Descargar el PDF Descargar el PDF

La lejía elimina el pigmento de un material, por lo que los derrames accidentales pueden ocasionar manchas frustrantes. Si acabas de salpicar tu alfombra con lejía, actuar inmediatamente puede ayudarte a minimizar los daños. Empapa la zona con agua fría, luego aplica una solución de agua y detergente para lavar platos o vinagre. También puedes intentar usar una pasta hecha de bicarbonato de sodio y agua. Si la mancha se ha asentado y el color se ha estropeado, intenta colorear la mancha con un creyón o con pintura de interior. Si todo esto falla, habla con un limpiador profesional para que recorte y aplique un parche en la zona afectada.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar detergente para platos y agua

Descargar el PDF
  1. Si solo has salpicado tu alfombra con lejía, podrías llegar a tiempo para salvar el color si actúas rápidamente. Moja con agua fría una toalla, exprímela y úsala para secar el área afectada. [1]
    • Ten cuidado de secar con movimientos repetidos en vez de frotar. Al frotar, empujas para que la lejía penetre más profundamente en las capas de la alfombra.
  2. Después de limpiar la mancha con agua fría, mezcla media cucharada de detergente líquido para lavar platos con una taza (240 ml) de agua tibia. Para manchas más grandes, usa la misma proporción (por ejemplo, una cucharada mezclada con dos tazas o 480 ml de agua). Déjala reposar unos cinco minutos. [2]
    • Como una alternativa al jabón, puedes sustituirlo por vinagre blanco destilado en la misma proporción.
  3. Después de cinco minutos, usa una esponja o paño limpio y húmedo para secar el área que has empapado con la solución de detergente. Asegúrate de usar agua fría para humedecer la esponja o paño. [3]
    • Al secar, hazlo desde el exterior de la mancha hacia el centro para evitar extenderla.
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 3:

Colorear una mancha de lejía asentada

Descargar el PDF
  1. Busca entre tus materiales de pintura o lleva algunas fibras de la alfombra a una tienda para intentar encontrar un creyón que coincida. Colorea con el creyón el área manchada, cuidando de hacerlo hasta la base de las fibras. Trata de mantenerte dentro de los límites de la mancha y evita colorear las fibras que no se hayan decolorado. [4] Los rotuladores también podrían ser útiles.
  2. Colorear el parche blanqueado puede dar como resultado un tono más oscuro que la alfombra alrededor. Usa una toalla húmeda para diluir el color y extender el pigmento por toda el área blanqueada. [5]
    • Continúa coloreando y diluyendo hasta que hayas mezclado el color para que coincida con el de tu alfombra.
  3. Si la mancha decolorada se encuentra en un área poco visible, puedes intentar usar una pintura de interior. Usa un pincel de punta fina para aplicar una capa delgada sobre la mancha e intenta pintar desde la base de la fibra hasta la parte superior. Aplica más capas si fuera necesario, pero asegúrate de que sean delgadas. [6]
    • Lo mejor de usar pintura de interior es que puedes llevar algunas fibras de tu alfombra a la tienda de mejoras para el hogar en tu localidad para que creen el color exacto.
    • Evita usar pintura de interior en puntos donde es obvio que se pisa con frecuencia. La pintura hará que las fibras de la alfombra se endurezcan.
  4. Pregunta a un profesional para que te ayude si ya usaste creyones o pintura de interior y no has tenido éxito, o si no tienes la oportunidad de intentar colorear la alfombra tu mismo. Un limpiador profesional puede: [7]
    • limpiar la mancha,
    • cortar las fibras,
    • cortar y reemplazar la parte afectada.
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:

Tomar precauciones

Descargar el PDF
  1. El jabón lava platos y el vinagre suelen ser seguros para utilizar en manchas de lejía, pero por si acaso, lee las instrucciones y advertencias del envase antes de usar esos o cualquier otro producto sobre la mancha. [8]
    • Muchos incluyen listas de productos químicos que nunca deben mezclarse con la lejía, como amoniaco, que podría causar una reacción tóxica. Comprueba dos veces la composición de cualquier producto limpiador o reparador que vayas a usar para asegurarte de que no incluye alguno de estos ingredientes.
  2. Toma en cuenta que la lejía puede dañarte la piel. Lleva guantes siempre que vayas a limpiar a mano una mancha de lejía en tu alfombra. Hazlo aunque la lejía se haya secado, ya que los químicos se mantienen presentes aunque no haya humedad. [9]
  3. Los vapores de la lejía pueden ser pesados y causar aturdimiento, náuseas y otras afecciones. Si usas vinagre para limpiar, puedes esperar que la combinación de olores sea todavía más abrumadora. Abre las ventanas o conecta algunos ventiladores para airear los vapores mientras trabajas sobre la mancha. [10]
    Anuncio

Cosas que necesitarás

  • detergente para lavar
  • toallas de papel o un paño
  • esponja
  • vinagre blanco
  • bicarbonato de sodio
  • cepillo de dientes
  • aspiradora
  • creyón

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 17 962 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio