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Para limpiar tu rostro, se necesita más que agua y jabón. La piel de tu rostro es distinta a la del resto de tu cuerpo, por lo que se necesita un tratamiento diferente. También es la piel más visible, ¿así que por qué no cuidar bien de ella?

Parte 1
Parte 1 de 2:

Mantener tu rostro limpio a diario

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  1. ¿Tu piel es seca, grasosa o normal? Esto es lo que debes determinar para asegurarte de tener los productos faciales adecuados. Existen tantos tipos diferentes que puede llegar a ser complicado. [1]
    • Si tienes piel normal, significa que tiene el equilibrio perfecto entre humedad, grasa y durabilidad. Esto es lo que tratarás de lograr al mantenerla limpia.
    • Si tienes piel grasosa, significa que se puede ver brillosa, grasosa o aceitosa tan solo después de unas horas de habértela lavado.
    • Si tienes piel seca, con frecuencia se ve descascarada.
    • Si tienes piel sensible, significa que generalmente está tensa y con comezón, y experimentas reacciones alérgicas cuando entras en contacto con ciertos químicos.
    • Muchas personas tienen una piel mixta, donde una parte del rostro es grasosa mientras que otra es seca.
  2. Lávate una vez por la mañana y una por la noche. Todos tenemos una piel diferente y necesitamos distintas cosas. Quizás quieras probar unos cuantos limpiadores faciales para encontrar el que mejor te acomode. Lo que realmente necesitas de un limpiador facial es algo que limpie y elimine la suciedad, los gérmenes y el exceso de grasa, pero que no le quite a tu piel sus aceites saludables. [2]
    • Para escoger tu limpiador facial, debes basarte en tu tipo de piel, en qué tan frecuentemente usas maquillaje y la frecuencia en que te ejercitas. Por ejemplo, si tu piel es grasosa, debes escoger un limpiador facial que tenga un nivel bajo de pH, el cual será más efectivo limpiando la grasa. Si tienes piel sensible, no debes usar los limpiadores faciales que están llenos de químicos.
    • Evita usar jabones comunes y corrientes, los cuales son muy duros para tu rostro y le pueden quitar sus aceites naturales.
    • Lo mejor es enjuagarte el rostro con agua tibia o agua fría. El agua caliente le arranca a la piel sus aceites naturales saludables.
    • Tienes que lavarte el rostro luego de ejercitarte para eliminar todo el sudor, la suciedad y la grasa que puedan tapar tus poros.
  3. No restriegues tu rostro para secarlo, sino que hazlo suavemente. La piel del rostro es sensible. Asegúrate de que la toalla esté limpia; de otra manera, estarás pasando bacterias a tu rostro limpio.
  4. Aunque no es necesario, los tónicos pueden ser una gran ayuda para las personas que tienen piel grasosa, acné o poros muy obstruidos. Los tónicos ayudan a eliminar el exceso de grasa y la piel muerta luego de limpiar el rostro. Esta es una excelente manera de agregarle ingredientes activos como retinoides, antioxidantes y exfoliantes al tratamiento de tu piel. [3]
    • Luego de limpiarte, aplica el tónico con una almohadilla facial de algodón en tu frente, nariz y mentón (la llamada "zona T"). Mueve la almohadilla suavemente de manera circular, evitando la parte de los ojos.
    • Busca el tónico adecuado para tu tipo de piel. Ciertas fórmulas pueden ayudar a exfoliar la piel propensa al acné; otras contienen propiedades antiinflamatorias para piel sensible.
    • Varios dermatólogos recomiendan no usar tónicos a base de alcohol porque secan demasiado, incluso la piel grasosa.
  5. No te frotes los ojos ni utilices desmaquilladores fuertes en ellos. Esa parte del rostro es delicada. Asimismo, no te despiertes por las mañanas echándote agua fría.
  6. Si te tocas el rostro, puedes extender las bacterias que hacen que tus poros se inflamen. [4] Si tienes que tocarte el rostro para aplicarte maquillaje o crema facial, primero lávate las manos para asegurarte de que estén libres de grasa.
    • Además, evita apoyar tu rostro en lugares donde se acumula seborrea y residuos de la piel, como un teléfono. La seborrea es una sustancia ligeramente grasosa secretada por las glándulas cutáneas, la cual humecta la piel y el cabello.
  7. Si puedes, prueba comprando maquillaje que diga "no comedogénico" o "no acnegénico" en la etiqueta, ya que estos están diseñados para prevenir el acné y las erupciones que obstruyen tus poros.
    • Asegúrate de no utilizar maquillaje viejo. Los productos para el cuidado de la piel, al igual que la comida, tienen una fecha de expiración. Utilizarlos después de esa fecha te hará más daño que bien.
    • Procura utilizar maquillaje a base de agua o minerales en lugar de uno a base de aceite, pues hace que la piel luzca grasosa y opaca.
  8. Bebe por lo menos 8 vasos de agua. Mantener tu cuerpo hidratado y asegurarte de que tenga bastante agua hará que funcione cada vez más adecuadamente, tanto para el mantenimiento de tu salud como para la higiene de tu piel, entre otras cosas.
  9. Una dieta saludable incluye verduras y frutas, así como eliminar el azúcar y la "comida chatarra". [5]
    • Prueba productos lácteos con bajo contenido de grasa. Un yogur con bajo contenido de grasa tiene vitamina A, algo de lo que depende nuestro cuerpo. También tiene acidophilus , una bacteria "viva" que ayuda a promover la salud intestinal, la cual a su vez puede ayudar a tu piel.
    • Ingiere comidas que tengan un alto contenido antioxidante como las moras, los arándanos, las fresas y las ciruelas.
    • Prueba comidas que distribuyan ácidos grasos esenciales y necesarios para una piel saludable, como el salmón, las nueces y las semillas de linaza. Los ácidos grasos esenciales ayudan a tener membranas celulares saludables, los cuales a su vez ayudan a tener una piel saludable.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Mantener tu rostro limpio a largo plazo

