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Un discurso satisfactorio tiene un contenido interesante y bien investigado y se presenta con carisma y gracia. Es necesario evaluar las habilidades del orador en la redacción y el cumplimiento del discurso para criticarlo. Determina si el orador utilizó hechos y anécdotas para crear un caso convincente y decide si su estilo fue interesante como para mantener tu atención hasta el final del discurso. Compartir tu crítica con el orador le ayudará a mejorar para la próxima vez.
Pasos
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Decide si el discurso se identifica con la audiencia objetivo. El contenido, incluyendo la elección de las palabras, las referencias y las anécdotas, debe personalizarse a la audiencia que escuchará el discurso. Por ejemplo, un discurso acerca de no consumir drogas dirigido a los estudiantes del primer grado sonará diferente a uno dirigido a enseñar la consciencia de los estupefactos a los estudiantes universitarios. A medida en que escuchas el discurso, trata de determinar si este cumple con el objetivo o si parece estar un poco fuera de tono.
- No bases tu crítica en tu opinión personal, sino en la forma en que una audiencia mayor percibiría al orador. Tus predilecciones no deben intervenir.
- Dentro de lo posible, fíjate en las reacciones de los miembros de la audiencia ante el discurso. ¿Parece que lo comprenden? ¿Están absortos al prestar atención? ¿Se ríen con las bromas del discurso o se ven aburridos?
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Evalúa la claridad del discurso. El orador debe utilizar una gramática correcta y una facilidad para comprender el idioma, lo cual hará que sea placentero escuchar el discurso y entender de qué se trata. Dentro de algunas oraciones se debe dejar en claro el tema principal del discurso y se debe construir el resto del contenido de una manera muy fácil y comprensible para apoyar la tesis del orador. El hecho de que concuerdes con el orador o que te agrade este debe ser menos importante que lo que dice. Cuando decidas si el discurso es claro, considera las siguientes preguntas:
- ¿La introducción es efectiva? ¿El orador hizo obvio su argumento primario mediante las primeras oraciones o se demoró un tiempo antes de que comprendieras hacia dónde se dirigía?
- ¿El discurso está lleno de tangentes que distraen y que no se relacionan con el argumento primario o se construye de una manera lógica hasta la conclusión?
- Si fueras a repetir el discurso a alguien, ¿podrías mencionar los puntos principales o tendrías problemas para recordar acerca de qué se trataba?
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Nota si el discurso es convincente y educativo. En un discurso bien escrito, los argumentos se plantean hábilmente para comprobar un punto mayor. El contenido del discurso debe demostrar la experiencia del orador en cuanto al tema; la audiencia debe salir de la presentación sintiendo que ha aprendido un tema nuevo. Busca espacios en el razonamiento del orador o partes en la que una mayor investigación hubiera generado un punto más convincente.
- Escucha los nombres, las fechas y los datos que se citan para respaldar a los puntos que menciona el orador. Escribe los nombres, las fechas, las estadísticas y alguna otra información relacionada con la investigación que el orador brinda de modo que puedas verificarlos luego. Después del discurso, revisa los hechos para asegurarte de que sean precisos. Las imprecisiones en los datos son muy importantes de notar ya que pueden impactar la credibilidad del discurso.
- Puede ser útil utilizar el internet para verificar rápidamente los hechos de un discurso si debes criticarlo justo después de que se presenta. Espera al momento para las preguntas y respuestas, las recepciones o el periodo de descanso para investigar los puntos del orador.
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Fíjate si el discurso tiene personalidad. Las anécdotas y las bromas ocasionales rompen el tono serio del discurso y evitan que sea aburrido. No importa cuán convincente sea el argumento del discurso si este es muy aburrido. De esta forma, las personas nunca lo escucharán porque estarán muy distraídas. Cuando determines si el discurso es bastante interesante, haz las siguientes preguntas:
- ¿Comienza con un buen gancho? Normalmente, los buenos discursos comienzan con un punto divertido o interesante que atraiga de inmediato a la audiencia.
- ¿El discurso permanece interesante todo el tiempo? Un buen orador amenizará las anécdotas y las bromas para captar y conservar la atención de los oyentes.
- ¿Las anécdotas y las bromas son causantes de distracción o ayudan a construir el argumento del orador? Algunos oyentes se perderán de los puntos importantes y solo escucharán el gancho. La mejor manera de criticar apropiadamente un discurso es esperar a que el orador diga una broma y luego escuchar con detenimiento lo que tenga que decir después de ello. Piensa en las bromas y las anécdotas como resaltadores que señalan las ideas principales.
