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Si quieres entender la vida de oración o si simplemente sientes curiosidad acerca de escoger cómo orar, aprenderás acerca de las diferentes técnicas y métodos que puedes usar para orar a Jesús. Aprenderás muchos consejos acerca de dónde y cuándo orar. Además, puedes seguir los patrones que Jesús dejó en la Biblia sobre cómo orar. Sin embargo, lo más importante es que averiguarás cómo orar puede ayudarte a manejar tus emociones de manera saludable.

Método 1
Método 1 de 3:

Rezar el Padre Nuestro

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  1. Esta oración está dirigida a Dios; sin embargo, en Juan 10:30, Jesús dice “Yo y mi Padre somos uno”. El Padre Nuestro se encuentra en Mateo 5:7. Estos pasajes también contienen el sermón del monte y las bienaventuranzas (bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados). El sermón del monte se trata de la importancia que Dios pone en la vida interna en contraste al hecho de tener una religión de apariencias.
    • Jesús condena a las autoridades religiosas que han estado presumiendo su rectitud en público.
    • Jesús dice que la verdadera rectitud pertenece a los de la clase más baja: a los que lloran, a los que son pobres y a los que son dóciles, aunque no tengan la apariencia de ser rectos. [1]
    • Por ejemplo, en Mateo 6:5, Jesús dice “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres”.
  2. Esta es una de las instrucciones de Jesús en Mateo 6:6 sobre cómo orar. Jesús continúa diciendo “…y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. Busca una habitación o un lugar privado en el que puedas estar a solas y ora a Dios ahí. Siéntete reconfortado por la presencia de Dios “que ve en lo secreto”.
    • Este no es el único lugar en el que puedes orar. También puedes “orar sin cesar” (en cualquier lugar en el que estés puedes estar en oración) como Pablo escribió en 1 de Tesalonicenses.
    • Pablo también ha descrito a hablar en lenguas como una buena manera de orar. Él dijo “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros” 1 Corintios 14:18 (ver también 1 Corintios 14:2,4-5, y 14-15). [2]
  3. Jesús en Mateo 6:7 dice “Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería”. Durante este tiempo, las personas pueden orar por medio de ciertos rituales, recitaciones y conjuros, pero tú no necesitas eso para orar a Jesús.
    • Además, no necesitas hablar de tus problemas cuando recitas el Padre Nuestro. Cuando ores en general o en un momento distinto, puedes hablar con Jesús acera de tus problemas.
    • Jesús continúa el versículo anterior con esta advertencia en el versículo 8: “Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis”.
  4. Puedes lees el Padre Nuestro en voz alta o para ti mismo. Léelo lentamente a fin de que el significado de cada verso pueda calar en tu corazón. En Mateo 6:9-13, Jesús dijo “Vosotros, pues, orad de esta manera: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén”. [3]
    • “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre” te ayuda a dirigir tu atención a Dios, que está más allá de tu capacidad de ver o comprender.
    • “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” te ayuda a formar una actitud de disposición con respecto a tomar parte en lo que se hace en la Tierra y a tener un compromiso con el mundo que te rodea.
    • “Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” significa que confías en la bondad de Dios para proveerte de las cosas que necesitas. También debes olvidar las cosas que la gente necesitada te debe, de manera que no debes exigir el pago. No olvidar las deudas de los pobres es algo que desagrada a Dios, pues Él te perdonó una deuda de pecado que nunca podrías pagar.
    • “Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal” puede significar diferentes cosas para diferentes personas. No todos comparten las mismas cosas que hacen que desearían no hacer. Sin embargo, sea lo que sea con lo que luches, pide a Dios ayuda para superar esas cosas.
    • “Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás” no se encuentra en los primeros manuscritos; sin embargo, puede cerrar tu oración y hacer que te vuelvas a concentrar en la naturaleza imponente de Dios.
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Método 2
Método 2 de 3:

Beneficiarte emocionalmente de la oración

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  1. Puedes usar tus oraciones a Jesús para contarle sobre las situaciones difíciles que atraviesas en la vida. La oración puede ser beneficiosa para enfrentar emociones como la frustración y el dolor. Si puedes descargar tu enojo durante la oración en vez de en la vida diaria o en tus relaciones, entonces puede convertirse en un apoyo emocional que puedes usar para calmarte. [4]
    • Cuando algo malo te sucede (por ejemplo, si pierdes el trabajo), puedes orar a Jesús para que te ayude a procesar las emociones y encontrar alivio para el estrés. Habla con él de tu frustración, de tu enojo o de tu temor con respecto a esta pérdida.
    • Puedes usar los Salmos como guías para orar a través de las circunstancias difíciles. Por ejemplo, en el Salmo 4, el salmista pide que Dios alivie su angustia.
  2. Recuerda que Dios te hizo a su imagen, que Jesús te ama y que su Espíritu te acompaña en el camino. Él quería que escojas el arrepentimiento, que busques agradar a Dios y que le reconozcas en todo lo que hagas, tal y como eres: libre de escoger seguir su plan para la salvación. Cuando te cueste amarte a ti mismo, recuerda que Jesús vino a la Tierra y murió, en parte, debido a su gran amor por ti. Su gracia sobrepasa todo entendimiento. [5]
  3. En tus oraciones a Jesús tienes una oportunidad de reconsiderar la razón por la que te han ocurrido ciertas cosas. Quizás cuando reconsideres las circunstancias serás capaz de entender cómo Dios ha usado algo malo en tu vida para algo bueno. [6]
    • Por ejemplo, tal vez el hecho de perder tu trabajo te ha permitido pasar mucho más tiempo con tus hijos.
    • Considera las bienaventuranzas. Jesús, en el sermón del monte (Mateo 5:1-12), dice “Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra”.
  4. Ir a Jesús en oración cuando atraviesas momentos difíciles puede protegerte de las emociones negativas que experimentas. Por ejemplo, si alguien que amas está en cirugía, es probable que necesites tomarte un momento y volver a enfocarte en Jesús y tener alivio y fortaleza en su presencia. [7]
    • Aunque debes usar a Jesús como un apoyo, sigue apoyando a los demás y también permite que los demás te apoyen. Sigue acompañando a tus seres queridos y comparte con ellos la rutina, el gozo y el dolor que tú o ellos experimentan.
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    Piensa en cómo Jesús actuaría en la situación en la que estás. [8] Puede ser útil usar el modelo de Jesús y sus prácticas del amor y la compasión para que puedas tener la comprensión de lo que necesitar enfrentar en la vida. Mientras ores sobre las circunstancias de tu vida, considera las formas en las que Jesús respondería.
    • Si tienes una dificultad en el trabajo con alguien que ha obstaculizado tu carrera (por ejemplo, al recibir la promoción que deseabas o merecías), puedes pensar acerca de cómo habría respondido Jesús a esa situación. Por ejemplo, en Lucas 6:27, Jesús dice “Pero a vosotros los que oís, os digo:

      amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen ”.
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Método 3
Método 3 de 3:

Técnicas para orar

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  1. Busca horarios y lugares regulares en los que puedas descansar y tomar tiempo libre para orar. Por ejemplo, busca un lugar tranquilo en el edificio del trabajo en donde puedas ir a orar durante los recesos. También puedes salir a la naturaleza y buscar un lugar cerca de un gran árbol en algún parque. Puedes marcar un horario habitual en tu agenda para ir a este lugar. [9]
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    Adopta la postura que te haga sentir más cómodo. Por ejemplo, arrodillarse, cruzar los brazos enfrente de uno y cerrar los ojos para orar, es una posición que se recomienda. [10]
    • Prueba diferentes posturas dependiendo de dónde estés. Por ejemplo, si oras en un parque puedes cruzar las piernas y poner las manos en las rodillas.
    • No exijas cosas, en vez de eso, pídele ayuda para tener guía, paz y alivio. Cuando ores a Dios a través de Jesús, termina la oración diciendo “en el nombre de Jesús”.
  3. Reza por tu familia, por tus profesores, por los funcionarios del gobierno, por los pobres y por ti mismo. [11]
  4. Usa objetos o reproduce música para que puedas concentrarte en tu oración. Por ejemplo, si eres una persona visual, ora mientras observas una pintura hermosa. También puedes leer un libro o escribir en un diario. No trates de adaptarte a ningún molde de lo que crees que una oración debe ser.
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