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Los macarrones con queso son un plato clásico y una comida reconfortante para muchas personas. Puedes comerlos en el almuerzo o la cena y recalentarlos con facilidad el siguiente día. El método de cocción habitual es en la estufa, ¿pero por qué no ir más allá y prepararlos en el horno? Obtendrás un plato igual de sabroso (o incluso más) con una agradable textura crujiente por encima.

Ingredientes

Macarrones con queso fáciles [1]

  • mantequilla sin sal para engrasar la cazuela
  • 2 cucharaditas de sal para los macarrones
  • 4 tazas (400 g) de macarrones tipo coditos
  • 5 cucharadas de mantequilla sin sal
  • 5 cucharadas de harina común
  • 2 1/2 tazas (600 ml) de leche
  • 2 tazas (200 g) de queso rallado
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta

Macarrones con queso y hierbas [2]

  • mantequilla sin sal para engrasar la cazuela
  • 2 cucharaditas de sal kosher
  • 4 tazas (400 g) de macarrones tipo coditos
  • 5 cucharadas de mantequilla sin sal dividida
  • 4 tazas (1 litro) de leche
  • 1/2 cebolla mediana pinchada con 1 clavo de olor
  • 4 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de tomillo fresco (o 3/4 de cucharadita de tomillo seco)
  • 1 cucharadita de mostaza seca
  • 2 cucharadas de harina común
  • 2 tazas (200 g) de queso cheddar rallado
  • 1 taza (125 g) de queso cheddar en trozos
  • 1/2 taza (50 g) de queso parmesano rallado
  • sal kosher y pimienta negra recién molida al gusto
Método 1
Método 1 de 2:

Macarrones con queso fáciles

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  1. Cubre ligeramente una cazuela de 2 litros (2 cuartos de galón) con un poco de mantequilla. Resérvala.
  2. Llena una cacerola grande con 4 litros (4 cuartos de galón) de agua y ponla a hervir. Añade las 2 cucharaditas de sal y los macarrones y cocínalos por 5 a 7 minutos. Estos continuarán su cocción en el horno.
  3. Coloca un colador o escurridor grande en el fregadero y vierte la pasta sobre él. Agítalo un poco para retirar el agua excedente.
  4. Derrite la mantequilla en la cacerola e incorpora la harina, la sal y la pimienta utilizando un batidor de alambre. Cocina el roux a fuego medio por 1 o 2 minutos o hasta que la harina adopte un color marrón claro y empiecen a aparecer burbujas. [3]
    • La cacerola debe tener el tamaño suficiente para contener el queso, la leche y los macarrones. Vas a mezclar todo en ella.
  5. Vierte 1 taza (250 ml) de leche y revuelve con un batidor de alambre. Añade el resto de la leche y sigue revolviendo. [4] Elimina cualquier grumo de harina. [5]
  6. [6] Puedes pasar al siguiente paso una vez que la mezcla empiece a formar burbujas y a espesarse.

    Te quedará una salsa bechamel.

  7. [7] El queso más utilizado es el cheddar, pero también es posible probar otros tipos como el cheddar ácido, el gruyère, la fontina y el parmesano. [8] Si lo prefieres, puedes combinar distintos quesos.
  8. Para hacerlo, vas a utilizar una cuchara de madera en vez del batidor, de modo que la pasta no quede atrapada en él.
  9. Inclina la cacerola sobre la cazuela y, con la ayuda de la cuchara de madera, esparce la pasta en una capa homogénea a lo largo del fondo de la cazuela. Si deseas, espolvorea queso adicional para obtener una capa más crujiente.

    El queso en la superficie hará que se gratine cuando se ponga dorado.

