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Puede resultar difícil quitar la tinta de muchas superficies, y el plástico no es la excepción. Si tienes un objeto de plástico que se manchó de tinta, no lo deseches. En lugar de eso, trata de limpiar el área afectada con un solvente doméstico fuerte como acetona, alcohol para uso tópico, agua oxigenada o lejía diluida. También puedes dejar en remojo los artículos que no sean electrónicos para eliminar las manchas secas si la limpieza a mano no es suficiente.

Método 1
Método 1 de 2:

Limpiar las manchas pequeñas o tenues

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  1. Cualquier solvente que tenga la fuerza suficiente para quitar las manchas secas de tinta también tendrá la fuerza suficiente para provocar irritación en la piel después de un contacto prolongado. Por este motivo, es recomendable que uses un par de guantes siempre que trabajes con solventes químicos de forma manual. [1]
    • Si no tienes unos guantes a la mano, trata de tener el mínimo contacto posible con el solvente, y asegúrate de lavarte bien las manos con agua tibia y jabón después de usarlo. [2]
    • Evita usar guantes de tela. Las telas absorbentes pueden impregnarse fácilmente con el solvente y acabar saturando la piel.
  2. Tienes algunas opciones para quitar la tinta del plástico. La acetona, el agua oxigenada, la lejía con cloro, el alcohol desnaturalizado y el alcohol para uso tópico son útiles para tratar las manchas difíciles que no desaparecen con los productos de limpieza comunes, incluyendo la tinta. Lo mejor de todo es que es probable que ya tengas al menos una de estas sustancias en el armario de suministros de tu casa. [3]
    • Si quieres una solución más suave, puedes usar un desinfectante de manos o vinagre blanco destilado. Sin embargo, ten en cuenta que, si uno de estos no funciona, quizás debas recurrir a un solvente más fuerte.

    Consejo: Si decides usar lejía, asegúrate de diluirla primero para obtener una concentración segura. Como regla general, usa aproximadamente 1 cucharada de lejía por cada taza (240 ml) de agua. [4]

  3. Dobla o enrolla el paño o la toalla para crear una superficie con la que puedas fregar. Luego, vierte la cantidad suficiente de solvente para saturar una sección de 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) del limpiador. ¡Ten cuidado de no derramar el solvente encima o en el área de trabajo! [5]
    • Si es posible, coloca los materiales en el exterior o en un lugar bien ventilado donde los vapores no causen problemas. [6]
    • Cuando limpies electrodomésticos, elementos fijos o superficies de la casa que no puedas mover a otro lugar, abre una ventana o enciende el ventilador o el aparato de aire acondicionado antes de empezar para que el aire circule un poco.
  4. El solvente empezará a eliminar la mancha poco a poco al hacer contacto. De hecho, verás que empieza a desvanecerse en unos segundos. Sigue aplicando el solvente con movimientos circulares suaves en la mancha hasta que esta desaparezca por completo. [7]
    • Si fuera necesario, vuelve a humedecer el limpiador y limpia la mancha por segunda vez para quitar cualquier pigmento persistente.
  5. Cuando hayas logrado quitar la mancha, humedece otro paño o toalla de papel, y pásalo sobre el área que limpiaste. De esta forma, eliminarás cualquier residuo del solvente. Seca la superficie con una toalla limpia y seca, y admira el artículo que lucirá como nuevo. [8]
    • Para ahorrar tiempo, rocía los artículos o elementos del exterior (como revestimiento de plástico laminado) con una manguera de jardín.
    • A menos que tengas la certeza de que los dispositivos electrónicos son impermeables, evita exponerlos a la humedad. Simplemente, déjalos reposar de 10 a 15 minutos; la mayoría de los solventes, incluyendo la lejía, se evaporan por sí solos en poco tiempo.
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Método 2
Método 2 de 2:

Poner en remojo las manchas difíciles

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  1. Busca entre tus gabinetes un frasco de acetona, alcohol isopropílico, agua oxigenada o vinagre blanco destilado. Para las manchas más difíciles, también puedes preparar una solución con 1 parte de lejía y 5 partes de agua. Agrégale la cantidad suficiente de solvente para sumergir por completo el artículo manchado de tinta. [9]
    • Si tratas de quitar la tinta del interior de un recipiente, simplemente llena ese recipiente con el solvente. [10]
    • Por lo general, los recipientes de vidrio, cerámica, acero inoxidable, aluminio anodizado y los plásticos más nuevos no son reactivos.

    Advertencia: Es importante que te asegures de que el recipiente que uses esté hecho de un material que no sea reactivo. Los materiales reactivos pueden deformarse, derretirse o liberar vapores tóxicos si se exponen a solventes potentes.

  2. Unos cuantos minutos en el solvente deberán ser más que suficientes para eliminar hasta las manchas de tinta que se secaron desde hace mucho tiempo. Asegúrate de mantenerte alejado del recipiente mientras el artículo está en remojo para evitar inhalar vapores penetrantes. Si lo haces, podrías marearte. [11]
    • En el caso de los artículos más voluminosos, puede ser útil sumergir la mitad del artículo y cubrir la otra mitad con un paño empapado con el solvente. [12]
    • Lo ideal es que dejes el artículo en remojo en el exterior o cerca de una ventana, un ventilador u otra fuente de ventilación.
  3. Si aún queda tinta visible en el artículo cuando lo saques del solvente, por lo general, solo debes hacer un poco de esfuerzo para quitarla. Simplemente debes sumergir la esquina de un paño limpio o una toalla de papel en el solvente (puedes usar el mismo que usaste para cubrir un artículo grande) y pulir la superficie del plástico hasta que la tinta desaparezca. [13]
    • No olvides protegerte las manos con un par de guantes de látex desechables. Si tu piel llega a hacer contacto con el solvente, lávate bien las manos en cuanto termines.
  4. Cuando estés seguro de haber eliminado hasta el último residuo de tinta, saca el artículo del baño de solvente, y enjuágalo por fuera y por dentro bajo un chorro de agua limpia. Sécalo con una toalla limpia o sacude el exceso de agua y déjalo secar al aire. [14]
    • Si usaste lejía para quitar las manchas de tinta, quizás debas lavar el artículo y el recipiente donde lo remojaste con agua caliente y jabón, o colocarlos durante un ciclo en el lavavajillas para asegurarte de que no quede ningún residuo de la lejía. [15]
    • Para desechar el solvente usado, viértelo en el fregadero y enjuágalo con agua limpia.
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Consejos

  • La exposición a algunos solventes puede deteriorar o decolorar levemente algunas superficies de plástico. Es recomendable hacer una prueba en un área discreta del artículo antes de limpiarlo o ponerlo en remojo para asegurarte de que el solvente que uses no cause efectos secundarios indeseados.
  • Aprender a eliminar la tinta de los plásticos también puede ser útil cuando quieres reutilizar los recipientes para distintas manualidades.
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Cosas que necesitarás

Limpiar las manchas pequeñas o tenues

  • guantes de látex
  • solvente químico (acetona, agua oxigenada, alcohol desnaturalizado, alcohol para uso tópico, lejía con cloro, etc.)
  • paño o toalla de papel
  • toalla limpia y seca
  • jabón
  • agua

Poner en remojo las manchas difíciles

  • guantes de látex
  • recipiente grande no reactivo
  • solvente químico (acetona, agua oxigenada, alcohol desnaturalizado, alcohol para uso tópico, lejía con cloro, etc.)
  • toalla de papel o paño
  • toalla limpia y seca
  • jabón
  • agua

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