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Muchas personas conocen bien los síntomas comunes del asma como la opresión en el pecho y la dificultad para respirar. Toser es otro síntoma problemático del asma, una enfermedad inflamatoria de los pulmones que produce el estrechamiento de las vías respiratorias. Para detener esta tos, debes identificar y evitar los desencadenantes, tomar medicamentos para combatir el asma y ponerte cómodo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Identificar los desencadenantes del asma

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  1. La tos puede surgir debido a diversas sustancias como los alérgenos (el polvo, el pelaje de los animales, las cucarachas, el moho y los pólenes) y los irritantes (los químicos presentes en el aire, el humo del cigarrillo, la contaminación atmosférica y los productos de belleza). Estos son otros desencadenantes comunes del asma: [1]
    • Medicamentos: como la aspirina, otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los betabloqueadores no selectivos (usados con frecuencia para las enfermedades cardiacas).
    • Químicos para conservar los alimentos: normalmente los sulfitos presentes en numerosos alimentos y bebidas.
    • Infecciones de las vías respiratorias altas: por ejemplo, los resfriados y otras infecciones virales de los pulmones.
    • Ejercicio y otras actividades físicas.
    • Aire frío o seco.
    • Otras enfermedades: como la acidez del estómago (reflujo ácido), el estrés y la apnea del sueño.
  2. Después de un ataque de tos, pregúntate qué lo ha desencadenado. Si tienes dificultades para identificar los desencadenantes comunes, debes considerar la posibilidad de que exista un desencadenante desconocido que necesitas encontrar. Lleva un diario de tu rutina cotidiana, de modo que puedas determinar lo que experimentas justo antes del ataque de tos. Hazte las siguientes preguntas: [2]
    • ¿Ha cambiado la estación? ¿Existen nuevos factores ambientales que provocan mi asma?
    • ¿Hay alguna industria nueva en los alrededores que podría estar emitiendo contaminantes en el aire?
    • ¿He incluido alimentos nuevos en mi dieta? ¿Estoy tomando medicamentos nuevos que interfieren con los indicados para el asma?
    • ¿Ha cambiado el clima de un momento a otro? ¿Hacía calor, pero ahora el clima está frío y húmedo? ¿Hay mucho viento o el viento ha cambiado de dirección? El viento trae nuevos irritantes.
  3. Si sospechas que alguna alergia alimentaria es la causante de tu tos asmática, no elimines ese alimento de tu dieta ya que podrías terminar con una deficiencia nutricional. En vez de eso, consulta con el doctor sobre someterte a la prueba del pinchazo en la piel para determinar a qué eres alérgico. Luego, él te recomendará estrategias para controlar la alergia. Estos son los alérgenos alimentarios más comunes: [3]
    • gluten (proteína presente en los productos a base de trigo)
    • caseína (proteína presente en los productos lácteos)
    • huevos
    • cítricos
    • pescados y mariscos
    • maníes
  4. Si tienes dificultades para identificar los desencadenantes del asma, consulta con el doctor respecto a hacer un seguimiento de tu tasa de flujo espiratorio máximo (TFEM) con la ayuda de una pequeña herramienta portátil. Esto permite medir la eficacia de los pulmones para expulsar el aire. A medida que las vías respiratorias van estrechándose, la TFEM desciende. Controlar dicha tasa de forma regular y hacer un seguimiento de tus alimentos y actividades cotidianas les permitirán a ti y al doctor encontrar los desencadenantes del asma. [4] [5]
    • Medir el funcionamiento de los pulmones es útil sobre todo si tus desencadenantes no producen un ataque de tos inmediato. Algunas personas consideran que sus desencadenantes se toman cierto tiempo antes que surja un ataque.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Ponerse cómodo

