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¡Cultivar una planta de chile a partir de una semilla puede ser un proyecto sencillo y divertido! Germina las semillas de chile en una temperatura cálida y consistente y usa composta ligera para que las plántulas echen brotes. Cuidadosamente transfiere una plántula a una maceta pequeña, manteniéndola cálida y regada. Actualiza las macetas mientras la planta crece, o transfiérela a tu jardín si el clima es lo suficientemente cálido. ¡Toma chiles de la planta regularmente para añadirles sabor a tus comidas!

Método 1
Método 1 de 3:

Germinar semillas de chile

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  1. Humedece dos toallas de papel. Dispersa las semillas de chile en una toalla de papel y coloca la segunda encima. Coloca las semillas dentro de una bolsa con cremallera o en un contenedor de plástico y ciérralo. [1]
  2. Como regla general, las semillas de chile necesitan una temperatura de entre 23 y 30 grados Celsius (78 a 86 grados Farenheit) para germinar. Coloca las semillas en un lugar en el que reciban calor constante (por ejemplo, en una manta térmica) durante un periodo de 2 a 5 días, hasta que crezcan o germinen. Asegúrate de que la fuente de calor no sea tan fuerte que derrita la bolsa de la cremallera o el contenedor de plástico en el que conservas las semillas. [2]
    • Germinar previamente las semillas de chile de esta manera antes de plantarlas en composta o tierra les dará una mejor oportunidad de que broten exitosamente.
    • En climas más cálidos, las semillas se pueden dejar al aire libre para germinar, siempre que la temperatura no baje de los 15 grados Celsius (59 grados Farenheit). [3]
  3. Llena una bandeja de siembra grande o una bandeja con varias celdas para semillas rebosadas con una composta ligera o tierra para macetas. Rompe cualquier terrón grande. Presiona la composta hacia abajo 1 o 2 milímetros y riégala. [4]
    • La tierra debe regarse justo antes de agregar las semillas, y después muy poco hasta que la germinación ocurra.
  4. Suelta semillas de chile de manera individual sobre la composta a un espacio de 5 cm (2 pulgadas) entre sí. Cúbrelas ligeramente con más composta. Cuidadosamente presiona la composta para que quede firme y rocíala ligeramente con un atomizador. [5]
  5. Coloca una envoltura de plástico sobre la bandeja de siembra para encerrar el calor y la humedad. Coloca la bandeja en el mismo sitio cálido en el que pusiste las semillas inicialmente. Como alternativa, puedes comprar una manta o bandeja eléctrica (disponibles en centros de jardinería), lo que mantendrá a las semillas a una temperatura cálida y consistente. [6]
  6. Revisa la bandeja de siembra para monitorear el crecimiento y asegurar la calidad de la composta. La composta debe estar húmeda pero no empapada, y no se debe regar a menos que se sienta especialmente seca. Los brotes deben comenzar aproximadamente tras dos semanas. [7]
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Método 2
Método 2 de 3:

Replantar las plántulas en macetas

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  1. Una vez que las plántulas de chile hayan alcanzado un tamaño de alrededor de 5 cm (2 pulgadas) y tengan de 5 a 6 hojas, transfiérelas a un área más grande para que las raíces no tengan espacio restringido. Sácalas cuidadosamente de la bandeja. Asegúrate de afectar lo menos posible a las raíces. [8]
    • Riega las plántulas antes de sacarlas para asegurar que la composta no se desmorone durante la transferencia.
  2. Busca una maceta que tenga un diámetro de 7 cm (2,75 pulgadas) y llénala con composta. Riega la composta ligeramente y haz un pozo en el centro. Cuidadosamente coloca la plántula en el espacio vacío y llena alrededor con composta. [9]
    • Si vives en un clima más frío, plántalas en macetas y colócalas en interiores. Colócalas debajo de lámparas de cultivo en una habitación cálida.
    • Las plantas de chile pueden ser transferidas de macetas a jardín cuando el clima y la tierra estén suficientemente cálidas.
  3. Mientras que la planta de chile crezca, transfiérela a macetas más grandes. Prepara una maceta grande llenándola con composta, después haz un pozo en el centro. Cuidadosamente desentierra la planta, dejando un gran trozo de composta alrededor de sus raíces para protegerlas y colócala en la maceta más grande. [10]
    • Si deseas mantener una planta de chile pequeña, mantenla en una maceta pequeña para evitar un mayor crecimiento.
    • La progresión estándar de las macetas va de un diámetro de 7 cm (2,75 pulgadas) a 15 cm (6 pulgadas), hasta finalmente llegar a 20 cm (8 pulgadas).
  4. Coloca la maceta con la planta de chile cerca de una ventana, o en el exterior para que obtenga luz solar, asegurándote de regresarla al interior si la temperatura baja. La cantidad de luz que reciba la planta afectará directamente el tamaño y la velocidad de su crecimiento. [11]
    • Si mantienes la planta en el interior de una casa en la que no obtenga mucha luz solar natural, compra un pequeño invernadero o luz artificial (disponibles en línea o en centros de jardinería).
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Método 3
Método 3 de 3:

Transferir plantas de chile al jardín

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  1. Busca un lugar soleado en el jardín que obtenga al menos de 6 a 8 horas de luz solar y cava un agujero lo suficientemente grande para acomodar la plántula o la planta. Usa un rastrillo de jardinería para excavar suavemente un poco de tierra en la base del agujero y rastrillar un puñado de composta en él. Inserta cuidadosamente la planta y llena el espacio a su alrededor con una mezcla uniforme de tierra y composta. [12]
    • Planta las plantas de chile con al menos 45 cm (18 pulgadas) de distancia de cualquier otra planta para asegurar que tendrán el espacio adecuado para crecer.
  2. En un clima cálido y soleado, riega la planta de chile diariamente para mantenerla hidratada. Evita regar de más asegurándote que la tierra esté húmeda pero no pantanosa. Nutre las plantas con un fertilizante líquido de uso general (disponible en centros de jardinería) cada dos semanas. [13]
  3. Las plantas de chile solo deben trasplantarse en exteriores en climas cálidos o en lugares con temporadas de verano muy largas. En este último caso, es mejor transferirlas al exterior en junio. Compra forro polar o una campana de jardinería (una cubierta protectora que vaya sobre la planta y quede enterrada en el suelo a su alrededor) para cubrir plantas en caso de clima frío extemporáneo. [14]
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Consejos

  • Recoge los chiles de las plantas con la mayor frecuencia posible para asegurar que las plantas continúen dando brotes y para asegurarte de que el peso de los chiles no los haga caer.
  • Vuelve a plantar en cuanto la planta se comience a doblar para prevenir que se caiga.
  • Antes de trasplantar las plantas de chile al jardín, acostúmbralas al clima del exterior al dejarlas fuera unas cuantas horas al día, durante un periodo de dos semanas. [15]
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