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Pasear con tu perro puede ser una de las experiencias más agradables, pero si es obstinado y se rehúsa a pasear o estar tranquilo durante el paseo, la experiencia podría frustrarlos a ambos con rapidez. Recuerda que los perros quieren comportarse bien tanto como nosotros lo deseamos, por lo que dependerá de ti identificar el problema. Podría necesitar entrenamiento, tener una enfermedad o tan solo necesitar un poco de estimulación.

Método 1
Método 1 de 3:

Cambiar su comportamiento

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  1. En lugar de regañarlo por no obedecer tus órdenes, prémialo por hacer lo que quieres. Si premias el buen comportamiento, le enseñarás que recibirá un premio por hacer algo, y empezará a asociar de forma positiva el buen comportamiento con los paseos. Por otro lado, si le gritas o lo golpeas, solo asociará los paseos con algo malo y se resistirá incluso más.
    • Gritarle o castigarlo de forma física nunca da los resultados deseados. Esto solo hará que te tema y esté ansioso.
  2. Al igual que las personas, los perros desarrollan asociaciones entre los comportamientos y las experiencias positivas. Cuando lo premies por realizar los comportamientos deseados, considera usar golosinas de entrenamiento pequeñas y entrenarlo con un clicker. Espera a que realice el comportamiento deseado (como caminar hacia adelante), haz sonar el clicker con rapidez (casi al mismo tiempo) y luego dale una golosina pequeña. Él asociará el acto de caminar hacia adelante con el clic y la golosina, y finalmente podrás premiarlo con el sonido en lugar de una golosina. [1]
    • Usa golosinas de entrenamiento o parte una golosina suave y grande en pedazos pequeños. Estas golosinas son pequeñas y suaves para poder usarlas como premio, sin que distraigan ni llenen al perro.
    • Los clickers son baratos y pueden conseguirse en todas las tiendas de mascotas.
  3. Esto tan solo consiste en establecer que eres la figura dominante en su relación. No lo harás golpeándolo, pateándolo, gritándole o intimidándolo de forma física. Si eres quien le da golosinas, le coloca su correa, usa el clicker, le da las órdenes y te encargas de alimentarlo y darle un hogar, ya tendrás la posición dominante. Cuando pasees con el perro obstinado, mantén la dinámica de poder dándole órdenes con calma y guiándolo a donde quieras que vaya. [2]
    • Podrías frustrarte con él, pero no es motivo para perder los papeles. Mantente tranquilo y centrado, y muéstrale que tienes el control.
  4. La correa es, a todos los efectos, una extensión de tu brazo y una herramienta valiosa. Esta brinda una manera eficaz de comunicar lo que quieres que haga, y garantizar que no se aleje de ti cuando se emocione. [3]
    • Coloca la mano en la correa y también envuélvela una vez alrededor de la mano derecha.
    • Sostén el área poco tensada de la correa con la mano izquierda.
    • Jala la correa con suavidad si es necesario, para recordarle al perro que debe portarse bien.
    • Nunca la jales de forma súbita o con fuerza, ni la uses para golpearlo.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    David Levin

    Paseador de perros profesional
    David Levin es el propietario de Citizen Hound, una empresa profesional de paseadores de perros con sede en el área de la Bahía de San Francisco. Con más de 9 años de experiencia profesional en pasear y adiestrar perros, la empresa de David ha sido votada como la "Mejor en pasear perros de San Francisco" por Beast of the Bay para 2019, 2018 y 2017. Citizen Hound también ha sido clasificada como la paseadora de perros # 1 por SF Examiner y A-List en 2017, 2016, 2015. Citizen Hound se enorgullece de su servicio al cliente, atención, habilidad y reputación.
    David Levin
    Paseador de perros profesional

    Considera usar una correa diferente si el perro tiene problemas para caminar con ella puesta. Si tratas de entrenar a un perro obstinado para pasearlo con su correa, probablemente necesites mejor equipo, como un collar de cabeza, el cual tiene un diseño similar al de una brida de caballo. Esto es lo más eficaz para controlar a un perro, ya que tendrás el control de su hocico y el cuerpo seguirá a la cabeza. El perro podría tardar un poco en sentirse cómodo con el cabestro, pero podrá aprender a usarlo si eres paciente.

