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Puede que el sol se esconda tras las nubes, ¡pero eso no tiene por qué impedirte broncearte! La mayor parte de los rayos solares atraviesan las nubes, por lo que tu piel puede oscurecerse. Cuando te broncees en un día nublado, elige un lugar que esté lo menos cubierto posible y toma sol durante unos cinco o diez minutos en cada lado. Después, dúchate e hidrátate la piel. Sin embargo, ten en cuenta que el bronceado sigue siendo un daño solar y puede provocar cáncer de piel, por lo que es mejor utilizar un protector solar con factor de protección 30 incluso cuando te estés bronceando y usar gafas de sol.

Método 1
Método 1 de 3:

Broncearte

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  1. m. o después de las 4:00 p. m. para evitar una quemadura solar . El sol es más potente desde media mañana hasta el final de la tarde. Aunque parezca el momento perfecto para broncearse, es demasiado arriesgado porque la piel puede quemarse. En cambio, toma sol a primera hora de la mañana o a última de la tarde para conseguir el bronceado perfecto. [1]
    • Por ejemplo, planea salir de casa a las 9 de la mañana o a las 4 de la tarde.
  2. Alrededor del 90 % de los rayos del sol penetran las nubes, por lo que no deberías tener problemas para broncearte. Sin embargo, recibirás más rayos si eliges un lugar con una mínima cobertura de nubes. Busca la zona más luminosa que puedas encontrar. Además, aléjate de las sombras que proyectan los árboles, los edificios y las vallas.
    • Comprueba el cielo para ver si la luz del sol penetra las nubes. Además, busca sombras en el suelo. Si ves una sombra, muévete a otro lugar.
  3. Las lociones bronceadoras ayudan a promover un aspecto bronceado y pueden ayudarte a broncearte más rápido. También mantendrán tu piel hidratada. Busca una loción que esté etiquetada para su uso en tu tono de piel. Luego, masajea el producto en la piel antes de broncearte.
    • La loción y el aceite funcionan igual. Sin embargo, es posible que prefieras un aceite si tu piel tiende a ser seca porque es más hidratante.
    • Lee y sigue las instrucciones de la etiqueta para saber que utilizas el producto correctamente.
    • Algunas lociones bronceadoras tienen un FPS bajo, como un FPS 8, que puede ayudar a proteger la piel mientras se broncea. Son una gran opción porque te ayudarán a conseguir el aspecto más oscuro que deseas con menos daños en la piel.
    • Usar una loción de bronceado de interiores al aire libre puede aumentar el riesgo de cáncer de piel porque estos productos están diseñados para potenciar los rayos ultravioletas. Ten en cuenta que hay más rayos ultravioletas al aire libre que en una cama de bronceado, incluso en un día nublado.
    • Además, no utilices aceite de bebé porque puede broncear la piel demasiado rápido y causar daños.

    Consejo: es mejor usar un protector solar de amplio espectro FPS 15 incluso mientras te bronceas. Tardarás más en conseguir una piel más oscura, pero también protegerás la piel de los daños. Si quieres un bronceado más rápido, busca un protector solar que solo proteja contra los rayos UVB, ya que los rayos UVA son los responsables del bronceado. [2]

  4. Puedes empezar boca abajo o boca arriba, según prefieras. Extiende el cuerpo para que sea menos probable que tengas manchas irregulares. Además, extiende los brazos y las piernas para que reciban la máxima exposición al sol.
    • Si estás doblado en ángulo o tus brazos están planos contra el cuerpo, tendrás zonas de piel que permanecerán pálidas.
  5. Mueve los brazos y las piernas para asegurarte de que cada lado recibe el sol. Además, gira hacia los lados y la espalda para asolear esas áreas también. Asegúrate de que la parte delantera y la trasera reciban la misma cantidad de sol.
    • Por ejemplo, primero broncea la parte delantera y luego gira hacia tu lado izquierdo. A continuación, broncea la espalda y luego gira hacia el lado derecho.
  6. El tiempo que puedas estar tumbado dependerá de lo oscura que sea tu piel por naturaleza. Pon un temporizador para que no te broncees durante demasiado tiempo. Luego, date la vuelta en cuanto suene el temporizador.
    • Si tienes la piel pálida o clara, limítate a cinco minutos por lado para un total de 20 minutos de bronceado.
    • Para pieles medias u oscuras, 10 minutos por lado deberían estar bien. Esto significa que te broncearás durante un total de 40 minutos.
    • Si usas protector solar, puedes aumentar el tiempo que estás al aire libre. Con un protector solar de FPS 15, puedes broncearte durante una hora en total. Esto se aplica a la mayoría de los tonos de piel, a excepción de la piel muy pálida que se quema fácilmente.

    Consejo: ten en cuenta que el protector solar FPS 15 te permite estar al sol sin quemarte 15 veces más de lo normal. Eso significa que si normalmente te quemas después de 10 minutos al sol, podrías permanecer al aire libre con seguridad durante un total de 150 minutos. [3]

  7. Lo mejor es ir aumentando el bronceado poco a poco para que la piel quede uniforme y no se queme. Mientras trabajas en tu bronceado, es seguro salir todos los días siempre que no permanezcas fuera más de unos 20 o 30 minutos para pieles claras o 30 a 60 minutos para pieles medias u oscuras. [4]
    • Después de alcanzar el tono deseado, puedes mantener tu brillo al broncearte dos o tres veces por semana. Mantén las sesiones de bronceado de la misma duración que al construir el bronceado.
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Método 2
Método 2 de 3:

Cuidar la piel después de broncearte

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  1. Si te sientes pegajoso, enjuágate en una ducha fría o tibia justo después de broncearte. Utiliza un jabón suave o un limpiador corporal para eliminar la loción, el sudor o la suciedad adherida a la piel. Después, sécate dando golpecitos con una toalla limpia.
    • No te duches con agua caliente inmediatamente después de broncearte porque puede resecar la piel.
    • Es mejor evitar la exfoliación después del bronceado porque eliminará la capa superior de la piel, haciendo que parezca más clara.
  2. Exprime una gota de loción en la mano y luego aplícala sobre el cuerpo. Masajea en la piel para ayudar a que se absorba. Agrega más en la palma de la mano cuando sea necesario.
    • Elige un hidratante más espeso, como una crema. Busca una que tenga aceites naturales, manteca de karité o manteca de cacao para aumentar la hidratación. También puedes usar una loción diseñada para el uso después de la exposición al sol. Sin embargo, evita la vaselina porque puede retener el calor. [5]
    • La piel hidratada tiene un aspecto saludable y flexible.
  3. El bronceado puede resecar la piel, pero el agua te rehidrata desde dentro. Asegúrate de beber más agua todos los días mientras te bronceas. Esto ayudará a mantener la piel con un aspecto joven e hidratado.
    • Si además eres muy activo, puede que necesites más agua. Si no estás seguro de cuánta agua debes beber, habla con tu médico para que te aconseje.
  4. Las duchas frías y la crema hidratante mantendrán la piel húmeda, lo que reducirá las posibilidades de que se descame o desprenda. Cuando te duches, usa agua fría y hazlo por poco tiempo. A continuación, aplica una capa uniforme de crema hidratante por todo el cuerpo. [6]
    • Considera usar una loción iluminadora por la mañana para potenciar el brillo. Estos productos funcionan como las lociones normales, pero dejan la piel con un aspecto brillante. Puedes encontrar una loción iluminadora en tu tienda de productos de belleza favorita o en línea.
  5. Cuida una leve quemadura solar con una toalla fría y aloe vera. Si tu piel está un poco roja, refréscala con una toalla fría o una ducha fría. Luego, aplica una fina capa de gel de aloe vera sobre la quemadura solar para reponer la humedad perdida y ayudar a que se cure más rápido. Además, bebe mucha agua para rehidratar la piel. Mientras se cura, mantente alejado del sol para evitar más daños. [7]
    • Si sientes dolor por la quemadura solar, toma antiinflamatorios no esteroideos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve). Consulta primero con tu médico.
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Método 3
Método 3 de 3:

Reducir el riesgo del daño solar

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  1. Elige unas gafas de sol que bloqueen los rayos ultravioletas. Póntelas antes de broncearte y mientras estés al aire libre. Esto te protegerá de la pérdida de visión y de los daños oculares. [8]
    • Para evitar las líneas de bronceado de las gafas de sol, así como los signos de envejecimiento, ponte protector solar FPS 30 en el rostro y utiliza una crema autobronceadora para oscurecerla. Si prefieres un bronceado natural en el rostro, quítate las gafas de sol y cierra los ojos cuando te broncees la parte delantera. Sin embargo, ten en cuenta que los párpados solo bloquean un 25 % de los rayos ultravioletas, y podrías desarrollar cáncer de piel en los párpados. [9]
    • Como ventaja, también reducirás el riesgo de tener arrugas por entrecerrar los ojos.
    • ¡Piensa en lo guapo que estarás tomando sol con el par de gafas perfecto!
  2. Tu bronceado se arruinará si acabas con una quemadura solar. Además, la exposición excesiva al sol es perjudicial para la piel. Para protegerte, aplícate protector solar unos 15 minutos antes de salir. Luego, vuelve a aplicarlo con la frecuencia recomendada en el envase, que suele ser cada dos horas. [10]
    • Tendrás que volver a aplicar el protector solar cada hora si nadas o sudas mucho. Asegúrate de secarte la piel con una toalla antes de ponerte más protector solar para que se absorba.

    ¿Lo sabías? Tienes que aplicarte casi un vaso de cristal de protección solar en todo el cuerpo para asegurarte de estar totalmente protegido.

  3. Elige un sombrero con ala, como uno de ala ancha o un sombrero de pescador. Esto protege tanto el cuero cabelludo como el rostro. Además, usa ropa holgada que cubra la mayor cantidad de piel posible, como mangas largas o pantalones. Si hace demasiado calor, elige ropa ligera que cubra la mayor parte del cuerpo que te resulte cómoda. [11]
    • Por ejemplo, ponte un chal sobre el traje de baño, junto con un sombrero flexible.
  4. Aunque la protección solar te ayuda a permanecer más tiempo al aire libre con menos daños en la piel, es aconsejable evitar estar al sol todo el día. En cambio, muévete a la sombra para descansar. Esto es muy importante cuando el sol está en su punto álgido desde las 10:00 hasta las 16:00. [12]
    • Por ejemplo, relájate bajo una gran sombrilla o siéntate bajo un árbol.
    • Llevar un sombrero de ala ancha también te ayudará a proteger el rostro.
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Consejos

  • El bronceado puede no desarrollarse hasta uno o dos días después de tomar sol, así que no te preocupes si no ves ninguna diferencia al principio. [13]
  • Para un bronceado más uniforme, exfóliate la piel uno o dos días antes de broncearte. Sin embargo, ten en cuenta que exfoliarte con demasiada frecuencia puede hacer que el bronceado tarde más tiempo en aparecer porque el proceso desprende la capa superior de células de la piel.
  • Aplica regularmente crema hidratante para evitar que la piel se reseque, lo que puede ocurrir cuando te bronceas a menudo.
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Advertencias

  • El bronceado daña la piel, incluso si no te quemas. Esto puede provocarle daños, cáncer de piel o arrugas. Lo mejor es proteger la piel con protector solar. [14]
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