso, simplemente dile "no" con una voz firme y, si es necesario, quítale el marcador.
  6. Los diferentes tipos de mal comportamiento requieren de castigos diferentes. Las pequeñas faltas de respeto o las primeras infracciones simplemente pueden merecer una advertencia clara, mientras que las faltas de respeto intencionales o el comportamiento violento pueden requerir de una respuesta seria. Trata de ser sensato con respecto a los castigos que asignes teniendo en cuenta que los niños no son perfectos y aprenden cometiendo errores. Asimismo, es importante que te asegures de que el niño comprenda que su mal comportamiento es inadecuado y no será tolerado.
    • Como un ejemplo claro, castigar a un niño por un mes es un poco duro si lo único que hizo fue olvidar llevar a casa un papel de la escuela que debías firmar. Un castigo más adecuado sería simplemente dejar de darle propina hasta que lo recuerde.
    • También debes asegurarte de que los castigos sean apropiados para su edad. Prohibirle a un niño pequeño que salga no dará muchos resultados. Para obtener una guía sobre qué tipos de castigo son apropiados según las edades de los niños, visita Parents.com para obtener una guía de castigo para niños entre las edades de 1 a 10 años. [2]
  7. A veces ciertos comportamientos inadecuados de tus hijos pueden ser insoportables. Sin embargo, enojarte demasiado con tu hijo no te hará ningún bien a largo plazo. Los padres que no pueden controlar su enojo tienen problemas para tomar decisiones lúcidas y lógicas sobre cómo castigar a sus hijos y es posible que dependan de sus arrebatos emocionales (o algo peor) como una forma de comunicar sus ideas. Además, hacer que tu hijo te entienda a través del enojo puede establecer un mal precedente. Si te enojas y le gritas a tu hijo con tanta frecuencia que se convierte en algo común, con el tiempo tu enojo podría perder su significado y hacer que te enojes "aún más" con tu hijo para que te preste atención.
    • Por lo tanto, es una buena idea controlar tu enojo cuando tu hijo se comporte mal. Por ejemplo, si tu hijo se frustra cuando juega a atrapar la pelota y comienza a faltarte el respeto, no lo agredas. En lugar de hacerlo, cálmate y dile: "Sabes que no debes hablarme así. El juego se terminó. Puedes comenzar a hacer tu tarea". Mantén la calma si se enoja. No querrás enseñarle a tu hijo que puede hacerte perder la paciencia rápidamente.
    • Para aprender más acerca de este tema, lee el artículo Cómo controlar la ira o una de las varias guías sobre crianza de niños disponibles en Internet.
  8. Una recomendación tradicional sobre la crianza de los hijos que aún es importante actualmente es asegurarte de trabajar en equipo con tu pareja al momento de disciplinar a tu hijo. Esto significa que ambos padres deben estar de acuerdo con las reglas familiares de disciplina y seguirlas por igual. [3] No seguir esta regla puede ocasionar problemas. Una familia en la que un padre es firme con los castigos y el otro es flexible puede animar a que el niño acuda al padre más "fácil" tan pronto como haga algo malo.
    • Como regla general, la importancia de trabajar en equipo disminuye a medida que el niño crece. Al llegar a la adolescencia, la mayoría de hijos comprende que sus padres pueden estar en desacuerdo con ciertas cosas sin que ninguno de ellos esté equivocado. [4]
  9. Siempre recuerda que tus hijos aprenden observándote. Las cosas que les ordenas a tus hijos no son tan importantes como las cosas que les muestras. Vigila tu propio comportamiento cuando estés al lado de tus hijos. Haz un esfuerzo por ser una persona cortés, feliz, cariñosa, trabajadora y productiva para que tus hijos lo noten.
    • También es importante que tengas en cuenta lo que no haces. No hagas nada en frente de tus hijos que no quisieras que ellos hicieran frente a ti. Esto incluye hacer rabietas, actuar de manera inmadura o caer en malos hábitos. Por ejemplo, si señalas la importancia de los buenos modales a tus hijos pero pasas cada miércoles en la noche maldiciendo y gritándole a tu madre anciana en el teléfono, les enseñarás que en realidad está bien tener malos modales cuando alguien te molesta.