  10. [9] Los macarrones se pondrán burbujeantes, crujientes y dorados por encima. Si no deseas que su superficie quede crujiente, cubre la cazuela con una lámina de papel aluminio durante los primeros 30 minutos de horneado. [10] Cuando estén cocidos, retira la cazuela del horno con manoplas.
  11. [11] Cubre y guarda los restos de macarrones con queso en el refrigerador y recaliéntalos el siguiente día en el microondas.
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Método 2
Método 2 de 2:

Macarrones con queso y hierbas

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  1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y cubre ligeramente una cazuela de 2 litros (2 cuartos de galón) con 1 cucharada de mantequilla. Resérvala.
  2. Cocina los macarrones en una cacerola grande de agua hirviendo con sal hasta que estén listos, más o menos de 5 a 7 minutos. Llena una cacerola grande con 4 litros (4 cuartos de galón) de agua y añade 2 cucharaditas de sal. Ponla a hervir y luego añade la pasta. Cocínala por 5 a 7 minutos o hasta que esté casi lista.
  3. Coloca un colador o un escurridor grande en el fregadero y vierte los macarrones sobre él. Agítalo un poco para retirar el agua excedente y añade 2 cucharadas de mantequilla. Revuélvelos para distribuir la mantequilla de manera uniforme y resérvalos.
  4. Viértela en una cacerola y añade el ajo, la hoja de laurel, el tomillo y la mostaza. Corta una cebolla mediana en mitades, inserta un clavo de olor en una mitad y añádela a la leche. Cocínala hasta que empiece a echar vapor, revolviéndola de vez en cuando.
    • Guarda la otra mitad para otra receta.
  5. De este modo, los sabores seguirán mezclándose y fusionándose durante la preparación del roux.
  6. Añade 2 cucharadas de mantequilla y la harina a una cacerola. Cocina la mezcla a fuego medio por 2 o 3 minutos, revolviendo de forma frecuente. No permitas que cambie de color o que se dore.
    • La cacerola debe ser lo bastante grande para contener la mezcla de leche, ya que vas a verter la leche en ella.
  7. Sostén un colador sobre la cacerola que contiene el roux. Vierte la leche por medio de él y revuelve la mezcla de forma enérgica para evitar cualquier grumo. Tira la cebolla, el ajo y las hierbas.
  8. Esto tardará unos 5 minutos. Revuelve la salsa con frecuencia para evitar que se queme o que se pegue al fondo de la cacerola.
  9. El queso debe adoptar una consistencia homogénea después de fundirse. Reserva el queso rallado restante y los trozos de cheddar para más adelante.
  10. Prueba la salsa y añade algo de sal y pimienta si lo consideras necesario. La cantidad que añadas dependerá de tu preferencia personal.
  11. Sigue revolviendo hasta cubrir la pasta con la salsa de manera uniforme y que los trozos de queso estén prácticamente derretidos.
  12. Para darle mayor consistencia al sabor, primero mezcla los quesos restantes en un bol grande y luego distribúyelos de manera uniforme a lo largo de la superficie de los macarrones. No los revuelvas.
  13. Una vez listos, retira los macarrones del horno con manoplas o agarraderas.
  14. Cubre y guarda los restos de macarrones con queso. Recaliéntalos en el microondas el siguiente día.
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Consejos

  • Si prefieres que el plato de macarrones con queso sea más saludable, utiliza pasta integral y productos lácteos orgánicos.
  • El roux es una parte esencial porque estabiliza la salsa y evita que se cuaje o se separe durante el horneado. [12]
  • ¿No deseas hornear los macarrones? Sírvelos directo de la cacerola. [13]
  • Los macarrones tipo coditos son los más utilizados. Pero si no te gustan o no los encuentras, prueba la receta con conchitas, corbatitas, cavatappi u otros tipos de pastas pequeñas. [14] [15]
  • Añade algunos ingredientes adicionales a los macarrones antes de hornearlos. Las opciones más populares son el brócoli, la zanahoria, las arvejas y el jamón en dados cocidos. [16]
  • Mientras más delgado sea el recipiente para hornear, más rápido se hornearán los macarrones con queso. [17]
  • El plato será más sabroso si utilizas queso rallado por ti mismo, pero también puedes emplear queso que ya viene rallado. [18]
  • Prepara los macarrones con queso el día anterior para ahorrar tiempo y hornéalos el siguiente día poco antes de servir el plato. [19]
  • Espolvorearles queso rallado antes de hornear hará que te queden gratinados.
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Cosas que necesitarás

  • cacerolas
  • un batidor de alambre
  • una cuchara de madera
  • tazas y cucharas medidoras
  • un bol para servir
  • un tenedor

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