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Si sufres de una enfermedad crónica como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardiaca o apnea del sueño, puedes disminuir los síntomas si aumentas el oxígeno en tu hogar. [1] Hasta las personas más saludables pueden obtener beneficios si mejoran la circulación del aire y eliminan los contaminantes del aire en la casa. Según tus necesidades y metas, puedes aumentar los niveles de oxígeno si incorporas plantas y otros elementos naturales para mejorar la ventilación. Si sufres de una enfermedad específica, es posible que el médico te recete el uso de algún equipo médico especial.

Método 1
Método 1 de 3:

Ventilar tu hogar

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  1. Quizás pases mucho tiempo en el interior, sobre todo durante el invierno. Abre una ventana para que entre el aire oxigenado y fresco. Si hace suficiente calor, puedes abrir dos ventanas en los lados opuestos de la casa para aumentar la circulación del aire. [2] Abre las ventanas por unos minutos, 3 veces al día, incluso durante el invierno. [3]
    • Si vives en un área contaminada o fría y no quieres abrir mucho las ventanas, solo ábrelas un poquito cuando se produzca humedad. [4] Abre un poco la ventana mientras cocinas o tomas una ducha para evitar que se acumule la humedad en el aire.
    • Si eres alérgico a algunos elementos del exterior, puedes comprar unos mosquiteros que filtren el polen de abedul, del pasto y la ambrosía para asegurarte de que el aire circule lo suficiente en la casa sin provocarte una reacción alérgica. [5] Si eres alérgico a algún elemento del exterior, asegúrate de prestarles atención a los niveles de polen para saber cuándo debes abrir las ventanas con mayor frecuencia y cuándo hacerlo con moderación.
  2. Cuando abras las puertas o las ventanas para que entre el aire fresco, cierra las puertas de los armarios, de las despensas y de otras áreas que no conduzcan a ningún lado. De esta forma, el aire podrá moverse por toda la casa sin quedarse atrapado, lo cual hará que tengas aire oxigenado y fresco en todo tu hogar. [6]
  3. Si no lo tienes, instala un extractor sobre la estufa y en el baño. Estos extraerán la humedad y el aire maloliente, lo cual mejorará la ventilación y mantendrá fresco el aire de la casa. [7]
    • Limpia los extractores cada pocos meses con agua tibia y una solución desengrasante, sobre todo el de la cocina. Límpialos con la frecuencia recomendada en la guía de usuario que incluyen.
  4. Puedes comprarlo en una ferretería local, en el centro comercial o en Internet. En el mercado, existen muchos filtros que pueden purificar el aire de la casa y aumentar el oxígeno. Ten en cuenta lo siguiente para elegir el filtro que se adapte mejor a tus necesidades: [8]
    • Cuánto quieres gastar (aunque quizás valga la pena pagar un poco más por la calidad).
    • El valor de eficiencia mínima informado (MERV, por sus siglas en inglés); cuanto mayor sea el valor MERV, mejor será la calidad del filtro de aire.
    • Las opiniones de los usuarios para darte una idea del funcionamiento y de la frecuencia con la que debes reemplazarlo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Aprovechar la naturaleza

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  1. Llena tu hogar con plantas de interior para purificar el aire y aumentar el oxígeno. [9] Si tienes un espacio limitado, pon las plantas en las habitaciones que más uses, como el dormitorio y la cocina. Si tienes mascotas, investiga en Internet antes de comprarlas para asegurarte de que no sean tóxicas. Todas las plantas son excelentes para aumentar el oxígeno en la casa, pero las siguientes son muy eficaces: [10]
    • el aloe
    • la hiedra común
    • el árbol de caucho
    • el espatifilo
    • los filodendros
    • la lengua de suegra
    • la mala madre
    • la dracaena de bordes rojizos
    • el potus
  2. Aunque no se ha comprobado científicamente, algunas personas creen que las lámparas hechas con sal rosada del Himalaya pueden purificar el aire. Además, emiten un lindo brillo rosado. Quizás no generen suficientes iones negativos para cambiar el entorno, pero podrían eliminar algunas de las toxinas del aire que te rodea. [11]
  3. Las velas hechas con cera de abeja no emiten humo ni sustancias químicas cuando se encienden. De la misma forma que las lámparas de sal, estas velas no liberan suficientes iones para purificar por completo el aire, pero pueden ser más saludables que las velas comunes hechas con parafina que suelen emitir contaminantes. [12] Puedes comprar las velas de cera de abeja en una tienda de alimentos saludables de tu localidad o en Internet.
    • Nunca dejes desatendidas las velas encendidas.
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Método 3
Método 3 de 3:

Usar un equipo

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  1. Puedes conseguir oxígeno contenido en unidades portátiles livianas que son fáciles de llevar por toda la casa. [13] Pídele al médico una receta para comprar un tanque de oxígeno. Te hará algunas pruebas de funcionamiento pulmonar y te recetará la cantidad adecuada de oxígeno. Coloca la pieza nasal transparente (cánula nasal) en el interior de las fosas nasales para obtener el oxígeno directamente del tanque. [14]
    • La terapia de oxígeno en casa debe usarse con precaución, sobre todo para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Sigue siempre las instrucciones del médico. [15]
    • Toma siempre las precauciones de seguridad cuando uses el oxígeno: no fumes, no apliques calor ni enciendas ningún tipo de fuego cerca de los contenedores de oxígeno. [16]
    • Según los síntomas y las recomendaciones del médico, puedes usar el oxígeno todo el tiempo o únicamente mientras te ejercitas o duermes. Cuando uses el tanque, debes monitorear con cuidado la ingesta de oxígeno en todo momento.
    • El equipo médico solo deben usarlo las personas que padecen alguna enfermedad específica. Consulta con el médico para saber si estas opciones son las adecuadas para ti.
  2. Si solo necesitas un flujo alto de oxígeno mientras estás en casa, compra oxígeno gaseoso o líquido a un proveedor de buena reputación. Pídele al médico que te ayude a elegir el tipo adecuado de oxígeno o ponte en contacto con tu compañía de seguros para saber si tienen un proveedor preferido. El oxígeno llegará a tu casa como gas comprimido en un cilindro o tanque, o en forma líquida. [17]
    • El oxígeno líquido es más portátil, pero los tanques no son muy duraderos.
  3. Los concentradores de oxígeno se conectan a un tomacorriente, filtran continuamente el oxígeno del entorno y lo dirigen a una mascarilla facial o a una cánula nasal. [18] Esta es una buena opción si necesitas mucho oxígeno concentrado mientras estás en casa porque padeces una enfermedad crónica. El médico puede recomendarte una buena máquina, y un enfermero la instalará y te mostrará cómo usarla. [19]
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Consejos

  • Si quieres aumentar el oxígeno en la casa porque sufres de una enfermedad crónica, consulta con el médico, quien puede sugerirte la mejor solución y ayudarte con el tratamiento para disminuir los síntomas.
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Advertencias

  • Usa siempre el oxígeno con seguridad. Nunca fumes ni dejes que otras personas fumen cerca de tu tanque de oxígeno. Además, quédate a una distancia de 2 m (6 pies) de cualquier fuego (incluyendo las velas), la estufa y el horno, los motores eléctricos, las mantas eléctricas, los rodapiés eléctricos y todos los electrodomésticos (secadores de cabello, rasuradoras eléctricas, etc.). Ten siempre un extinguidor de incendios en casa y asegúrate de que los detectores de humo funcionen bien. [20]
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