  5. Esta combinación es la manera más eficaz de indicarle al perro qué quieres que haga. Cuando le enseñes las órdenes, combina la orden verbal con una seña con la mano y una golosina de entrenamiento. Básicamente, omitirás las golosinas y solo usarás las señas con la mano y las órdenes verbales.
    • Puedes enseñarle la orden “Déjalo”, la cual le indicará que seguirán caminando hacia adelante.
    • También puedes enseñarle la orden “Detente”, la cual lo alertará de que debe dejar de caminar.
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Método 2
Método 2 de 3:

Evaluar su salud

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  1. El perro podría rehusarse a salir a los paseos, pero quizás no se deba a que es obstinado, sino a que siente dolor. Si ha dejado de sentir interés por los paseos de forma gradual o incluso súbita, este cambio en su comportamiento podría indicar que está lastimado. Llévalo al veterinario para que lo examine.
    • Podría tener artritis, la cual es una enfermedad dolorosa en las articulaciones.
    • Podría haber sufrido una lesión, como una en la almohadilla plantar o en un músculo o tendón.
  2. Al igual que las personas, los perros pueden desarrollar enfermedades (como el alzhéimer y la demencia) que afectan la manera en la que perciben el mundo que los rodea. Si tu perro empieza a temerle a los paseos o su comportamiento cambia, llévalo al veterinario para que lo evalúe. [4]
    • Estas son enfermedades progresivas, y el veterinario te mencionará todas las opciones de tratamiento viables.
    • Incluso si solo puedes decirle que tu perro luce “extraño” o “diferente”, algunos ejemplos podrían bastar para ayudarlo a determinar si podría tener demencia o no.
  3. Algunos perros tienen ansiedad, y si es el caso del tuyo, podría lucir obstinado cuando tratas de llevarlo a pasear. Los perros no pueden expresarse de forma verbal, por lo que podrías tener dificultades para diferenciar la ansiedad y el comportamiento obstinado. Llévalo al veterinario y explícale los cambios en su comportamiento. Él puede recetarle medicamentos contra la ansiedad que harán que se sienta más cómodo con los paseos. [5]
    • Algunos signos de la ansiedad en los perros comprenden al jadeo, meter la cola entre las patas, babear, agacharse a la altura del piso y esconderse.
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Método 3
Método 3 de 3:

Desafiarlo a nivel mental

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  1. Al igual que las personas, los perros pueden aburrirse con facilidad. El tuyo podría comportarse de forma obstinada en los paseos porque está aburrido. Usa una ruta diferente cuando paseen o vayan a otro parque o vecindario. Incluso caminar por el mismo vecindario, pero con un patrón diferente, podría bastar para hacer que el recorrido vuelva a ser emocionante para él. [6]
    • Usa la ruta que normalmente sigas, pero de forma inversa, si es posible.
  2. Otra manera de estimularlo a nivel mental es llevarlo a un nuevo lugar para correr o caminar. Presentarle nuevas vistas, sonidos y olores lo estimulará a nivel mental y físico; y hará que esté ansioso por dar el paseo que ha estado rechazando. [7]
    • Averigua si tu país o ciudad tiene un parque para perros.
    • También podría haber un parque estatal o nacional cercano que permita llevar perros.
    • Incluso si lo llevas a un área asignada en donde puedas quitarle la correa, debes tener una correa a la mano en todo momento.
  3. El perro podría pensar que sabe cómo ocurrirá todo: le colocarás la correa, empezarás a caminar y seguirás la misma ruta aburrida que siempre usas. En lugar de ello, dale la orden “Quieto” y haz que mantenga la posición. Luego ordénale que camine y prémialo por moverse. Este cambio simple en la rutina de paseo podría ser el truco que logre que camine sin problemas.
    • Tendrás que elegir en un momento temprano las órdenes que le darás, incluido para qué usarás las órdenes “Quieto” y “Vamos”.
  4. El perro podría ser obstinado con los paseos porque le tiene miedo a una parte de la experiencia, ya sea la correa, los autos que pasan o tan solo caminar fuera de su casa. La desensibilización es un proceso largo en el cual lo expondrás a niveles graduales de los estímulos a los que les teme. La idea es que, a medida que se sienta cómodo con un nivel bajo de los estímulos, los intensifiques un poco más hasta que vuelva a estar cómodo. Este proceso es clave para hacer que el perro esté feliz con los paseos. [8]
    • La desensibilización requiere mucha paciencia. No esperes resultados de la noche a la mañana, y no pierdas los papeles si el perro no responde de inmediato.
    • No lo abrumes y preséntale niveles pequeños y graduales del estímulo.
    • Por ejemplo, si le incomodan las personas desconocidas, invita a alguien a tu casa y haz que se siente en el patio, quizás en una silla mientras lee un libro.
    • Mantén al perro con su correa puesta y alejado de la persona, y deja que olfatee el aire. A medida que se sienta cómodo, da un paso hacia la persona, acercándolo un poco más cada vez que el perro luzca cómodo.
    • Deberá estar lo suficientemente cerca como para que puedas presentarle a tu amigo sin que el perro responda por miedo.
    • No lo obligues a acercarse a la persona. Sigue su ritmo, no lo contrario.
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Cosas que necesitarás

  • perro
  • golosinas
  • correa
  • collar
  • clicker

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