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Muchas personas se sienten incómodas al hablar sobre sexo. Puede ser difícil pedir lo que deseas y puede ser complicado aclarar los conceptos básicos, especialmente cuando se los explicas a un niño. Empieza por abrir el diálogo, incluso si no estás exactamente seguro de lo quieres decir. ¡Es posible que se te haga más fácil hablar sobre sexo una vez que hayas pasado la incomodidad inicial!

Método 1
Método 1 de 3:

Hablar sobre sexo con una pareja nueva

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  1. Plantea tus pensamientos de la manera más clara que sea posible. Evita eufemismos y trata de avanzar después de tu incomodidad inicial. Puede ser embarazoso hablar sobre sexo; no obstante, recuérdate que no tienes nada de qué avergonzarte.
    • Recuerda que el sexo es perfectamente natural. Uno podría argumentar que, de hecho, nada es más natural. Es la manera en que uno llegó al mundo.
    • Si no te sientes cómodo hablado sobre “sexo”, trata de usar una frase similar pero “más suave”. En vez de decir que “tienes sexo”, di que “haces el amor”, “tienes intimidad” o “tienes relaciones”. Cada una de esas frases tiene su propio conjunto de connotaciones.
  2. Si no te sientes cómodo haciendo algo, entonces no lo hagas. Si dejas que algo se te escape incluso una vez, entonces será más difícil evitar que suceda en el futuro. Sé firme sobre tus expectativas y no permitas que nadie se aproveche de ti.
  3. Antes de que llegues a tener intimidad con una persona, empieza una conversación casual sobre su salud sexual y su historial de pruebas. No hagas que sea un gran problema, solo pregunta si se hizo una prueba recientemente. Recuerda que tienes el derecho de cuidar de tu propia salud sexual. Mereces saber si estás a punto de tener sexo con alguien que podría tener una infección. [1]
    • Utiliza protección. Nunca está de más utilizar un condón, incluso si tu pareja te ha asegurado que no tiene una ETS.
    • Esto puede parecer un asunto sencillo y, en el calor del momento, puedes estar tentado a no hacer preguntas. No obstante, puedes tener molestias por años si te contagias de una ETS, además de tener consecuencias graves para tu salud. Tendrás que explicar tu situación a todas tus futuras parejas.
Método 2
Método 2 de 3:

Hablar sobre sexo con una pareja establecida

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  1. Pide lo que quieres. Sé franco sobre lo que te gusta y no temas hablar cuando algo no funciona para ti. Si no eres claro sobre tus necesidades, entonces tu pareja no sabrá cómo satisfacerlas.
    • Sé lo más franco y abierto como te sea posible. Cultiva una relación que se base en una comunicación clara. ¡Mientras más hables sobre el tema, será más fácil!
    • Si quieres más sexo, no temas decirlo. No lo exijas ni lo esperes. Explica por qué sientes que recibes poco y trata de encontrar una solución que los dos puedan convenir. [2]
  2. Asegúrate de que tu pareja y tú tengan una comprensión mutua de las reglas y expectativas de la relación. Una relación es una comprensión mutua y es tu responsabilidad mantener esa comprensión. Define el tipo de relación que deseas y haz que la relación en sí misma sea un acto de diálogo de ese equilibrio. [3]
    • Habla sobre cuándo y dónde está bien tener sexo. Recuerda que está bien que tus preferencias cambien con el tiempo. Sin embargo, recuerda también que la responsabilidad recae sobre ti a fin de mantener al día a tu pareja sobre esos cambios en tus preferencias.
    • Determina si eres su pareja exclusiva. Si no es así, asegúrate de estar de acuerdo sobre con quién puede y no puede tener sexo cada uno de ustedes. Sé claro y veraz. Si no aclaras esta parte, podrías perjudicar tu relación y dañar seriamente a alguien.
  3. Cada uno de ustedes se debe sentir con la misma capacidad de negociar los términos de la conversación. Probablemente alguien tenga que empezar la conversación y esa persona podría ser tú; sin embargo, todavía podrás crear espacio para tu pareja a fin de que exprese su opinión. Escucha y sé paciente.
    • Evita frases acusatorias con “tú”, por ejemplo, “¡Tú nunca quieres tener más sexo!”. En vez de eso, enfócate en la manera en que esas cosas te hacen sentir o trata de ser objetivo. Di “Siento que nuestros impulsos sexuales han estado desequilibrados últimamente” o “Quisiera empezar un diálogo sobre la forma en que nuestra vida sexual ha estado últimamente”. [4]
    • Recuerda una vez más que una relación es una comprensión mutua. Una vida sexual saludable se basa en la comunicación. ¡No dejes que solo una persona tome todas las decisiones!
  4. Puede ser una manera excelente de estar cómodo al hablar sobre intimidad con tu pareja. Plantea el tema cuando ambos tengan tiempo para hablar. Consúltalo para ver que estés en la misma línea y que el acuerdo actual funcione para ambos. Sé desvergonzado y frontal con este tipo de comunicación. Si no actúas como si fuera raro, entonces no será raro. [5]
Método 3
Método 3 de 3:

Hablar con los niños

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  1. El “momento adecuado” significa algo distinto para cada niño y cada padre. Como regla general, considera que tu hijo debe saber probablemente cómo practicar sexo seguro y consensuado para el momento en que él o ella llegue a estar en una situación sexual. Si tu hijo se acerca a los 10 años, entonces sus hormonas ya estarán por aparecer y el momento estará cerca.
    • Ten en cuenta que en esta era digital, cada vez más niños aprenden sobre sexo a través de Internet. Si tu hijo tiene curiosidad, entonces puede estar haciendo bastante búsqueda exploratoria. Esto no quiere decir que debas tratar de sofocar esa curiosidad; no obstante, de hecho puedes utilizar tu conocimiento para actuar como una figura guía. Tu hijo podría saber más de lo que piensas.
    • Muchas escuelas incorporan algún tipo de educación sexual en sus planes de estudio. Trata de utilizar ello como una razón para comprometerte con tus hijos sobre las realidades del sexo. Constitúyete como un recurso y ofrécete a responder cualquier pregunta que tus hijos puedan tener.
  2. El sexo puede ser un tema incómodo de hablar para los adultos, ¡ni que hablar de los niños o adolescentes! Si el tema surge de forma natural, entonces aprovecha la oportunidad para hablarlo. De lo contrario, planifica lo que vas a decir y trata de desarrollarlo según lo que tu hijo ya sabe. Mantén la mente abierta. [6]
    • Respeta los límites. Si tu hijo o hija no quiere hablar sobre “la cigüeña”, entonces no fuerces la conversación.
  3. Existen varios libros, páginas web y otros recursos disponibles que hacen que los niños y adolescentes aprendan sobre salud sexual de manera más fácil. Si tu hijo tiene menos de 10 a 12 años, considera revisar estos recursos uno por uno. Si estás tratando con un adolescente, entonces puedes simplemente difundir la información y dejar que tu hijo explore de acuerdo a su propio tiempo. [7]
    • What Makes A Baby de Cory Silverberg es un libro de niños dirigido a padres que buscan explicarles sobre cómo se conciben y nacen los bebés. Si no estás seguro sobre cómo manejar la discusión de una manera amigable para los niños, este puede ser un recurso excelente.
    • La página web BishUK brinda una amplia gama de temas para padres y adolescentes. Esta página no solo cubre el aspecto físico del sexo, sino también el impacto emocional.
    • MTV, mediante la filial de su serie Teen Mom, maneja la página web www.mysexlife.org. La información de la página web ayuda a los adolescentes a entender el sexo y la sexualidad y puede ayudar a enseñar a los adultos jóvenes sobre cómo tomar decisiones seguras sobre sus cuerpos.
    • Speakeasy, una Asociación de planificación familiar, dispone de guías en línea a fin de ayudar a los padres a hablar con sus hijos sobre sexo y reproducción. Existen guías disponibles para diversas edades.

Consejos

  • Considera hablar sobre sexo con tus amigos. Si tienes alguna pregunta, inquietud o consideración, encuentra un amigo que tenga más experiencia en materia sexual.

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