- ¿El orador utiliza ilustraciones juiciosamente? Una ilustración espléndida y memorable es mejor que tres que no se quedan en la mente de la audiencia y se relacionan parcialmente con el objetivo principal del discurso.
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Evalúa el cierre. Un buen cierre debe enlazar todos los puntos y dar a la audiencia nuevas ideas para utilizar la información que se ha brindado. Un mal cierre solo resumirá los puntos o los ignorará categóricamente y continuará por el resto del tiempo adjudicado con un tema que no guarda relación con lo que el orador ha comentado.
- Recuerda que el cierre de un discurso es una de las partes más importantes del proceso de crear un discurso. Asimismo, debe recuperar la atención de la audiencia y debe ser poderoso, considerado, profundo y conciso.
- Cuando se termina un discurso, el orador debe exhibir el nivel más alto de confianza que se pueda reunir ya que esta técnica ayudará a la audiencia a ganar confianza en la presentación del orador.
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Escucha las inflexiones en la voz del orador. ¿El orador habla de una forma que hace que quieras seguir escuchándole o es fácil de dejar de prestarle atención? Un gran orador sabe cuándo pausar para crear un efecto, además de saber cuán rápido y a qué volumen hablar. No hay una manera perfecta de presentar un discurso ya que todas las personas tienen su propio estilo. Sin embargo, todos los oradores grandiosos comparten la capacidad de conservar la atención de los oyentes. Debes tener en cuenta lo siguiente:
- Una persona que habla muy alto puede verse agresiva, mientras que otra que habla muy silenciosamente puede tener la dificultad de que se le escuche. Fíjate si la persona parece tener una buena idea de cuán alto tiene que hablar.
- Muchos oradores tienden a hablar muy rápidamente sin darse cuenta de ello. Fíjate si la persona habla a un ritmo que suena natural y fácil de comprender.
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Fíjate en el lenguaje corporal del orador. La forma en que el orador se para debe proyectar confianza y carisma, lo cual hace que la audiencia se sienta interesada e incluida. Una persona menos habilidosa en el hablar públicamente puede mirar al suelo, olvidarse de hacer contacto visual y dar golpecitos con el pie, mientras que un gran orador hará lo siguiente:
- Hacer contacto visual con los miembros de la audiencia en diferentes lugares de la audiencia. Esto ayuda a que cada parte de la multitud se sienta incluida.
- Pararse erguido sin inquietarse demasiado.
- Utilizar gestos naturales con el brazo y la mano de vez en cuando.
- Cuando sea apropiado, caminar alrededor del escenario, en vez de inclinarse en el estrado.
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Presta atención a las palabras relleno. Muchos "ejem", "este" y "bueno" arrebatan la credibilidad del orador ya que hacen que suene poco preparado. Presta atención a estas palabras y nota cuántas veces las escuchas. Si bien es cierto que decir palabras relleno es natural, no deben abrumar el discurso o ser notables de ninguna forma.
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Fíjate si se memorizó el discurso. Un gran orador debe memorizar el discurso con anticipación. Es aceptable utilizar una página escrita con anotaciones o unas diapositivas de PowerPoint para estimular la memoria, pero mirar abajo demasiadas veces puede ser un causante de distracción para los miembros de la audiencia.
- Alguna vez fue aceptable llevar una serie de tarjetas con anotaciones y leerlas, pero ya no.
- Memorizar el discurso permite al orador relacionar con la audiencia a través del contacto visual y lenguaje corporal y previene que el discurso suene como si se leyera de un libro.
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Evalúa cómo el orador controla la ansiedad. La mayoría de las personas sufren del pánico escénico. El hablar ante el público es el segundo peor miedo en América del Norte, después de la muerte. Los grandes oradores pueden estar nerviosos en el interior, pero han aprendido maneras para ocultarlo de la audiencia. Busca señales de que el orador está nervioso de modo que puedas ofrecer una crítica que le ayude a mejor para la próxima vez.
- Apunta cualquier movimiento o gesto repetido que merme el contenido del discurso; estos pueden ser señales de nerviosismo.
- Una voz temblorosa o una tendencia a balbucear son señales de nerviosismo.