  10. El castigo solo es la mitad de la batalla. Además de castigar el mal comportamiento, debes recompensar el buen comportamiento como el trabajo duro, la bondad y la paciencia. Cuando tu hijo cumpla con ser bueno y trabajar duro, anímalo a mantenerse así demostrándole cariño y atención. Una vez que se acostumbre a recibir este tipo de trato por su buen comportamiento, no demostrarle afecto cuando se comporte mal puede bastar como castigo.
    • La investigación científica ha demostrado que no se debe subestimar el poder del afianzamiento positivo. En un estudio, las técnicas positivas de crianza tuvieron relación con niveles más bajos de comportamiento antisocial y abuso de drogas durante el crecimiento del niño. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Usa castigos justos y efectivos

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  1. Los padres tienen opiniones diversas sobre qué castigos son apropiados y cuáles no. Algunos optan por un enfoque estricto mientras que otros por uno más moderado. Aunque no existe una sola forma de disciplinar a un niño, las sugerencias de esta sección tienen como objetivo servir como consejos que pueden aplicarse en cualquier momento y resultar útiles para todos los padres. Un ejemplo de un castigo adecuado para todas las familias es quitarle privilegios a un niño maleducado. Por ejemplo, si las calificaciones de tu hijo han bajado porque no ha estado haciendo su tarea, puedes restringir el tiempo que le dedica a los videojuegos los fines de semana hasta que te muestre una prueba con una calificación aprobatoria o alta.
    • En otras palabras, solo le quitarás privilegios al niño como una forma de castigo y no sus necesidades básicas. Prohibirle a tu hijo que vea a sus amigos o mire la televisión de manera temporal es una cosa, pero otra es evitar que duerma, se sienta amado o reciba una nutrición adecuada, ya que esto se considera como maltrato infantil. [6]
  2. En el mundo real, romper las reglas trae consecuencias. Si un adulto hace algo incorrecto, generalmente está obligado a enmendar su comportamiento en favor de las personas que afectó a través del servicio comunitario, el pago de una multa, etc. Muéstrale a tu hijo las consecuencias del mal comportamiento haciendo que se esfuerce para que las cosas regresen a la forma en la que estaban antes (o mejor) de que se comportara mal. Esta es una táctica útil que puedes usar cuando tu hijo cause daño a la propiedad. Por ejemplo, si tu hijo pinta la mesa de tu cocina intencionalmente, un buen castigo sería hacer que quite las manchas, lije y barnice la madera para que luzca como nueva otra vez.
  3. La técnica del aislamiento temporal es un poco controversial. Algunas personas la consideran como una forma débil, inefectiva y mimada de disciplinar a un niño, mientras que otras confían plenamente en ella. Aunque algunos expertos en crianza de niños creen que la técnica de aislamiento no es efectiva para todos los niños, muchos creen que si se usa de manera correcta puede ayudar a calmar a los niños traviesos y disuadirlos de comportarse mal. [7] [8] Experimenta con la técnica del aislamiento temporal para infracciones menores. Si tu hijo se muestra dispuesto a comportarse bien después de estar solo en su habitación durante un breve período de tiempo pero se vuelve más inquieto o parece no molestarle el castigo, posiblemente debas usar otras técnicas.
    • La cantidad de tiempo que emplees con la técnica del aislamiento temporal varia en base a la edad de tu hijo y la gravedad de su mal comportamiento. Una buena regla general que puedes aplicar a una falta menor (como responder con insolencia, no escucharte, etc.) es un minuto de aislamiento por cada año que el niño tenga.
  4. Los adultos no pueden actuar de manera cerrada o egoísta todo el tiempo. Si un adulto falta al trabajo para quedarse en la casa jugando videojuegos, podrían despedirlo. Enséñales a tus hijos la importancia de la automotivación permitiéndoles que sufran las consecuencias naturales de su mal comportamiento. En otras palabras, no los rescates cuando se comporten de manera contraria a sus propios intereses. Por ejemplo, si un niño no quiere dejar de jugar para ir a cenar, simplemente limpia la mesa cuando termines de cenar y rehúsate a preparar más comida después de hacerlo. [9] Este tipo de enfoque ayuda a que los niños consigan la autodisciplina que los ayudará a tener éxito en el futuro.
