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La insuficiencia renal es un problema común, en especial en gatos viejos. Un riñón que no funciona no puede filtrar toxinas de manera eficiente (como los derivados de la digestión, la úrea y la creatinina) en la sangre. Como resultado, los gatos con insuficiencia renal acumulan toxinas en su sangre, lo cual les puede generar inflamación de las paredes estomacales, provocar náuseas y quitarles el apetito). Afortunadamente, una detección e intervención tempranas pueden retrasar el deterioro del riñón y extender la vida del gato (a veces, hasta dos o tres años, con un tratamiento apropiado).

Método 1
Método 1 de 3:

Cambiar la dieta de tu gato

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  1. Si tu gato padece de insuficiencia renal, habla con el veterinario. Él o ella podrían recetarle una dieta renal especial que contenga cantidades restringidas de proteínas de buena calidad y una cantidad mínima de fosfato y ciertos minerales. Las proteínas, los fosfatos y los minerales son muy difíciles de filtrar, así que las dietas medicadas que restringen estas sustancias ponen menos presión en el riñón.
    • Los estudios demuestran que el fosfato también puede hacer que se acumulen tejidos cicatriciales en el riñón, así que es muy importante restringir el fosfato en la dieta de tu gato.
  2. Si planeas usar una dieta preparada en casa, conversa sobre las mejores fuentes de proteínas y nutrientes con el veterinario. Los veterinarios recomendaban basar la dieta en carnes blancas, como pollo, pavo y pescado blanco, porque son más fáciles de digerir y ponen menos presión en el riñón en comparación con otras comidas. Sin embargo, un gato con insuficiencia renal necesita consumir una dieta balanceada, que incluya buenas fuentes de vitaminas y ciertos minerales, en especial calcio, el cual es esencial para el corazón, los huesos y los ojos. Por lo tanto, el veterinario podría recomendarte una mezcla más equilibrada de alimentos.
    • Con el tiempo, una dieta hecha de carne blanca podría hacer que a tu gato se le hinchen las articulaciones, se le debiliten los huesos, se le deteriore la visión o desarrolle insuficiencia cardíaca.
  3. Lo más importante para un gato con insuficiencia renal es asegurarte de que coma algo. Algunos gatos pasan hambre si no les gusta la comida que se les ofrece; entonces, no tiene sentido darle una dieta renal medicada o preparada en casa si no la come. Es mejor comprometerte y darle a tu gato algo que le guste comer.
    • Si tu gato no come, podría desarrollar un tipo de insuficiencia hepática llamada lipidosis hepática, que es tan peligrosa como la insuficiencia renal. Habla con tu veterinario si crees que esto podría ocurrir.
    • Si tu gato tiene poco apetito (un síntoma común de insuficiencia renal), trata de alimentarlo con la mano. Muchos gatos empezarán a comer si sus dueños les ofrecen comida en sus dedos.
    • Otra opción es poner un poco de comida en los bigotes del gato, de modo que lama la comida para limpiarse y la saboree. Hacer esto lo puede alentar a comer.
    • También puedes probar calentar la comida en el microondas para que tenga un olor más fuerte y una temperatura más atractiva. Algunos gatos rechazarán la comida fría, pero la comerán si la calientas.
  4. Los quelantes de fosfato se adhieren al fosfato de la comida, de modo que este permanezca en el tracto digestivo en lugar de ir a la sangre. Darle de comer quelantes de fosfato a tu gato reducirá sus niveles de fosfato sanguíneo y disminuirá la tasa de formación de tejido cicatricial en el riñón. Habla con el veterinario sobre los mejores quelantes de fosfato para tu gato. Uno de los más comunes, Renalzin, viene en forma de pasta; simplemente lo tienes que mezclar con la comida de tu gato y empezará a funcionar con el primer bocado.
    • Para la mayoría de los gatos, una porción de Renalzin, dos veces al día, es la dosis óptima. Si tienes un gato grande y lo alimentas con porciones más grandes, el veterinario podría recomendarte dos porciones de Renalzin, dos veces al día.
  5. Un riñón enfermo pierde la habilidad de retener agua y empieza a producir mucha orina. Esta pérdida de fluidos debe remplazarse, así que asegúrate de que tu gato beba mucha agua.
    • Si a tu gato le gusta beber agua del grifo, considera comprar una fuente para beber. Otra opción es servirle agua en un recipiente muy grande; a algunos gatos no les gusta que sus bigotes toquen el borde del plato.
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Método 2
Método 2 de 3:

