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En general, el pulido de la piel es otra manera de llamar a la exfoliación que quita la capa más superficial de la piel, pero puede hacer referencia específicamente a la "microdermoabrasión", una técnica cosmética cuyo objetivo es reducir los signos de la edad y las imperfecciones cutáneas. Como con todo tratamiento médico, consulta con un dermatólogo antes de probar este o cualquier otro método para pulir la piel. [1]

Parte 1
Parte 1 de 3:

Dejar la piel en condiciones óptimas

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  1. Es importante tener la piel lo más hidratada y saludable posible cuando vas a realizar el proceso de pulido. Para lograrlo, toma más agua. Trata de tomar de 10 a 12 vasos de agua al día. Hazlo por 1 semana antes de pulir la piel. [2]
  2. Estas vitaminas contribuyen con la salud de la piel en general. Mientras te preparas para el pulido, consume alimentos como el germen de trigo, la soya, los frutos secos, los huevos, además de las verduras de color amarillo, naranja y verde oscuro. Esto permitirá que la piel tolere bien el pulido. [3]
  3. Para mantener la piel saludable y a la vez reducir los signos de la edad o el desgaste, es fundamental hidratarla todos los días justo después de ducharte o bañarte. Así mantendrás la piel más lisa y en condiciones óptimas para pulirla. Asegúrate de utilizar a diario una loción o un aceite corporal recomendado por un dermatólogo. Si prefieres un producto menos procesado, prueba cualquiera de los siguientes:
    • aceite de oliva
    • aceite de coco sin filtrar ni pasteurizar
    • manteca de karité
  4. El jabón es alcalino por naturaleza y puede irritar, descamar y agrietar la piel, en especial si es sensible. Por eso es mejor evitarlo para preparar la piel para el pulido. Opta por un limpiador sin jabón o enjuaga la suciedad y los desechos indeseables con agua. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Elegir un pulidor

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  1. Puedes utilizar un pulidor para piel que venden en los salones de belleza o en Internet. Los pulidores comerciales suelen ser costosos y podrían no ser eficaces para todos los tonos de piel, pero pueden ahorrarte la molestia de elaborar uno tú mismo.
    • Dado que ciertos pulidores irritan ciertos tipos de piel, compra primero una muestra y pruébala en una sección pequeña de la piel para asegurarte de reaccionar a ella de forma adecuada. En caso de manifestar una reacción adversa, prueba otro pulidor o elabora uno tú mismo en casa utilizando ingredientes naturales.
  2. Mezcla 1 parte de bicarbonato con 1 parte de tu limpiador facial habitual para crear un exfoliante de bicarbonato. Los granos naturales presentes en el bicarbonato ayudan a retirar las células muertas y a regenerar y pulir la piel. Utiliza suficiente bicarbonato o limpiador facial para obtener una pasta espesa que puedas aplicar por todo tu cuerpo. [5]
  3. Combina 4 cucharadas de sal de mar, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de jugo de limón y 1/2 cucharadita de aceite de lavanda. Esta mezcla ayuda a limpiar la piel y la deja con un olor agradable. [6]
    • No utilices la mezcla si tu piel es sensible a los aceites esenciales.
  4. Combina 1 taza de azúcar morena con 1/2 taza de aceite de jojoba. Añade 1 cucharada de jugo de naranja y 5 cápsulas de vitamina E. Esta mezcla es ideal para la piel seca, puesto que el aceite de jojoba es un hidratante natural. [7]
  5. Combina 2 cucharadas de azúcar granulada y azúcar morena. Luego, añade 1 cucharada de pulpa de manzana y 1/4 de cucharada de canela. La manzana constituye una buena fuente de vitaminas A y B, las que resultan excelentes nutrientes para la salud de la piel. [8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Aplicar el pulidor

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  1. Antes de aplicar un pulidor para piel, es necesario darte un buen baño. Así te relajarás y abrirás tus poros, lo que permitirá limpiar y pulir la piel de forma adecuada. [9]
    • No existe un periodo de tiempo preciso para permanecer en la bañera, pero 20 minutos serán suficientes.
  2. Céntrate en las mejillas, la nariz, el mentón y los codos. Frota el pulidor en el rostro realizando movimientos circulares con los dedos hasta distribuirlo de manera uniforme por todo el rostro. [10] Enjuágate el rostro con agua tibia antes de proseguir.
  3. Antes de aplicar el pulidor en las zonas ásperas, debes retirar los callos y la piel muerta. Puedes hacerlo con la ayuda de una piedra pómez que está disponible en la mayoría de las tiendas por departamento. Frota la piedra con suavidad contra las zonas ásperas como los codos y los talones. Aplica suficiente presión para desgastar los callos y la piel áspera, pero no tanto que termines adolorido. [11]
  4. Debes asegurarte de abarcar toda la piel durante el proceso de pulido. Trabaja el pulidor por todo el cuerpo. Será útil desplazarte de la cabeza hacia los pies o viceversa. Al aplicar movimientos circulares, ejerce un poco de fuerza para poder levantar la piel muerta. Pero no empujes hasta sentir dolor. [12]
    • Si hay alguna zona muy sensible, evita aplicar allí el pulidor para piel.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    "El pulido corporal sirve para darle a la piel un aspecto fresco y liso. Mejora el daño del sol, la sequedad y la textura de la piel".

    Laura Martin

    Cosmetóloga con licencia
    Laura Martin es una cosmetóloga con licencia en Georgia. Es estilista desde 2007 y profesora de cosmetología desde 2013.
    Laura Martin
    Cosmetóloga con licencia
  5. Tras pulir por completo el cuerpo una vez, repasa las zonas que has tratado anteriormente con la piedra pómez. Aplica un poco más de pulidor, solo para exfoliar e hidratar la piel un poco más. Las zonas ásperas suelen requerir algo más de cuidado durante el proceso de pulido. [13]
  6. Puedes enjuagarte en la ducha o la bañera con agua tibia. Asegúrate de retirar cualquier residuo de pulidor de la piel. Al terminar, sécate el cuerpo dando toquecitos con una toalla. [14]
  7. El pulidor para piel ayuda a quitar las células muertas, pero también deja la piel un poco seca. Aplica tu hidratante habitual por todo el cuerpo después del pulido. [15]
    • Si tienes un hidratante específico para el cuerpo (por ejemplo, los hidrantes para el rostro y los pies), utilízalo al final del pulido.
  8. Dado que el pulido de la piel es una forma intensa de exfoliación, no debe realizarse a diario. Por lo general, la exfoliación es recomendable solo una vez a la semana. [16] Si la piel muestra una reacción adversa al pulido, reduce aún más la frecuencia recomendada.
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Consejos

  • Para las personas que prueban este método de pulido por primera vez, es recomendable actuar con rapidez y ejercer menos presión y fuerza en vez de hacer lo contrario. Con el tiempo, sabrás reconocer la cantidad adecuada de presión y fricción sin provocarte abrasiones dolorosas.
  • Debes utilizar la piedra pómez solo en la planta del pie.
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