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  1. Mantén suelto el moco de la garganta tomando 6 a 8 vasos de 240 ml (8 onzas) de agua al día. Si tienes tos seca (sin flema ni mucosidad), debes mantenerte hidratado para que la tos no irrite la garganta. Esto es importante sobre todo si la gripe y el resfriado son causantes de los síntomas del asma. [6]
    • Si toses con moco amarillo o verde, aumenta tu consumo de líquidos.
  2. Mantén el aire de tu casa lo más puro posible. Revisa los filtros de aire de tu casa y aléjate de los fumadores. Dado que el humo es un típico desencadenante del asma, habla con los fumadores que conoces para que no lo hagan delante de ti. También debes evitar rociar laca y perfumes. [7]
    • Dado que el polen puede provocar el asma, considera la posibilidad de encender el aire acondicionado los días en que los niveles de polen sean altos. Pero no olvides limpiar regularmente las rendijas de ventilación, de modo que el polvo y el moho no se esparzan por toda la casa.
    • Considera instalar un humidificador o colocar boles de agua por toda la casa. De este modo, aumentarás la humedad del aire para mejorar la respiración.
  3. Evita respirar muy profundo cuando tienes tos asmática. Algunos doctores consideran que esto irrita los pulmones aún más. [8] En vez de eso, respira lentamente solo por la nariz, inhalando y exhalando durante el mismo tiempo. Por ejemplo, inhala por la nariz por 8 segundos. Contén la respiración el mayor tiempo posible y exhala por 8 segundos. Mantente calmado, relajado y quieto durante el ejercicio de respiración.
    • Aunque vas a recibir un poco menos de oxígeno durante el ejercicio, es la misma cantidad que recibes cuando toses. Contar para controlar la respiración puede disminuir la tos y otros síntomas de asma. [9]
  4. El ataque de tos a causa del asma puede hacer que entres en pánico o que pierdas el control. Calma tu mente y respiración practicando una postura de respiración relajante. Acuéstate boca arriba y dobla las rodillas, de modo que los pies estén firmes en el suelo. Pon las manos sobre el vientre y coloca una almohada debajo de la cabeza para estar más cómodo. Cierra los ojos y deja que el vientre se desinfle con cada respiración. [10]
    • El objetivo del ejercicio es relajar la respiración para calmar la tos. Mientras respiras con lentitud, intenta calmar tu mente y tus pensamientos.
  5. Las emociones no provocan directamente el asma, pero los cambios en el ritmo y la velocidad de respiración que surgen junto con las emociones pueden producir un ataque. Una grave ansiedad y las acciones como llorar y gritar pueden influir en la respiración y desencadenar un ataque. Incluso la angustia emocional debido al ataque puede agravar los síntomas. Aprende técnicas para combatir el estrés y la ansiedad para evitar dichos episodios. [11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Tomar medicamentos

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  1. Él trabajará junto contigo para elaborar un plan escrito que puedas seguir al inicio de un ataque de asma o un ataque de tos. El plan debe incluir una lista de pasos para volver a respirar normalmente. También debe contener los números de contacto del doctor y de emergencias. [12]
    • El doctor te explicará de qué manera el plan de acción pasa del verde al amarillo y el rojo. Cada sección de color debe mencionar los síntomas que debes buscar, tus medicamentos y tratamientos y un espacio donde registrar el funcionamiento de los pulmones. [13]
  2. Si te da un ataque de tos, lo más probable es que te recomienden usar un inhalador. Este dispositivo está diseñado para liberar con rapidez el medicamento (por ejemplo, los betaagonistas de acción corta) en las vías respiratorias y abrirlas. El doctor puede prescribirte [14] [15] el albuterol, el levalbuterol, el pirbuterol, el ipratropio o los corticosteroides. [16] .
    • Para usar el inhalador, retira la tapa y agítalo. Bastará con tres o cuatro buenas agitadas. Quita la tapa y exhala.
    • Coloca la boquilla en la boca e inhala con lentitud. Presiona una vez el botón del inhalador y sigue inhalando de forma lenta y prolongada.
    • Saca el inhalador de la boca. Contén la respiración por 10 segundos y luego exhala. [17]
  3. Estos fármacos se utilizan a diario para evitar la tos y otros síntomas del asma. No te alivian de inmediato (para esto debes utilizar el inhalador u otros medicamentos a corto plazo), pero reducen la inflamación, abren las vías respiratorias y reducen la respuesta del cuerpo a los desencadenantes. También es posible que necesites tratamientos para las alergias que desencadenan los ataques de asma. Entre los medicamentos y tratamientos a largo plazo figuran los siguientes: [18]
    • inyecciones antialérgicas
    • corticosteroides inhalados como fluticasona, budesonida, flunisolida, ciclesonida, beclometasona y mometasona
    • medicamentos antiinflamatorios como la cromolina
    • betaagonistas de acción prolongada como el salmeterol y el formoterol
    • medicamentos biológicos como el omalizumab y los moduladores de los leucotrienos
    • teofilina
  4. Una parte importante del control de la tos asmática es saber cuándo buscar tratamiento médico. Aparte de la tos, uno de los indicadores del empeoramiento del asma es la respiración sibilante, un silbido agudo que se produce cuando el aire atraviesa las vías respiratorias estrechas. El silbido ocurre al exhalar, pero también puede producirse al inhalar. [19] Llama al doctor de inmediato si debes tomar más medicamentos de lo recomendado, la tos u otros síntomas se agravan, tienes dificultad para respirar al hablar o tu flujo espiratorio máximo se encuentra entre el 50 y el 80 % de tu mejor medida personal. Debes acudir a la sala de emergencias si: [20]
    • estás somnoliento o confundido;
    • presentas una grave dificultad para respirar cuando estás en reposo;
    • la medida de tu flujo espiratorio máximo es inferior al 50 % de tu mejor medida personal;
    • sientes un fuerte dolor en el pecho;
    • los labios y el rostro se ven azules;
    • tienes una extrema dificultad para respirar;
    • presentas un pulso rápido;
    • sufres de ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar.
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