Darle medicamentos a tu gato

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  1. Los gatos con insuficiencia renal tienden a sufrir de inflamación de las paredes del estómago, lo cual les causa acidez y, en algunos casos, úlceras gástricas. Para aliviarlo un poco y alentarlo a comer, el veterinario podría recomendarle antiácidos. Por lo general le recetarán omeprazol, un inhibidor de la bomba de protones que es muy efectivo para reducir la secreción ácida del estómago. Los gatos pequeños normalmente toman 1 mg/kg por vía oral una vez al día; los gatos más grandes toman la mitad de una tableta de 10 mg una vez al día.
    • Si no tienes una receta para comprar omeprazol, también puedes probar con famotidina, que se vende sin receta médica con el nombre de Pepcid. Pepcid bloquea la producción de ácido gástrico inducida por histamina. Lamentablemente, establecer una dosis puede ser difícil. Los gatos grandes por lo general deben tomar una cuarta parte de una tableta de 20 mg, pero los gatos pequeños normalmente necesitan un octavo, lo cual puede resultar poco práctico.
  2. El complejo B es importante para la salud digestiva y para tener un buen apetito. Este grupo de vitaminas es soluble en agua, así que la sed excesiva de tu gato podría hacer que las elimine demasiado rápido en la orina. El veterinario podría, entonces, recomendar una serie de inyecciones (normalmente, una inyección a la semana durante cuatro semanas) para mantener la cantidad necesaria de complejo B en la sangre de tu gato.
  3. Si tu gato no tiene apetito (inclusive si le has dado antiácidos y te aseguraste de que no tiene problemas de deshidratación) podrías tener que darle un estimulante. Pregúntale al veterinario por una dosis baja de diazepam intravenoso, el cual a veces hace que los gatos coman. Otra posibilidad es Periactin, un antihistamínico que tiene el efecto secundario de estimular el apetito. La dosis normal es de 0,1 a 0,5 mg/kg dos veces al día. Los gatos grandes podrían requerir la mitad de una tableta, dos veces al día.
  4. Cuando se administran en las etapas iniciales de la enfermedad renal, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) pueden prolongar la vida del riñón. Estas drogas cambian el flujo sanguíneo que pasa a través del riñón y reducen el gradiente de presión para que se inflija menos daño en la microcirculación de riñón. Normalmente se receta una tableta de 2,5 mg de Fortekor una vez al día. Habla con el veterinario sobre la mejor opción para tu gato.
    • Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina no curarán la enfermedad renal; simplemente protegerán al riñón de tu gato de sufrir un mayor desgaste. Estos fármacos no son efectivos en enfermedades renales graves.
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Método 3
Método 3 de 3:

Monitorear la salud de tu gato

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  1. Los gatos con riñones enfermos tienden a sufrir de tensión alta (también conocida como hipertensión). Este problema los pone en mayor riesgo de sufrir infartos debido a coágulos sanguíneos. Además, la hipertensión puede hacer que se acumule fluido entre la retina y la parte posterior del ojo, causando el desprendimiento de la retina y una ceguera súbita.
  2. La hipertensión es un problema, así que debes asegurarte de que el veterinario revise la tensión arterial de tu gato con regularidad.
    • Si la tensión arterial de tu gato está un poco elevada, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina podría reducirla hasta en un 10%.
    • Si la hipertensión es más severa, tu veterinario podría recomendar un medicamento antihipertensivo, como amlodipina. La dosis promedio es de 0,625 a 1,25 mg una vez al día. Esta dosis vendría a ser como un octavo de una tableta de 5 mg.
  3. Debido a que los gatos con riñones enfermos orinan mucho, son más propensos a sufrir de infecciones urinarias. Las infecciones leves no producen síntomas, pero deben tratarse porque las bacterias pueden viajar desde la vejiga hasta el riñón, lo cual lo dañaría aún más.
    • El veterinario debe realizarle un cultivo de orina al menos dos veces al año para identificar posibles infecciones. Él o ella podrían recetarle antibióticos si el cultivo resulta positivo.
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Consejos

  • Si tu gato de pronto parece estar muy enfermo, podría tener una crisis urémica. Esto puede ocurrir si un gato con enfermedad renal se enferma o se deshidrata. Comunícate con tu veterinario de inmediato; tu gato podría necesitar que le pongan fluidos intravenosos.
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Referencias

  1. Boyd, Langston et al. “Supervivencia de gatos con insuficiencia renal crónica de causas naturales (Survival in Cats with Naturally Occurring Chronic Kidney Disease)”. Revista de Medicina Interna Veterinaria (Journal of Veterinary Internal Medicine). Vol 22, Edición 5, p 1111-1117. Setiembre-Octubre 2008.
  2. King, Tasker et al. “Factores que afectan el pronóstico de los gatos con insuficiencia renal crónica (Prognostic Factors in Cats with Chronic Kidney Disease)”. Revista de Medicina Interna Veterinaria (Journal of Veterinary Internal Medicine). Vol 21, Edición 5, p 906-916. Setiembre 2007.
  3. Ian Ramsey. Lista de medicamentos para animales pequeños de la BSAVA (BSAVA Small Animal Formulary). Sexta edición.
  4. Yolande Bishop. Lista de medicamentos veterinarios (The Veterinary Formulary). Pharmaceutical Press. Cuarta edition.
  5. http://pets.webmd.com/cats/kidney-failure-uremia-treatment-cats

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