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Desafortunadamente, los sentimientos de las personas pueden cambiar para mal. Las cosas incluso pueden ser mucho más incómodas si aún necesitas hablar con un chico al que ya no le caes bien. No existe una forma real para hacer que esto sea divertido, pero existen algunos consejos que puedes seguir para que las interacciones sean un poco menos incómodas. Tómate un tiempo para pensar por qué le has dejado de gustar. Esto te permitirá obtener una mayor perspectiva para poder manejar mejor las conversaciones en el futuro, como así también otras relaciones. De todas formas, quizás lo más importante sea aceptar la situación y seguir adelante para que hablar con esta persona no sea tan incómodo.

Método 1
Método 1 de 3:

Lidiar con las conversaciones

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  1. Si ya no le gustas, acepta el hecho de que probablemente no quiera conversar contigo. Ahórrate el dolor y la vergüenza. Procura dar un paso hacia atrás y evalúa qué es lo que quieres hablar con él. [1]
    • Si es algo que realmente necesitas discutir, hazlo. Sin embargo, si estás usando esto como excusa para poder hablar con él una vez más, muérdete la lengua y déjalo ir.
  2. Independientemente del tema que necesites abordar, asegúrate de que la conversación sea productiva al actuar de manera civilizada. Conserva un tono de voz neutro y calmado, como si tuvieras que hablarle a un empleado de una tienda. Por ejemplo, puedes decirle: [2]
    • “Oye, ¿tienes un minuto? Necesito hacerte una pregunta muy rápida”.
    • “Hola. Si no estás muy ocupado, ¿te molestaría que te haga una pregunta?”.
    • “Lamento interrumpirte, pero quisiera saber si tienes unos pocos minutos para hablar”.
  3. Prevé la posibilidad de que no quiera involucrarse en una conversación dispersa. Por lo tanto, no des vueltas intentando llegar al punto que necesitas discutir. Ve directo al grano de manera práctica para que no sienta que le estás haciendo perder el tiempo o que estás siendo muy dependiente. Por ejemplo, puedes decir: [3]
    • “Acabo de recordar que he dejado mi suéter en tu casa. ¿Te molestaría acercármelo mañana?”.
    • “Marco me ha llamado anoche y me ha dicho que mañana estará en la ciudad y que quiere verte. Solo quería hacértelo saber”.
    • “Quería devolverte el libro que me has prestado. Muchas gracias”.
  4. Si lo que necesitas es hablar de algo más serio que de la devolución de un suéter, ten cuidado de no dar sermones. Di lo que tengas que decir de forma clara y sencilla, ¡no más! No repitas ni parafrasees tus palabras para evitar que deje de prestarte atención o se ponga a la defensiva. Esto solo hará que sea menos receptivo. [4]
    • Por ejemplo, si quieres saber por qué te ha dejado de hablar de manera repentina, aborda el tema de manera breve y directa. Por ejemplo, puedes decir "No entiendo muy bien por qué has dejado de hablarme. ¿Ha sido algo que he dicho o hecho? Me gustaría saber por qué".
    • Por supuesto, quizás lo que tengas que decir sea un poco más complejo. En este caso, escríbelo y ensaya con anticipación. Procura decir todo lo que necesites en cinco minutos o menos.
  5. Deja de lado el tema en cuestión si observas que comienzan a discutir acaloradamente. Redirecciona la charla para que la conversación vuelva a ser positiva. Por ejemplo: [5]
    • Si han tenido una relación y han adoptado un perro juntos, este puede ser un tema importante. Si comienzan a discutir acerca de quién se quedará con la mascota o si compartirán la custodia, es posible que lleguen a un punto muerto.
    • En este caso, prueba decir “Podemos hablar de esto en otro momento”, y hablar de otro tema que tengan que discutir. Lo ideal es que escojas una opción en la que ambos estén de acuerdo como, por ejemplo, cancelar las reservaciones para las vacaciones que han planeado antes de terminar la relación.
    • Cuanto más logren llegar a un acuerdo en temas sencillos, más receptivo estará cuando necesites discutir asuntos más difíciles. De todas formas, esto no es una garantía de que cambie de idea, pero al menos debes intentar modificar el tono para que la conversación sea más civilizada.
  6. Si hablar personalmente te resulta incómodo, doloroso o contraproducente, escríbele una línea. Ponte en su lugar mientras la leas, y parafrasea el mensaje en caso de ser necesario. Dale la posibilidad de procesar tus palabras sin que se sienta atacado. De esta forma, podrá pensar bien antes de responder.
    • Usa el correo si necesitas enviarle o devolverle algo (como un libro que te haya prestado). Pégale una nota que diga “No quiero que pienses que te lo he robado”. Coloca el paquete en el buzón, y ¡listo! [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Descubrir qué es lo que ha salido mal