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Toma apuntes durante el discurso. Lleva un cuaderno de apuntes y un lapicero al discurso de modo que puedas anotar las áreas que necesitan mejoría. Escribir una anotación abreviada de lo que el orador dijo te ayudará a organizar los puntos cuando sea hora de brindar la crítica. Ser tan detallado como sea posible en tus anotaciones ayudará al orador a comprender exactamente en qué debe ocuparse la próxima vez.
- Graba el discurso con una cámara de video o una grabadora de audio si no hay restricciones en contra de eso y si tienes el tiempo para hacerlo. De esta forma, tendrás la oportunidad de reproducir el discurso más de una vez para conseguir una idea de lo que el orador hablaba, además de cuán bien lo dijo.
- Organiza tus apuntes de modo que haya una sección del contenido y una sección del cumplimiento del contenido. Incluye ejemplos para respaldar la evaluación de cada parte.
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Discute tu evaluación del contenido del discurso. Desestructura el discurso por partes, comienza con la introducción y termina con la conclusión. Brinda una evaluación general acerca de si sentiste que los puntos principales del discurso se presentaron y se reforzaron adecuadamente y si sentiste que el discurso completo pareció ser convincente y creíble. ¿Considerarías que fue un discurso satisfactorio o que tiene que revisarse?
- Dile al orador qué elementos del discurso fueron interesantes, qué partes fueron confusas y qué áreas necesitan más referencias como respaldo.
- Dile al orador si hubieron ciertas bromas o anécdotas que no funcionaron. Es mejor ser sincero que dejar que esa persona diga la misma broma mala dos veces.
- Dile al orador si sentiste que el discurso fue apropiado para la audiencia prevista.
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Brinda un comentario acerca del cumplimiento del orador. Es en esta área en la que los oradores suelen necesitar más un comentario ya que es difícil evaluar el lenguaje corporal y estilo de uno mismo. Dale al orador una crítica delicada, pero honesta en cuanto a la efectividad de su lenguaje corporal y cumplimiento, e incluye su tono de voz, ritmo, contacto visual y postura.
- Puede ser útil discutir el concepto de inteligencia emocional o cociente afectivo que se refiere a la habilidad de leer a la audiencia y de mantener a las personas interesadas al afectar sus emociones. El objetivo de hacer contacto visual, hablar claramente y sonar natural es hacer que las personas de la audiencia sientan que te importan y que quieres que comprendan lo que dices. Ayudar a que se sientan incluidas hará que sea más probable que permanezcan interesadas.
- Se puede sugerir al orador que practique técnicas que le ayuden a reducir el pánico escénico si se ve nervioso, tales como ejercitarse antes de dar un discurso, reírse antes de dar un discurso y practicar primero en frente de un grupo pequeño de personas.
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Señala lo positivo. Es posible que el orador que criticas haya invertido su tiempo y esfuerzo para escribir y practicar el discurso. El tiempo que le des a una crítica es igual de importante para señalar lo correcto y discutir lo que se tiene que mejorar. Sé alentador y halagador de modo que el orador tenga la confianza para seguir trabajando sus habilidades si te diriges a un estudiante o una persona que necesita ayuda para mejorar sus habilidades para presentar discursos.
- Trata de utilizar la técnica de dar un comentario en forma de emparedado. Dale a la persona un elogio acerca de un elemento del discurso, luego dile lo que se tiene que mejorar y finalmente dile otro elogio. Esta manera clásica de brindar una crítica constructiva hace que el medicamento se reciba más fácilmente. Por ejemplo, puedes decirle a esa persona que comenzó con un gancho ingenioso, pero que te confundiste con respecto a cómo el segundo punto se relacionada con la tesis. Sin embargo, la conclusión clarificaba el punto principal.
- A modo de fomentar a la persona a que siga aprendiendo y mejorando, puedes sugerir que vea videos de discursos dados por oradores famosos. Señala similitudes y diferencias entre el discurso que criticas y el discurso famoso.
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Consejos
- Utiliza un formulario de evaluación, una escala de clasificación o un sistema de puntaje en el salón de clase o en la competencia. Esto te ayuda a asignar una calificación al discurso o decidir quién presentó un mejor discurso.
- Ofrece sugerencias de mejoría si es apropiado. Es importante ayudar a los estudiantes a comprender cómo pueden mejorar sus habilidades para hablar en público mientras están en las clases de discurso y las competencias de discurso. Sé específico y alentador y ofrece críticas constructivas y elogios.
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