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No hay un desayuno más clásico que las gachas. Sin embargo, dada su sencillez, todos tienen su propia forma de prepararlas (y comerlas). En este wikiHow, trataremos tres tipos distintos de gachas (de avena, arroz y cebada), además de explorar varias formas de decorar tu bol estándar. Si hasta ahora has comido tus gachas puras, espera experimentar una explosión de sabores con estas ricas recetas.

Cada receta rinde 4 porciones.

Ingredientes

  • 1 taza (160 g) de copos de avena
  • 3 tazas (600 ml) de leche de vaca, leche de soya o agua
  • sal marina
  • cubiertas (miel, azúcar morena, frutas, yogur, etc.)

Tiempo de cocción: 10 a 15 minutos

  • 4 tazas de arroz cocido
  • 8 tazas de agua o caldo (para obtener gachas espesas; pero agrega más si las prefieres más diluidas)
  • 2 huevos (opcional)

Tiempo de cocción: 15 a 20 minutos

  • 2 tazas de cebada perlada
  • 6 tazas de agua
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 taza de leche
  • crema espesa
  • azúcar morena, canela, nueces tostadas y picadas (opcional)
  • frutas frescas para servir (opcional)

Tiempo de cocción: 60 a 75 minutos

  • leche descremada
  • 2 plátanos
  • esencia de vainilla
  • nuez moscada
  • canela
  • avena económica
  • frutos secos y semillas para decorar
Método 1
Método 1 de 4:

Gachas de avena

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  1. Es mejor usar agua, ya que la leche puede quemarse fácilmente en el fondo, lo que arruina las gachas y deja oliendo la cocina. Sin embargo, puedes agregar leche casi al final si te preocupa que tus gachas no queden lo suficientemente cremosas.
    • Los copos de avena son mejores debido a que son enteros, naturales y no han pasado por mucho procesamiento. Sin embargo, también está bien usar granos de avena troceados o avena rápida; simplemente no tendrán el sabor exacto que buscas.
  2. Usa una cuchara de palo para revolver. Algunas personas incluso usan la parte superior de la cuchara como si estuvieran revolviendo sus gachas con un lápiz. Sigue revolviendo hasta que empiece a burbujear.
    • Nunca uses metal en una olla antiadherente. El metal puede raspar los lados y hacer que entren trocitos microscópicos de la olla en tu comida. Siempre usa una cuchara de palo o una espátula de goma.
  3. Una vez que el alcance el punto de ebullición, reduce el fuego a bajo (esto es muy importante si usas leche, para evitar que se queme). Revuelve lo más seguido posible para obtener una consistencia suave, cremosa y homogénea.
    • Si prefieres las gachas aguadas, incorpora un chorrito más de leche o agua hasta obtener la consistencia deseada. Si estás cocinando para un grupo, deja que cada persona agregue más líquido a su gusto a su porción individual una vez que todo esté servido en boles.
  4. A la mayoría de las personas les gusta empezar con una base dulce. Algunas incluso agregan mantequilla. A medida que terminas las gachas, considera la posibilidad de agregarle al plato de todos unos toques ligeros de ambos ingredientes. Bastará con una cucharada de cada uno.
    • Si cuidas tu consumo de azúcar o prefieres un plato más salado, omite este paso. Siempre es posible agregarle lo que gustes más adelante.
  5. Existen docenas de formas de decorar un plato simple de gachas, de modo que el desayuno pueda ser fácil, pero a la vez apetecible. Estas son algunas ideas:
    • Échale un chorrito de miel y yogur griego.
    • Agrega moras y frambuesas cocidas a fuego lento para sacar sus jugos.
    • Corta en rodajas 1 o 2 plátanos y agrega un poco de jarabe de arce.
    • Incorpora 1 o 2 cucharadas de cacao y mantequilla de maní.
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Método 2
Método 2 de 4:

Gachas de arroz (congee)