  5. A medida que los niños crecen, comienzan a formar importantes conexiones sociales con sus pares y pasan tiempo libre con estas personas. Alejar a un niño de estas relaciones sociales divertidas temporalmente es una forma de disuadir el mal comportamiento, especialmente si el castigo evita que el niño asista a un evento que considera importante, como una fiesta de cumpleaños o un baile. Sin embargo, al igual que con la técnica del aislamiento temporal, algunos expertos creen que prohibirle a tu hijo participar en sus actividades favoritas no es efectivo con algunos niños, así que usa tu mejor juicio y mantente dispuesto a cambiar de estrategia si no obtienes resultados.
    • Ten en cuenta que no debes prohibirle a tu hijo participar en sus actividades favoritas de manera permanente o semipermanente. Evitar que un niño desarrolle relaciones de amistad mutua con otros puede afectar su habilidad para desempeñarse como adulto y generalmente se considera como una forma de maltrato. [10]
  6. Aunque con frecuencia se subestima el poder de la sinceridad, las disculpas personales pueden ser muy importantes. Por ejemplo, si tu hijo destruye el jardín del vecino jugando a la pega con sus amigos, ordenarle que se acerque a la casa del vecino y se disculpe es un buen castigo. Para conseguir un beneficio adicional, puedes ordenarle que pase el sábado siguiente arreglando el jardín del vecino para que luzca bien nuevamente.
    • Hacer que un niño se disculpe frente a frente con una persona a la que ha afectado no solo lo obliga a pasar por una experiencia desagradable como forma de castigo, sino que también lo prepara para la vida adulta en la que tendrá que disculparse por sus errores para mantener relaciones saludables. Ofrecer disculpas en persona también es una experiencia que le enseñará humildad y sencillez, lo cual puede ayudarlo a controlar su ego.
  7. Quizá ningún tema sobre la disciplina de los niños es más controversial que el uso de los castigos corporales (físicos). Algunos padres deciden nunca castigar físicamente a sus hijos, mientras que los padres más tradicionales consideran que es aceptable castigar a los niños con nalgadas, palmadas e incluso bofetadas cuando se comportan mal. Si decides usar castigos corporales, resérvalos para las faltas más serias. No obstante, si solo usas ese método, podría perder su efectividad y enseñarle a los niños que es aceptable herir a las personas menos poderosas que ellos.
    • Aunque el trabajo de todos los padres es decidir la mejor forma de disciplinar a sus hijos, la evidencia sugiere que usar castigos corporales frecuentemente es una mala idea. Por ejemplo, algunas investigaciones asocian el castigo corporal en los niños con la delincuencia en la adolescencia e incluso el comportamiento violento y la disfunción emocional en la adultez. [11]
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Método 3
Método 3 de 3:

Evita usar castigos dañinos

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  1. Incluso los padres que practican el castigo corporal generalmente hacen una distinción clara entre castigar a un niño dándole nalgadas y darle una paliza intencionalmente. Golpear a un niño nunca está bien. Casi todas las asociaciones de crianza de niños lo reconocen como una forma de maltrato. Además, se han establecido relaciones claras entre el maltrato físico violento en la niñez y el incremento de cifras de enfermedades mentales en la adultez. [12]
    • Además, ciertas formas de violencia pueden causar daño permanente e incluso letal a un niño en crecimiento. Por ejemplo, sacudir a un niño pequeño cuando estás frustrado o enojado puede ocasionarle daño cerebral o la muerte. [13]
  2. Es perfectamente posible ser un padre maltratador sin tener que levantarle un dedo a tu hijo. La negligencia, el aislamiento y la intimidación son formas de dañar el crecimiento emocional de tu hijo. Aunque criar a un niño puede ser frustrante, estos comportamientos no son adecuados. No solo son crueles e injustos para un niño, sino que también pueden causar problemas serios, incluyendo autolesiones, abuso de drogas, depresión y hasta suicidio. [14] A continuación se presenta una lista de comportamientos que califican como maltrato emocional. Para una lista completa, consulta recursos contra el maltrato infantil como la American Humane Association (Asociación Humanitaria de los Estados Unidos). [15]
    • Aislar al niño de otros para evitar interacciones sociales normales
    • Agredirlo verbalmente con insultos, amenazas y ridiculizarlo
    • Aterrorizarlo por no alcanzar expectativas irracionales
    • Humillarlo intencionalmente
    • Controlarlo usando el miedo y la intimidación
    • Ignorarlo o desatender sus necesidades básicas
    • Forzar a que un niño haga algo incorrecto o poco saludable
    • No demostrarle amor, ternura ni afecto
  3. Los niños son naturalmente curiosos y aprenden interactuando con el mundo que los rodea. Evita castigar a tu hijo si su mal comportamiento se debe a su curiosidad honesta. Castigar a un niño por hacer algo que no sabía que era inadecuado podría ocasionar que con el tiempo tenga miedo a las nuevas experiencias o incluso que le parezca más emocionante comportarse mal.
