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Cultivar arroz en casa es un proyecto fácil y divertido que no requiere mucho mantenimiento. Pero ten en cuenta que necesitarás muchas macetas grandes para producir una cantidad de arroz que marque la diferencia en la cuenta de los víveres. En vez de eso, solo plántalo por diversión para saber cómo cultivarlo y cosecharlo.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Germinar los granos

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  1. Si deseas un tipo de arroz específico o especial, deberás buscar las semillas en Internet. De lo contrario, puedes utilizar arroz integral del supermercado, ya que las semillas son lo que se come. Elige el arroz menos procesado que encuentres, como el arroz integral orgánico. [1]
    • No optes por el arroz blanco, ya que la semilla viene sin la cáscara y no germinará.
  2. Coloca los granos de arroz en un bol y cúbrelos con agua. Déjalos en agua tibia durante las próximas 24 horas. Después de este tiempo, cuando los revises, deben haber germinado. [2]
    • Si solo utilizas arroz integral del supermercado, es posible que no tengas una germinación alta. Por ejemplo, podrías ver brotar solo la mitad de las semillas.
    • Si ninguna de las semillas ha brotado, cambia el agua y déjalas remojar por 24 horas más.
    • Germinarlas de esta manera ayudará a aumentar la cantidad de semillas que van a germinar. Sin embargo, puedes omitir este paso por completo. En vez de eso, puedes preparar la maceta con tierra y agua y dejar caer las semillas en ella para que germinen en la tierra.
  3. Retira las semillas del agua y colócalas en una toalla de papel húmeda. Ponla en una bolsa de plástico y séllala. Luego puedes colocarla en una zona cálida por dos días más. [3]
    • Revisa las semillas a diario. Debes notar de 2,5 a 5 cm de germinación en uno o dos días.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Preparar la maceta

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  1. Para cultivar suficiente arroz que te sea útil, debes disponer de varias macetas o baldes. De lo contrario, si solo quieres una planta ornamental, utiliza una sola maceta o balde. Por ejemplo, puedes utilizar baldes grandes que venden en las tiendas de mejoramiento del hogar o cualquier recipiente grande como una maceta de arcilla. [4]
    • Los recipientes deben tener al menos 30 cm (1 pie) de profundidad y de 30 a 60 cm (1 a 2 pies) de ancho.
    • El arroz produce 5 kg (10 libras) por cada 9,3 metros cuadrados (100 pies cuadrados). Eso significa que si solo utilizas recipientes con una capacidad de 0,093 a 0,186 metros cuadrados (1 a 2 pies cuadrados), tus plantas solo producirán de 0,045 a 0,091 kg (0,1 a 0,2 libras).
  2. A diferencia de la mayoría de las plantas, el agua no debe escurrir del arroz. Por eso, es muy importante elegir recipientes sin agujeros o tapar cualquier agujero en el fondo del recipiente. [5]
    • Trata de tapar el fondo del recipiente con arcilla o caucho. Verifica que la tapa sea hermética antes de añadir la tierra.
  3. Necesitas una cantidad sólida de tierra para que crezca el arroz. Puedes utilizar tierra del jardín, pero en este caso, necesitarás añadir composta u otro fertilizante. Utiliza 1 parte de composta para 2 partes de tierra. Asegúrate de tener aún 15 cm (6 pulgadas) de la parte superior de la maceta para añadir agua. [6]
    • Si añades tierra del jardín, ten presente que puede contener plagas y bacterias que estás llevando a tu casa. La tierra para macetas ya envasada tiende a estar libre de estos problemas.
    • No compactes la tierra. Mantenla bien suelta. [7]
    • Elige tierra para macetas diseñada para retener el agua. La bolsa dirá "buena retención de agua" o algo similar. [8]
  4. Debes seguir añadiendo agua al recipiente, ya que la tierra seguirá absorbiéndola por varios minutos. Una vez que deje de absorberla, llena el recipiente de modo que el nivel del agua esté 5 cm (2 pulgadas) por encima de la tierra. [9]
    • El arroz necesitará esta cantidad de agua durante la mayor parte de su crecimiento.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Cultivar las semillas

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  1. No es necesario "plantarlas", ya que las semillas germinadas se hundirán en la tierra. Extiende una capa uniforme de arroz, tratando de separar las semillas cada 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas). [10]
    • Si los brotes no se mantienen firmes en el agua, puedes utilizar los dedos para empujar las raíces hacia la tierra. [11]
  2. Si no tienes una zona soleada en tu casa que ofrezca de 6 a 8 horas de luz al día, necesitarás comprar una luz de cultivo. Ponla por encima de los baldes de modo que tengan luz constante. Si la zona tiene corrientes de aire, añade tapetes térmicos por debajo de los baldes para calentar el agua. [12]
    • Asegúrate de colocar los tapetes a temperatura "baja", ya que el agua no debe calentarse demasiado.
    • Las almohadillas térmicas suelen utilizarse para ayudar a germinar las semillas. Puedes comprarlas en las tiendas de jardinería o en Internet.
  3. Revisa las plantas de forma regular para asegurarte de que tengan suficiente agua, manteniéndola a 5 cm (2 pulgadas) por encima de la tierra. Cuando las plantas lleguen a 15 cm (6 pulgadas) por encima del agua, puedes subir el nivel del agua hasta 10 cm (4 pulgadas) por encima de la tierra. [13]
  4. Los tallos de arroz seguirán creciendo y absorberán el agua, pero no es necesario añadir más. El agua necesita evaporarse a medida que madura el arroz. [14]
    • Si aún hay agua por encima de la tierra cuando el arroz empieza a inclinarse en la parte superior, escúrrela.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Cosechar el arroz

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  1. El arroz requiere mucho tiempo, así que no esperes cosecharlo rápidamente. Después de la plantación, tarda unos 4 meses en alcanzar la madurez. Notarás que las cabezas empiezan a inclinarse cuando se acerca la época de la cosecha. [15]
  2. Los tallos estarán verdes hasta que las cabezas estén listas para la cosecha. En ese momento, se volverán doradas y sabrás que las plantas están listas para cortarse. [16]
  3. Cuando estés listo para la cosecha, corta los tallos de 5 a 7 cm (2 a 3 pulgadas) por debajo de las cabezas. Sostén el tallo por encima de donde quieras hacer el corte para poder atrapar las cabezas cuando se desprendan del tallo. [17]
    • Júntalas mientras las cortas.
  4. Pon las cabezas en una zona seca y cálida donde puedas extender los tallos en una sola capa. También puedes colgarlas en manojos para que se sequen. Solo ata un cordel alrededor y cuélgalas boca abajo. [18]
    • Mantén los manojos pequeños para que tengan espacio para secarse.
  5. Los granos deben calentarse a 82 °C (180 °F). Colócalas en una bandeja cubierta de papel aluminio y déjalas en el horno o el deshidratador por 1 hora. De este modo, sabrás que están secas por completo. [19]
    • Extiende las cabezas lo más finas que puedas en el horno o el deshidratador.
  6. Frota las cabezas con los dedos para sacar los granos de las cáscaras. Quita todas las cáscaras con las manos para que no entren en tu arroz. Luego, puedes cocinarlo como de costumbre. [20]
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