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  1. Esta receta también puede prepararse con arroz crudo, pero tarda más tiempo. Solo asegúrate de que haya suficiente espacio en la olla para mucha agua.
    • También puedes preparar este plato con una olla arrocera o en el microondas, pero los tiempos variarán. En esencia, el congee es simplemente arroz cocido con mucha más agua y dejado en reposo.
  2. Dado que el principal motivo para hacer gachas de arroz es deshacerse de las sobras de arroz, las medidas no son un estándar de esta antigua receta. Sin embargo, si usas arroz cocido, necesitas el doble de agua (lo suficiente para cubrir el arroz) y luego 2,5 cm (1 pulgada) más.
    • Si el arroz está crudo, necesitas 4 veces más agua. El arroz se expande y absorbe el agua durante la cocción.
    • El caldo es bueno si buscas un sabor más salado y más rico, pero no es necesario.
  3. Sigue revolviendo para empujar suavemente los granos y darle una consistencia suave desde el principio. Una vez que hierva, reduce el fuego a bajo y deja que se cocine a fuego lento.
    • Tapa la olla, resiste la necesidad de revisarla más de una o dos veces. Mientras más la abras, más vapor y calor escapará, lo que volverá lento el proceso.
  4. Asegúrate de romper los huevos con un tenedor o podrías terminar con trocitos de yema flotando en las gachas. En la receta tradicional de gachas de arroz, los huevos se mezclan en el plato de gachas, para darle sabor en vez de textura.
    • El congee o gachas de arroz no se trata de un plato con restos de huevo revuelto flotando en él. Para asegurarte de obtener una mezcla homogénea, bate los huevos con anticipación y luego agrégalos a las gachas.
  5. A medida que el caldo o el agua empiezan a romper el arroz, este empezará a solidificarse poco a poco y se convertirá en una masa. Los granos se suavizarán y el agua se espesará. Si notas esto, quiere decir que vas por buen camino.
    • Asegúrate de continuar revolviendo. Es mejor que todo esté bien cocido y que nada quede endurecido en el fondo de la olla.
  6. La salsa de soya es una adición muy común en el congee y a algunas personas les gusta agregar un toquecito de salsa picante o salsa Sriracha.
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Método 3
Método 3 de 4:

Gachas de cebada

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  1. Pon a hervir dichos ingredientes en una olla grande a fuego medio. Una vez que la mezcla haya hervido, reduce el fuego a bajo. Mantener la temperatura muy alta hará que se queme la cebada y que el agua se evapore muy rápido.
    • Si no vas a servirles a 4 personas, esta receta fácilmente se puede reducir a la mitad. Sin embargo, no es necesario modificar mucho las cubiertas; si la prefieres dulce, es posible que necesites una buena cantidad de azúcar.
  2. La cebada es un fruto seco duro de romperse (por supuesto, en sentido figurado, porque la cebada literalmente es un grano con sabor a nuez). Dada su consistencia dura, tarda más tiempo que la avena o el arroz en hacerse blanda. Revuelve cada 10 minutos, verificando su cocción. Cada olla variará ligeramente en el tiempo que necesita cocinarse.
    • Mantén la tapa puesta lo más que puedas. Una vez que se cumplan los 10 minutos, retírala y revuelve unas cuantas veces con una cuchara de palo. Una vez que el agua haya desaparecido casi por completo, la cebada estará lista.
  3. Hazlo incluso si prefieres gachas aguadas. El agua que queda probablemente no será tan rica como una taza de leche.
    • Es más fácil hacerlo con un colador de plástico o de metal. Pero si estás en un momento de apuro, sostén la tapa dejando una pequeña abertura en el borde de la olla e inclínala sobre el fregadero para escurrir el agua.
  4. 1 taza de leche, 1 cucharada de azúcar morena y 1/2 cucharadita de canela serán suficientes para convertir tu plato de cebada pura en todo un festín para el desayuno. Modifica el dulzor a tu gusto.
    • La leche es necesaria (mientras más grasa tenga la leche, más cremoso será el sabor), pero puedes experimentar con la azúcar morena y la canela, y explorar otros ingredientes como la miel, los jugos de frutas o el yogur.
  5. Por lo general, este es el tiempo que tarda la leche en ser absorbida casi por completo. Además, la cebada adquirirá parte del sabor dulce acanelado.
    • El plato estará listo cuando tenga una consistencia espesa y pegajosa, típica de las gachas. Puedes incorporar más leche si lo deseas un poco más líquido.
  6. Hasta el momento solo tienes un plato básico de gachas de cebada. Para hacerlo más interesante, cubre cada plato con nueces, un chorrito de crema espesa y frutas (si deseas). ¡Esto no tiene pierde!
    • Si te gusta explorar, prueba con yogur, mantequilla de maní, cacao, miel o cualquier otra cosa que consideres necesaria para hacer que las gachas sean un desayuno de campeones.
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Método 4
Método 4 de 4:

Gachas simples con plátanos y frutos secos

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  1. Prueba los anacardos, las semillas de girasol, las semillas de cáñamo, la linaza y las semillas de calabaza, ingredientes que puedes asar en el horno (cuando lo estés usando para otra cosa).
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Vídeo


Consejos

  • Agrega un poco de Milo® durante la preparación de las gachas, para darle una rica dimensión de sabor.
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Cosas que necesitarás

  • tazas medidoras
  • una cuchara de palo
  • una olla o una cacerola
  • un colador (si preparas gachas de cebada)

Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Para preparar gachas de avena mezcla una taza de avena arrollada y tres tazas de agua en una olla a fuego medio hasta que el agua comience a hervir. Luego baja el fuego al mínimo y deja que la avena se cueza lentamente revolviéndola con frecuencia. Si quieres que las gachas sean más dulces, agrégales una pizca de azúcar morena o miel mientras se cuecen. Después de 5 minutos, pasa las gachas a un tazón, agrégales tu complemento favorito y ¡sírvelas! ¡Sigue leyendo este artículo si quieres aprender a hacer tus propias gachas con arroz o cebada!

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