    • Por ejemplo, sería inadecuado castigar a un niño por preguntarle a sus amigos sobre las relaciones sexuales. Una mejor idea es sentarte con ellos, responder a sus preguntas y explicar por qué es una mala idea hablar sobre temas sexuales explícitos en público. Si los reprendes sin darles ninguna explicación, probablemente tendrán más curiosidad.
  4. Es fácil excederse al disciplinar a tu hijo pero debes esforzarte por evitarlo. Someter a tu hijo a alcanzar estándares poco realistas y asignarle castigos excesivamente estrictos puede afectar su habilidad para vivir una vida feliz y saludable. Siempre recuerda que tu objetivo como padre es ayudarlo a llegar hasta el punto en que pueda disciplinarse a sí mismo. No debes obligarlo a vivir su vida exactamente como tú quieres.
    • También es importante que te des cuenta de que las técnicas de crianza severas generalmente son inefectivas porque evitan que el niño tenga la oportunidad de disciplinarse a sí mismo. Si un niño reacciona constantemente a los castigos y las exigencias de un padre excesivamente estricto, nunca aprenderá a motivarse a sí mismo. [16]
  5. Por otro lado, es igualmente fácil, o incluso más fácil, ir más allá en dirección opuesta. Negarse a hacer que los castigos se cumplan y dejar que tu hijo te sobrepase le enseñará que no necesita comportarse bien o trabajar duro para conseguir lo que quiera. Tener el hábito de ceder ante un niño quisquilloso o rescatarlo de las cosas desagradables también puede arruinar su habilidad para lidiar con emociones negativas de una manera madura. En otras palabras, al hacerlo crearás un niño mimado.
    • Nuevamente, este tipo de crianza es generalmente perjudicial a largo plazo para un niño. La mayoría de expertos en crianza concuerdan que criar a un niño con un estilo excesivamente permisivo puede crear un adulto con dificultades para conseguir satisfacción en su vida y una imagen positiva de sí mismo. [17]
  6. Desafortunadamente, algunos problemas de comportamiento están más allá del alcance de las técnicas de crianza normales y pueden requerir de ayuda profesional. Estos problemas no pueden y no deben tratarse con castigos y técnicas de disciplina normales. Es posible que requieran de soluciones medicinales, terapia o asesoría que un padre común no puede proporcionar. La siguiente es una lista pequeña de comportamientos problemáticos que requieren la atención de un profesional:
    • Delitos (hurto, vandalismo, violencia, etc.)
    • Abuso de drogas
    • Otras adicciones (Internet, relaciones sexuales, etc.)
    • Enfermedades metales y emocionales (trastornos de aprendizaje, depresión, etc.)
    • Comportamiento peligroso (búsqueda de riesgos, carreras de autos, etc.)
    • Furia o arrebatos de violencia
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Consejos

  • Algunos niños se comportan mal para llamar la atención. Tener el hábito de ignorar las rabietas y prestar atención solo cuando el niño se comporta bien a veces es una forma de fomentar este tipo de comportamiento.
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Advertencias

  • Ten en cuenta que castigar a un niño dándole nalgadas es ilegal en 37 países, incluyendo algunos de Europa, África, Asia y América. [18] Aunque castigar a un niño dándole nalgadas es legal en cualquier estado de los Estados Unidos, en algunos causar dolor continuo o daño con una correa u otro objeto se considera como maltrato infantil. [19] .
  • El castigo debe siempre adecuarse según la gravedad de la falta que el niño haya cometido . Por ejemplo: si bajó sus calificaciones a nivel normal pero no ha desaprobado lo correcto sería conversar con él acerca del asunto y motivarle ( ojo: no exigirle ) que pueda incrementarlas.
    • Castigos muy severos ante faltas menores pueden destruir la autoestima.
  • Siempre explícale la razón por la cual lo castigas.
  • Lo mejor ante cualquier falta siempre es disciplinar .
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