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Un humidificador Vick puede ser una bendición cuando tienes gripe o problemas de sinusitis. Estos dispositivos tienen filtros especiales para quitar los contaminantes del aire y los contaminantes del agua que, con el tiempo, pueden acumularse en forma de depósitos de sarro. Afortunadamente, limpiar el humidificador Vick en realidad es muy fácil. Enjuágalo diariamente para que dure más tiempo y hazle una limpieza profunda al menos una vez a la semana para quitar los depósitos de sarro. También es una buena idea desinfectar el tanque de agua y la bandeja al menos una vez al mes para evitar la formación de bacterias.

Método 1
Método 1 de 3:

Enjuagar el humidificador diariamente

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  1. Asegúrate de apagarlo y desconectarlo. Colócalo sobre una superficie limpia y plana como una mesa o una encimera. Asegúrate de tener espacio suficiente para limpiar el aparato.
    • Asegúrate de que la superficie sea plana y uniforme para evitar que el agua se derrame a los lados.
  2. Ambas piezas están sujetadas a la base del humidificador. Primero, retira el tanque de agua, el cual te permitirá deslizar la bandeja hacia afuera. Ten cuidado de no dañar el filtro al momento de quitar el tanque y la bandeja. [1]
    • Si el humidificador no tiene un tanque, quita el armazón superior y extiéndelo boca abajo sobre una superficie plana. Asegúrate de no apoyar el armazón sobre el tubo de agua o podrías dañarlo.
  3. Desenrosca la tapa del tanque de agua y vacía el agua en un fregadero. Enjuaga el recipiente con agua tibia limpia. Luego, agítalo para salpicar el agua alrededor de la parte interna. [2]
    • Usa agua tibia, pero no caliente, para enjuagar el tanque. El agua caliente podría derretir o deformar el plástico.
    • Si el humidificador no tiene un tanque de agua, vacía lo que quede de agua en la base y límpiala con un paño limpio o una toalla de papel para secarla.
  4. Toma un paño limpio o unas cuantas toallas de papel y pásalas sobre la parte externa del tanque de agua y otras áreas en las que haya caído agua. Si cualquier de las otras partes del humidificador tienen polvo o están sucias, usa el paño húmedo o una toalla de papel para limpiarlas. [3]

    Advertencia de seguridad: asegúrate de quitar toda el agua del tanque o podrías ocasionar un choque eléctrico.

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Método 2
Método 2 de 3:

Limpiar el humidificador de manera profunda semanalmente

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  1. Retira el tanque de agua, desenrosca la tapa y desecha cualquier resto de agua que haya dentro. Luego, añádele un poco de agua tibia al tanque y agítalo alrededor para enjuagarlo. Colócalo afuera a un lado hasta que termines de limpiar el humidificador. [4]
    • Coloca el tanque boca abajo para dejar que cualquier resto de agua caiga de él.
  2. Enciéndelo sin el tanque. Cuando el filtro de mechas esté completamente seco, apaga el humidificador y desconéctalo.
    • El filtro tardará aproximadamente de 10 a 15 minutos en secarse.
    • Si el humidificador no tiene un tanque extraíble, apágalo y desconéctalo. Luego, quita el armazón superior y arroja cualquier resto de agua de adentro. Límpialo con un paño o una toalla de papel.
  3. Jala el filtro con cuidado directamente hacia arriba para quitarlo sin romperlo. El filtro debe estar completamente seco antes de quitarlo. De lo contrario, espera otros 5 minutos. [5]

    Consejo: algunos humidificadores usan filtros de cartucho, los cuales debes reemplazar en lugar de limpiarlos.

  4. Desliza la bandeja de agua y colócala a un lado. Vierte el agua sin diluir dentro de la bandeja y deja que repose durante 30 minutos. El vinagre eliminará los depósitos de sarro que podría haberse acumulado con el tiempo.
    • En el caso de los humidificadores que no tienen una bandeja extraíble, usa una esponja empapada en vinagre y limpia la parte interna de la base. Luego, enjuágala con agua tibia.
    • Usa vinagre blanco destilado.
  5. Después de 30 minutos, toma una esponja y frota el sarro que haya en la bandeja de agua. Si el sarro no sale, remoja la bandeja en vinagre durante otros 30 minutos y frótala nuevamente. [6]
    • Usa una esponja que tenga un lado abrasivo para frotar la bandeja.
  6. Una vez que hayas restregado los depósitos de sarro, enjuaga el agua de la bandeja de agua y el tubo de recojo que transfiere el agua del tanque. Usa agua tibia que no esté demasiado caliente. Cuando termines, seca la bandeja, el tanque y el tubo usando un paño limpio o unas toallas de papel. [7]
    • Asegúrate de enjuagar la parte interna y externa del tubo de recojo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Desinfectar el reservorio de agua mensualmente

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  1. Mezcla 1 cucharadita de lejía con 4 litros (1 galón) de agua tibia. Deja que el tanque de agua se remoje durante 20 minutos. Revuelve el agua de vez en cuando agitando cuidadosamente el recipiente cada pocos minutos para asegurarte de que la lejía alcance cada parte del tanque. [8]
    • Si no tienes un tanque de agua extraíble, agrégale la lejía y la mezcla de agua al reservorio de agua de la base.
  2. Retira el tubo de recojo y desecha la lejía cuidadosamente, de modo que no ingrese en ninguna de las otras partes del humidificador. Vierte la lejía en un fregadero u otra área segura para la eliminación de desechos. [9]
    • Si se derrama agua de lejía sobre el humidificador, sécalo inmediatamente con un paño o una toalla de papel.

    Precaución de seguridad: ten cuidado de no inhalar los vapores de la lejía.

  3. Es importante que enjuagues toda la lejía del humidificador. Usa agua tibia para enjuagar el tanque de agua varias veces hasta que el olor a lejía desaparezca. También asegúrate de enjuagar el tubo de recojo. [10]
    • Si el modelo no tiene un tanque extraíble, enjuaga el reservorio de agua de la base.
  4. Usa un paño limpio y seco o toallas de papel para secar cualquier superficie que se haya mojado. Es importante que el exterior del humidificador esté completamente seco antes de conectarlo y usarlo. [11]
    • Deja que el humidificador se seque con el aire durante aproximadamente 3 a 4 horas para asegurarte de que esté completamente seco.
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Advertencias

  • Probablemente, quieras usar guantes de caucho protectores al momento de usar lejía.
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Cosas que necesitarás

  • paño seco o toallas de papel
  • vinagre blanco
  • lejía
  • esponja con superficie abrasiva

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