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Ser dulce con la gente puede ser una buena manera de llevarse bien con los demás y de ganar un poco de aprecio, pero para ser un amor de verdad, necesitarás hacer más que solo interpretar el papel. Piensa en cómo interactúas con otros y trata de arreglar comportamientos mezquinos en el núcleo de tu personalidad. Una vez que lo hayas hecho, hablar y actuar como un amor vendrá por sí solo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Parte 1: piensa

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  1. Sin importar lo extraño o frustrante que parezcan las acciones de alguien, todo el mundo tiene sus propias circunstancias. Tómalas en cuenta y, por consiguiente, piensa en cómo parecen las cosas desde la perspectiva de esa persona.
    • Por ejemplo, si juegas un juego con alguien que nunca lo había hecho antes, no te burles de esa persona porque le cuesta entender las reglas. Tal vez la experiencia sea frustrante o vergonzosa para ella, así que sería más amable ayudarla en vez de mofarte.
    • Del mismo modo, si por accidente chocas con otra persona y te grita por eso, haz una pausa y dite a ti mismo(a) que él o ella quizás tenga razones que no conoces para estar irritable. En lugar de gritarle, una mejor opción sería pedirle perdón y disculparte con cortesía.
  2. Idealmente, debes tratar de ver la vida con una actitud de optimismo y confianza sutil. La gente tiende a reaccionar mejor ante quienes se aprecian a sí mismos y aprecian el mundo que los rodea.
    • Quizás parezca un cliché, pero cuenta tus bendiciones cuando sientas la tentación de fijarte en lo negativo que pasa en tu vida.
    • Si bien la confianza en uno mismo es un buen rasgo, debes evitar parecer arrogante. Una autoimagen positiva implica tener buenos sentimientos hacia ti mismo. La arrogancia significa que te sientes mejor o más importante que quienes te rodean.
    • También mantén una mente positiva cuando la gente recurra a ti en busca de ánimo. En vez de concentrarte en que todo podría salir mal, trata de mostrar a esa persona que las cosas podrían salir bien.
  3. Habrá momentos en los que no se reconozcan tus acciones dulces y amables. Aprende a aceptar esos hechos sin hacer un escándalo porque pasaste inadvertido(a).
    • Es natural querer el crédito por el bien que haces, pero si solo lo haces para llamar la atención, entonces no lo estás haciendo por el motivo correcto. Obra bien simplemente porque es lo correcto.
    • Sin embargo, incluso esto tiene sus límites. No dejes que los demás abusen de ti o te maltraten. Si no te haces respetar, quizás termines pareciendo un amor debilucho en vez de uno fuerte.
  4. Cuando la gente sea grosera contigo, observa su comportamiento como un recordatorio de lo que no debes hacer. Al hacerlo, puedes reafirmar tus propias acciones y contenerte para no reaccionar mal ante la situación. [1]
    • Además, reconoce los ejemplos positivos a seguir. Cuando veas que alguien hace algo dulce por otro, haz una nota mental y trata de repetir una acción similar más adelante.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Parte 2: habla

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  1. Habla y actúa con entusiasmo cuando saludes a alguien, sin importar si se trata de una persona desconocida o conocida.
    • En lo posible, saluda a todos por su nombre. Hasta el “¡Hola! más entusiasta palidece en comparación con un “¡Hola, Jim!” u “¡Hola, Sally!”.
    • Usa frases que expresen tu entusiasmo. Cuando saludes a alguien que ya conoces, trata con algo parecido a “Es bueno verte de nuevo”. Cuando saludes a un desconocido, considera algo como “Estoy muy feliz de conocerte”.
    • Respalda tus palabras con comunicación no verbal. Las sonrisas son casi siempre una buena idea. Un abrazo cálido es genial cuando saludas a alguien cercano y un apretón de manos fuerte funciona bien con alguien no tan íntimo.
  2. Dale varias oportunidades a la persona con quien hablas para manifestar sus propios pensamientos. No obstante, solo escuchar no es suficiente. También necesitarás responder, así como hablar sobre tus propias ideas.
    • Tal vez sea tentador dejar que otros tomen el control total de la conversación, pero hacerlo podría jugarte en contra. Al responder a lo que dicen e interponer tus propios pensamientos, puedes demostrar que estás totalmente comprometido(a) con la conversación y que no estás distraído(a). Solo asegúrate de no interrumpir a alguien más mientras está hablando.
  3. A la gente le gustan los cumplidos. Cuando alguien dice algo bueno de ti, seguro aumenta tu autoestima y sentido de confianza. Decirle un cumplido a alguien más hará lo mismo por él o ella.
    • En general, los cumplidos son importantes, pero también es importante mantener un cierto nivel de sinceridad. La adulación no genuina puede sonar sarcástica fácilmente y el sarcasmo casi nunca parece dulce.
  4. Tratar de armar una conversación pequeña con alguien no tan conocido puede ser difícil, pero la manera más fácil de dejar una impresión dulce es pegarte a un tema que tanto la otra parte como tú disfrutan. [2]
    • Conversar sobre intereses en común hará que ambas partes participen activamente, por lo que los dos se irán sintiendo más a gusto con la otra persona y con la conversación en conjunto.
    • Es más fácil hacerlo con personas con quienes estás familiarizado, pues ya conoces algunas conexiones en común. Cuando lidies con alguien relativamente nuevo, tendrás que buscar señales que te hagan alusión a tal conexión. Por ejemplo, si alguien habla sobre una gran cena que cocinó en la semana, quizás quiera decir que le gusta cocinar. Si disfrutas la cocina, intenta preguntarle si él o ella también.
  5. La primera cosa que viene a tu mente no siempre es lo mejor que puedes decir. Para evitar malentendidos o dificultades potenciales, debes hacer una pausa antes de decir cualquier cosa que te venga a la mente. Si piensas que parece amable y apropiado después de unos segundos de análisis, entonces es seguro decirlo.
    • Como regla general, debes evitar los comentarios insensibles o réplicas mezquinas y cortantes. Esto puede ser difícil, en especial si la otra persona te saca de tus casillas, pero mantener la calma te hará parecer como un amor de verdad ante todas las personas cercanas. La persona que intenta discutir contigo podría apreciarlo también después de calmarse y probablemente incluso te sentirás mejor contigo mismo por hacer caso omiso en lugar de ceder a la tentación de jugar sucio.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Parte 3: actúa