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  1. Quizás pueda parecer contraproducente, pero rever qué es lo que ha salido mal es un paso importante para la recuperación. Sin embargo, también puede prolongar el malestar y la confusión en el caso de que te obsesiones. El tiempo necesario solo depende de ti, pero procura encontrar el equilibrio correcto. Repasa la historia de la relación para encontrar las respuestas que necesites. Luego, deja todo atrás. [7]
    • Por ejemplo, si él se ha alejado al comenzar a salir con un grupo diferente de personas, es importante que lo reconozcas para aceptar lo sucedido. Lamentarte por esto no ayudará en nada.
  2. Identifica qué es lo que ha salido mal, pero evita la tentación de usar tus respuestas para corregir los errores y reconquistar a tu expareja. En cambio, procura aprender de las experiencias para aplicar estas lecciones en las relaciones futuras. No te enfoques en el pasado, sino en el futuro. [8]
    • Por ejemplo, si el chico en cuestión ha terminado la relación porque has revelado un secreto, solo él puede decidir si es capaz de volver a confiar en ti o no. Lo único que tú puedes hacer con esto es no repetir el error en el futuro con otra persona.
  3. Ya sea que la relación haya sido romántica o platónica, es posible que las cosas no hayan funcionado porque no son personas muy compatibles. Quizás esta sea la explicación más sencilla. Evalúa tus deseos, necesidades, expectativas e intereses. Compáralos con los suyos. Si son demasiado diferentes, evalúa a los otros chicos de tu vida. Pregúntate si todos responden al mismo patrón para aprender a evitarlo en el futuro. [9]
  4. Las emociones son una realidad de la vida. Por lo tanto, no te sientas culpable por sentir ciertas cosas. Sin embargo, ten en cuenta que una relación exitosa y madura requiere controlar un poco (sino todos) esos sentimientos. Evalúa qué tan seguido te has dejado llevar por las emociones, en especial las negativas (como la ira). [10]
  5. Quizás la relación entre ustedes sea genial mientras que el resto de las cosas estén bien. Sin embargo, es posible que los sentimientos cambien después de enfrentar los desacuerdos. Recuerda cómo has lidiado con la situación en esos momentos. Pregúntate si hubieras podido abordar las cosas de otra forma para resolver los conflictos. [11]
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Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con la pérdida

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  1. Si bien es normal querer que las cosas no hayan salido mal, no niegues tu nueva realidad. Recuerda que es mucho más difícil superar una situación si no aceptas que ha ocurrido en primer lugar. Quizás no te guste, pero debes aceptar el hecho de que ya no le gustas para poder lidiar con esta nueva realidad. [12]
  2. Es muy probable que estés sufriendo y no sientas mucho entusiasmo por la vida en general. No te dejes abatir por esta situación. Date permiso para sufrir. Ten en cuenta que esto te ayudará a recuperarte más rápido, en lugar de fingir que todo está bien. [13]
  3. No te castigues por “enloquecer” solo por experimentar muchos sentimientos al mismo tiempo. Quizás sientas depresión, irritabilidad y luego incertidumbre en unos pocos minutos. Esta es una reacción totalmente normal ante este tipo de situación. Si bien no es divertida, recuerda que no durará por siempre. Por ahora, procura atravesar el momento de la mejor manera posible. [14]
  4. No reprimas tus sentimientos. Comparte tus emociones con tus amigos o familiares, en el caso de que tengas una red de apoyo sólida. De lo contrario (o si no deseas hablar de este tema por el momento), comienza un diario para escribir acerca de tus sentimientos. Escoge el método que te resulte más cómodo para poder desahogarte y poner tus emociones en perspectiva. [15]
  5. Evita el contacto innecesario con el chico en cuestión. Deja de lamentarte o pensar en qué es lo que estará haciendo o sintiendo. En cambio, concéntrate en lo que tú estás haciendo y lo que tú estás sintiendo. Reconoce que, cuanto más tiempo dediques a pensar en él, más tiempo te llevará poder superarlo. [16]
  6. Por más que tus emociones puedan variar y sientas que lo odias o que desearías que le pase algo malo, esto es normal, siempre que sea temporal. Sin embargo, no te aferres a estos sentimientos. Por más que haya actuado mal contigo, resiste la tentación de guardarle rencor. Cuanto más tiempo te aferres a estas emociones, peor te sentirás con la vida en general. [17]
  7. Si ambos solían compartir muchas cosas juntos, es posible que ahora tengas mucho tiempo libre. Por lo tanto, asegúrate de aprovecharlo. Comienza un pasatiempo nuevo, únete a una clase o haz más planes con tus amigos. Ocupa tu tiempo y tu mente para evitar lamentarte por su ausencia. [18]
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