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  1. Puedes ir al esteticista y hacer que alguien te haga un facial o probar uno de los varios tratamientos faciales caseros. Recuerda utilizar el que mejor le acomode a tu tipo de piel. Si tu piel es grasosa, prueba un facial que sea para piel grasosa.
    • Una buena mascarilla facial casera es una mezcla de leche y miel. Luego de mezclar los ingredientes, coloca la mezcla en tu rostro por 30 minutos, luego límpialo con agua tibia.
  2. Si te exfolias la piel suavemente , eliminarás las células muertas de tu rostro, las cuales pueden hacer que tu piel se vea oscura y áspera. Exfolia tu rostro una vez a la semana o una vez al mes. No lo hagas más de una vez por semana porque puedes arrancarle los aceites esenciales.
    • Una buena exfoliación puede aumentar la circulación en tu rostro, lo que te dará un brillo rosado y saludable.
    • Todo lo que necesitas para una exfoliación casera es un exfoliante como la sal o el azúcar, un aglutinante como la miel o el agua, y un humectante que incluya aceite de vitamina E, aceite de jojoba o incluso aceite de oliva. Si tienes piel grasosa, puedes usar un plátano o una palta aplastada como humectante.
  3. Deshazte de las espinillas . Aunque puede ser agradable agarrarte y reventarte las espinillas con las uñas de los dedos, ¡esa es exactamente la manera errónea de lidiar con una espinilla! Lávate bien las manos antes de tratarte las espinillas para evitar infecciones. [6]
    • Evita tocarte o reventarte la espinilla porque podrías irritarla. Reventar espinillas puede hacer que te queden costras, si no tienes cuidado.
    • Aplica una toallita o bolsita de té fría y mojada en la espinilla por 3 a 5 minutos durante el día. Esto ayudará a disminuir la irritación.
    • Usa un tratamiento para espinillas que contenga 1 o 2 por ciento de ácido salicílico, el cual generalmente es menos irritante que el benzoyl.
    • Si aplicas Visine en un hisopo de algodón, puedes reducir el enrojecimiento.
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Consejos

  • Nunca frotes tu piel. Aplica con toques y limpia suavemente.
  • Si tienes una mascarilla de colágeno (tela), puedes exprimir todos los elementos beneficiosos de ella en un recipiente. Se secará más rápido, puedes aplicar la solución en áreas de difícil acceso y puedes reutilizarla en otra ocasión.
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Advertencias

  • Presta atención y no limpies tu piel demasiado durante el invierno, cuando provoca tomarse largas duchas calientes. Limpiarla demasiado hará que se reseque más rápidamente.
  • Si tienes piel sensible, prueba la mezcla de leche con miel en una pequeña parte de la piel antes de aplicarla a todo el rostro.
  • Las alergias a los productos usados en la mezcla facial pueden producir una variedad de reacciones. Si se te presenta alguna reacción al producto, deja de usarlo y busca otro.
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