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  1. Una vez que llegas a conocer a alguien, la experiencia pasada con esa persona te ayudará a anticipar sus sentimientos, deseos y necesidades. Tómate tu tiempo para anticipar su respuesta en una situación dada y actúa de una manera que tenga en cuenta su personalidad.
    • Por ejemplo, si sabes que trabajar hasta tarde hace que tu cónyuge se ponga de mal humor, considera eso la próxima vez que se quede hasta tarde en la oficina. No te quejes porque llega tarde y evita sacar a colación temas de conversación tensos (en otras palabras, ahora no es el momento para regañar a tu cónyuge por sus hábitos de consumo). Además, considera hacer algo agradable y relajante para tu cónyuge, como cocinar la cena o darle un baño.
  2. En todas las situaciones, debes mostrar el mismo respeto que te gustaría recibir. Esto aplica incluso cuando alguien te trata irrespetuosamente.
    • Mostrar respeto no requiere un mayor esfuerzo que ser civilizado. Por ejemplo, podrías detener la puerta para alguien cuyos brazos están ocupados o callarte en vez de arremeter contra alguien frustrante.
  3. No tengas favoritos, incluso si en verdad estás a favor de una persona y no de la otra. Comportarse con justicia en todas las circunstancias reducirá el riesgo de crear resentimientos con la gente. [3]
    • Cuando dos o más partes enfrentadas esperan que ayudes a mediar un desacuerdo, debes tratar de encontrar una solución justa para todos.
    • Por ejemplo, si vas a salir a cenar con dos amigos y no se ponen de acuerdo sobre en dónde comer, quizás lo más justo sea que estés del lado del amigo que elige con menor frecuencia, incluso si sus gustos no coinciden con los tuyos. Sin embargo, si la primera opción de ese amigo se especializa en un tipo de comida a la que tu otro amigo es alérgico, tal vez también quieras señalarlo y sugerir que quien escoge elija otro restaurante.
  4. Ayudar a otros puede ser un inconveniente. Pero si solo ayudas cuando es fácil y conveniente, no estás haciendo nada fuera de lo que alguien más haría. Un amor ayuda incluso cuando no es agradable o simple.
    • Estate a la búsqueda de maneras de ayudar a quienes no necesariamente te piden ayuda. Esto podría significar cederle tu asiento a una persona mayor cuando estés en un autobús lleno de gente o dejar que la persona parada justo detrás de ti en la fila pase adelante si tiene un menor número de artículos.
  5. Cuando interactúes con la gente, debes esforzarte al máximo para sonreírles. Ríete de sus bromas y compórtate de una manera, en general, amigable.
    • Sonreír y reír hace a la gente sentirse cómodas y envía el mensaje de que eres una persona agradable y amigable con quien estar.
    • Por supuesto, necesitas prestar atención al estado de ánimo. Si te presentan a alguien en un funeral o en otra ocasión triste, sonreír y reírte podría percibirse como insensibilidad.
  6. La paciencia puede ser una habilidad difícil de dominar, pero el esfuerzo suele valer la pena. Por lo general, se percibe a la gente que es paciente en situaciones que usualmente provocarían impaciencia como dulces y de buen carácter.
    • Cuando sientas que se acerca un ataque de impaciencia, trata de controlarlo y calmarte lo antes posible. Por ejemplo, si estás de pie en una fila larga en un restaurante de comida rápida, tal vez te comiences a irritar cuando veas que el vendedor comete errores o que las personas delante de ti piden anormalmente lento. Recuerda que perder los estribos no hará que la fila vaya más rápido. Cuando sea tu turno, saluda al cajero con una sonrisa y sé amable mientras haces tu pedido. Si la espera de verdad resulta demasiado estresante o inconveniente, sal y ve a otro lugar en silencio sin hacer alboroto.
  7. Arregla los desastres que haces, ya sean figurados o literales. La gente que no asume la responsabilidad y espera que el resto limpie da la impresión de ser grosera y despreocupada. Por el contrario, asumir la responsabilidad de tu propio espacio y vida puede hacerte parecer más dulce.
    • En un sentido literal, recoger lo que desordenas significa limpiar los espacios y las herramientas que usas. Sacar la basura en vez de dejarla tirada y limpiar tus derrames en vez de esperar a que alguien lo haga por ti.
    • En un sentido figurado, esto significa resolver tus propios problemas en vez de depender de alguien más para que lo haga por ti. Cuando tengas una discusión con alguien, toma la iniciativa y discúlpate primero. Conversa con las personas con quienes no estés de acuerdo, en vez de esperar a que un tercero intervenga y lo haga por ti.
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