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Puedes usar granos malteados para preparar cualquier cosa, desde vinagre hasta whisky , malteadas y más. La cebada malteada en particular se usa con mayor frecuencia en la producción de cerveza y, de hecho, puedes maltear cebada en casa si estás buscando un proyecto divertido para hacer tú mismo. La cebada cruda puede conseguirse en tiendas de alimento para animales, tiendas ecuestres, tiendas para la elaboración casera de cerveza y algunas tiendas de mascotas. El proceso de malteado involucra remojar la cebada varias veces para dar inicio al proceso de germinación, mantener los granos húmedos mientras germinan y luego secar los granos para detener la germinación.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Remojar la cebada

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  1. Puedes maltear tanta cebada como desees. Es importante que trabajes en tandas manejables según tu equipo. Para maltear cebada, se necesita una cubeta grande, un colador, bandejas para horno y un deshidratador.
    • Una buena cantidad de cebada con la que empezar es de entre 450 g y 2 kg (1 a 4 libras). Evita llenar la cubeta hasta más de la mitad o, de lo contrario, no quedará espacio para el agua y la expansión a medida que los granos absorben agua.
    • Ten cuidado de usar cebada cruda entera en lugar de cebada perlada, desgranada u otros tipos de granos que hayan sido procesados. [1]
  2. Añade una cantidad suficiente de agua como para cubrir los granos por completo. El agua arrancará el proceso de germinación. Durante el remojo, debes guardar la cebada sin tapar en un lugar fresco. La temperatura debe ser de entre 10 y 16 °C (50 a 60 °F). [2]
    • Durante el remojo, la suciedad y los componentes de la cáscara se disolverán en el agua y se drenarán más adelante. Si te deshaces de estas partículas, obtendrás una malta de mejor sabor.
    • Si bien es posible remojar la cebada por más de 8 horas de ser necesario, no debes remojarla por más de 16 horas a la vez, ya que la cebada puede ahogarse si la dejas en el agua por demasiado tiempo.
  3. Vierte la cebada en un colador grande para escurrir el agua. Mientras la cebada se escurra, limpia la cubeta de remojo con agua jabonosa caliente. Enjuaga bien la cubeta para deshacerte del residuo de jabón. Esto ayudará a evitar que crezcan bacterias y hongos.
    • Es importante que drenes y seques al aire la cebada entre cada vez que la remojes debido a que morirá si no recibe una cantidad suficiente de aire. [3]
  4. Regresa la cebada drenada del colador a la cubeta de remojo limpia. Deja que la cebada se seque al aire en el mismo lugar fresco por 8 horas para que los granos accedan a bastante oxígeno. [4]
    • En tanto los granos estén reposando al aire, limpia el colador usando agua jabonosa caliente.
  5. Una vez que la cebada haya reposado al aire por 8 horas, llena la cubeta con una cantidad suficiente de agua fría como para cubrir los granos por completo. Deja remojar la cebada por 8 horas más. [5] Cuando haya pasado este tiempo, drena la cebada en el colador y vuelve a colocarla en la cubeta para que repose al aire por 8 horas más.
    • Ten cuidado de limpiar la cubeta y el colador con agua jabonosa caliente entre cada uso.
  6. Toma un puñado de granos y busca protuberancias blancas pequeñas que crezcan de la parte inferior de los granos. Estos son radículas, que son raicillas que aparecen cuando la cebada ha absorbido una cantidad suficiente de agua. [6] Los ciclos de remojo y secado al aire estarán terminados cuando alrededor del 95 % de los granos hayan producido radículas.
    • Sigue remojando y reposando la cebada al aire en periodos de 8 horas hasta que la mayor parte de los granos hayan producido radículas. Para esto, podrían ser necesarios 2 o 3 ciclos de remojo y secado al aire. [7]
    • En caso de que la cebada no produzca radículas después de 3 o 4 ciclos de remojo y secado, quizás no sea viable, lo que quiere decir que no brotará. Deséchala y vuelve a empezar con una tanda nueva.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Germinar la cebada

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  1. Traslada la cebada a una o más bandejas para horno limpias. Esparce los granos con la mano. Si bien pueden tocarse, ten cuidado de que no estén apilados uno sobre otro.
    • En el caso de las tandas grandes de cebada, será necesario que uses varias bandejas para horno.
  2. Abre una bolsa de basura grande de plástico y extiéndela por completo. Introduce una bandeja para horno llena de cebada en la bolsa y dobla la abertura de la bolsa debajo de la bandeja. El plástico mantendrá húmeda la cebada mientras germina. [8]
    • Repite el procedimiento con las otras bandejas para horno.
  3. La temperatura de germinación ideal es de 18 °C (64 °F). [9] Algunos buenos lugares para germinar son las despensas, los garajes y los sótanos que tengan buena ventilación.
    • Si la cebada se calienta o se moja demasiado, será susceptible a que le crezca moho. La cebada demasiado fría o seca no germinará adecuadamente.
  4. La cebada producirá calor a medida que germina y, por ende, debes mantenerla fresca y húmeda. Retira las bandejas para horno de las bolsas y rocía la cebada con agua fría. Dale vuelta a cada grano a mano al rociarlos. Regresa la bandeja para horno a la bolsa de basura y vuelve a doblar la abertura de la bolsa debajo de la bandeja.
    • Repite el procedimiento de rociar y darles vuelta a los granos entre 3 y 6 veces al día. [10]
    • En caso de que vayas a germinar la cebada en un lugar cálido o seco, quizás debas rociarla 6 veces al día para que se mantenga fresca. Sin embargo, en caso de que la cebada esté en un lugar fresco o húmedo, quizás únicamente debas rociarla 3 veces al día.
  5. Cada vez que rocíes la cebada y le des vuelta, toma unos cuantos granos e inspecciona el crecimiento de las plúmulas. Dale vuelta al grano al lado liso y corta la cáscara a lo largo con un cuchillo para abrirla. Busca el brote en la parte inferior que crece hacia arriba (en dirección opuesta a las raíces). El proceso de germinación estará terminado una vez que las plúmulas tengan alrededor de la longitud del grano de cebada en sí. [11]
    • El periodo completo de germinación por lo general es de entre 2 y 5 días. [12]
    • La plúmula constituye el primer brote que aparece durante el proceso de germinación. Evita confundir la plúmula con las raíces, las cuales son visibles y crecen de la parte inferior del grano de cebada.
    • Regresa los granos que hayas probado a la bandeja para horno con el resto de la cebada.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Secar la cebada

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  1. Desdobla las bolsas de basura y retira de allí las bandejas para horno. Traslada la cebada a los anaqueles del deshidratador. Esparce los granos con las manos de forma que queden en una sola capa. [13]
    • Secar la cebada a una temperatura baja detendrá el proceso de germinación y eliminará el exceso de humedad de los granos.
  2. Configura el deshidratador a 49 °C (120 °F) y enciéndelo. Deja secar la cebada por entre 6 y 8 horas y luego prueba para ver si está lista. [14] Tira de las raicillas que estén adheridas al grano. En caso de que se separen de él con facilidad, la cebada estará lo suficientemente seca. De lo contrario, sigue deshidratándola hasta que las raicillas empiecen a desprenderse con facilidad.
  3. Configura el horno a 52 °C (125 °F). Traslada la cebada a bandejas para horno limpias y esparce los granos formando una sola capa. Coloca las bandejas en el horno y seca los granos por entre 6 y 8 horas. Prueba las raicillas para fijarte si se desprenden con facilidad y sigue secando la cebada hasta que esto ocurra.
    • Evita secar la cebada en un horno que no pueda llegar a los 52 °C (125 °F), ya que, si secas la cebada a una temperatura muy alta, esto destruirá las enzimas en el grano.
  4. En caso de que no cuentes con un deshidratador o un horno apropiado, puedes secar la cebada al sol en los climas cálidos y secos. Esparce la cebada sobre bandejas para horno formando una sola capa. Coloca la cebada a la luz solar directa y déjala afuera para que se seque durante todo el día. Lleva la cebada adentro por la noche para protegerla de los depredadores y regrésala a un lugar soleado por la mañana. El proceso de secado podría tomar 2 o 3 días según la temperatura exterior. [15]
    • Lleva la cebada adentro de inmediato en caso de que empiece a llover.
  5. Una vez que la cebada esté lo suficientemente seca como para que las raicillas se desprendan con facilidad, apaga el deshidratador o el horno o bien lleva adentro la cebada. Traslada la cebada seca a un colador y sacúdelo para deshacerte de las raicillas.
    • Para que las raicillas no vuelen por todas partes, sacude los granos al aire libre. [16]
  6. Transfiere la cebada malteada y seca a un recipiente hermético (por ejemplo, un frasco de conserva, un recipiente de almacenamiento para alimentos o una bolsa para congelador). Guarda los granos en un lugar fresco y seco por hasta un año. [17] Un buen lugar para guardar la cebada es una despensa seca o en el refrigerador en caso de que tengas espacio.
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Cosas que necesitarás

  • cubeta grande apta para alimentos
  • cebada cruda entera
  • agua
  • colador grande
  • jabón
  • bandejas para horno
  • bolsa de basura de plástico
  • atomizador
  • deshidratador de alimentos
  • recipiente hermético

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